Title: Kiss me passionately (I must fight against the lies)
Author: Enolha
Fandom: Dong Bang Junior
Pairing: Changmin/Yunho ; (kinda sorta)Changmin/Heechul ; bff! Yunho/Heechul
Length: 10,540 palabras
Raiting:PG-13
Genre: Romance, fluff, kinda angst, supernatural??
Disclaimer: Yo le pertenezco a TVXQ.
Summary: Cuando Yunho se enteró de que haría un intercambio con Heechul, nunca se imaginó que sería de esa manera.
Warnings: ---
A/N: Se supone que este fic es para festejar el cumple de mi Changminnie, así que ignoremos el hecho de que está desde el punto de vista de Yunho, ok? ^^;;
De verdad necesito practicar en escribir cosas más cortas, en fin.... Título tomado de la canción 'Athena' de TVXQ.
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La vida de Yunho en la preparatoria era lo más cercana a 'perfecta' que podría llegar a ser. Tenía muchos amigos, sus profesores lo adoraban, era popular, bueno en deportes sin llegar realmente a sobresalir en ellos, pero sí lo suficiente como para ser notado, sus notas eran buenas y se llevaba bien con todo el mundo.
Todo el mundo, excepto Shim Changmin.
Yunho odiaba a Changmin por un incidente el primer día de clases del primer año de escuela. Bueno, la cosa había sido más bien un accidente, pero Yunho prefería ignorar ese hecho. Es cierto, también, que su reacción pudo haber sido un poco exagerada, pero Shim Changmin nunca había hecho nada por corregirlo, así que, ¿qué importaba?
La cosa había sido así. Yunho caminaba tranquilamente por los pasillos de la escuela, muy ocupado pensando en sus propios asuntos y sin molestar a nadie, cuando de pronto, al tratar de dar vuelta en una esquina, chocó con alguien más. Otro chico venía corriendo por los mismos pasillos pero en la dirección contraria, sin fijarse por donde iba.
-Lo siento mucho -se disculpó Yunho de inmediato-. ¿Estás bien?
-¡Quítate de mi camino, imbécil! -le contestó el otro, al tiempo que le daba un empujón no muy fuerte.
Aún así, Yunho dio un par de pasos hacia atrás debido a la fuerza del empuje. Abrió los ojos enormemente, fijándolos en el otro chico, un poco más alto que él, quien lo veía con los ojos furiosos.
-¿Perdón? -preguntó con incredulidad.
-No puedo perder el tiempo con idiotas como tú. Quítate de mi vista, ¿quieres?
Yunho estaba tan en shock que sólo pudo dar un paso hacia un lado, y de inmediato el otro chico pasó a su lado y siguió su loca carrera por el pasillo. Yunho tenía la boca medio abierta mientras miraba al otro alejarse.
-¿Pero qué se cree ese tarado? -murmuró para sí.
Desde entonces, hace ya poco más de un año, Changmin había sido la única plaga en la vida de Yunho, sobre todo porque los dos estaban en el mismo grupo y tenían que verse la cara todo el día, todos los días. Yunho había convertido en su misión de vida el hacer la existencia de Changmin una pesadilla, sin meterse en problemas ni hacer algo ilegal, por supuesto. Aunque el menor simplemente lo ignoraba y rodaba los ojos, así que Yunho lo fijó como su competencia. Pero no importaba lo que Yunho intentara hacer, Changmin parecía ser siempre un poco mejor que él, y, a veces, Yunho llegaba a cansarse de eso.
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Más o menos una semana después del inicio de clases el segundo año, los profesores les avisaron que habría un intercambio estudiantil con una escuela de Seúl. Todos los alumnos se emocionaron mucho al escuchar las noticias. Seúl era como un paraíso para adolescentes de su edad originarios de Jeongseon, un pequeño pueblo provinciano, así que todos morían de ganas de ir. Ese fue el tema de conversación por los días que tardaron los directivos en decidir quién de los alumnos iría.
Sin embargo, como casi siempre ocurría en esos casos, todos estaban seguros de que escogerían al mejor alumno de la escuela, y ése era Shim Changmin. A Yunho casi le da un paro cardiaco cuando le informaron que él mismo fue seleccionado para ir. La cara de sorpresa de Changmin cuando dieron la noticia a su grupo fue lo mejor que Yunho haya visto alguna vez.
Como sea, la sensación de triunfo le duró muy poco, y de inmediato fue reemplazada por una de impaciencia y nerviosismo a la vez. Yunho estaba ansioso, y no podía esperar para ir por fin a la capital por primera vez. Pero también tenía un poco de nervios, ya que el intercambio duraba la mayor parte del semestre y no estaba seguro de poder seguir el ritmo de la ciudad.
Un par de días después del anuncio, el director de la escuela llamó a Yunho a su oficina, pero cuando llegó ahí, se encontró con Changmin sentado en una de las sillas frente al escritorio. Yunho no pudo evitar el gruñido de disgusto que se le escapó, pero el menor sólo rodó los ojos como siempre lo hacía y ni siquiera lo volteó a ver una sola vez.
-Yunho, que bueno que ya estás aquí. ¿Emocionado por tu viaje? -preguntó el director mientras Yunho tomaba asiento en la otra silla.
-Pues…
-Perdón, pero… ¿qué estoy haciendo yo aquí, señor? -interrumpió Changmin. Yunho lo volteó a ver completamente molesto por haberlo interrumpido.
-Los padres de Yunho van a salir de viaje un par de días después de que Yunho salga para Seúl, por eso no podrán alojar al estudiante de intercambio. Changmin, tú eres el mejor estudiante aquí, así que te corresponderá ese deber.
-Señor, pero mi padre también saldrá de viaje en unos meses.
-Sí, pero tú todavía estarás aquí. No podemos dejar al joven Kim sólo en la casa de unos desconocidos; eso sería descortés.
-Pe-pero -protestó el menor.
-Pero nada. Necesitamos que nos apoyes en esto, ¿de acuerdo? -Changmin dudó un poco, pero al fin asintió, logrando la sonrisa del director- Perfecto. Eso es todo, Changmin, puedes retirarte. Yunho, necesitamos discutir algunas cosas sobre tu viaje.
El menor salió de la oficina en silencio, pero Yunho ni siquiera lo notó, poniendo toda su atención en lo que el director tenía que decirle.
Al parecer el alumno de la capital iría primero a su escuela, y después Yunho iría a Seúl. El nombre del alumno de intercambio era Kim Heechul, según le dijo el director; apenas unos días mayor que Yunho, y el capitán del equipo de bádminton. Yunho ni siquiera sabía que el bádminton calificaba como deporte.
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Yunho conoció a Heechul el día que el mayor fue a su escuela por primera vez. Parecía un chico agradable aunque un poco excéntrico, si la forma en la que vestía y su corte de cabello tenían algo que ver con eso.
Luego de una especie de ceremonia donde se presentó a Heechul al resto del alumnado, en especial al grupo de Yunho, que sería el suyo ahora, y luego de que todos los alumnos volvieran cada uno a su salón, el profesor de Yunho decidió dejarles la clase libre para que conocieran a su nuevo compañero.
Yunho se auto nombró el guía de Heechul y fue presentándole a cada uno de sus compañeros, añadiendo ciertos toques personales a cada historia que le contaba de ellos.
-Tengo que advertirte algo, Heechul hyung -le dijo Yunho de repente en voz baja.
-¿Qué cosa? -preguntó Heechul en el mismo tono.
-Ten mucho cuidado con Shim Changmin.
Heechul volteó a ver el lugar que Yunho le señalaba discretamente, donde Changmin estaba sentado leyendo un libro. El mayor volteo a ver a Yunho con una ceja levantada.
-¿Tener cuidado?
-Sé lo que estás pensando -dijo Yunho acercándose un poco más al mayor-, pero de verdad ten cuidado. Shim Changmin es una persona con muy mal carácter, créeme.
-No todo es lo que parece, Yunho-yah -respondió el mayor sonriendo.
Yunho arrugó el entrecejo sin entender a lo que el mayor se refería, pero luego encogió los hombros decidiendo tomarlo como una más de sus excentricidades, y continuó presentándole a sus compañeros hasta que le avisaron que era hora de partir.
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Después de un viaje de varias horas, y de la ceremonia de bienvenida en la otra escuela, Yunho conoció a los que serían sus compañeros en Seúl. La escuela a la que Heechul asistía era un internado, así que sus compañeros de habitación serían los de Heechul. Uno de esos compañeros de habitación era Park Jungsu, quien le dijo que prefería que lo llamaran Eeteuk, y con quien Yunho congenió de inmediato. Eeteuk tomó afición de llamarlo 'dongsaeng' y Yunho, uno de los mayores de toda su clase, estaba fascinado con eso. Siempre había querido saber qué se sentía ser el consentido de hyung-deul.
El resto del día lo dedicó a conocer a sus nuevos compañeros en sus clases y la que sería su escuela por los siguientes meses. Todo era muy diferente en la gran ciudad, comparado al estilo de vida de tan tranquilo de Jeongseon, pero Yunho se descubrió repentinamente cómodo en medio de todo el bullicio que era su nuevo ambiente, y se fue a dormir con una sonrisa en los labios.
///
Al día siguiente, cuando Yunho despertó, lo primero que notó fue que no estaba en su habitación. Tuvo miedo por un momento hasta que recordó que estaba de intercambio. Se relajó de nuevo sobre las sábanas pero su tranquilidad no duró mucho tiempo, porque en seguida notó que tampoco estaba en el dormitorio de la escuela, más bien estaba en una habitación de apariencia bastante agradable.
Se sentó sobre la cama muy despacio, tratando de recordar si por la noche había ido a algún otro lugar o algo así, pero lo último que podía recordar fue que se había ido a dormir en la cama de Heechul, y nada más. Caminó lentamente hacia el baño tratando de no hacer mucho ruido por alguna razón, a la vez que intentaba reconocer sus alrededores sin mucho éxito; y cuando se vio en el espejo, el rostro blanco de Heechul lo recibió.
Yunho parpadeó un par de veces, aún demasiado adormilado como para procesar lo que la imagen significaba. Llevó una de sus manos a su cabello, sorprendido cuando el Heechul del espejo hizo lo mismo. Yunho arrugó el entrecejo y se acercó más al reflejo, hasta casi tocar su nariz con el vidrio, pero todo lo que podía ver era todavía Heechul. Lentamente, la realidad de las cosas le llegó a la mente.
Si él estaba frente a un espejo, pero todo lo que veía era la imagen de Heechul, si cada vez que él se movía el Heechul del espejo imitaba su movimiento, sólo podía significar una cosa.
Él era Kim Heechul ahora.
Yunho lanzó un grito cuando comprendió lo que pasaba, pero sólo terminó asustándose más cuando a sus oídos no llegó su propia voz, sino la que, recordaba, era la voz de Heechul. Soltó un respingo cuando la puerta de la habitación se abrió de golpe, dando paso ni más ni menos que a Shim Changmin.
-Heechul-sshi, ¿te encuentras bien?
Yunho volteó a ver a Changmin con los ojos muy abiertos, pero por un momento no le dijo nada. El menor lo miró sospechosamente, como tratando de averiguar si estaba siendo objeto de una broma.
-Yo… -comenzó Yunho, pero no pudo continuar cuando escuchó su voz (la de Heechul), así que se limitó a asentir y sonreír.
-De acuerdo -respondió Changmin renuentemente, mirándolo de forma extraña una vez más antes de salir de la habitación.
Después de calmar un poco el estado de pánico en que había entrado, Yunho llamó a Heechul, más bien, llamó a su propio celular, ya que si él estaba en el cuerpo de Heechul, lo más lógico sería pensar que Heechul estaba en el suyo.
Luego de tres timbrazos, su propia voz llegó hasta sus oídos, lo que casi vuelve a aterrarlo, pero haciendo acopio de toda su fortaleza, Yunho logró calmarse.
-Heechul hyung -dijo susurrando-. Necesito que te veas al espejo y me digas lo que ves.
-…¿Qué? -respondió la voz adormilada del mayor-. Yunho-yah, no quiero ser grosero ni nada, pero, ¿ya viste qué hora es?
-Aish, sólo hazlo, ¿quieres, hyung? Por favor.
Dos minutos después, un grito del otro lado de la línea se dejó escuchar, confirmando plenamente sus sospechas.
Le tomó mucho tiempo calmar a Heechul lo suficiente como para poder intercambiar algunas palabras con él, pero al fin lo logró, con un poco de persuasión. Yunho hizo que Heechul le contara absolutamente todo lo que había hecho el día anterior pensando que, tal vez, encontraría algo que le explicara la situación, pero sin resultado alguno.
Ni Yunho ni Heechul tenían la más mínima idea de lo que estaba pasando, pero de los dos, Heechul fue quien más rápido se hizo a la idea de vivir 'encerrado' en otro cuerpo que no era el suyo. Fue de hecho idea suya el que decidieran continuar como si nada hubiera pasado. Yunho fingiría ser Heechul, mientras Heechul fingía ser Yunho.
Yunho no estaba muy convencido de que algo así pudiera funcionar, pero estaba de acuerdo en que no podían hacer otra cosa por el momento. ¿Qué persona en su sano juicio les creería que se habían cambiado de cuerpos, o más bien, mentes? A él mismo le costaba un poco creerlo de verdad, y eso que era él quien lo estaba experimentando.
-¡Woah! -escuchó de repente al otro lado de la línea.
-¿Qué pasa? -preguntó alarmado.
-¡Yunho-yah! Tienes un lunar en-
-¡HYUNG! Deja de revisar mi cuerpo, ¿quieres? -gritó, y colgó bruscamente con un resoplido. Se quedó un rato mirando su celular con extrañeza, hasta que la voz de Changmin le advirtió que tenía veinte minutos para bajar. Aún tenía que prepararse para ir a clase.
///
Después del día más difícil de su joven vida, Yunho estaba en el comedor de Changmin, sentado en una silla y apoyando la frente sobre sus brazos en la mesa. Al parecer, Heechul se había creado cierta fama en sólo un día de estar en su escuela, y Yunho tuvo que apegarse a ese esquema si es que no quería que alguien lo descubriera. Aunque no estaba seguro de que su ego soportara hacer imitaciones de Lady Gaga muy seguido.
-¿Quieres algo de cenar? -le preguntó Changmin, y Yunho sintió el enojo burbujearle el estómago. Si había un día que no tuviera los ánimos de soportar a Shim Changmin, ése era el día.
-Un poco de yogurt está bien, gracias -respondió un poco secamente, pero Changmin no lo notó, y si lo hizo, prefirió no comentar al respecto.
-Aquí tienes -le dijo el menor, dejando frente a él un plato con una buena cantidad de yogurt de fresa-. ¿Quieres algo para acompañarlo?
-¿Tienes nueces? -le preguntó Yunho sentándose correctamente en la silla, mientras Changmin revisaba las alacenas.
Changmin paró en seco y volteó a verlo con una ceja enarcada.
-Lo primero que me dijiste ayer sobre ti fue que eras alérgico a las nueces.
Yunho decidió llamar a Heechul para pedirle una lista detallada de cosas que debía hacer y/o decir y cosas que no, para estar preparado en situaciones como ésta.
-Oh, cierto -respondió distraídamente y volvió a concentrarse en la comida, negándose a enfrentar el ceño fruncido del menor.
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-¿Por qué te portas así conmigo? -le preguntó Changmin un día, más o menos dos semanas después desde que esa extraña aventura iniciara.
-¿Así cómo? -dijo Yunho sin siquiera voltear a verlo. Changmin resopló débilmente.
-Así -respondió haciendo gestos vagos con las manos-. Cuando recién llegaste prácticamente te arrojaste encima de mí, diciéndome que te llamara hyung, que podía contar siempre contigo y todo eso. Y de un día para otro me ignoras; y cuando me hablas casi siempre lo haces en monosílabos o de una forma muy brusca.
Yunho cerró los ojos casi sintiendo que la vena de su frente estaba a punto de estallar. Típico de Heechul; apenas Yunho le aconseja hacer algo y él iba y hacía todo lo contrario. Aunque… tal vez ésta sea la oportunidad de solucionarlo todo de una vez.
-¿Hice algo que te ofendiera de alguna forma, Heechul-sshi?
-Yunho me dijo sobre ti -respondió sin voltear a verlo, mientras hojeaba una revista desganadamente.
-¿Yunho?… ¿Jung Yunho? -preguntó Changmin con incredulidad. Yunho volteó a verlo con una mirada en blanco y asintió-. ¿Y qué fue lo que él te dijo de mí, si se puede saber?
-Me dijo la forma en que lo trataste la primera vez que se vieron. Nunca pensé que pudieras hacer algo así. Yunho tuvo mucha razón en alejarse de ti como lo hizo.
-Jung Yunho es una persona que juzga muy rápido, pero que nunca se ha tomado la molestia de conocerme -respondió Changmin con frialdad.
Yunho lo miró confundido.
-¿A qué te refieres?
-Ese día, el día que lo conocí, me habían llamado del hospital. Mi papá había tenido un accidente -respondió Changmin prácticamente susurrando y bajando la mirada para ocultar las lágrimas que se acumularon en sus ojos-. Mi mamá murió cuando yo nací, así que mi papá es todo lo que tengo en este mundo. Casi pierdo a mi familia ese día, Heechul-sshi, ¿cómo se supone que debería haberme sentido o comportado?
Yunho se encontró de pronto sin saber qué decir. El estómago se le contrajo y, por primera vez, supo lo que era sentir remordimientos. Bajó la vista, pero a diferencia de Changmin, no fue para ocultar lágrimas, sino para ocultar la vergüenza que sentía de sí mismo.
-Después de ese día -comenzó Changmin, pero tuvo que parar para aclararse la garganta antes de poder continuar-. Después de ese día traté de disculparme varias veces con él, pero Yunho sólo me juzgó por ese accidente son molestarse en conocer el motivo de mi reacción, y nunca me permitió acercarme siquiera.
Yunho sintió loa culpa remorderle la conciencia de nuevo al recordar que, de hecho, los siguientes días después del accidente Changmin se había comportado en exceso amable y sonriente con él, pero Yunho ya estaba aferrado mentalmente en torturar al menor de una u otra manera, y jamás intentó acercarse a él.
Y ahora que lo pensaba, todas aquellas cosas de las que culpaba a Changmin, que lo hacían estar cada vez más molesto con él, no tenían nada que ver con el menor sino más bien eran totalmente ideas suyas. De hecho, Changmin prácticamente ignoraba su presencia por completo y nunca respondía a ninguna de sus provocaciones. Además, Yunho era la única persona en toda la escuela que no se llevaba bien con Changmin, a quien parecía que todo el mundo adoraba por una u otra razón.
Un ligero sollozo lo hizo volver de golpe a la realidad, y volteo a ver a Changmin. El menor hacía un esfuerzo sobrehumano tratando de evitar que las lágrimas cayeran de sus ojos. Yunho sintió que la garganta se le hacía un nudo, al tiempo que admiraba vagamente la enorme fortaleza de Changmin. Yunho no estaba seguro de qué cosa se había apoderado de él, pero al segundo siguiente ya se encontraba estrechando a Changmin entre sus brazos, mientras frotaba su espalda con las manos.
Se quedaron es esa posición por un buen rato, casi en completo silencio, sólo interrumpido por las suaves disculpas de Yunho, que susurraba una y otra vez suaves "lo siento" y "perdón". Al final, Changmin logró evitar llorar y se separó del mayor, dedicándole una sonrisa tan brillante que Yunho no pudo sino corresponder.
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Yunho mantuvo su acto de ser Heechul a la perfección por los meses siguientes. Había memorizado los detalles que le dio el mayor acerca de su comportamiento durante las larguísimas llamadas telefónicas que tenían, así que no tuvo ningún problema con eso, y pronto Changmin se relajó visiblemente en su presencia.
Yunho llamaba a Heechul todas las noches para ponerse al corriente de la situación. El mayor parecía estarlo pasando muy bien haciendo creer a sus amigos que era otra persona. Había dicho que pudo darse cuenta de lo que las personas pensaban realmente de él. A cambio, Yunho le hablaba de cómo iban las cosas con Changmin.
Ahora que Yunho se había quitado esa imagen de él, descubrió que Changmin podía ser una persona de verdad agradable, y en poco tiempo se encontró a sí mismo considerando al menor como un buen amigo. Changmin, por su parte, cada vez le tenía más confianza, al punto de que comenzó a llamarlo "hyung", cosa de la que Yunho estaba enormemente orgulloso.
La relación entre ellos se hacía cada vez más cercana, y hacían casi todo juntos. Yunho tenía una mezcla de respeto, admiración y cariño por Changmin que nunca antes había sentido, y por mucho tiempo no supo cómo calificarla. Hasta que un día Yunho despertó con la realización de "Oh, lo que pasa es que me enamoré de él".
Así fue. Así de simple y sencillo. Sin fuegos artificiales, ni repiques de campanas, ni grandes epifanías; simplemente la aceptación de la realidad que vivía desde no podía estar seguro cuándo. Y desde entonces, Yunho se dedicó a cortejarlo de una manera tan sutil que no creía que Changmin lo hubiera notado, pero no se atrevía a más.
Si había algo que había conservado de sí mismo, era esa terrible inseguridad en cuanto a relaciones románticas se refería. Y no tenía manera alguna de pedirles consejos a sus padres, ya que, por un lado, estaban todavía de viaje, y por otro, no podía llamarles con una voz que no era suya. Heechul se había convertido en su confidente, su paño de lágrimas, en todo lo que a Shim Changmin se refiriera, pero el mayor era completamente incapaz de darle un consejo al respecto.
Así que no le quedaba más remedio que seguir haciendo lo que hacía y rogar por un milagro. Pero si mientras esperaba podía pasar el día junto a Changmin y sentir ese calorcito que le llenaba el pecho cada vez que el menor le sonreía o le decía 'hyung' con esa voz tan tierna que sólo él y nadie más que él podía escuchar, entonces no podía ser tan malo, y Yunho estaba más que dispuesto a esperar.
///
Un día estaban ambos en la habitación en la que Yunho se quedaba. Hablaban de cualquier cosa que les pasara por la mente, hasta que un comentario de Yunho acerca de la afición insana de Changmin por Harry Potter y La Guerra de las Galaxias hizo que el menor le arrojara una almohada. Yunho devolvió el ataque, lo que provocó que Changmin respondiera, a lo que Yunho se defendió, y pronto todo derivó en Yunho de espaldas sobre la cama con el menor encima de él tratando de sofocarlo con una de las almohadas con una mano, mientras con la otra lo torturaba con cosquillas, su gran punto débil.
Cuando Yunho gritó que se rendía, entre susurros faltos de aire por la risa y el esfuerzo, Changmin quitó la almohada, pero no se movió de su lugar. Pronto la risa fue disminuyendo cuando ambos notaron la posición en la que se encontraban. Changmin se le quedó viendo directo a los ojos y comenzó a acariciar suavemente su mejilla.
-Me gustas mucho, hyung -le dijo Changmin suavemente.
Yunho cerró los ojos y dejó escapar un suspiro mientras, por toda respuesta, asentía débilmente. Pronto sintió los labios de Changmin sobre los suyos. Un hueco se formó de inmediato en su estómago y la cabeza comenzó a darle vueltas.
Yunho respondió el beso con abandono, pasando ambos brazos por el cuello del menor para acercarlo más a él. Changmin desabotonó su camisa y comenzó a acariciar su pecho. Los suspiros de Yunho se volvieron suaves gemidos. Pronto él hizo lo mismo con el menor, y cuando sus manos tocaron la piel del otro, escalofríos recorrieron su cuerpo por completo.
Changmin comenzó a besar su cuello y Yunho siguió sólo gimiendo con los ojos aún cerrados. Changmin bajó la línea de besos por su pecho al tiempo que le desabrochaba los pantalones. Yunho gimió aún más fuerte cuando la mano de Changmin comenzó a acariciar su miembro, ya un poco endurecido por la excitación; abrió las piernas un poco más tratando de darle más libertad de movimientos al menor. Changmin volvió a besarlo entonces y Yunho bajó las manos por el pecho del otro hasta alcanzar la tela de sus pantalones.
-Changmin-ah -gimió el mayor.
Yunho comenzó a desabrochar los pantalones de Changmin mientras éste volvió a besarle el cuello y a mordisquear el lóbulo de su oreja. Yunho volvió a gemir y la voz de Changmin, ronca por la excitación, alcanzó sus oídos en forma de un susurro.
-Heechul.
Yunho paró sus movimientos en seco y abrió los ojos. El peso de la realidad le cayó encima de golpe al recordar que, de hecho, Changmin había estado todo este tiempo pensando en Heechul, pensando que él era Heechul. Ese "me gustas" no había sido para él, sino para Kim Heechul.
Yunho sintió sus ojos aguarse y un dolor indescriptible anidó justo en medio de su pecho. Usó ambas manos para alejar al menor, quien lo miró extrañado y preocupado.
-¿Hyung, qué-?
-No soy yo, Changmin -respondió, alejando a empujones suaves al menor-. Yo no soy quien tú piensas. No hagas algo de lo que después te puedas arrepentir.
-¿De qué hablas, Heechul-ah?
Yunho sintió una punzada dolorosa al escuchar la ternura con la que Changmin decía lo que pensaba que era su nombre, y puso una de sus manos en el pecho del menor, justo sobre su corazón.
-Ése que está aquí, no soy yo.
-Claro que eres tú, Heechul -respondió el menor poniendo su mano sobre la de Yunho. El mayor negó con la cabeza, cerrando los ojos de nuevo y apartando su mano.
-Por favor, vete.
Changmin se quedó serio y muy quieto entonces. Luego se quitó de encima del otro lentamente. Yunho abrió los ojos y lo vio tratando de arreglar su ropa, evitando mirarlo a toda costa. Changmin susurró una suave disculpa y salió de la habitación. Yunho tomó aire profundamente y volvió a cerrar los ojos.
Esperó hasta escuchar el sonido de la puerta principal de la casa, señal de que Changmin había preferido salir por completo del lugar, para tomar su celular, llamar a Heechul y desahogarse, dejando que el llanto se adueñara de su cuerpo.
///
Era impresionante cómo podían evitarse completamente siendo que vivían bajo el mismo techo e iban a la misma escuela, a la misma clase, ni más ni menos. Durante clases Changmin se comportaba como si nada hubiera pasado, pero ya jamás volvía junto con el mayor, y cuando estaban en casa, ni siquiera le dirigía la palabra prefiriendo encerrarse en su habitación.
Yunho ignoraba los consejos de Heechul de hablar con él e intentar arreglar las cosas.
-Tienen que hablar, Yunho-yah -le decía Heechul al teléfono, con su propia voz, claro-. Tienes que preguntarle qué es lo que le gusta de ti.
-No le gusto yo, le gustas tú -le respondió Yunho con cierta amargura-. Yo soy tú, ¿recuerdas? Llevo meses siendo una copia exacta de ti, no sólo físicamente, sino hasta en personalidad. Lo que sea que le guste, eres tú.
-Yunho-yah…
-Por favor, Heechul. De verdad, no quiero hablar de eso.
///
Yunho trabajaba en su escritorio un día antes de terminar el intercambio, cuando Changmin entró a su habitación, y sin decir nada se sentó en la cama. Yunho se tensó de inmediato, pero no se giró, agradecido de que desde su lugar le daba la espalda al menor.
-Hyung, tenemos que hablar.
-Yo no lo creo -sentenció sin voltear-. No es nada, Changmin, mejor olvídalo.
-No, Heechul, creo que al menos te debo una explicación.
El comentario tan inesperado llamó la atención de Yunho, quien dejó de escribir (o de simular que escribía, más bien), pero siguió sin enfrentar al otro.
-¿Explicación?
-Sí. Pero primero que nada, hyung, quiero que sepas que nunca te mentí. Si te dije que… bueno, lo que te dije, fue porque de verdad lo sentí en ese momento. O al menos, creí que lo sentía. Te juro que no lo hice a propósito, es sólo que…
-Changmin -dijo Yunho al fin volteando a ver al menor-, de verdad no es necesario que me digas nada.
-Pero yo quiero explicarte, hyung. No quiero que te quedes con la idea de que sólo te veía como un reemplazo.
Yunho no supo qué concluir del comentario, así que mejor prefirió no hablar. Changmin pareció tomar su silencio como una indicación a continuar, porque de inmediato siguió hablando.
-Hyung, tú eres una persona increíble y tienes una personalidad única. Pero a veces, cuando bajas la guardia lo suficiente, tienes algunos gestos o hábitos que, bueno, que no son tú, si me explico.
-La verdad, no tanto -respondió Yunho.
-Sí, por ejemplo… Cuando te concentras demasiado en un libro no reconoces nada a tu alrededor y te muerdes el labio un poco. Cuando acabas de despertar, te frotas un ojo con el dorso de la mano. Cuando algo no sale como lo esperas haces un pequeño puchero -dijo el menor con una sonrisa de lado.
-¿Y eso? -dijo Yunho con confusión.
-Y supongo que fue eso lo que empezó a atraerme de ti. De nuevo te juro que no lo hice por usarte o algo, que sólo que con todas esas acciones me recordabas tanto a él, que terminaste por gustarme también.
-¿Él? -preguntó bajando la vista para que Changmin no viera la decepción en su mirada. Aunque no era Heechul, Changmin sí tenía alguien que le gustaba- ¿Quién es él?
Changmin pareció dudar un poco, pero al final aspiró mucho aire y habló.
-Jung Yunho.
Yunho levantó la cara de inmediato. Sus ojos se agrandaron debido a la sorpresa, y ahora fue Changmin quien desvió la mirada; un ligero sonrojo asomaba a sus mejillas. El mayor sintió su corazón acelerarse, pero se negó a tener esperanza.
-¿Perdón? -preguntó. Changmin no le dijo nada, pero la mirada que le dirigió habló más que mil palabras-. ¿Cómo? ¿Cuándo?
-No lo sé -respondió Changmin en un susurro, bajando de nuevo la vista hacia sus manos sobre su regazo- La verdad no sabría decirte cuándo pasó, pero sí puedo decirte cómo. ¿Recuerdas que te conté cómo intenté disculparme con él después del accidente?
Yunho asintió, arrugando el entrecejo. Aún se sentía incómodo cada vez que se tocaba el tema de lo idiota que había sido antes. Changmin pareció mal interpretar su gesto, porque trató de explicar más claramente.
-Bueno -dijo-, pues durante ese tiempo me dediqué a observarlo muy de cerca, tratando de encontrar cosas que tuviéramos en común, para que me fuera más fácil acercarme a él. Así fue como noté todos esos gestos que te dije; los noté en él primero, hyung.
-¿Y eso fue lo que te gustó de Hee-de mí? -preguntó, sacudiendo la cabeza, y Changmin asintió-. Entonces, como no podías estar con Yunho, me elegiste a mí. Una especie de premio de consolación, o algo así.
Yunho casi se muerde la lengua después de decir lo que dijo. Pensar y actuar como Heechul le salía cómo una segunda naturaleza a estas alturas. Changmin abrió los ojos enormemente y de inmediato se acercó a él y le tomó las manos.
-¡NO! No, hyung, no pienses eso. Te digo que nunca te vi como un reemplazo. Te dije que eso fue lo que me empezó a llamar la atención de ti, pero poco a poco me comenzó a gustar como eras. Y estoy seguro que de no ser por lo que me pasa con Yunho, habría podido llegar a enamorarme de ti.
Yunho sentía un torbellino de emociones dentro de él. Por un lado, saber que Changmin correspondía sus sentimientos lo ponía increíblemente feliz; pero por el otro, pensar en lo cerca que estuvo de perderlo por culpa de su estúpida actitud, le aterraba.
-¿Por qué nunca me-nunca le dijiste nada a Yunho?
-Hyung, no soy idiota, ni tengo alma de mártir o masoquista. De acuerdo, Yunho me gusta, pero el tipo me odia, lo sabes. Y alguien que es capaz de juzgarme así como así sin darme el beneficio de la duda, no merece esto que yo siento.
Yunho abrió los ojos sorpresivamente y sintió la garganta de repente diez veces más seca. No podía negar que Changmin tenía razón, y Yunho de verdad no merecía ese cariño.
-Sé que ahora duele su actitud, y duele mucho, pero quiero pensar que tarde o temprano lo superaré. Y saber que, de alguna manera, tú pudiste gustarme, me convence de que es verdad.
-Si no fuera por los gestos que tengo, ni siquiera hubieras pensado en mí de esa manera, Changmin -dijo Yunho, y por la mirada que le dirigió el menor, Yunho se dio cuenta de la realidad.
No es que Changmin estuviera seguro de superarlo, es que quería hacerlo, estaba desesperado por superarlo. Yunho sintió su pecho encogerse terriblemente. Desde su lugar pudo ver claramente cómo la máscara de las emociones de Changmin se rompía de un solo tajo.
-Creí que lo había superado. De verdad creí que había logrado olvidarlo -susurró el menor débilmente-, pero luego tu dijiste que quien estaba aquí -señaló su pecho- no eras tú, y toda mi fantasía se vino abajo. No sé cómo pudiste darte cuenta, Heechul hyung, porque ni yo mismo me daba cuenta.
Changmin dejó de hablar cuando su voz se quebró un poco a causa del llanto que trataba de reprimir. Yunho intentó acercarse a él, pero Changmin se puso de pie de inmediato y puso distancia entre ellos.
-En serio, perdón, hyung. Y si desde ahora ya no quieres ser mi amigo, lo entenderé. Pero por favor, Heechul, no me odies, porque con una sola persona que lo haga ya tengo suficiente.
Después de esto, Changmin salió, no sólo de la habitación, sino de la casa, y Yunho hizo la única cosa que podía hacer. Llamar a Heechul.
El mayor escuchó la historia que Yunho tenía para contarle sin interrumpir ni una sola vez, excepto para el ocasional "te lo dije". Yunho estaba hecho un manojo de nervios, y no sabía cómo afrontar la situación. De nada le servía ahora saber que Changmin sentía algo por él si técnicamente él no era Yunho, ¿cierto?
-La verdad, no sé qué decirte, Yunho -le dijo el mayor por teléfono-. No sabemos cómo empezó todo esto que nos está pasando, así que no sabremos cuándo terminará. Lo único que se me ocurre es que intentes conquistarlo siendo 'Heechul'.
-Pero, ¿y si lo logro y entonces volvemos a cambiar?
-Pues…
-Además, no tiene caso -dijo Yunho con la voz entrecortada por las lágrimas-. Mañana 'Heechul' vuelve a Seúl. Ya nada vale la pena ahora.
Heechul no le contestó nada y Yunho tomó todo el aire que le cupo a sus pulmones, luchando fervientemente por detener el llanto el tiempo suficiente como para hablar sin interrupciones.
-Cuídalo mucho, hyung, ¿está bien?
-…¿Qué?
-Tú puedes ser un mejor Yunho de lo que yo jamás podré ser. Sólo… quiérelo mucho, Heechul.
Yunho cortó la llamada entonces, y dejó que el llanto fluyera libremente, abrazando la almohada muy fuerte contra su pecho. Lloró por lo que le parecieron horas, hasta que finalmente el sueño venció sus aturdidos sentidos.
///
Yunho fue traído bruscamente de la inconsciencia por una mano que sacudía su cuerpo vigorosamente. Gruñó un poco, completamente adormilado, y escondió la cabeza debajo de la almohada. Una suave risa se escuchó desde algún lugar de la habitación.
-Despierta, dormilón -escuchó detrás de él.
Pensé que Changmin ya no iba a hablarme. El pensamiento cruzó por su mente de manera fugaz, pero pronto fue reemplazado por sus "instintos de conservación".
-Cinco minutos más -susurró pesadamente.
-Qué cinco minutos ni que ocho cuartos. Hoy vuelves a tu casa, ¿qué no estás emocionado, dongsaeng?
¿Dongsaeng?
Yunho se sentó de golpe sobre la cama, por poco chocando su cabeza contra la de otra persona, quien de inmediato se alejó casi dando un salto hacia atrás. Yunho parpadeó varias veces y luego se frotó los ojos con el dorso de la mano tratando de deshacerse de la carga de somnolencia y de enfocar su vista. Poco a poco comenzó a distinguir las facciones de la otra persona.
-¿Eeteuk hyung? -soltó en un jadeo sorprendido.
-Pues claro, ¿a quién esperabas? ¿A algún miembro de Super Junior? -preguntó el mayor rodando los ojos. Ante el silencio de Yunho, Eeteuk siguió hablando-. Ya sabes, Super Junior. Una boyband. Trece miembros oficiales. Dos miembros especiales… ¡Aish! ¿Qué el pueblo donde vives está bajo una roca o qué?
Yunho, demasiado en shock como para dar una respuesta coherente, simplemente saltó fuera de la cama y corrió al baño (asegurándose de llevar su celular) cerrando la puerta detrás de él e ignorando a Eeteuk y sus gritos histéricos sobre la juventud moderna y sus problemas con respetar las jerarquías.
Lo primero que hizo fue mirarse al espejo, y por un segundo casi ni pudo reconocer su propia cara. Ahí frente a él estaba Yunho, con sus ojos grandes, las cicatrices, el labio inferior más grueso que el superior, su cabello oscuro pero sin llegar a negro, y aquél famosísimo lunar que servía para que sus amigos le hicieran burla diciendo que era un 'lunar de mujer'.
Su corazón latía sin ton ni son y de una manera tan acelerada que podía haberlo asustado si su mente no estuviera llena de otras cosas. Estuvo mirando el espejo por mucho tiempo, al menos a él le pareció mucho, recorriendo su cara con los dedos, tratando de familiarizarse de nuevo con lo que veía. Hubiera seguido así por mucho más de no ser porque de repente una imagen de Heechul le cruzó por la mente haciéndole recordar que debía hablar con él.
Sus manos temblaban mientras intentaba marcar el número de Heechul, pero de inmediato se dio cuenta de que no lo tenía, ya que siempre que hablaba con el mayor marcaba su propio número, o sea, el de Yunho. Rápidamente, se fue al registro de llamadas y remarcó a la última recibida. Ésta vez, Heechul ya estaba despierto y al tanto de lo que había sucedido, pero no habló con él mucho tiempo, porque el mayor cortó la llamada un par de minutos después, despidiéndose con un escueto "Déjamelo a mí".
///
Jamás en toda su vida había estado tan nervioso como durante las horas de viaje que separaban a Seúl de Jeongseon. Mil escenarios diferentes le pasaban ante los ojos, cada uno más aterrador que el anterior.
¿Y si de verdad Changmin se había dado por vencido con él? ¿Y si Changmin seguía ignorándolo como lo había hecho hasta ahora? ¿Se atrevería Yunho a confesarse él mismo? Yunho suspiró al darse cuenta de que lo más probable era que él no dijera nada, al no poderle explicar a Changmin ese cambio tan repentino en él.
Entró a la escuela prácticamente temblando. Sus ojos se movían a la velocidad de la luz buscando entre el mar de rostros a uno en particular. En cuanto sus compañeros de clase lo vieron lo rodearon, bombardeándolo con tantas preguntas al mismo tiempo que Yunho no estaba seguro de quién había preguntado qué cosa. Yunho sonrió y trató de contestar la mayoría de ellas, pero su mente estaba muy lejos de ahí.
Unos minutos antes de que la clase iniciara, Heechul y Changmin entraron al salón, y Yunho sintió un montón de mariposas revoloteando en su estómago; aunque más que mariposas, más bien parecían pterodáctilos o algo. Los recién llegados se sentaron juntos al final de una de las filas, completamente alejados del tumulto alrededor de Yunho. Parecían conversar algo entre ellos, ya que hablaban en susurros y, en el caso de Heechul, con bastantes ademanes. Changmin negó con la cabeza y Heechul echó las manos al aire como signo de derrota.
Yunho los miraba fijamente, y no pudo evitar preguntarse de qué estarían hablando, pero pronto olvidó todo eso, prefiriendo devorar las facciones de Changmin con los ojos. Por un momento llegó a pensar que tal vez si veía al menor, siendo Yunho, la magia desaparecería y descubriría que cualquier sentimiento o afecto por Changmin fue sólo una fantasía. Yunho nunca fue bueno en predecir el futuro, así que sólo podía sentarse a observar cómo su corazón latía desbocadamente cada vez que el otro parpadeaba siquiera.
Visto ahora con sus propios ojos, Changmin parecía deslumbrar, y Yunho se preguntó cómo fue que pasó tanto tiempo sin notar el enorme atractivo que desprendía el menor. No cabe duda que a veces somos tan tercos y estamos tan concentrados en nosotros mismos, que las cosas más obvias y, por lo tanto, las más bellas están justo frente a nuestros ojos y nosotros ni en cuenta.
Heechul se puso de pie y comenzó a acercarse a Yunho, sin embargo no dio más de tres pasos cuando volvió y susurró algo al oído de Changmin. Yunho frunció el ceño hacia el mayor, pero lo reemplazó rápidamente por una sonrisa cuando Heechul se paró frente a él y extendió los brazos sonriendo de una manera entre pesarosa y divertida. Yunho rió y abrazó al mayor en un acto de agradecimiento por todo lo que Heechul había hecho por él durante esos meses, aún aquellas veces en las que sólo pudo consolarlo.
-Me debes una muy grande -susurró el mayor apenas audiblemente. Yunho abrió la boca para contestar, pero fue interrumpido antes de poder decir algo.
-Yunho-sshi.
Yunho sintió escalofríos recorrerle el cuerpo cuando la voz de Changmin sonó muy cerca detrás de él. Soltó a Heechul de su abrazo y lentamente se giró hacia el menor. Changmin no lo veía a los ojos, tenía la mirada fija en el suelo, y las manos entrelazadas en la espalda. Todos sus compañeros los rodeaban, pero ninguno decía una palabra y todos tenían los ojos fijos en Changmin. Yunho se preguntó vagamente por qué.
-Yunho-sshi, tengo algo que decirte, pero necesito que me escuches hasta el final.
Changmin volteó a verlo fugazmente, y Yunho sólo pudo asentir, aunque su corazón golpeaba fuertemente en su pecho, y su estómago daba saltos mortales. Heechul observaba la escena con una sonrisa, y el resto de los alumnos de su clase guardaban un silencio casi sepulcral, sólo interrumpido por algunos murmullos de sorpresa.
-Verás… Desde hace tiempo, yo… te he estado observando, y… Bueno, lo que realmente quiero decirte es que…
Changmin vaciló un poco y se detuvo. Algunos parecían animarlo en silencio a hablar, pero la mayoría parecía sinceramente preocupada por el menor, a la vez que asustada de que estuviera cometiendo una locura. Heechul lo miraba fijamente sin decir nada, pero con una mirada tan elocuente como mil palabras. Yunho ni siquiera notó nada de eso; sus ojos estaban fijos en el menor, y tenía el pulso tan acelerado que estaba seguro que moriría en cualquier momento.
Oh, Dios pensó casi desesperadamente Por dios, por dios, pordiospordiospordiospordios.
Changmin cerró los ojos y se mordió el labio inferior. El tiempo pareció detenerse a su alrededor justo en ese momento, y el resto del mundo se volvió sólo un montón de formas confusas y borrosas. Changmin tomó aire profundamente. Yunho cerró los ojos y esperó.
-Me gustas… -llegó el susurro hasta sus oídos-… De verdad me gustas.
Yunho soltó el aire que no sabía que estaba reteniendo, y sintió como si el peso de todo el mundo le fuera quitado de los hombros. Abrió los ojos poco a poco. Changmin tenía los puños apretados a sus costados, tenía la cara agachada y sus ojos estaban fuertemente cerrados. Yunho sonrió, profundamente conmovido y admirado, otra vez, de la fuerza de voluntad de Changmin; y todo el miedo y la inseguridad que sentía se evaporaron al instante.
-Lo sé -dijo.
Changmin abrió los ojos y levantó la vista en una fracción de segundo. Yunho sonrió de nuevo.
-…¿Qué? -soltó el menor en un susurro ahogado.
Yunho no dijo nada más, y en lugar de eso avanzó un par de pasos y unió sus labios con los de Changmin. La concurrencia irrumpió primero en jadeos de sorpresa, para dar paso a los comentarios y algunos vítores de aprobación. Cuando Changmin comenzó a corresponderle, Yunho se acercó más a él y le rodeó el cuello con los brazos, casi arrojándosele encima. Changmin tuvo que dar un paso hacia atrás para estabilizarse, y sus manos fueron a parar a la cintura del otro.
Yunho rompió el beso pronto, sin embargo, consciente de que necesitaba hacer su parte de la confesión.
-¿Yunho-sshi?
-Verás, Changmin -susurró suavemente mientras sus labios aún rozaban los del menor-. La cosa es que… yo también te he estado observando desde hace tiempo. Y tú también me gustas. Mucho.
Los ojos de Changmin se agrandaron al escuchar esas palabras, como si el beso no hubiera sido suficiente prueba, y sonrió deslumbrantemente, al tiempo que sus ojos brillaban de emoción. Yunho no pudo contenerse y volvió a reclamar sus labios.
///
Juntos despidieron a Heechul en la explanada de la escuela. Yunho no encontró palabras suficientes para agradecerle todo lo que había hecho por él, por ambos, y sólo pudo expresarse casi sofocando a Heechul con un abrazo. Changmin tuvo que intervenir en medio de risas, dejando que el mayor respirara de nuevo.
-¿Cuándo fue que ustedes dos se hicieron tan cercanos? -preguntó el menor con curiosidad
Heechul y Yunho intercambiaron miradas cómplices y sólo rieron sin contestar la pregunta. Changmin enarcó una ceja y los miró sospechosamente, pero Yunho negó con la cabeza, y lo miró de una forma que claramente decía "te explico luego".
Heechul los miró por un momento sin decir nada, luego les sonrió. Por primera vez en su vida, el mayor no escondió su felicidad detrás de su mano. Yunho, que había llegado a conocerlo bastante bien en esos últimos meses, se sintió profundamente conmovido por el gesto. Hasta Changmin se sorprendió por lo que vio, y por un momento sólo pudo parpadear.
El coche que llevaría de vuelta a Heechul a su hogar llegó, recordándoles a los tres que era hora de despedirse de verdad. Ahora fue Changmin quien abrazó a Heechul susurrando a la vez palabras de agradecimiento. El mayor lo palmeó en la espalda, como diciéndole que entendía. Yunho los miraba fijamente mientras un poco de celos surgían en él, para luego sentirse culpable por ello.
Heechul se despidió de ellos por última vez agitando la mano y subió al coche. Changmin y Yunho siguieron mirando hasta que el automóvil se perdió de vista. Yunho soltó un suspiro y tomó la mano de Changmin, llamando su atención. El menor volteó a ver primero sus manos entrelazadas, acariciando con el pulgar la mano del mayor. Yunho dio un suave apretón y Changmin por fin lo miró a los ojos. Se quedaron viendo fijamente por un momento sin decir nada, entonces Changmin entrelazó sus dedos con el mayor y sonrió. Yunho correspondió el gesto.
Después de un último beso entraron de nuevo a la escuela para terminar el resto del día.
///
Algunas semanas después de que comenzaran a salir oficialmente, Changmin invitó a Yunho a su casa después de la escuela. Siendo ésa la primera vez en que iría a casa de Changmin como su novio, Yunho estaba muy emocionado. Rápidamente llamó a sus papás, quienes habían regresado unos días atrás, casi al mismo tiempo que el papá de Changmin, para avisarles que pasaría la tarde con el menor. Cuando recibió su aprobación, Yunho tomó la mano de Changmin y fueron caminando hasta su casa.
En general, la cita fue sencilla; después de comer vieron algunas películas y luego se quedaron hablando por un rato. Changmin le preguntó si quería conocer su habitación, a lo que Yunho accedió de inmediato, a pesar de que podría recorrer esa habitación con los ojos cerrados si fuera necesario.
Se sentaron en la cama y siguieron conversando, y pronto la plática derivó en ellos mismos.
-Changmin, ¿cómo fue que te diste cuenta de que yo te gustaba? -preguntó el mayor con un sonrojo en las mejillas y Changmin sonrió.
-Fue bastante curioso, de hecho -respondió el menor tallándose la nuca-. Me lo dijeron nuestros compañeros de clase.
-¿Ellos? -preguntó Yunho con incredulidad.
-Sí. Verás, ni yo mismo me había dado cuenta hasta que un día ellos me rodearon y me preguntaron directamente si me gustabas. Cuando lo negué me echaron en cara que me la pasaba siempre mirándote y que sabía cosas sobre ti que nadie más en el grupo sabía. Eso fue lo que me hizo darme cuenta.
-Stalker -sentenció Yunho sin nada de malicia, más bien sonriendo tiernamente.
Changmin rio de buena gana por la acusación, abrazando a Yunho y acercándolo más a él. Yunho se fundió inmediatamente entre los largos y fuertes brazos de Changmin. Poco después el mayor se separó un poco y lo besó suavemente. Por un rato ambos se dedicaron a disfrutar de ese beso, hasta que Changmin se alejó de golpe, sorprendiendo a Yunho sin fin.
-Yunho-yah -dijo Changmin, y el pulso de Yunho se aceleró sólo un poco-. Hay algo que tengo que decirte, pero no sé cómo lo vayas a tomar.
Yunho inclinó la cabeza hacia un lado y Changmin bajó la vista.
-Antes de que comenzáramos a salir, yo… le dije a Heechul hyung que me gustaba -soltó, cerrando los ojos con fuerza-. Y no sólo eso; nosotros estuvimos a punto de… ya sabes.
-¿Por qué me cuentas esto? -preguntó Yunho luego de un silencio breve pero intenso.
-Porque lo de Heechul hyung fue una confusión que ya aclaré con él. De verdad me gustas, Yunho, y no quiero que haya ningún secreto entre nosotros.
Yunho volvió a guardar silencio. Su expresión estaba totalmente en blanco, pero por dentro estaba a punto de morir de felicidad. El hecho de que Changmin le "confesara" lo que había pasado con "Heechul" significaba para Yunho que el menor de verdad estaba interesado en él; que de verdad quería que lo suyo fuera algo serio.
Yunho sonrió.
-Supongo que ahora es mi turno de confesarme, ¿cierto? -dijo, y Changmin lo miró, confundido.
Yunho le contó absolutamente todo. Desde el momento en que puso un pie en el internado de Seúl hasta que fue despertado bruscamente por Eeteuk. Le contó el terrible shock que fue despertar y darse cuenta de que ya no era Jung Yunho, sino Kim Heechul. Le contó de lo mal que se sintió de haberse comportado como un idiota con él cuando Changmin le contó lo de su padre. Le contó cómo sus sentimientos fueron cambiando poco a poco, él siempre estando alerta de los cambios pero no sabiendo cómo definirlos por un buen tiempo. Le contó del fuego que le recorrió el cuerpo aquella vez que casi llegan a algo más. Le contó de cómo su corazón casi se rompe cuando escuchó un nombre que no era el suyo ser dicho por los labios del menor con tanto cariño.
Le contó cómo estuvo al borde de la desesperación los días que Changmin prácticamente lo ignoró, Yunho pensando que lo odiaba. Le contó de lo que sintió cuando le confesó a "Heechul" que era realmente Yunho quien le gustaba. Le contó de la impotencia que lo invadió al descubrir que había vuelto a la normalidad. Y, por último, le contó de la inmensa felicidad que fue escuchar de nuevo esa confesión, y más aún de saber que podía corresponderla sin problema alguno.
Changmin lo escuchó sin interrumpir ni una sola vez, pero su expresión estaba completamente en blanco. Yunho dejó de hablar, pero el menor siguió sin decir una palabra. Yunho comenzó a ponerse nervioso debido al silencio del otro, y se revolvió incómodamente sobre la cama. Changmin bajó la vista y Yunho estuvo a punto de ofrecerle llamar a Heechul para que el mayor confirmara lo que le había dicho, cuando Changmin le tomó el rostro con ambas manos.
-Entonces, ¿siempre fuiste tú? -preguntó mirándolo a los ojos.
-¿Me crees? -preguntó Yunho, completamente sorprendido. Changmin sonrió.
-Es difícil de creer, lo acepto. Y la verdad no creería nada de lo que me has dicho si no fuera porque así se explicarían un montón de cosas.
-¿Qué cosas? -preguntó, visiblemente más relajado, y poniendo sus brazos alrededor de la cintura de Changmin.
-Los gestos que Heechul tenía. Y la manera en la que te has comportado hoy -dijo. Yunho lo miró en un gesto que claramente indicaba que no entendía a lo que se refería-. Yunho-yah, es la primera vez que te invito a mi casa, pero tú ya sabías dónde estaba todo. Nunca tuve que decirte dónde estaba el baño, dónde guardamos los cubiertos, dónde estaban los DVDs y cómo hacer funcionar ése extraño aparato extranjero que mi papá compró. Cuando te mostraba mi habitación, me mirabas de una manera tan rara, cómo si lo que te estuviera diciendo ya lo supieras. Hasta te sentaste en la cama abrazando una de mis almohadas como siempre lo hacía Heechul… o quien yo creía que era Heechul, al menos. Sinceramente, creí que me estaba volviendo loco.
Yunho rió, pero no pudo reprimir un sonrojo al saber lo descuidado que había sido. Changmin rió junto con él y lo abrazó de nuevo justo antes de besarlo. Yunho se olvidó del resto del mundo y se concentró en la sensación de los labios de Changmin contra los suyos. Poco a poco se recostó sobre la cama, atrayendo al menor sobre él. Changmin dejó entonces de besarlo y lo miró fijamente.
-Siempre fuiste tú -repitió con un brillo en la mirada.
Yunho no supo si se refería a él siendo Heechul todo el tiempo o que fue él quien estuvo de verdad en su mente todo el tiempo. Pero, sinceramente, ¿importaba? Changmin lo besó de nuevo, y Yunho descubrió que no, no le importaba nada en absoluto. Había cosas mucho más apremiantes por el momento.
-Changmin -gimió el mayor cuando Changmin besó su cuello.
Changmin no se detuvo nunca en sus atenciones, y no es que Yunho se quejara. El mayor ladeó la cabeza y separó las piernas, dejando que Changmin se acomodara entre ellas. Yunho se desconectó del resto del mundo, sólo parecía conservar el sentido del tacto, gracias a las caricias de Changmin, y el del oído, incitado por los sonidos que llegaban hasta sus oídos, algunos eran sus propios suspiros y gemiditos, la gran mayoría eran los susurros de "siempre tú, siempre tú" de Changmin.
Yunho sintió el mismo fuego de aquella vez recorrerle el cuerpo, y supo lo que eso significaba.
-Changmin-ah - volvió a gemir. Hasta sus oídos llegó el ronco murmullo de Changmin.
-Yunho-yah.
Yunho gimió sin poderlo evitar al escuchar al menor decir su nombre de esa manera. Tomó el rostro de Changmin con ambas manos y lo obligó a mirarlo a los ojos. Las pupilas de Changmin estaban increíblemente dilatadas y sus labios estaban entre abiertos. Yunho sintió su pulso dispararse, y tragó fuerte antes de poder hablar.
-Changmin, quiero que termines lo que empezaste aquella vez.
La mirada de Changmin se oscureció de deseo en una fracción de segundo y sus brazos rodearon la cintura del mayor.
-¿Estás seguro? -preguntó. Yunho asintió vehementemente.
-Por favor, Minnie.
Changmin maldijo entre dientes justo antes de apoderarse salvajemente de sus labios.
///
Yunho despertó poco a poco sintiéndose desorientado. La luz del sol le daba de lleno en los ojos obligándolo a parpadear varias veces, pero cuando trató de moverse un fuerte dolor en su espalda baja se lo impidió. Arrugó el entrecejo por la confusión, preguntándose qué había pasado, hasta que, poco a poco, los recuerdos de la noche anterior volvieron a él.
Un furioso sonrojo se extendió por toda su cara, al tiempo que un par de brazos le rodearon la cintura por la espalda. Yunho se sobresaltó un poco, hasta que la suave voz de Changmin se dejó escuchar justo en su oído.
-Buenos días.
-Bue…Buenos días -tartamudeó.
-¿Estás bien?
-Sí -respondió poniendo sus brazos sobre los del menor, y recargando la espalda en su pecho-. Sólo un poco… uh… adolorido.
La última parte había salido más bien en un susurro. Changmin lo abrazó más fuerte a manera de disculpa, pero no dijo nada más. Yunho cerró los ojos, relajándose entre los brazos del menor. Estuvo a punto de dormir otra vez cuando Changmin volvió a hablar.
-¿Te arrepientes? -preguntó débilmente.
Yunho abrió los ojos de inmediato y giró un poco, recostándose de nuevo de espaldas en la cama. El movimiento tan repentino le arrancó un pequeño quejido de dolor. Esta vez fue Changmin quien se sonrojó, pero Yunho no le dio importancia, atrayendo al menor hasta que estuvo recostado sobre él, importándole muy poco que ambos no llevaran ropa alguna.
-Nunca, nunca pienses algo así -dijo Yunho un poco bruscamente, enredando sus dedos en el cabello del menor. Changmin lo abrazó por la cintura.
-Lo siento. Es sólo que…
-Changmin, mírame -ordenó el mayor y Changmin obedeció-. Te quiero.
La palabra 'amor' era demasiado grande para ellos, apenas un par de adolescentes, y eso Yunho lo sabía muy bien. Pero estaba seguro de que lo que sentía por Changmin había pasado hace mucho tiempo de un simple 'me gustas', y no había mejor manera de explicarlo que esas palabras.
Changmin descendió hasta unir sus labios fugazmente, y Yunho supo que Changmin entendía lo que había querido decirle. Como sea, el menor pareció no quedarse conforme con eso.
-Yo también te quiero, Yunho. Te quiero mucho.
-Quiero que me prometas una cosa -pidió el mayor con una sonrisa.
-Lo que sea.
-Nunca vas a dudar de mí otra vez.
-Lo prometo -respondió el menor sin dudarlo.
-Y vas a quererme mucho, mucho siempre.
-Hyung, ésas son dos cosas -respondió el menor sonriendo también.
-¿Cuál es tu pun-Acabas de llamarme hyung?
Ésa era la primera vez que Changmin lo llamaba así. Al menos la primera vez que llamaba a 'Yunho' de esa manera. El hecho de escuchar ese término dirigido a él por el menor, le llenaba el pecho de una calidez indescriptible, y era una de las cosas que más extrañaba desde que había vuelto a la normalidad, aunque no se había dado cuenta de cuánto lo extrañaba hasta ese momento.
Changmin pareció mal interpretar su intención, si la reacción que tuvo era muestra de algo.
-Sí, yo… dejaré de usarlo si no te gusta -dijo bajando la mirada-.Yo sólo quería… usar algo más cercano, ya sabes.
-Dilo otra vez.
-…¿Qué?
-Hazlo otra vez. Dime hyung otra vez -pidió Yunho picando las costillas del menor con sus dedos. Changmin se retorció un poco.
-No hagas eso -dijo entre risas.
-Anda, Changmin, no seas así -insistía Yunho sin detenerse-. Changmin~
-Muy tarde -respondió el menor tratando de alejar las manos de Yunho sin mucho éxito-. Te digo que no hagas eso.
-Dime.
-No.
-Changmin…
-Yunho…
-Changminnie~
-Yunho-yah.
-¡Shim Changmin! -dijo Yunho agrediendo al menor con renovado esfuerzo.
-¡Yunho hyung! -gritó el menor al fin.
Yunho sonrió y soltó un pequeño grito de victoria. Changmin rodó los ojos, aunque luchaba contra su propia sonrisa. Yunho comenzó a alardear de su logro y Changmin no encontró mejor manera de callarlo que sellando sus labios con un beso.
El mayor correspondió de inmediato, como siempre. Sus manos fueron a parar a la espalda del otro, acariciando cualquier lugar que pudiera alcanzar. Changmin gruñó e inclinó un poco la cabeza, profundizando el beso y aumentando su intensidad. Justo cuando estaban a punto de dejarse llevar, la puerta del cuarto de Changmin se abrió de golpe. El menor apenas y tuvo tiempo de separarse y cubrir al mayor completamente con las mantas.
-Changmin, qué-
-¡Papá! -gritó indignadamente el menor al tiempo que intentaba ocultar a Yunho lo más posible-. ¿Qué no fuiste tú quien me enseñó a siempre tocar antes de entrar?
-Perdón, pero es que… -empezó su padre, pero se detuvo mirando fijamente hacia la cama-. Changmin, ¿hay alguien contigo?
-…¿No? -ofreció el menor no muy convincentemente. Yunho sintió el corazón en la garganta.
-No le mientas a tu padre, niño -advirtió el señor Shim-. Creí que te gustaba… ya sabes quién.
Yunho tragó fuerte y Changmin dudó un poco en responder. El señor Shim entrecerró los ojos y miró a su hijo fijamente.
-Shim Changmin, no voy a dejar que juegues con los sentimientos de alguna chica sólo porque Yunho no-
-¡Papá! -volvió a gritar Changmin- Jamás haría algo así. Qué-
Changmin dejó de hablar en el momento en que Yunho comenzó a empujarlo un poco. En cuanto tuvo libertad suficiente, Yunho asomó la cabeza de debajo de las mantas. Volteo hacia el lugar donde el señor Shim estaba de pie, sin atreverse a mirar su cara.
-Mucho gusto, señor -dijo inclinando la cabeza lo mejor que podía desde sus posición. Sus mejillas estaban terriblemente sonrojadas-. Mi nombre es Jung Yunho, soy… uh… el novio de Changmin.
-Uh… En ese caso -dijo el señor Shim con los ojos muy abiertos-, creo que yo… los dejaré solos. Con permiso.
Luego de esto, salió por donde había entrado, cerrando la puerta detrás de él. Changmin gruñó y escondió la cara en el cuello de Yunho. El mayor lo abrazó de nuevo.
-Dios, eso fue vergonzoso -dijo Changmin sin levantar la cara.
-¿Y me lo dices a mí? -respondió Yunho al tiempo que un pensamiento repentino le cruzó por la mente- Oye, ¿tu papá sabe de mí?
Changmin levantó la cara de golpe, un poco sorprendido y avergonzado por la pregunta. Soltó una risa incómoda y se rascó la nuca con inseguridad.
-Bueno… -comenzó-, tengo que aceptar que nunca fui precisamente muy discreto que digamos. Mi papá me conoce muy bien, y cuando yo hablé con él, me dijo que ya lo sabía. Además, por lo que ha sabido de ti durante las juntas de padres, piensa que eres muy buen chico.
-¿Y está bien con que salgas con un hombre? -le preguntó. Su propio caso era diferente, pues sus papás sabían desde siempre que a él no le gustaban las chicas.
-No fue fácil para él -admitió el menor con un suspiro-. Pero tuvo todo un año para acostumbrarse, así que no creo que sea un problema ahora.
-Y no crees que me odie ahora, ¿o sí? -preguntó de pronto alarmado-. Creo que ésta fue la peor primera impresión que pudo haberse llevado de mí.
-Pudo haber sido mejor, sí -respondió Changmin riendo, al tiempo que se inclinaba y volvía a besar a Yunho con ternura.
-Anda, Changmin -dijo Yunho cuando rompieron el beso, empujando a Changmin suavemente-. Deberíamos cambiarnos y bajar con tu padre a intentar mejorar su opinión de mí.
-¿Estás seguro? -preguntó el menor sentándose sobre la cama y ayudando al mayor a hacer lo mismo.
-Changmin, ¿qué acabas de prometerme hace un momento? -preguntó Yunho acusatoriamente con una ceja levantada.
-Está bien, está bien. Lo siento -se defendió el menor, levantando las manos en signo de derrota.
Se pusieron de pie, pero antes de hacer cualquier cosa, Changmin atrajo de nuevo al mayor para poder besarlo. Yunho rió en medio del beso, pero no hizo ningún esfuerzo más por liberarse. Changmin mordió el labio inferior de Yunho y el mayor gimió un poco, cambiando el ángulo del beso y rodeando el cuello del menor con sus brazos.
-¡Changmin! ¡¿Se va a quedar Yunho a desayunar?! - se escuchó desde la cocina.
Changmin rompió el beso con un quejido de inconformidad y dio media vuelta, avanzando a grandes pasos hacia el baño y soltando suaves maldiciones en voz baja. Yunho rió de buena gana mientras seguía al menor dentro y cerraba la puerta detrás de él.
~fin~