[1/10] 1. Rey [tabla canción de hielo y fuego, 10fandoms] Cersei/Jaime
Cersei siempre ha jurado que no sería de ningún hombre si no era de él. De Jaime. Mitad de su sangre, mitad de su carne, mitad de su alma. Juntos nacieron y juntos morirán. Eso lo dice ella, lo asiente él, y es una de esas verdades incuestionables que duran para siempre.
O al menos lo ha sido hasta que Tywin Lannister, su señor padre, decidió que se iba a casar, y ni más ni menos que con Robert Baratheon. Líder de la Rebelión Baratheon, Vencedor de la Batalla del Tridente, y nuevo Rey de Los Siete Reinos de Poniente.
Tentador, si. Todo lo que una jovencita de alta cuna debería desear, también. Pero Cersei está acostumbrada a los besos de su hermano mellizo descendiendo por entre sus senos, ambos muertos de calor en lo más profundo de Roca Casterly.
Siempre ha jurado que ningún hombre que no fuese su hermano la tocaría. Nadie, sino él, la poseería. Y sin embargo, pese a todo su astucia y obstinación, propias de un Lannister, Cersei acaba de ser desposada esa misma mañana.
Y da gracias a los Siete Dioses. Por suerte su esposo está borracho, y no puede ver las lágrimas que el orgullo no logra contener. Ese orgullo Lannister. Rojo como su sangre. Fiero. Como el rugido de un león.
Y mientras yace en la cama, con las piernas abiertas para él, su mente vuela, e imagina que está dispuesta para su joven hermano, Caballero de la Guardia Real; Capa Blanca y célibe hasta la muerte.
Cuando los labios de Robert, que saben a cerveza y a vino del Rejo, bajan por el medio de sus pechos, ella recuerda su infancia y adolescencia en el hogar de los Lannister. Se jura a sí misma que no duele que un Baratheon borracho se lleve su virginidad en medio de una brutal borrachera, en lugar de que Jaime, su Jaime, la trate como siempre, con paciencia y suavidad.
Mientras el rey descarga su desmedida pasión entre sus piernas abiertas, Cersei guarda lágrimas de dolor, de un dolor que va más allá de lo físico. Un dolor en su alma. La que comparte con Jaime.
Y es justo en el momento del placer, cuando siente a su esposo explotar, que lo oye, murmurar bajito, en su oreja “Lyanna”. Y entonces solo quiere morir. Su esposo no la ama. Antes que a la joven y hermosa hija de los Lannister prefiere al recuerdo de una niña norteña, que yace en un nicho, bajo un castillo medio enterrado en la nieve.