Y pese a todo, llorar (Alphonse Fronsac) [RPG: Beauxbatons Academie]

Jul 11, 2009 21:11

Título: Y pese a todo, llorar
Fandom | Personajes: RPG (Beauxbatons Academie) | Alphonse Fronsac & Liham Benoît.
Rating | Advertencias: NC-17 | Slash & lime/lemmon
N/A: Liham Benoît pertenece a nuryyyy . Y para ella va esto. Participa en el quinesob .
Palabras: 1.650

Lleva días inquieto, como si de pronto el colegio se le hubiese quedado pequeño. Como si el mundo, su propia vida, se ciñese a su alrededor.

Nueve años desde la muerte de su madre. Nueve años desde esa tarde fatal en la que su madre no llegó nunca a recogerlos a él y a Gus al colegio.

Se sienta sobre los lavamanos y se frota el rostro para despejarse. No tardará mucho en sentirse mejor, lo sabe, pero si pudiese echar un polvo se sentiría mejor. Mucho mejor.

Oye como se abre la puerta del baño y entreabre un ojo.

Una sonrisa traviesa se extiende poco a poco por su rostro, marcando un hoyuelo en la mejilla derecha.

Liham, ni más ni menos que Liham Benoît acaba de entrar en ese baño, como si sus propios pensamientos lo hubiesen invocado. Liham, que es un tío genial y tiene algo, algo inherente a ser inocente y tener un aire despistado. Algo que hace que Alphonse se ponga como una puta moto.

Liham, que lo ve, y primero mira al suelo, quedándose quieto, estático en medio del lavabo. Después alza el rostro y lo mira con esos ojos oscuros que a Phon se le antojan inmensos e inocentes; sonrojado.

-Hola…-dice Liham, voz un tanto vacilante; como un tanto inseguro.

La sonrisa de Alphonse se ensancha, relamiéndose interiormente ante el sonrojo de Liham.

-¿¡Qué hay!? -dice, saltando de la repisa de los lavamanos. Se acerca despacio, a medias con cautela para que no huya, a medias como lo haría un depredador, un Fronsac, al ataque-Mucho tiempo sin vernos-añade con su sonrisa tornándose jovial.

Exactamente diecisiete días y quince horas desde el polvo tremendo de la Torre Sur. Y no es que Alphonse las haya contado.

Liham asintió con la cabeza, muy rápido.

-He estado ocupado-responde evasivamente, mientras Alphonse se detiene en frente a él, un tanto amenazador.

Phon asiente levemente, mientras su sonrisa se apaga poco a poco. Al mismo tiempo la mano del chico rubio se aferra a la corbata de Liham y lo atrae levemente hacia él.

-Lo supuse…-gruñe, con la voz enronquecida, antes de besarlo con fiereza. Corrección: de comerle la boca de forma voraz. Salvaje.

Y Liham responde, haciendo que Alphonse le fallen levemente las rodillas. Porque se siente fatal, y necesita eso; dejar de pensar, existir sólo con la piel. Cuerpo contra cuerpo. Sexo en estado puro. Lenguaje básico, salvaje, primario. Después se sentirá bien. O casi.

Va avanzando contra Liham, hasta dejarlo acorralado entre él y la pared. Lo oye ahogar un gemido contra sus labios cuando si espalda choca contra los azulejos.

Y entonces todo se acelera.

Sus manos se precipitan dentro de la túnica de Liham, mientras las del chico mayor se enredan en el pelo rubio de Alphonse, tirando levemente, arrancando un gemido, casi un gruñido animal, de su garganta.

Tironea de su camisa, para meter las manos por debajo. Su lengua le lamo los labios mientras las manos de Liham se cuelan por debajo de su camiseta, tocándole la espalda, haciendo que a Alphonse se estremezca. Tembloroso.

Liham aprieta su espalda mientras Phon baja con los labios por la garganta del chico, notando su pulso acelerado contra éstos cuando le roza la yugular. Lo nota jadear, y vuelve a subir a sus labios, mordiéndole levemente, tironeando levemente de su labio inferior.

-¿Tienes algo que hacer ahora? -pregunta Alphonse, mientras desabrocha el pantalón de Liham. Él es así. Un Fronsac. Le va eso de disparar primero y preguntar después. Es una buena forma de conseguir una respuesta favorable.

Liham niega con la cabeza, débilmente, mientras la mano de Alphnse se cuela por dentro de sus calzoncillos, tocándole la punta de la polla con el pulgar, moviéndolo en círculos, extendiendo la humedad por todas partes.

-Nooooh…-responde Liham, en medio de un gemido, mientras Phon le aprieta levemente la polla antes de empezar a mover la mano con rapidez y firmeza.

Alphonse esboza una sonrisa, mientras Liham le desabrocha la camisa y después lo besa como queriendo absorberlo, devorarlo… dejar de pensar.

La mano de Phon baja un poco más abajo, acariciándole las pelotas con dedos hábiles. Nota como Liham le muerde los labios y no puede reprimir un gruñido gutural que se escapa de lo más hondo de su pecho.

Y es entonces cuando sus dedos llegan a su destino. El culo de Ham. Y roza despacio la entrada, tanteándolo con cuidado, mientras en la palma de su mano acuna con suavidad sus pelotas.

Nota como Liham se tensa, y él no puede hacer otra cosa más que besarlo un poco más suavemente. Despacio, muy despacio, entra el primer dedo, sólo la punta, y oye como Liham gimotea al lado de su oído. Y eso, si es posible, hace que se vuelva un poquito más loco todavía.

El dedo entra un poco más, al mismo tiempo que le come la boca, y lo nota jadear contra sus labios, mientras mueve despacio el dedo, adentro y afuera. Aprieta con un poco más de fuerza sus pelotas y le muerde los labios, ansioso. Nota como Liham resbala levemente contra la pared, y mete la punta de otro dedo.

-Ahhhh…-y Liham gime casi dentro de su oreja, y él siente que se va a morir allí mismo en una de esas.

Hace que se gire y que quede de cara a la pared, mientras con un movimiento rápido le baja la ropa. Después, con una sola mano, se baja sus propios pantalones, y aprisiona a Liham contra la pared, mordiéndole la nuca antes de pasarle la lengua.

Notó como Liham separaba las piernas y él se inclinó levemente, para hablarle en el oído.

-Si te duele avísame que paro… ¿vale? -susurró, antes de entrar despacio, al tiempo que mordisqueaba el lóbulo de su oreja.

-Sí… sí…-asintió Liham, mientras giraba la cabeza y lo besaba en la boca, con ansia reprimida.

Despacio, Alphonse siguió entrando, con los labios entrelazados con los de Liham, que ahogó un quejido en medio del beso.

-¿Estás bien? -gruñó Alphonse, con la voz ronca.

Liham asintió con la cabeza.

-Sí… no pares…-y en su voz apenas se distinguía el dolor de la súplica.

Alphonse apretó con fuerza un brazo alrededor de su cintura, mientras se movía para quedar completamente en su interior. Ahogó un gemido contra su nuca, quedándose muy quieto, esperando a que él se acostumbrase a la sensación.

Mordisqueó el lóbulo de la oreja del chico y después probó a moverse, despacio. Despacito, mientras la mano que tenía en su polla empezaba a moverse al mismo ritmo que sus caderas. Los dientes clavados en su nuca, y la lengua jugueteando entre ellos.

Alphonse pudo ver como Liham crispaba los dedos contra la pared, y se permitió aumentar un poco el ritmo de sus embestidas. Oyó que a Ham se le escapaba un gemido de los labios y lamió su nuca, llegando al borde de su oído.

-¿Te gusta, nena? -preguntó, mordisqueándole el lóbulo de la oreja. Pues en ese momento eran uno solo. Su espalda contra su pecho, sus cuerpos interconectados más allá de lo físico. Su sudor resbalando junto en una marabunta de piel y lunares.

Lo oyó gemir, murmurar algo que no logró entender, que apenas tenía coherencia. Se movió un poco más rápido, lamiendo su oreja, moviendo su mano a la vez. Porque todo su mundo se había vuelto pequeño, estrecho y cálido. ¿Cálido? Caliente.

Y estaba a punto de correrse. Lo sabía. Lo notaba, porque todo su cuerpo vibraba en consonancia con el de Liham. Porque con un par de bruscas embestidas y moviendo la mano un poco más rápido, lo oyó soltar un quejido. Un quejido animal, como un gruñido, y notó que se corría en su mano.

Y entonces, todo lo que era el mundo, se vino abajo. Él mismo oía los gemidos que se escapaban de su propio pecho. Y se sintió morir. Se sintió explotar. Sintió la caricia redentora de un ángel que lo había acariciado. Acababa de correrse.

Se quedó muy quieto, con el pecho contra la espalda de Liham, acorralándolo contra la pared, intentando recobrar la respiración, luchando contra sus propias piernas para que no lo dejasen caer.

Alphonse se apartó de Liham y se recostó con la espalda contra la pared.

-¿Estás bien? -se oyó preguntar, con una voz que no parecía la suya. Como si estuviese fuera de su propio cuerpo.

Liham asintió con la cabeza y después esbozó una leve sonrisa, poniéndose bien la ropa, con movimientos lentos y un tanto torpes.

-Me has llamado nena…-dijo, en un tono, entre encantado y desconcertado.

A Alphonse se le escapó una sonrisa y asintió.

Liham se acercó a él y lo besó en los labios con algo que Phon identificaría como dulzura.

-Ahora tengo que irme, Superman… tengo… que terminar un trabajo-dijo, hablando a toda prisa -pero nos vemos, ¿no?

Alphonse asintió con la cabeza, incapaz de hablar, mientras veía como Liham salía por la puerta.

Una parte de él quería salir corriendo tras él y abrazarlo. Y besarlo. Una y mil veces.

Pero otra parte de él quería acurrucarse en el suelo y llorar.

Fue resbalando poco a poco por la pared, hasta quedar hecho un ovillo, y para cuando llegó al suelo, ya tenía los ojos llenos de lágrimas.

advertencia: slash, longitud: drabble, # periodo: quinesob, personaje: liham benoît, advertencia: lemmon, personaje: alphonse fronsac, fandom: rpg (multiversity), ~ escrito: rpg

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