Título: Aquí y allá
Fandom | Personajes: Original (Fools in love) | Helen Wellington & Noelle Raven (mostly)/ Redd Anderson & Rick Dermont.
Rating | Advertencias: PG | Nada.
N/A: Escrito entre
pepperbee y yo. El índice está
aquí.
Palabras: 1268
[
Capítulo anterior]
-¿Hell?- murmuró a la vez que sentía como el agua empezaba a caer sobre ella.
Dios, estaba vestida, e iba a destrozar la ropa de Helen, la iba a matar, a despedazar y a hacer quién sabe cuantas cosas más. ¿Pero cómo demonios había acabado bajo el agua? ¿En la ducha?
Miró a su alrededor y se dio cuenta de que estaba desnuda. Un repentino temor la invadió. No tenía ni jodida idea de cómo había llegado ahí.
-Ya voy…-la puerta se abrió y apareció Hell con un montón de toallas. Al ver la asustada mirada de Noe le sonrió poniéndose a su altura. Porque sí, la rubia estaba sentada en el plato de ducha con la espalda apoyada en el lujoso mármol-. Noe, querida, ¿estás bien? ¿te acuerdas de algo?
-No…- murmuró trémula. Hell le dedicó una sonrisa suave y le acarició el pelo mojado.
-Todo está bien, sólo que bebiste un poco más de lo normal- sabía que se ahorraba muchos detalles pero tal vez eso fuera mejor para la inocente Noe.
-No es verdad- afirmó después de unos segundos de silencio- esa mirada oculta algo -sonrió algo trémula-, lo último que recuerdo es que estábamos en el bar y… un chico- se mordió el labio inferior al recordar aquella mirada que le ponía los pelos de punta y la respiración acelerada- estaba hablando con ese chico. Hell, estaba hablando con un chico y ahora estoy desnuda…
La castaña rió suavemente y la abrazó. Le daba igual estar empapándose también, la ropa se secaría, Noe era la que necesitaba cariño urgentemente.
-RIck-dijo, separándose de ella- sí, estabas hablando con Rick. Pero no pasó nada, te sacamos del bar y Rick te trajo en brazos hasta casa.
-Y ahora estoy en la ducha, desnuda…
-Así es, los chicos ya se fueron, les pedí que nos acompañaran, no podía contigo yo sola- le acarició la mejilla- ¿estás bien?-repitió.
-Sí-sonrió y se abrazó las rodillas-, el agua está fría, ¿la puedes ajustar?
Hell sonrió cariñosamente antes de levantarse y tenderle la mano. Noe parecía una pequeña gatita mojada, mirando con sus enormes ojos azules exigiendo respuestas silenciosamente y la castaña no pudo resistirse.
-Venga, gírate, te ayudaré con el pelo-la obligó a girarse-. Estáte quieta o te entrará champú en los ojos.
Olía a fresa y a otras frutas dulces, a Hell le encantaba ese olor, a Noe le recordaba a su niñez.
-Hell, ¿qué pasó?-alzó las manos y los dedos se enrollaron en sus propios mechones enjabonados mientras su amiga seguía masajeando.
*
-¿No quieres cambiar conmigo?
-No, en realidad no pesa nada-Rick se la acercó un poco más y Noe soltó un suspiro.
Estaban buscando un taxi. ¿Por qué en una ciudad como esa no había ni uno solo? ¿Qué era? ¿La noche de todos los taxis tienen algo más importante que llevar a cuatro chicos porque unos gilipollas han emborrachado a una de ellos y querían propasarse con ella?
Hell golpeó unas cuantas veces impaciente con el tacón sobre el asfalto. Aunque Noe no parecía muy afectada y ninguno de los dos chicos incómodo con la situación, la joven prefería estar en casa, a salvo, cualquier cosa fuera de lo normal alertaría a los padres de la rubia. Adiós a lo de tener vida personal.
-¿Y ahora?-Hell se giró hacia ellos y los dos chicos la estudiaron en silencio.
-Tal vez mi moto…
-Cállate, Rick, piensa con la cabeza no… con… lo que sea que estás pensando.
-¿Nos vas a llevar en el coche fantástico, Reddy?
-No me provoques…
-Oh, pero si lo único que hago es reafirmar el hecho de que mis ideas son mejores que las tuyas.
-Callaos y buscad un transporte que nos sirva a ¡los cuatro!-les apuntó con el dedo y los dos chicos se callaron-. Bien, ahora pensad.
En la calle lo único que había eran alcantarillas humeantes, algún que otro camión de la basura y farolas que parpadeaban sin parar.
Además hacía bastante frío. Porque vale que por el día había hecho buen tiempo; pero todavía no estaban en verano. Hell se mordió el labio inferior, preocupada, mientras miraba a Noe. Si le pasaba algo… no podría perdonárselo nunca.
Se quitó la cazadora vaquera y se la puso a Noe por encima, en brazos de Rick. Porque ella estaba inmóvil y era más probable que pillase frío, pese a que el chico le diese calor.
-Creo que deberíamos irnos a algún lugar más céntrico, porque casi fijo que pasan más taxis-murmuró mirando a ambos lados de la carretera, antes de cruzar y echar a andar.
Se giró, para asegurarse de que Rick la seguía con Noe. Puede que fuesen majos y tal, pero ni de coña dejaría a su amiga sola con ellos.
-¿No tienes frío? -le preguntó Redd, caminando a su lado.
Hell negó con la cabeza, con una media sonrisa. Tal vez habría sido adecuado un comentario demoledor de los suyos. Pero ahora no era momento de pensar en provocarlo.
Vio un coche acercarse y decidió que de perdidos al río. Saltó de la acera y se plantó delante del coche. Quisiese o no los llevaría. Y si tenía que pagarle lo haría. Pero necesitaba estar en casa a la de ya.
No pudo reprimir una sonrisa aliviada al reconocer al conductor. La caballería había llegado.
*
-¿Y cómo llegamos a casa?-preguntó Noe a la vez que Hell le frotaba la toalla sobre la cabeza.
-Que, ¿cómo llegamos?-pensativa su amiga le pasó la toalla por el cuerpo- pues, Joel, ¿te acuerdas de Joel, el conserje que trabajó el verano pasado?-la rubia afirmó en silencio y arrugó la nariz cuando unos cuantos mechones se le cayeron sobre la cara. Sentada sobre la tapa del retrete parecía más indefensa de lo que parecía- Pues pasaba por ahí con su coche y nos reconoció.
-Joel. Vale…-musitó Noe, pareciendo todavía un poco dispersa.
Hell esbozó una media sonrisa y la abrazó con fuerza. Con todas sus fuerzas. No importaba que estuviese mojada. Había creído que le pasaría algo horrible. Y Hell si a su niña pequeña le pasaba algo malo por culpa de sus genialidades se moriría.
Rozó su nariz con la de su amiga antes de darle un besito en la punta.
-El caso es que ahora estás bien y vamos a meternos en cama-le susurró, terminando de desenredarle el pelo.
-¿Os dais cuenta de la imagen lésbica que acabáis de formar ahí dentro?-Henry asomó por la puerta y Noe se abrochó el albornoz aún más si es probable.
-¿Y si te largas?
-Seguro que os habéis duchado las dos desnudas, con vuestros cuerpos frotándose, jabón, manos, saliva por todas partes…
-Llevamos bañándonos desde que teníamos cinco años…-murmuró Noe.
-Eso te gustaría, estúpido, ahora te quedarás con la duda- sonrió con autoridad.
-Vengaaaaaaa, algún detalle me podríais dar…
Hell acarició la mejilla de Noe antes de levantarse y encararse con su hermano.
-Henry, lo que hagamos o dejemos de hacer en esta ducha es cosa nuestra-le soltó, como si tal cosa-ahora vete antes de que llame a James.
Henry esbozó una sonrisa afilada, antes de lanzarle una última mirada a Noe y salir de allí.
Hell se volvió hacia su amiga y la abrazó con fuerza.
-Vamos, nena, acostémonos-susurró conduciéndola hasta la cama-dentro de cuatro horas tenemos clase y es mejor que vayamos descansadas.
Noe asintió. Seguía un poco confusa. Pero sabía que si dejaba que Hell se hiciese cargo de la situación todo iría bien.
[
Próximo capítulo]