Brasas

Jul 12, 2010 17:08

Capítulo 10: Febrero

Fecha: 10 de Enero
De: malfoyd@globalcafe.ie
Para: hjpotter@gringotts.wzr
Ben me pidió que te recordara que se supone que Alec va a venir este sábado.

Fecha: 11 de Enero
De: hjpotter@gringotts.wzr
Para: malfoyd@globalcafe.ie
Lo pasaré a dejar al medio dia. ¿Ya recibiste la información del Ministerio sobre el Beltane de este año? He platicado con Alec sobre la posibilidad de que se salga del coro de Dublín después del próximo concierto, por si acaso lo menciona.

Fecha: 13 de Enero
De: malfoyd@globalcafe.ie
Para: hjpotter@gringotts.wzr
Te adjunto una lista de los grupos que han confirmado hasta el momento para lo de Beltane. Alec levantó el coro.

Fecha: 14 de Enero
De: hjpotter@gringotts.wzr
Para: malfoyd@globalcafe.ie
¿Él está de acuerdo? No me ha dicho mucho a mí.
Te adjunto una lista de los grupos de magos confirmados.

Fecha: 15 de Enero
De: malfoyd@globalcafe.ie
Para: hjpotter@gringotts.wzr
Más o menos. Está contento de estar en el coro de Londres.

Fecha: 28 de Enero
De: hjpotter@gringotts.wzr
Para: malfoyd@globalcafe.ie
Cuándo vas a traer a Ben para el partido de Quidditch de este sábado? Puede quedarse con nosotros si el partido no termina antes de las nueve.

Fecha: 29 de Enero
De: malfoyd@globalcafe.ie
Para: hjpotter@gringotts.wzr
Tengo una junta en la tarde con una orquesta, así que pasaré a dejar a Ben a las 6, que sé es la hora en la que empieza el partido. Los veremos en el estadio. Por favor utilicen amuletos.

Fecha: 30 de Enero
De: hjpotter@gringotts.wzr
Para: malfoyd@globalcafe.ie
Eso haremos. No olvides que es en el lugar nuevo, en el Estadio Pennington.

***

Hermione echó un vistazo por el estadio, estaba feliz de estar fuera de la casa y sin niños, aunque deseaba que su primer tiempo libre de niños en todo un mes no fuera un partido de Quidditch. Estaban ahí por un buen motivo, se recordó. Ella y Ron se habían ofrecido a acompañar a Harry a este juego porque era el mejor amigo de ambos, y en este momento los necesitaba, y ellos lo querían y deseaban pasar un tiempo con él. El lugar de reunión no importaba.

Lo observó mientras platicaba tranquilamente con Alec, señalando partes del estadio nuevo y del campo, y se preguntó que estaría pasando en su interior. Que tal estaría manejando el rompimiento, y cómo lo estaría manejando Alec. Se preguntó si alguien más de la familia estaría ya también enterado. Probablemente no; últimamente Harry no platicaba mucho, y Alec había vuelto a adoptar la actitud de silencio casi total que había tenido antes de Malfoy. No había una gran diferencia - nunca había sido muy platicador - pero Hermione se preguntó si ya lo habría notado alguno de los otros Weasley.

“Ahí están, papi,” dijo Alec y Hermione se volteó para ver. Ahí estaba Malfoy, con un niño pequeño que Hermione asumió era Ben con un amuleto nuevo para la cara, Harry y Alec también estaban usando uno. Harry bajó a Alec y éste corrió para abrazar a Malfoy, luego tiró de Ben hacia el estadio contándole emocionado todo lo que le acababa de decir Harry. Malfoy se quedó ahí parado, incómodo, mientras los niños salían corriendo.

“¿Entonces vendrás a recogerlo mañana por la mañana?” preguntó Harry tranquilamente, y Hermione no pudo creer lo mucho que le molestó que Malfoy ni siquiera volteara a mirarlos.

Se había sentido tan aliviada cuando Harry le contó sobre la ruptura. Finalmente uno de los dos había hecho lo correcto. Lo más sensible.

Pero sensible no quería decir fácil. Y mientras Malfoy se veía bien, Harry estaba devastado. Hermione sentía pena por él aún cuando se recordó que era lo mejor.

Malfoy asintió. “Si estás de acuerdo,” dijo. Miró a su alrededor. “Lamento haber llegado tarde. Parece que el partido va a comenzar pronto. Será mejor que te vayas.”

Harry asintió y se voltearon para entrar llamando a los niños.

Y entonces se desató el infierno.

Comenzó con lo que pareció un gruñido, y Hermione levantó la mirada para ver la pared que tenían enfrente a unos cuantos metros torciéndose para luego caer. La gente gritaba. Se quedó momentáneamente paralizada por la impresión antes de salir corriendo a ayudar - era el caos, la gente gritaba, habían aparecido las varitas, y las protecciones se levantaban a derecha e izquierda, como si fuera una batalla contra un enemigo insensible. Tenía la varita en ristre y estaba preparándose para lanzar un hechizo para enderezar la pared cuando escuchó otro gruñido terrible. Se volvió para ver, como en cámara lenta, a Ron y a Harry que estaban detrás de ella volteando también para ver colapsarse la pared detrás de ellos - y a Malfoy, Ben y a Alec desapareciendo detrás de una nube de polvo. El corazón se le detuvo mientras los tres salían disparados, y jadeó aliviada cuando Malfoy emergió del polvo y le entregó a Ben a un mago que había surgido de la nada, luego se volteó y -

“¡Hermione! Deten -”

**

Hermione despertó en medio de un parloteo frenético, las voces estaban llenas de temor y dolor. Cerca de cien personas estaban sentadas, corrían, hablaban, gritaban. Eran pacientes, Sanadores de San Mungo y otros empleados del hospital que corrían por aquí y por allá, gente con Plumas a Vuelapluma y cámaras con flashes...

Se sentó parpadeando e intentado comprender algo en medio del caos y pronto se dio cuenta de que la gente en la sala de espera no parecía herida. Muchos de ellos estaban cubiertos de polvo, y algunos tenían sangre y vendas, pero la mayoría de los que no traían túnicas de Sanadores, parecían ser amigos y familiares de los que habían salido lastimados. Levantó la vista y vio a Ron, Harry y Malfoy todos llenos de polvo y con camisetas prestadas de San Mungo, Malfoy tenía un ojo negro y no tenía lentes, Harry tenía una cortada larga en una mejilla, ya se había pasado el efecto del amuleto NuevaCara.

“Oh, qué bien, estás despierta,” dijo Ron quitándole el cabello de la cara. “¿Te sientes bien?”

“Bien, bien. ¿Qué pasó?”

“Te atravesaste en el camino de un idiota que quería levantar la pared aturdiéndola -”

“Me refería al estadio,” dijo impaciente.

“Hasta donde todos saben, fue un hechizo para mampostería nueva que salió mal,” dijo Ron. “Cerca de cincuenta personas quedaron enterradas en los escombros. Es un milagro que no haya habido muertos.”

Hermione se levantó. “¿Alec y Ben?” preguntó espantada por la forma en la que Harry y Malfoy (que apenas si se habían percatado de que había recuperado la consciencia) miraban tensos la puerta del área de tratamientos.

“A ambos los están atendiendo los Sanadores.” Ron tragó con dificultad. “Todo un equipo para cada uno. Hay cerca de veinte personas en la misma situación.”

Hermione asintió distraídamente mientras una Sanadora entraba y revisaba a la multitud ansiosa que estaba amontonada cerca de la puerta.

“¿Sr. Potter? ¿Sr. Malfoy?” preguntó y volteó a mirarlos dos veces mientras ellos acudían a prisa.

“¿Cómo están?” preguntó Malfoy con la voz tensa.

“Ambos están mucho mejor de lo que creímos al principio,” les aseguró la Sanadora. “Para ser honesta, no se veía nada bien debido a la severidad de las heridas más el daño mágico. Pero quería decirles que el daño es mucho menor de lo que habíamos pensado. Y, es difícil asegurarlo en este momento, pero estamos bastante seguros de que Ben se recuperará por completo,” dijo y Malfoy respiró profundo. “En cuanto a Alec...”

Harry la miró fijamente.

“Estamos haciendo nuestros mejores esfuerzos, señor, pero... los hechizos que mantenían en pie las gradas son muy poderosos. Que hayan golpeado a un niño pequeño así, es...”

“¿Puedo ayudar?” preguntó Hermione frenando su propio miedo. “Yo - he trabajado antes con Sanadores, tengo algo de experiencia -”

“La Sanadora asintió. “Sí, lo sé. La reconocí; yo estaba ahí cuando... cuando se unió al equipo para ayudar a la madre de Alec.” Se aclaró la garganta. “Pero por favor, entienda, esta es una situación muy diferente, sra. Granger. Sabemos cómo manejar el daño por colapso, en algunas ocasiones los hechizos para la mampostería salen mal. Hay cuando menos otras cuatro cosas más que podemos intentar antes de entrar en pánico.”

Harry parpadeó, su cara se vació de expresión, y Hermione casi pudo sentir cómo se apagaba. Ron cerró los ojos y bajó la cabeza respirando profundo.

“Esperamos plenamente que ambos se recuperen por completo,” les dijo con gentileza a Harry y a Malfoy. “En este momento se ve mucho más prometedor que cuando llegaron. Es tan sólo que... también tienen que estar preparados para lo peor.” Y con eso se fue, cerrando la puerta detrás de ella.

“¿Quién diablos puede estar preparado para algo así?” murmuró Ron enojado.

Hermione sacudió la cabeza mirando a las familias que estaban en la sala de espera. “Malfoy,” dijo de pronto, “¿Ya contactaste a Kara?”

Malfoy la miró sin comprender por un momento. “Kara. No, no sabíamos... no estábamos seguros de lo que estaba pasando...”

“¿Quieres hablarle?”

“Sí,” dijo Malfoy. “Sí, estaría bien. No estoy seguro en dónde está en este momento... probablemente esté en los estudios Windbourne. Eh...” parpadeó frunciendo el ceño ligeramente.

“¿Quieres que yo la llame?” preguntó Hermione al reconocer las señales de estar momentáneamente atrapado entre dos mundos. Siempre era un truco mental incómodo, sin duda alguna más difícil por la ansiedad de Malfoy. “Sé cómo utilizar el teléfono.”

Malfoy le sonrió ligeramente. “Sí. Gracias.” Sacó la cartera y extrajo una tarjeta para dársela, Kara Greely con una serie de números telefónicos en ella.

“También le arreglaré un medio de transporte,” dijo Hermione contenta de tener algo qué hacer, y fue al escritorio de ayuda muggle, agradecida de que por fin estuviera disponible en el mundo mágico una cosa así. Agradecida de tener que trabajar los siguientes quince minutos con la bruja en turno para localizar a Kara y arreglarle un medio de transporte para llegar a San Mungo.

“Llegará a la entrada Muggle en unos cuantos minutos,” le informó a Malfoy cuando se reunió con los tres hombres. “Estaba en Windbourne. Sólo tomó un poco de tiempo arreglar el arribo de Dublín a Londres. La asistente de la bruja del teléfono de ayuda nos informará cuando haya llegado al edificio, que debe ser en cualquier segundo. ¿Quieres que vaya por ella?”

Malfoy negó con la cabeza. “No, iré yo. Querrá saber lo que pasó...”

“¿Sra. Granger?” preguntó una bruja joven acercándose a ellos. “Está aquí una Sra. Greely, ¿es una muggle?”

“Sí, gracias,” dijo Malfoy. “Iré a recogerla.”

“La entrada muggle es por la Chimenea del lado izquierdo de la puerta principal, señor,” dijo la bruja y se volvió hacia Harry en cuanto Malfoy se fue. “Señor, hay unas personas que están pidiendo entrar, pero hemos sellado el área -”

“¿Qué?”

“El Telegrama acaba de reportar el colapso, señor,” le explicó. “Aparentemente, la gente también se dio cuenta de que usted estaba ahí. Le hemos dado acceso al personal del hospital a algunos reporteros, están ayudando a las personas a ponerse en contacto con sus familias, pero estamos manteniendo alejados a aquellos que quieran molestarlo.”

“Gracias,” dijo Hermione.

“Pero dos de ellos dicen ser familiares. ¿George y Fred Weasley?”

“Sí, por supuesto, déjenlos pasar,” dijo Hermione, luego se mordió el labio y miró preocupada a Harry, pero él no pareció darse cuenta. No hizo otra cosa más que asentir vagamente hacia los gemelos cuando entraron, ambos con expresiones preocupadas.

“¿Cómo está Alec?” preguntó Fred y Hermione le pasó la información que tenía.

“¿T-también está aquí M-Malfoy?” preguntó George.

“Sí, bueno, no está aquí en ese momento, está en la entrada muggle recogiendo a la madre de Ben.”

Ron frunció el ceño. “¿Cómo supieron que Malfoy estaba aquí?”

“Salió en El Telegrama,” dijo Fred. “Están diciendo que lo vieron en el lugar de los hechos.”

“P-pero no pueden decidirse -“ comenzó George.

“Alguien dijo que al parecer, él había iniciado lo que fuera que causó el colapso, pero otro reportero dijo que estaba sacando gente de entre las ruinas,” terminó Fred.

La cara de Ron se oscureció. “Es una tontería eso de que inició las cosas,” dijo vehemente. “Fue un accidente. Además, Ben estaba ahí. Y Malfoy también salió herido. No estoy seguro sobre si estuvo sacando gente o no, todo fue muy confuso -“

“Sacó a Alec,” dijo Harry débilmente. “Por eso fue que se lastimó. Regresó por él para sacarlo debajo de la pared. Si no hubiera...” miró a Fred pareciendo percatarse por primera vez de su presencia.

Fred asintió. “Mira, puedes decirme que me vaya si quieres,” dijo tranquilamente. “Sé que tu novio está aquí, no le voy a decir nada. Sólo quería estar aquí en caso de que... para estar cerca de Alec.”

Harry se encogió de hombros con los ojos fijos en la puerta.

“¿Qué diablos p-pasó?” preguntó George. Mientras Ron contestaba, Hermione observó la habitación abarrotada, percatándose de que, ahora que podía ver las cosas más tranquilamente, no parecía tan caótico como cuando había llegado. Poco a poco estaban dado de alta a los lastimados, y ahora la atmósfera era de impaciencia y nervios más que de miedo. Con excepción, claro, del grupo de más o menos treinta personas amontonadas cerca de la puerta del área de tratamientos.

“Harry, cariño.” Hermione levantó la mirada para ver a Molly avanzando apresurada hacia Harry. Detrás de ella venían Arthur, Kara y Malfoy, Kara se veía demasiado atemorizada para percatarse adecuadamente de lo extraño del lugar. Molly abrazó a Harry, luego se alejó un poco y lo miró preocupada. “¿Alguna noticia?”

Harry negó con la cabeza silenciosamente, y Molly le dirigió una mirada preocupada a Hermione.

“Sí, he escuchado que al principio es un poco difícil viajar por la red Flu,” le decía comprensivo Arthur a Kara conforme se acercaban. “¿Esta fue su primera vez?”

Kara asintió distraídamente mirando la sala de espera. “Y... ¿éste es un hospital? ¿Hay - Ben está en cirugía?”

Malfoy negó con la cabeza. “Está con los Sanadores. Tiene daños mágicos por los hechizos que se suponía estaban soportando las paredes del estadio. Pero los Sanadores son optimistas.” Miró a Harry. “Con los dos.”

“¿Qué... hay algo que tengamos que hacer? ¿Podemos donar sangre, algo?”

Hermione sonrió cuando Arthur levantó las cejas y casi fue visible que tomó nota de preguntarle sobre la donación de sangre en un momento más adecuado.

“No.” Ron negó con la cabeza. “No hay nada que podamos hacer más que esperar.”

**

Dos horas después, la puerta se abrió y un Sanador anciano de apariencia cansada, seguido de un hombre joven larguiducho que llevaba puesta una insignia de Sanador en Entrenamiento. Miraron a las personas en la sala de espera. “¿Sr. Malfoy? ¿Sra. Greely?”

Se pusieron al frente rápidamente. “Ben está bien,” dijo el Sanador más grande. Malfoy y Kara soltaron el aliento simultáneamente y Kara tomó la mano de Malfoy. “Está reaccionando muy bien a los contra hechizos. Los próximos dos días va a estar un poco grogui, y tendrá que estar en aislamiento, pero estará bien.”

Malfoy asintió, estaba pálido y acercó a Kara cuando ella rompió a llorar.

“Oh, gracias a la Diosa,” sollozó sobre su hombro. “Creí... es una estupidez, lo sé, dijeron que estaría bien y les creo, es sólo que...”

Malfoy asintió mientras la abrazaba con más fuerza. “¿Podemos verlo? Preguntó.

“Ya está en aislamiento, entonces, no, no pueden verlo,” dijo fríamente el Sanador más joven y Kara lo miró perpleja. “Tenemos reglas,” dijo mirando con desdén a Malfoy.

Molly y George aspiraron molestos. Malfoy presionó los labios y desvió la mirada.

“Sanador en Entrenamiento Webster,” dijo tranquilamente el Sanador más viejo. “Una de las cosas en las que necesita trabajar es en el tratamiento adecuado de los parientes de los pacientes y algo que debe quedar claro es que no debe dirigirse a ellos con ese tono sin importar quiénes sean, aún cuando crea que su pregunta es tonta. Y ésta no lo fue. Ahora, por favor, vaya a esperarme a mi oficina.” Se volvió hacia Malfoy sin molestarse en ver si el sobresaltado Sanador en Entrenamiento había hecho lo que le había pedido. “No, Sr. Malfoy, no es aconsejable por el momento, aunque les permitiremos que le graben un mensaje. Le pediré a un asistente que les traiga un rollo de grabación.”

“Gracias,” dijo Malfoy en voz baja, seguía abrazando a Kara que se estaba limpiando las lágrimas.

“Sr. Potter, vendremos a informarle en cuanto tengamos noticias sobre Alec,” dijo el Sanador y se fue.

Malfoy le tocó el brazo a Harry.

“Qué bien. Me alegro que Ben esté bien,” dijo Harry. Hermione se mordió el labio por el tono falto de emoción en la voz de Harry y su mirada preocupada se encontró con la de Malfoy.

“Harry... Alec va a estar bien,” dijo Malfoy. “Ya escuchaste a los Sanadores, y estaba junto a Ben, ellos -“

“Alec es mucho más chico,” dijo llanamente Harry. “Estuvo debajo de los escombros más tiempo.”

“Pero es un luchador,” dijo Ron. “Como su papá.”

Hubo un breve silencio y Hermione se preguntó cuántos más estarían pensando desesperadamente en algo alentador qué decirle a Harry.

“¿Hay... hay una capilla aquí?” preguntó en voz baja Kara.

“Oh, sí, cariño, por supuesto que la hay,” dijo Molly aferrándose al tema agradecida. “Te la mostraré, ¿vamos?”

“¿Draco?” preguntó Kara y Malfoy, antes de unirse a ella miró a Harry que asintió. Molly parpadeó un poco desconcertada, pero se limitó a asentirle a Malfoy y salieron de la sala.

Hermione miró a los cuatro Weasley que estaban parados impotentes alrededor de Harry sin tener una idea de cómo reconfortarlo, como llegar a él, su preocupación por Alec casi era eclipsada por su temor por Harry.

“Será mejor que nos volvamos a sentar,” dijo Arthur empujando con gentileza a Harry hacia las sillas que habían sido colocadas para las familias de los pacientes.

“Me alegra que B-Ben esté bien,” dijo George en voz baja mientras él, Fred, Hermione y Ron seguían lentamente a Arthur y a Harry.

“¿Alguien quiere apostar sobre si Malfoy se va a quedar ahora?” preguntó Fred cínicamente.

“Lo hará,” dijo Ron con un ligero tinte de exasperación en la voz.

“Quizá haya salvado la vida de Alec,” señaló Hermione.

“Fred,” dijo George en voz baja. “Quizá M-Malfoy no sea la persona que q-quieres para ellos, pero al menos Harry tiene a a-alguien a su lado -“

“No, no lo tiene,” lo interrumpió Hermione.

“¿Qué?”

“Harry y Malfoy rompieron,” dijo Ron llanamente y George y Fred se detuvieron en seco. “Hace cerca de un mes.”

“¿Qué?” preguntó Fred.

“Malfoy lo mandó a volar,” dijo Ron. “Le preocupaba que lo vieran con él. Intenta proteger a Ben de una mala publicidad.”

“Ya era hora,” murmuró Fred. “Vaya sorpresa. Siempre preocupándose por sí mismo.”

“Sí, se preocupa tanto por sí mismo que quizá haya salvado la vida de Alec en un lugar público. Para luego pasarse dos horas aquí con Harry sabiendo que hay reporteros alrededor. No tenía que hacerlo, ¿sabes? Podría haber pedido ir a algún lugar más privado para esperar ahí con Kara, estoy seguro de que el personal hubiera estado de acuerdo.”

“Contigo no puede ganar, ¿verdad?” preguntó Hermione. “Si está con Harry y Alec, es malo para ellos; si se va, es un cobarde egoísta.”

“La otra razón por la que se marchó,” dijo Ron tenso, “es porque sabía que se estaba interponiendo entre Harry y nosotros. Qué egoísta es, ¿no?” miró furioso a Fred. “Felicidades, Fred. Ganaste.” Sacudió la cabeza disgustado y se dirigió hacia Harry y Arthur.

Hermione les dedicó una última mirada a los gemelos, la expresión de George era de impresión y pena, la de Fred era inescrutable; luego se volteó para alcanzar a Ron.

**

Coninuación

¡¡Ahí está!!

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