Tercer evento, William Odergand/Mattesa Oxford

Mar 21, 2008 23:38

Tema: 20# Mesa
Autor:lia-kon-neia
Pareja: William Odergand/Mattesa Oxford
Rating: R, supongo.
Palabras: 850
Tabla: Pr0n
Notas: Well, hacía rato que no escribía nada aquí ^^u así que aquí esta un temita más. Reunión familiar en vacaciones de verano, William de trece años, Mattesa veinte.

Oh, no, no, NO.

- Si no quieres que pierda clases, podría posponer el viaje hasta semana santa. - Rhett habla, la copa de vino en la mano y Keiro asiente, argumentando que lo mejor sería esperar. William puede esperar, dice, la escuela es primero.

No está pasando, claro que no.

- Perkin ya no es ningún problema. Eliminado, ya sabes, así que ahora el camino está libre - Philiph Mortimer escucha, atento, el breve informe que Henry Shaanxi ha mandado en nombre de su padre.

No está pasando. No ahí.

- ¿Puedes pasarme la ensalada, William? - Y esa es Mattesa, con voz dulce, la sonrisa inocente y burlándose en su cara mientras, por debajo de la mesa, oculta por los manteles, presiona con el píe justo ahí, deslizándose por las piernas y volviendo a subir poco después.

Maldita pervertida de mierda.

- William, tu tía amablemente te pidió la ensalada, no seas maleducado - Delilah le regaña cuando no hace nada y entonces reacciona, asiente y le pasa aquel platón, rozando sus dedos suavemente antes de soltarlo y él le sonríe, mientras estira la pierna para rozar la de ella y Mattesa se sobresalta un poco.

Y él también, para qué negarlo.

- Lo siento - Musita William a Delilah, con una sonrisa que no va dirigida a ella y que Mattesa alcanza a ver. William siente la mano de Mattesa colándose bajo los manteles y apartar su píe, todo un movimiento tan rápido que nadie parece darse cuenta. Y la pierna de Mattesa sigue ahí, subiendo por sus muslos y presionando en su entrepierna.

“Ya basta” Dibuja con los labios y Delilah suelta un “¿dijiste algo, William?” que hace que Mattesa se sonría mucho más divertida.

Y si todo eso es un juego…

William suspira profundo y lleva sus manos que tiemblan un poco a tomar una copa de vino y bebe, sintiendo el sabor seco de la bebida golpeando su paladar. Abre un poco más las piernas, rindiéndose, sin más remedio.

No le queda sino jugar también.

Rhett le quita la copa de las manos, con demasiada facilidad y le regaña con voz suave que no parece un regaño. William trata de no verle a la cara. Ver a su tío favorito cuando Mattesa le está haciendo esas cosas suena enfermizo. Pensar en él es aún peor.

Basta de pensamientos homosexuales, joder, William, basta de mariconadas.

- ¿Me estás escuchando? - Y lo que sale de los labios de William es un “¿ah?” que suena demasiado alargado, seguido de un sobresalto pequeño por su propia voz y lleva una mano bajo la mesa a apartar la pierna de su tía de una maldita vez.

- Sí, yo, sí estaba escuchando, es sólo que…

- ¿Te sientes bien, William? - Y ahí está la voz delicada de Mattesa, con un tinte de preocupación que todos se creen menos él que reconoce el tinte de burla en las palabras. - Tus mejillas están algo rojas, ¿no tienes fiebre?

¿Qué mierda le pasa ahora?

Y Rhett de inmediato parece preocupado, levantándose de su asiento e inclinándose sobre la mesa para tocar la frente y mejillas de su sobrino. Y sí “estás algo caliente” y por dentro William piensa en lo fácil de malpensar y acertado ahora que es eso.

- Te llevaré a la cama, a que descanses - Dice Rhett y Allan, a varios asientos de ahí, se ahoga con un trozo de pastel, aunque no es tomado en cuenta.

- Yo lo haré. - Se apresura Mattesa y sonríe, como una santa, rodeada de un halo de inocencia que no lo es y Will se abstiene de decir palabras, asintiendo despacio y dejando que Mattesa se levante, llegue a su lado y le rodee la cintura con un brazo, rápido, girándose para marchar rumbo a las escaleras.

Así que ese era el plan de la loca esa.

En la mesa se escuchan murmullos, Keiro dice que es extraño que William enferme, Rhett habla sobre medicinas y Allan mantiene una sonrisa que no puede borrarse al tiempo que masculla un “par de calientes” que nadie oye.

- Estas loca - Susurra William cuando ya han subido y Mattesa permanece atrapada contra la pared de la habitación, las manos de William bajo su vestido, sus propias manos acariciando cualquier trozo de piel accesible y mordiendo ligeramente sus labios.

- Estaba aburrida - Como una niña pequeña, hace un puchero que desaparece en cuanto inhala profundo y deja que ese niño pasee una mano por sus pechos, jugueteando. - Además, funcionó.

Y de qué manera.

William no puede evitarlo y se ríe contra el vientre ya descubierto de su tía y ella sonríe más divertida aún, deslizando la mano por la espalda sin marcas y el cuerpo que no está segura si es sólo de ella.

- Funcionó muy bien. - Musita Will y muerde despacio. - Deberíamos ponerle un nombre. Algo como operación M.E.S.A

Mattesa le hala, hasta caer en la cama y se estremece por la risa, por las sensaciones, por ese momento de diversión y alegría y perfección que no está segura sea real, pero de momento le es suficiente.

- Y yo soy la loca…

escritor:lia_kon_neia, tabla:porno, pareja:william odergand/mattesa oxford, evento

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