REGRESO

Feb 18, 2010 16:17

Bueno, lo prometido es deuda, así que aquí estamos, con una historia nueva de la genial y talentosísima Anna Fugazzi. Se llama Regreso, está muy buena, leánla y disfrútenla. Pero... ustedes ya nos conocen, saben cuánto nos gusta hacerlas sufrir, por lo tanto... hemos decidido subirla en dos partes: una hoy y la otra el viernes (pero no nos odien tanto, no es por hacerlas sufrir, bueno, no mucho, si no porque ya saben que el LJ no te deja hacer entradas largas)

REGRESO
Notas de la Autora: Este es un remix escrito para el lj de la comunidad hd_remix. Este año me tocó mizbean. Me puse a brincar de alegría con sus brillantes historias y escogí Walk On para hacer el remix. En su mayor parte porque me gustó, pero también porque siento algo de debilidad por Harry/Ron ;)

Parejas: Harry/Draco, con algo de Harry/Ron y Ron/Hermione.
Clasificación: R
Advertencias: Menciones de het.
Resumen: Ron hizo lo correcto en Walk On. ¿No?
Aclaración: Los personajes no son míos, o tendrían mucho más sexo - eh, digo, diversión. Los párrafos 4, 5, 6, 20 y 29 y las botas de Hermione tampoco son míos. Pertenecen a mizbean J
Notas de la Autora: Es mejor leer esto después de haber leído Walk On, ya que es un final alterno, pero también puede ser leído como una pieza sola. Pero, adelante, lean Walk On, está genial J

Muchas gracias a scrtkpr, por ser una maravillosa beta y por aclarar muchas cosas ;)

Día 1

Era una completa locura lo que estaban haciendo, le dijo una vocecita al cerebro lleno de whiskey de fuego de Ron. Aunque el whiskey de fuego no lo explicaba todo.

Cierto, había sido un poco molesto que le dieran su primera misión de vuelta después de haber resultado tan lastimado. También le había molestado que lo obligaran a esconderse en esta casa segura junto con Harry, a quien trataba de evitar desde hacía ya un buen tiempo, y Draco, quien nunca le había caído bien. En especial porque ahora ambos estaban juntos, aunque Draco tenía una forma menos romántica para describir su relación. Aún así, cuando Draco sugirió el pequeño ménage o fuera lo que fuera lo que estaban haciendo, Ron debió haber sido más prudente en vez de haberle seguido la corriente, maldito fuera el whiskey de fuego. Porque se sentía demasiado bien. Y Ron se había regañado al haber botado a Harry y forzar su amistad durante tanto tiempo, y lo más probable era que lo que estaban haciendo no los llevara a nada bueno, a ninguno de ellos. Quizá haría las cosas más tensas entre Harry y él, haría que Ron se arrepintiera del pasado aún más - diablos, quizá también pudiera poner en peligro lo que tuvieran Harry y Draco...

Pero se sentía endemoniadamente bien, pensó mareado mientras los tres se besaban, mordían y removían la ropa del otro, acariciándose, aunque la mayor parte de la acción parecía estar centrada en Harry y él.

Después Draco se había sentado a su lado para observarlos y Ron vaciló, mirándolo en una ocasión. Draco le sostuvo la mirada con expresión contenida. Finalmente, levantó una ceja, como si estuviera impaciente de que Ron continuara, y éste se dio cuenta de que esa sería toda la autorización que obtendría por su parte.

Separó fácilmente las piernas de Harry y se montó encima de él. “Te deseo,” siseó sintiendo cómo se rozaban sus penes desnudos, “demasiado.” Maldición. No iba a durar mucho; nunca lo había logrado con Harry. Movió la mano hacia sus penes y los juntó casi ávidamente. “Harry,” gruñó. “Quiero cogerte. Lo quiero demasiado.”

“Ron,” gimoteó Harry, “Yo-” Harry apartó la mirada para ver directamente a los ojos a Draco Malfoy y algo dentro de Ron se volvió exigente e inquieto. “Lo deseo. ¿Puedo?”

Harry miraba a Draco pero éste no ayudaba en nada limitándose a devolverle la mirada sin expresión alguna. Ron se empujó contra Harry sin molestarse en disimular su gemido y sintió un estremecimiento de triunfo cuando éste se movió jadeando automáticamente en respuesta.

Mírame Harry, pensó Ron con amargura. Sólo por esta ocasión, mírame a mí y no a él. Yo fui tu primer amigo. Soy yo el que estuvo a tu lado durante tantas cosas en la escuela. Fui un idiota y te perdí, pero concédeme esto.

Apenas si pudo reprimir un grito de triunfo cuando Harry apartó la mirada de Draco para jalarlo y unir sus labios, juntándolos, cerrando los ojos, y relajándose sobre el suelo. Ron le levantó las caderas, murmuró un hechizo lubricador y comenzó a prepararlo con manos temblorosas mientras Harry gemía debajo de él. Rápidamente se puso lubricante y estaba a punto de penetrarlo cuando se detuvo.

Era casi seguro que ésta sería la última vez que volvería a tener esto. No había necesidad de apresurar las cosas; los recuerdos le tendrían que durar toda la vida.

Bajó el ritmo y besó a Harry profundamente, bajó por su cuello y pecho, luego más abajo, tomándolo entre su boca y presionando una mano contra su propia entrepierna cuando el gruñido de placer de Harry lo mandó casi hasta la orilla.

Merlín, ¿cómo pudo haber botado esto? Había sido un completo idiota.

Esperó hasta que Harry estuvo casi delirante y rogando para finalmente penetrarlo, mordiéndose un labio concentrado mientras su calidez lo rodeaba. Harry se incorporó sobre un codo y se apoderó de su boca en un beso lento, acariciando con una mano su nuca, entregándose a esto al igual que a todo lo demás - con todo su corazón.

Y fue perfecto. Endemoniadamente perfecto, algo que había querido durante tanto tiempo, algo que había botado sin darse cuenta. Lo embistió lentamente, manteniendo sus caderas en su lugar, sintiendo que su corazón se aceleraba cada vez que Harry gemía y se empujaba contra él, y no pasó mucho tiempo antes de que ambos se corrieran duro y gritando lo que parecía ser simple placer, pero que estaba compuesto igualmente de gratitud y arrepentimiento - por parte de Ron cuando menos.

Se abrazaron jadeando juntos, las manos de Harry todavía rozaban ligeramente la espalda de Ron, y luego se apartaron un poco. Harry le sonrió a Ron, luego se volvió hacia Draco con una expresión adormilada de contento desaliñado. La expresión en los ojos de Draco era guardada cuando tomó la mano que Harry le había extendido, sonrió y le besó los dedos con gentileza.

“¿Querías -?” preguntó Harry con un gesto vago hacia su propio cuerpo.

Draco lo devoró con la mirada, y una sonrisa se extendió en un costado de su boca. “No estarás pensando que estás en condiciones de volverlo a hacer, ¿o sí?” dijo secamente. Se acercó y Ron renuente se movió para quitarse de encima de Harry. Draco negó con la cabeza rápidamente. “No, quédate en donde estás,” dijo dándole un beso rápido a Harry. Este hizo un sonido de protesta cuando Draco se alejó, y Ron sintió que Draco soltaba una risita mientras le ponía una mano sobre el hombro.

“Duérmanse,” dijo y Ron lo miró con curiosidad. Draco le dirigió una media sonrisa. “Duerme.”

Recargando la cabeza sobre el pecho de Harry, Ron hizo lo que le ordenaron.

***
Día 2

“¡Por todos los santos!”

Harry se despertó sobresaltado y se sentó, buscando su varita con el corazón acelerado. Qué diab -

Él y Hermione se miraron boquiabiertos durante un momento, luego ella bajó la mirada y él la siguió hasta... Ron.

Ah.

Sí, quizá eso valiera una maldición o dos. En algún momento de la noche, Ron se había alejado de él, pero aún así era terriblemente obvio lo que había ocurrido entre ellos. Subió las sábanas, sintiendo que se sonrojaba hasta la raíz del cabello.

“Eh. Ron.” Lo movió por el hombro. “Ron. Despierta.”

“¿Qu -?” Ron se volvió y la sábana se deslizó. Harry se la volvió a acomodar antes de que Hermione pudiera ver mucho más de lo que ya había visto. Le dio un codazo un poco más fuerte a Ron y éste se despertó sobresaltado, y una repetición perfecta de su propia expresión al despertar invadió sus rasgos al mirar fijamente a Hermione, que ahora se veía un poco menos impresionada.

Maravilloso. Completamente desnudo en una posición bastante comprometedora con dos hombres, nunca podría volver a ver a Hermione a los ojos.

Un momento. No eran dos hombres. ¿En dónde estaba Draco?

Hermione exhaló fuerte. “Oh, por Dios. Por favor, no quiero saber qué fue lo que pasó aquí.” Se volvió y se alejó con sus botas negras golpeando fuertemente el piso de madera. “Voy a matar a ese bastardo Slytherin...” la oyeron murmurar cuando se metió en la chimenea. “¡Cuartel General!” gritó y desapareció.

“Bien. Eso fue... eh.”Ron tragó con dificultad y comenzó a ponerse la ropa y Harry se percató con tristeza de su incomodidad.

“Yo iré - eh -”

“Dejaré que te levantes y -”

La chimenea de la salita volvió a encenderse. “Granger dice que ya se despertaron,” la voz de Draco perforó la incomodidad y Harry levantó la mirada cuando entró como la imagen perfecta de la tranquilidad. Por supuesto ¿por qué no habría de estarlo? A él no lo habían despertado de un susto y no le había dado a Hermione vaya un espectáculo. “Al menos, eso creo que fue lo que dijo. ¿Saben? Creo que nunca he escuchado a alguien hablar tan incoherentemente. Y aparentemente soy un Slytherin bastardo. Qué impresión para mis padres. Me refiero a lo de bastardo.”

Harry se aclaró la garganta y Ron levantó sus calzoncillos en una mano, era evidente que trataba de descifrar cómo ponérselos sin volverse a descubrir.

Draco soltó una risita. “Weasley, sea lo que sea lo que estás cubriendo, Harry ya lo ha visto y, ¿ahora te pones tímido?”

Ron se aclaró la garganta y continuó mirando a Draco en silencio.

“¿O tu modestia es por mí?” se rió Draco. “Considerando lo que le estabas haciendo a mi novio anoche, yo diría que ya no hay secretos entre nosotros, ¿no?” sonrió burlón, pero cedió cuando Ron se sonrojó aún más. “Oh, está bien, los dejaré solos para que se arreglen y vayan a la reunión. ¿Supongo que Granger no les dijo nada al respecto? Creo que no. Por cierto, es en el Cuartel General. No se tarden mucho desayunando, la reunión es dentro de una hora.”

Harry suspiró profundo mientras Draco se iba, agradeciéndole a Dios que cuando menos Draco no hubiera tenido problema alguno con esto, porque no estaba seguro de que él y Ron no los tuvieran. Le dirigió una sonrisa tentativa, y sonrió ampliamente cuando éste le regresó la sonrisa tímido.

“Primero el baño. Luego el desayuno.”

“No creo que haya mucho en la despensa,” comentó Ron.

“Entonces, iremos directamente al Cuartel General.”

“Muy bien.” Ron se dirigió al cuarto del aseo y Harry extendió una mano para detenerlo.

“Ron. ¿Esto no significa un problema para ti?”

Ron asintió. “No. ¿Y para ti?”

“Nop.”

“Es...” Ron se aclaró la garganta. “Me alegra que lo hayamos hecho. Me refiero a lo de anoche.” Se pasó una mano por el cabello y sonrió. “¿Crees que debería darle las gracias a Draco?”

“Sé que yo sí.”

“Él... tiene mucha suerte.”

“Al igual que yo,” contestó Harry.

“Sí. Supongo que sí.” Ron le dirigió una sonrisa y Harry obedeciendo un impulso, lo jaló hacia sí y se permitió sentir la comodidad de su piel desnuda sobre la suya durante unos momentos. Se alejó renuente, pues no quería dejar que a su cuerpo se le ocurrieran ideas sobre su posición y estado de desnudez.

“Él es... yo fui un idiota,” dijo Ron. “Pero... me alegra que seas feliz. Digo, con él. Y te hechizaré si le dices a alguien que yo dije eso.”

“De acuerdo,” contestó Harry riendo, y se separaron para alistarse para salir. Ron se dirigió al cuarto de aseo y Harry fue a verificar que todas sus cosas estuvieran en orden, a tirar la botella vacía de Whiskey de fuego que encontraron la noche anterior y tan pronto como terminó Ron, fue a bañarse.

“¿Qué tal estuvo la misión anoche?” preguntó Dean.

“Maravillosamente relajante,” dijo Draco. “Nos persiguieron los Mortífagos.”

“Oh, entonces, fue un trabajo sencillo.”

“Sí, verás, dijimos, como es la primera misión después del regreso de Ron, vamos a llevárnosla tranquila,” comentó Draco. Le pasó a Harry un plato con pan tostado con mermelada.

“¿Desde cuándo te gusta la mermelada?” preguntó Ron.

Harry se encogió de hombros. “Más bien le gusta a Draco, pero no me molesta,” contestó y le dio una mordida. “Gracias.”

“Mhm,” murmuró Ron hacia su pastelillo de calabaza y Harry se acercó a Draco mientras Hermione comenzaba la reunión.

“Muy bien, bueno, ha habido un pequeño cambio en los planes. Draco hizo algunos descubrimientos mientras ustedes dos... dormían,” Hermione apenas si se sonrojó y Harry sonrió apenado. “Los Mortífagos que los siguieron encontraron la casa segura.”

“¡¿Qué?!” Harry y Ron se enderezaron sobresaltados.

“Bueno, no exactamente,” intervino Draco. “Aunque eso es obvio, ya que seguimos con vida y no bajo su control. Encontré señales de actividad mortífaga alrededor del edificio. El hechizo que protege la casa se mantuvo, pero -”

“Pero si la rodearon significa que saben que había algo ahí,” dijo Harry. “No deberían haber podido saberlo.”

“¿Estuvo mal colocado alguno de los hechizos Confundus?” preguntó Ron.

“Los verifiqué,” dijo Draco. “Los hechizos están funcionando como deberían. No pude encontrar algo malo en ellos.”

Ron asintió. “Me gustaría echarles un vistazo.”

“¿No confías en mi juicio, Weasley?”

“Sí, pero dos pares de ojos son mejores que uno.”

“Tenemos a mucha gente verificando ahora,” dijo Hermione. “Quiero que se concentren en otra cosa: en rastrear al grupo que los siguió.”

“Ugh. Te refieres a los tipos de Yaxley,” dijo Ron. “Se supone que debemos seguir a los Carrow.”

“Alguien mas se encargará de ellos. Ustedes los guiaron hasta la casa; puede ser que tengan una conexión especial con ustedes. Dean se les unirá y los quiero en parejas. Dean, para que lo sepas, lo que los otros estaban haciendo...”

Gracias a Dios, Draco estaba de acuerdo con lo que había pasado, pensó Harry dejando su mente vagar mientras Hermione informaba a Dean con los antecedentes de la misión. Sus pensamientos regresaban a la noche anterior, a las caricias de Ron, a su cercanía, a Draco que se había hecho a un lado para permitirle tener lo que había querido durante mucho tiempo. Sentir a Ron, su piel pecosa y cálida y su gentileza y todo aquello que había extrañado, anhelado durante tanto maldito tiempo.

Tan diferente a Draco. De la misma forma que tu desayuno favorito es diferente del chocolate, pero no querrías vivir sin ambos.

Y ahora no tenía que hacerlo. No volvería a pasar nada físico entre él y Ron, pero era agradable que al menos hubieran podido recuperar su amistad. Claro que no se hubiera opuesto a la idea de tener a Ron y a Draco en la cama de forma regular, pero no era probable que ocurriera en el mundo real. Se había entregado a Draco y no había necesidad de complicar las cosas. Aún así, sentía que estaba sanando la ruptura entre él y Ron, tan seguro como él mismo había sanado las cicatrices en el pecho de Ron.

Draco se alejó ligeramente y Harry despertó, se reunió a la realidad y se concentró en la reunión.

“Bueno,” decía Hermione vigorosamente, “una pareja buscará las señales en el sur de la casa segura, en donde alguien llevó a cabo un Dittando bastante poderoso, y los seguirán. La otra pareja buscará las señales del oeste. Ahí parece que alguien lanzó un fuerte Uncunfundus.”

“Voy con Draco,” dijo Harry y Draco se sobresaltó ligeramente. “Eres bueno con los Encantamientos Anti Confundus, ¿no? Tomaremos el lado oeste.”

“Muy bien,” dijo Hermione y les sonrió a todos. “Buena suerte.

***
Día 5

“Me alegra que tu papá, siendo un lugar muggle, no insistiera en acompañarnos al restaurante,” iba diciendo Hermione mientras ella y Ron se apresuraban para al cuarto de reunión unos días después.

“Quizá se vuelve loco cuando se trata de los Muggles, pero sabe cuando darle a la gente un poco de privacidad,” dijo Ron y se sonrojó un poco ante la sonrisa divertida de Hermione. Le regresó la sonrisa sintiendo el corazón mucho más ligero de lo que lo había sentido en años.

Siguiendo las pistas de su última misión, en la que Dean había derramado poesía sobre su última novia, Ron había encontrado el coraje para explicarle a Hermione la escenita con la que se había topado en la casa segura y para invitarla a salir con muy buenos resultados. Todavía no eran novios oficialmente, pero las cosas sí que se veían prometedoras. Y además, ella se había puesto esas botas suyas que lo distraían tanto - las que había comprado durante el primer intento desastroso que tuvieron como pareja. Ron suspiró contento y rozó el dorso de la mano de ella con la suya, y sonrió cuando ella se detuvo cerca de la entrada del cuarto de reunión para darle un beso rápido.

Ahora todo lo que tenía que hacer era no estropear las cosas. Otra vez. Se separaron, se sonrieron tímidamente y se apresuraron a entrar.

“No te estoy retando,” pudieron escuchar que Harry decía cuando abrieron la puerta. “Sólo estoy diciendo que la cueva -”

“Estás diciendo que sabes cómo funciona su mente mejor que yo,” dijo Draco. “¿Olvidas quién me crió?”

“No. Para nada. Sólo creo que ahora que ese lugar se ha vuelto muggle, lo evitarán. No los han visto ahí -” vieron a Hermione y Ron y se callaron.

“¿Qué pasa?” pregunto Ron.

“Nada,” contestó Draco. “Bueno, ¿cuál es el plan?”

“Depende de ustedes tres,” comenzó Hermione, “pero el CG sugiere que vayan al pub en la isla en las Outer Hebrides, el último lugar donde Yaxley y compañía fueron avistados.” Draco le dirigió a Harry una mirada presumida de triunfo.

“Es una pérdida de tiempo, se los digo,” comenzó Harry y Draco entrecerró los ojos. “No los han visto ahí en semanas.”

“Son muy buenos Obliviando -” dijo Draco.

“Y no saben como pasar inadvertidos, probablemente no sabrían que estaban haciendo algo que necesitara que lanzaran un Obliviate -”

“¡Por favor!” se ofendió Draco. “¿Realmente crees que no tienen a nadie que los pueda ayudar en ese aspecto? Para tu información, reciben bien a los Mestizos, siempre y cuando no se vuelvan muy arrogantes, en especial si pueden actuar como -”

“Eso lo sé,” dijo Harry impaciente. “Pero no creo que estén lo suficientemente familiarizados con las costumbres muggles como para evitar que hagan olas durante muchas semanas.”

“Podrías tener razón,” dijo Hermione pensativa. “Claro, es su decisión, pero yo sigo creyendo que la isla es un buen lugar para comenzar. Además, se sabe que los Mortífagos utilizan deliberadamente los lugares muggle, pues saben que es casi seguro que no los buscaremos ahí.”

“Exactamente,” intervino Draco.

“Sólo que estaremos perdiendo el tiempo,” señaló Ron. “Y para cuando hayamos terminado, habremos perdido el rastro por completo. La cueva -”

“No es una pérdida de tiempo,” dijo Hermione. “Podrían encontrar otra información aún cuando Yaxley y compañía ya no vayan para allá.”

“O podríamos no encontrar nada. La cueva de la que escuchamos Dean y yo es un lugar nuevo. Deberíamos comenzar por allí-“

“La isla -” comenzó Draco.

“Son dos contra uno, Draco, vamos,” dijo Harry impaciente.

“De acuerdo,” dijo Draco abruptamente, poniendo la expresión en blanco y se levantó. “Entonces, vámonos. ¿Supongo que los dos ya empacaron?”

Ron, Hermione y Harry se fruncieron el ceño. “¿Eso es... todo?” preguntó Ron un poco confundido.

“Como dijo Harry, son dos contra uno. Y mientras más hablemos, más se enfría el rastro. Vámonos, ahora.”

“¿Qué le pasa?” preguntó Ron en voz baja mientras iban de salida.

“Tú sabes lo mismo que yo,” murmuró Harry.

Ron se encogió de hombros. Era el novio de Harry; era el problema de Harry. “¡Hey, Malfoy!”

“¿Perdón?” preguntó Draco impaciente.

“No puede decir ‘sí’ como un ser humano común y corriente,” se quejó Ron.

Draco le dirigió una mirada molesta al abrir la puerta del cuarto de la chimenea y tomar sus equipos para la misión. “De acuerdo, sí,” dijo. “¿Qué?”

“Mientras estuviste con los Mortífagos, ¿alguna vez fuiste a algún club muggle de strip tease?”

“Verás, Weasley, cuando estuve con ellos, tenía dieciséis años, por lo tanto, no, tengo que contestar que no llegué a eso.”

“No te pongas de ese genio conmigo, sólo estoy preguntando. La fuente de Dean dijo que el muggle que compró el lugar en las Hebrides maneja clubes de strip tease en Londres; deberíamos estar preparados.”

Draco hizo un gesto de fastidio, y siguió poniéndose su equipo. Esta iba a ser una misión, larga, muy larga, pensó Ron sombrío y le dirigió a Hermione una mirada molesta. Ella ladeó la cabeza ligeramente; es Draco Malfoy, ¿qué otra cosa esperabas?

***
Día 14

“... entonces, John y Hannah, su poción multijugos los espera en el laboratorio de Pociones,” dijo Hermione con vigor. “Harry y Draco, lo siento, siguen con el caso Yaxley. Ron y Dean, como se van a cambiar con el equipo de Hogsmeade, necesitarán encontrarse con Percy allá arriba. No va a ser mucho tiempo, sólo para que recojan unos documentos,” dijo y antes de recoger sus cosas para marcharse, sonrió ante el gruñido automático de Ron.

“¿Draco está bien?” le preguntó Ron a Harry en voz baja, mientras se vaciaba el cuarto, con Draco a la cabeza.

Harry se mordió el labio y jugueteó con su pluma, limpiándola perfectamente antes de guardarla.

“Harry.”

“¿Qué?”

“Estoy preguntándote por Draco. No sé por qué, y probablemente deberías hacer que me examinaran la cabeza.” Harry sonrió brevemente. “Pero algo lo molesta. Y mucho. No dijo ni dos palabras durante la reunión, y se ha comportado bastante grosero durante las últimas semanas.”

“Si lo sabré yo,” dijo Harry.

“¿Qué pasa?”

“No lo sé. Escuché que habían avistado a su padre, pero no quiere hablar de ello.”

“Eso debe ser duro,” comentó Ron sorprendiéndose por el hecho de que lo había dicho en serio. Había sentido verdadera compasión por el Hurón y su infortunada situación familiar. “¿Crees que sea eso?”

“No quiere hablar de ello,” repitió Harry.

“Está siendo muy grosero.”

“Nada fuera de lo normal.”

“Bueno, no tengo ganas de matarlo, pero ha estado de un achacoso como nunca. ¿Estás seguro de que no está enfermo? O quizá yo lo esté.” Ambos rieron y se dirigieron a la puerta. De pronto, ésta se abrió y Draco regresó rápidamente, dirigiéndose a la chimenea.

“¿Qué pasa?” preguntó Harry.

“Voy a ir por Pansy,”contestó Draco tomando un puñado de polvo Flu.

“¡¿Qué?!”

“Ha mandado una bengala.”

El corazón de Harry se aceleró al tomar su varita y unirse rápidamente con Draco en la chimenea. “¿Su espejo? Dios, debe ser -”

“¿Qué estás haciendo?” preguntó Draco cortante.

Harry parpadeó. “Voy contigo.”

“No.”

Harry intercambió una mirada con Ron. “C- creí que habíamos quedado que si te contactaba, que -”

“No, puedo hacer esto solo. Estaré bien.”

“Claro que no,” dijo Harry sujetándolo por el brazo. “Voy a ir contigo.”

“Quédate aquí. Hazle compañía a Weasley - jueguen ajedrez o... lo que sea.”

“Espera,” dijo Ron. “¿Y lo de Yaxley -?”

“¡Harry!” Draco se quitó la mano de Harry del brazo. “¡Seguiremos adelante con la misión de Yaxley! Vamos, no tengo tiempo para -”

“Además,” intervino Ron. “no te preocupa que si vas solo - ¿no crees que algunos podrían sospechar sobre -?”

Draco le dirigió una mirada salvaje. “No me preocupa en lo más mínimo lo que la gente sospeche sobre mi lealtad, Weasley. Voy a ayudar a una amiga, y tú,” le dijo a Harry con firmeza, “no vas a venir conmigo.” Entró en la chimenea, haciendo un gesto de fastidio ante la expresión preocupada de Harry. “Estaré bien,” dijo con impaciencia. “Tengo el encantamiento rastreador, el Galeón Protean lo tengo en el bolsillo, no te preocupes por mí.”

“¡Pero, espera! Yaxley -”

“¡Pueden manejar los preparativos sin mí!” dijo Draco y se fue.

“¿Ves a lo que me refiero?” dijo Ron mientras observaban la chimenea humeante.

“¡Sí, veo a lo que te refieres!” contestó Harry bruscamente. Ron levantó las cejas. “Lo siento.” Respiró profundo. “Lo sé. Pero no sé por qué, y no sé qué decirle para que me diga qué es lo que pasa.” Se aclaró la garganta y jugueteó con la varita unos momentos mirando fijamente la chimenea, luego la guardó y se dirigió a la puerta. “Y... erm. ¿cómo van las cosas con Hermione?”

Ron lo miró fijamente. “Harry. ¿Crees que me puedes distraer tan fácilmente?”

“Erm... ¿sí?”

Ron sonrió tímidamente, cediendo y Harry, agradecido, sacó a Draco de su mente mientras cambiaban de tema y salían del cuarto.

***
Día 30

“Días,” le murmuró Ron a Harry dos semanas después, entrando tambaleante a la cocina del Cuartel General. Abrió la alacena y vio lo que había en la despensa, estaba muerto de hambre y un poco deshidratado.

Comenzaba a sospechar que esta nueva... fuera lo que fuera, relación que tenía con Hermione, iba a matarlo. ¿Quién hubiera adivinado que debajo de ese comportamiento severo existía alguien tan desinhibido, tan apasionado, tan increíblemente...? bueno, de acuerdo, para ser honestos, él ya había medio adivinado que ella era así, en especial después de su primer intento fallido como pareja, hacía ya tanto tiempo. O quizá lo había esperado con ansia. Esperado que esa pasión suya por cosas tales como los derechos de los elfos, el estudio, y Hacer lo Correcto, la llevara a otras áreas de su vida. Esperado que su inclinación por ser franca y exigente también se extendiera a otras cosas.

Y, oh, dulce Merlín, había estado en lo cierto.

Y eso era verdaderamente maravilloso. Y un empujón tremendo para su ego, que ella decidiera hacer - bueno, lo que había estado haciendo anoche, por ejemplo - con él. Claro, lo había dejado un poquito aturdido en la mañana, al igual que con unos dolores extraños en los lugares más extraños, pero era parte de la diversión.

Hermione era simplemente brillante. Atemorizante, pero brillante. No era que hubiera tenido dudas en el pasado, pero estas últimas semanas... vaya.

Tomó la botella con jugo de calabaza, un par de pastelillos de calabaza, un poco de Pepper-Up, y analgésicos, y se dejó caer en un asiento junto a Harry, consumiendo rápidamente todo. Sintiéndose otra vez un poco humano, finalmente le echó un vistazo al otro, frunciendo el ceño cuando observó las ojeras debajo de sus ojos y su apariencia desaliñada. “Parece que no hubieras dormido en toda la noche.”

“No lo he hecho,” contestó cortante.

“¿Alguna misión?”

“Draco.”

Ron suspiró. Esto se estaba volviendo hábito.

“Y antes de que digas nada,” dijo Harry cansado, “sí, he intentado hablar con él, y dice que no pasa nada. Y si lo presiono demasiado, se pone de malas por cualquier cosa, y luego, no sé como, terminamos cogiendo, después termino muy agotado como para seguir peleando. El sexo cuando estás enojado es brillante, pero muy extenuante.”

Ron hizo una mueca ligera. “Eh, demasiada información, compañero. Escucha, esto no puede continuar así.”

“No me digas,” contestó Harry irritado.

“No siempre ha sido así entre ustedes dos, ¿o sí?”

Harry se encogió de hombros. “Siempre está de mal humor, pero no así.”

“Oh, bueno. Porque, diablos, si hubiera sabido que las cosas estaban así entre ustedes dos, podría no haber salido con Hermione después de que lo hicimos tú y yo.” Harry le dirigió una mirada divertida y Ron puso los ojos en blanco. “De acuerdo, sí, habría salido con ella. No te ves pero ni tantito tan sexy como ella en botas de tacón alto.”

“No lo sabes.”

“Otra vez, demasiada información.” Rieron juntos. “¿Qué crees que sea lo que lo está carcomiendo?”

“¡No lo sé! ¡Creí que las cosas andaban bien entre nosotros!”

“Pero no es así.”

“Lo sé.”

Ron se aclaró la garganta, y luego, vacilante, abordó el tema que no había querido mencionar hasta ahora. “Hablando de lo que hicimos... ¿no crees que esto tenga algo que ver con que hayamos dormido juntos esa noche?”

Harry presionó los labios y desvió la mirada.

“¿Le has preguntado?”

“Esa noche dijo que estaba bien,” contestó Harry negando con la cabeza. “Diablos, él fue el que comenzó. Y al día siguiente estaba bien.”

“Así pareció, sí.”

“Y si no es eso, entonces no quiero que sospeche nada -” Harry se detuvo y negó con la cabeza. “No, no quise decir ‘sospeche’ - me refiero a que no quiero que piense que significó algo para mí - no, no es lo que quiero decir, porque sí significó algo y estoy diciendo todo enredado, pero no quiero que piense eso, ya sabes... y si le digo algo y luego él...” las palabras incoherentes de Harry se extinguieron mientras Ron le sostenía la mirada.

“Estoy saliendo con Hermione,” dijo Ron en voz baja.

“Lo sé.”

“No soy una amenaza para él.”

“No estoy seguro de que lo sepa,” dijo Harry suavemente.

***

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