The most dangerous game.
A ver si vuelvo a pasarme por aquí de manera periódica. De momento, os dejo con un meme que pone de manifiesto que no he estado muerta, que he estado escribiendo.
post an excerpt from every work in progress you can find. no explanations allowed, just the excerpt.
No os hagáis muchas ilusiones, porque muchos de estos nunca serán acabados.
Skating RPF - Johnny Weir/Stephane Lambiel
-Mon dieu -se burla, cogiendo la copa de las manos de Stéphane. Sus dedos se rozan cuando se la devuelve, mientras atrapa las últimas gotas de alcohol de la comisura de sus labios con la lengua. Tiene una sonrisa encantadoramente maliciosa.
Fútbol RPF - Álvaro Arbeloa/Raúl Albiol - Montecarlo
Ellos estaban en un punto intermedio, en el que ya se podían robar porciones de pizza sin pedir permiso, pero aún quedaban cosas de las que sorprenderse. La capacidad sobrehumana de Raúl para ingerir bacon (déjame, que estoy de vacaciones) y la facilidad de Álvaro para echar cerveza por la nariz cuando le daba un ataque de risa.
Fútbol RPF - Cesc Fabregas/David Silva
Miraba el mapa desde todos los ángulos. Acercaba la imagen hasta que era capaz de distinguir cada calle de la cuidad. La alejaba hasta que Manchester sólo era una manchita en medio de una isla, y calculaba la distancia hasta Gran Canaria. O hasta Valencia, que se había convertido en su casa. Iba a echar de menos el sol, la playa, la gente, los colores… No se le ocurría nada que no fuera a echar de menos. Hasta las cosas de Valencia que le habían molestado en su momento ahora se le hacían entrañables.
Fútbol RPF - David De Gea/Álvaro Domínguez
Álvaro siempre ha sido uno de esos niños pijos que se pegarían un tiro antes de reconocer que lo son. Puede que viviera en un dúplex maravilloso en Plaza de Castilla, que fuera a un colegio privado bilingüe de esos a los que van los hijos de los famosos, que tuviera una niñera dominicana y que pasara un mes cada verano en Oxford para perfeccionar su inglés, que ya de por sí era casi perfecto, pero él no era pijo. Él era de esos que siempre llevan los pantalones del uniforme un par de tallas más grandes de lo permitido, que en vez de ir a Pachá los fines de semana hacía botellón en un parque y se enrollaba con chicas llamadas Jessy que vivían en Móstoles, que cuando le preguntaban dónde vivía sólo contestaba ‘en Madrid. Madrid-Madrid’, y les metía la mano bajo la falda sólo para que dejaran de hacer preguntas.
Fútbol RPF - David De Gea/Álvaro Domínguez
Jugar juntos les hacía sentirse seguros. Estar juntos en el vestuario también. David sabía calmar el mal humor de Álvaro, y él siempre sabía sacarle una sonrisa cuando estaba demasiado metido en su papel. Juntos eran la mejor versión de sí mismos, dentro y fuera del campo. No fue ninguna sorpresa para nadie, o puede que sólo para ellos mismos, cuando les llamaron para jugar con el primer equipo.
Fútbol RPF - Edin Dzeko/Joe Hart
Una risa se escapa de sus labios, y Joe abre los ojos justo a tiempo para encontrarse con la boca del bosnio, suave y redonda contra la suya. Deja que le bese despacio, que le acaricie la nuca sobre el cuello de la camisa blanca, y él cierra los dedos sobre su jersey del City, aventurándose con su lengua, despacio y tímidamente, dejándose arrastrar por la sensación cálida y familiar del cuerpo de Edin contra el suyo.
-¿Alguna vez lo has hecho en el baño de un tren? -pregunta en un susurro.
Fútbol RPF - Nigel De Jong/David Silva
-That's what I'm taking 'bout. Party like it's 1999. How old were you then, like twelve?
-No tengo ni idea de lo que estás diciendo.
-That's right.
-Okay -musitó, encogiéndose de hombros y pegándole un buen trago a su cerveza-. From lost to the river
-I'm not letting you drink and swim. That shit's dangerous. You spaniards are true party animals, huh?
-Party? -dijo, que era lo único que había pillado de toda la frase.
-You're hilarious, Daveeed -insistió, poniendo un brazo alrededor de sus hombros.
Fútbol RPF - Sergio Ramos/Fernando Torres
No se podía decir que fuera una decisión apresurada, porque Fernando llevaba pensándolo mucho tiempo. Muchísimo tiempo. Cada mañana que se levantaba con la rodilla tan dolorida que apenas era capaz de moverla, cada noche después de un partido, con el fisio negando lentamente con la cabeza mientras se la examinaba. Fernando lo había pensado, pero hasta entonces no se había atrevido a considerarlo de verdad, hasta que su representante le citó un día para comer.
-Así que, el contrato con el Chelsea.
-¿Qué?
-Que se acaba este año.
RPF TSN - Andrew Garfield/Jesse Eisenberg
Definitivamente, a Jesse no le gusta que le toquen, y no sabe exactamente por qué. Hay algo incómodo en ello, una especie de necesidad de que el sentimiento sea recíproco que le hace sentir poco adecuado. Es un poco 'tú me estás tocando y yo simplemente estoy aquí, tenso como la cuerda de una guitarra, esperando a que decidas apartarte', que supone que es un comportamiento anómalo.
Chuck Bass/Carter Baizen
Las puertas del ascensor se abrieron con un leve susurro metálico, pero nadie salió de allí en un momento demasiado largo. Un momento que prácticamente obligó a Chuck a asomarse con la curiosidad que siempre mata a los estúpidos en las películas de miedo. Le saludó una sonrisa familiar, y Chuck arrugó la nariz, como si oliera a podrido de repente.
Carter Baizen/Serena Van Der Woodsen (Mutante!AU, cap. 2)
-Deja de comportarte como si sólo tú pudieras estar preocupado -interviene Dan por primera vez, levantándose airado-. ¿Qué, eres su novio desde hace veinte minutos y ya tienes más derecho…?
-Perdona, ¿quién coño eres tú para hablar? -le interrumpe Carter-. Porque no te recuerdo de los veranos en los Hamptons, cuando ella aún llevaba petos vaqueros y horquillas de Barbie.
Chuck/Dan (Universo Ya no somos invencibles)
Este mundo en el que vivimos está podrido, y hemos encontrado dos de las pocas manzanas que siguen alimentándose de savia pura. Claro que no son perfectos, y claro que nuestra vida no es un jardín de rosas, pero te aseguro que tenemos más suerte que nadie que conozca. Tú vas a casarte con alguien que está casi tan enamorado de sí mismo como de ti, y yo comparto a mi mujer con Ingmar Bergman y con dos gemelos cabrones con los ojos más azules de este mundo. Y a veces lo odio, pero entonces me fumo un porro y se me pasa. Se llama crisis de los cuarenta.
Chuck/Dan (Universo Ya no somos invencibles)
Dan tenía los ojos muy abiertos y no parecía estar allí. Su cerebro procesaba información a mil gigabytes por segundo. Pensaba en que sólo tenía treinta y ocho años, que era demasiado joven para tener cáncer, que no quería morir, que le tenía mucho miedo a la muerte, que no podía dejar a Chuck solo, que aún no había ganado un Pulitzer, que nunca había estado en Nueva Zelanda, que no quería morir, que era demasiado joven y que tenía mucho miedo.
Chuck/Dan (Universo Ya no somos invencibles)
-Vamos a tener que comprar nata. O chocolate.
-¿Para qué?
-Para las fresas.
Chuck levantó la mirada con exagerado dramatismo.
-Te lo prohíbo tajantemente. Una buena fresa no necesita accesorios, porque ya es suficientemente excitante. Una buena fresa es como un buen polvo. Puede que tú necesites mantequilla de cacahuete para tu aburrida manzana, pero mis fresas...
-¿Qué intentas decir? Mi manzana es dulce y deliciosa y jugosa, de esas que te gotean por la barbilla cuando las muerdes.
Chuck/Dan (Universo Ya no somos invencibles)
Casi una hora más tarde, tumbados en la hierba, Dan acariciaba lentamente el pelo de Chuck mientras él fingía que ni lo notaba, pero cada vez que paraba se movía ligeramente como diciendo ‘sólo un poquito más’. No hablaban, simplemente miraban hacia el cielo a través de las copas de los árboles. A su alrededor los oficinistas iban y venían, comiendo sus sándwiches grisáceos de máquina expendedora mientras leían algunos informes o hablaban por teléfono.
Chuck/Dan, AU a Ya no somos invencibles (porque me da pena que sea canon)
-No hagas esto. No te vayas. Lo siento. Fue un error, no sé en qué estaba pensando. No hagas esto. Déjame explicártelo. Por favor.
Chuck no era capaz de hablar.
-Por favor, no te vayas. Habla conmigo. Dí algo. Dí lo que sea.
-Puedes quedarte con la casa. Puedes quedártelo todo. Lo tengo merecido.
Chuck/Dan (Universo Ya no somos invencibles)
El pelo le goteaba por la nuca, y las gotas de agua tibia rodaban por su espalda hasta desaparecer en el borde de la toalla, tras salvar los obstáculos que eran las formas de sus huesos que se marcaban bajo la piel.
Antes de darse cuenta, Chuck tenía las manos en su cadera y los labios sobre la piel húmeda de su cuello.
Chuck/Dan (Universo Ya no somos invencibles)
-Hace años que no pienso en ella, pero no sé qué puede pasar si la vuelvo a ver, y no voy a permitir que estropee la única cosa que ha funcionado en toda mi vida, lo único que me hace feliz. -Buscó a Dan con la mirada, y le encontró con Vanessa al lado de la barra. Aún entonces se preguntaba a veces cómo podía estar tan loco por alguien que bebía appletinis. -Si tengo que mudarme a un universo en el que Blair Waldorf no exista para conservar lo que tengo con Dan, lo haré.
Chuck/Dan (Ciego!Chuck AU)
No se atrevió a decir nada, pero cuando se sentó en su mesa, un par de filas por detrás, notó la espalda de Chuck tensarse, como si hubiera advertido su presencia. No sabía si era capaz de hacer eso, de reconocerle por el sonido de sus zapatos o el olor de su gel de ducha, o lo que fuera que hacían las personas como Chuck.
Chuck/Dan/Nate
-¿Por qué está mi habitación llena de tus cosas? -preguntó con indiferencia.
-Oh, eso. Dan ha estado pasando aquí unos días, así que ha dormido en mi cuarto -dijo, haciendo gestos vagos hacia mí.
-¿Y dónde has dormido tú hoy?
-Bueno, ya sabes…
No dio más detalles, y Chuck tampoco los pidió, pero me miró y noté que me odiaba un poquito más.
Dan/Blair, Chuck/Dan
Cuando llegó al bar, Chuck ya le estaba esperando, porque al fin y al cabo era el bar de su hotel, y tampoco había tardado tanto en bajar desde su despacho en cuanto le había llamado. Hacía algunos años, él habría sido la última persona en el mundo a la que hubiera querido ver en esa situación, pero las circunstancias habían hecho que se convirtieran en ese tipo de amigos que nunca lo reconoce en voz alta, que nunca confiesa que hay tardes en las que no puede esperar a que llegue la hora del partido para compartirlo con él, con unas cervezas y unas patatas fritas y sin necesidad de rellenar el silencio con palabras.
Nate/Vanessa, Chuck/Dan
En su momento pareció una buena idea, hasta que apareció ella. Fue en el mercado de la Boquería, de todos los lugares. Nate trataba de hacerse entender para pedir un zumo de mango en uno de los puestos de la entrada cuando la vio doblar una esquina. Llevaba unos shorts rojos y unos zapatos en cuña que hacían que sus piernas se extendieran como kilómetros de piel canela y aterciopelada, y Chuck supo en ese mismo instante que el verano se había acabado para él.
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No os hagáis muchas ilusiones, porque muchos de estos nunca serán acabados.
Skating RPF - Johnny Weir/Stephane Lambiel
-Mon dieu -se burla, cogiendo la copa de las manos de Stéphane. Sus dedos se rozan cuando se la devuelve, mientras atrapa las últimas gotas de alcohol de la comisura de sus labios con la lengua. Tiene una sonrisa encantadoramente maliciosa.
Fútbol RPF - Álvaro Arbeloa/Raúl Albiol - Montecarlo
Ellos estaban en un punto intermedio, en el que ya se podían robar porciones de pizza sin pedir permiso, pero aún quedaban cosas de las que sorprenderse. La capacidad sobrehumana de Raúl para ingerir bacon (déjame, que estoy de vacaciones) y la facilidad de Álvaro para echar cerveza por la nariz cuando le daba un ataque de risa.
Fútbol RPF - Cesc Fabregas/David Silva
Miraba el mapa desde todos los ángulos. Acercaba la imagen hasta que era capaz de distinguir cada calle de la cuidad. La alejaba hasta que Manchester sólo era una manchita en medio de una isla, y calculaba la distancia hasta Gran Canaria. O hasta Valencia, que se había convertido en su casa. Iba a echar de menos el sol, la playa, la gente, los colores… No se le ocurría nada que no fuera a echar de menos. Hasta las cosas de Valencia que le habían molestado en su momento ahora se le hacían entrañables.
Fútbol RPF - David De Gea/Álvaro Domínguez
Álvaro siempre ha sido uno de esos niños pijos que se pegarían un tiro antes de reconocer que lo son. Puede que viviera en un dúplex maravilloso en Plaza de Castilla, que fuera a un colegio privado bilingüe de esos a los que van los hijos de los famosos, que tuviera una niñera dominicana y que pasara un mes cada verano en Oxford para perfeccionar su inglés, que ya de por sí era casi perfecto, pero él no era pijo. Él era de esos que siempre llevan los pantalones del uniforme un par de tallas más grandes de lo permitido, que en vez de ir a Pachá los fines de semana hacía botellón en un parque y se enrollaba con chicas llamadas Jessy que vivían en Móstoles, que cuando le preguntaban dónde vivía sólo contestaba ‘en Madrid. Madrid-Madrid’, y les metía la mano bajo la falda sólo para que dejaran de hacer preguntas.
Fútbol RPF - David De Gea/Álvaro Domínguez
Jugar juntos les hacía sentirse seguros. Estar juntos en el vestuario también. David sabía calmar el mal humor de Álvaro, y él siempre sabía sacarle una sonrisa cuando estaba demasiado metido en su papel. Juntos eran la mejor versión de sí mismos, dentro y fuera del campo. No fue ninguna sorpresa para nadie, o puede que sólo para ellos mismos, cuando les llamaron para jugar con el primer equipo.
Fútbol RPF - Edin Dzeko/Joe Hart
Una risa se escapa de sus labios, y Joe abre los ojos justo a tiempo para encontrarse con la boca del bosnio, suave y redonda contra la suya. Deja que le bese despacio, que le acaricie la nuca sobre el cuello de la camisa blanca, y él cierra los dedos sobre su jersey del City, aventurándose con su lengua, despacio y tímidamente, dejándose arrastrar por la sensación cálida y familiar del cuerpo de Edin contra el suyo.
-¿Alguna vez lo has hecho en el baño de un tren? -pregunta en un susurro.
Fútbol RPF - Nigel De Jong/David Silva
-That's what I'm taking 'bout. Party like it's 1999. How old were you then, like twelve?
-No tengo ni idea de lo que estás diciendo.
-That's right.
-Okay -musitó, encogiéndose de hombros y pegándole un buen trago a su cerveza-. From lost to the river
-I'm not letting you drink and swim. That shit's dangerous. You spaniards are true party animals, huh?
-Party? -dijo, que era lo único que había pillado de toda la frase.
-You're hilarious, Daveeed -insistió, poniendo un brazo alrededor de sus hombros.
Fútbol RPF - Sergio Ramos/Fernando Torres
No se podía decir que fuera una decisión apresurada, porque Fernando llevaba pensándolo mucho tiempo. Muchísimo tiempo. Cada mañana que se levantaba con la rodilla tan dolorida que apenas era capaz de moverla, cada noche después de un partido, con el fisio negando lentamente con la cabeza mientras se la examinaba. Fernando lo había pensado, pero hasta entonces no se había atrevido a considerarlo de verdad, hasta que su representante le citó un día para comer.
-Así que, el contrato con el Chelsea.
-¿Qué?
-Que se acaba este año.
RPF TSN - Andrew Garfield/Jesse Eisenberg
Definitivamente, a Jesse no le gusta que le toquen, y no sabe exactamente por qué. Hay algo incómodo en ello, una especie de necesidad de que el sentimiento sea recíproco que le hace sentir poco adecuado. Es un poco 'tú me estás tocando y yo simplemente estoy aquí, tenso como la cuerda de una guitarra, esperando a que decidas apartarte', que supone que es un comportamiento anómalo.
Chuck Bass/Carter Baizen
Las puertas del ascensor se abrieron con un leve susurro metálico, pero nadie salió de allí en un momento demasiado largo. Un momento que prácticamente obligó a Chuck a asomarse con la curiosidad que siempre mata a los estúpidos en las películas de miedo. Le saludó una sonrisa familiar, y Chuck arrugó la nariz, como si oliera a podrido de repente.
Carter Baizen/Serena Van Der Woodsen (Mutante!AU, cap. 2)
-Deja de comportarte como si sólo tú pudieras estar preocupado -interviene Dan por primera vez, levantándose airado-. ¿Qué, eres su novio desde hace veinte minutos y ya tienes más derecho…?
-Perdona, ¿quién coño eres tú para hablar? -le interrumpe Carter-. Porque no te recuerdo de los veranos en los Hamptons, cuando ella aún llevaba petos vaqueros y horquillas de Barbie.
Chuck/Dan (Universo Ya no somos invencibles)
Este mundo en el que vivimos está podrido, y hemos encontrado dos de las pocas manzanas que siguen alimentándose de savia pura. Claro que no son perfectos, y claro que nuestra vida no es un jardín de rosas, pero te aseguro que tenemos más suerte que nadie que conozca. Tú vas a casarte con alguien que está casi tan enamorado de sí mismo como de ti, y yo comparto a mi mujer con Ingmar Bergman y con dos gemelos cabrones con los ojos más azules de este mundo. Y a veces lo odio, pero entonces me fumo un porro y se me pasa. Se llama crisis de los cuarenta.
Chuck/Dan (Universo Ya no somos invencibles)
Dan tenía los ojos muy abiertos y no parecía estar allí. Su cerebro procesaba información a mil gigabytes por segundo. Pensaba en que sólo tenía treinta y ocho años, que era demasiado joven para tener cáncer, que no quería morir, que le tenía mucho miedo a la muerte, que no podía dejar a Chuck solo, que aún no había ganado un Pulitzer, que nunca había estado en Nueva Zelanda, que no quería morir, que era demasiado joven y que tenía mucho miedo.
Chuck/Dan (Universo Ya no somos invencibles)
-Vamos a tener que comprar nata. O chocolate.
-¿Para qué?
-Para las fresas.
Chuck levantó la mirada con exagerado dramatismo.
-Te lo prohíbo tajantemente. Una buena fresa no necesita accesorios, porque ya es suficientemente excitante. Una buena fresa es como un buen polvo. Puede que tú necesites mantequilla de cacahuete para tu aburrida manzana, pero mis fresas...
-¿Qué intentas decir? Mi manzana es dulce y deliciosa y jugosa, de esas que te gotean por la barbilla cuando las muerdes.
Chuck/Dan (Universo Ya no somos invencibles)
Casi una hora más tarde, tumbados en la hierba, Dan acariciaba lentamente el pelo de Chuck mientras él fingía que ni lo notaba, pero cada vez que paraba se movía ligeramente como diciendo ‘sólo un poquito más’. No hablaban, simplemente miraban hacia el cielo a través de las copas de los árboles. A su alrededor los oficinistas iban y venían, comiendo sus sándwiches grisáceos de máquina expendedora mientras leían algunos informes o hablaban por teléfono.
Chuck/Dan, AU a Ya no somos invencibles (porque me da pena que sea canon)
-No hagas esto. No te vayas. Lo siento. Fue un error, no sé en qué estaba pensando. No hagas esto. Déjame explicártelo. Por favor.
Chuck no era capaz de hablar.
-Por favor, no te vayas. Habla conmigo. Dí algo. Dí lo que sea.
-Puedes quedarte con la casa. Puedes quedártelo todo. Lo tengo merecido.
Chuck/Dan (Universo Ya no somos invencibles)
El pelo le goteaba por la nuca, y las gotas de agua tibia rodaban por su espalda hasta desaparecer en el borde de la toalla, tras salvar los obstáculos que eran las formas de sus huesos que se marcaban bajo la piel.
Antes de darse cuenta, Chuck tenía las manos en su cadera y los labios sobre la piel húmeda de su cuello.
Chuck/Dan (Universo Ya no somos invencibles)
-Hace años que no pienso en ella, pero no sé qué puede pasar si la vuelvo a ver, y no voy a permitir que estropee la única cosa que ha funcionado en toda mi vida, lo único que me hace feliz. -Buscó a Dan con la mirada, y le encontró con Vanessa al lado de la barra. Aún entonces se preguntaba a veces cómo podía estar tan loco por alguien que bebía appletinis. -Si tengo que mudarme a un universo en el que Blair Waldorf no exista para conservar lo que tengo con Dan, lo haré.
Chuck/Dan (Ciego!Chuck AU)
No se atrevió a decir nada, pero cuando se sentó en su mesa, un par de filas por detrás, notó la espalda de Chuck tensarse, como si hubiera advertido su presencia. No sabía si era capaz de hacer eso, de reconocerle por el sonido de sus zapatos o el olor de su gel de ducha, o lo que fuera que hacían las personas como Chuck.
Chuck/Dan/Nate
-¿Por qué está mi habitación llena de tus cosas? -preguntó con indiferencia.
-Oh, eso. Dan ha estado pasando aquí unos días, así que ha dormido en mi cuarto -dijo, haciendo gestos vagos hacia mí.
-¿Y dónde has dormido tú hoy?
-Bueno, ya sabes…
No dio más detalles, y Chuck tampoco los pidió, pero me miró y noté que me odiaba un poquito más.
Dan/Blair, Chuck/Dan
Cuando llegó al bar, Chuck ya le estaba esperando, porque al fin y al cabo era el bar de su hotel, y tampoco había tardado tanto en bajar desde su despacho en cuanto le había llamado. Hacía algunos años, él habría sido la última persona en el mundo a la que hubiera querido ver en esa situación, pero las circunstancias habían hecho que se convirtieran en ese tipo de amigos que nunca lo reconoce en voz alta, que nunca confiesa que hay tardes en las que no puede esperar a que llegue la hora del partido para compartirlo con él, con unas cervezas y unas patatas fritas y sin necesidad de rellenar el silencio con palabras.
Nate/Vanessa, Chuck/Dan
En su momento pareció una buena idea, hasta que apareció ella. Fue en el mercado de la Boquería, de todos los lugares. Nate trataba de hacerse entender para pedir un zumo de mango en uno de los puestos de la entrada cuando la vio doblar una esquina. Llevaba unos shorts rojos y unos zapatos en cuña que hacían que sus piernas se extendieran como kilómetros de piel canela y aterciopelada, y Chuck supo en ese mismo instante que el verano se había acabado para él.