Título: Take these broken wings
Autora:
hermyone_mex Beta:
loredi Cheerleader:
poison_d90 Pairing: Draco & Harry
Categoría: N-17
Temas: Romance. Drama. Angst
Advertencias: Muerte de un personaje. Slash
Resumen: Harry y Draco se encuentran en una clínica de maternidad tres años después de la guerra y embarcados en una nueva experiencia: la paternidad.
Notas de la autora: Sólo quería aclarar que los títulos de los capítulos son frases traducidas al español de una canción en inglés que me gusta mucho y que, de alguna manera, siento que es la canción de este fic. Sientanse libres de adivinar cuál canción es ^-^
Capítulo II: Todos te están vigilando ahora. Todos esperan por ti ahora.
-Es una broma, ¿verdad, Harry? Dime que es una puta broma.
-Ron...
-No, Hermione, no te metas en esto, por favor.
-Yo también soy su amiga, Ron; y no me parece justo que...
- ...pero yo en este momento no estoy hablando con mi amigo; me estoy dirigiendo al imbécil que embarazó a mi hermana -dijo Ron a Hermione tratando de contener su voz lo más que pudo.
Harry suspiró antes de hablar. Aquello estaba resultando como lo esperaba, pero no por eso era más fácil de lidiar.
-Ron, por favor. Tranquilízate.
Un bufido salió de la boca de Ron y no pareció menos tranquilo.
-¿Que me tranquilice? ¿Cómo mierda me pides que me tranquilice cuando vienes campantemente y me dices que has embarazado a mi hermana, Harry?
-Mira, sé que todo esto es algo sorpresivo pero no hay...
-¿Sorpresivo? -Fue el tono mordaz con que Ron repitió la última palabra de Harry-. No, sorpresivo es que los Tornados Tyutshill obtuvieran su victoria por default contra los Chudley Cannos por una estúpida regla a pesar de haber pasado a la liga con las justas, eso sí que es sorpresivo. Pero, Harry, esto que hiciste es... es una traición.
Harry se quedó mudo por una milésima de segundo incapaz de decir algo, estaba atontado entre la mención como ejemplo del frustrante partido de Quiddittch al que habían asistido él y el pelirrojo apenas una semana anterior; pero, sobre todo, impactado ante el calificativo que su amigo le acababa de poner. De acuerdo, aquello definitivamente no se lo había esperado.
-¡Basta, Ron! Creo que acusar a Harry de traición es algo muy exagerado e injusto. -Hermione había tratado de mantenerse al margén de la “conversación” pero practicamente le era imposible, más cuando Ron soltaba aquellos agravios.
-¿Traición? Ron, ni Ginny ni yo quisimos que pasara esto. ¡Simplemente sucedió! -Por fin Harry pudo reponerse de su sorpresa y logró hablar pero haciendo caso omiso al comentario de Hermione.
La cara de Ron se estaba tornando cada vez más colorada, lo cual siempre era una muy, muy mala señal. Y aunque él no parecía haber ignorado las palabras de su novia, cuando volvió a hablar solamente se dirigió al moreno:
-No, Harry. Las cosas no suceden así porque sí. En primer lugar: tú no tendrías por qué estarte acostando con mi hermana...
“Oh, no”. Aquello era el colmo para Harry. Un cosa era que Ron fuera un poco sobreprotector con su Ginny, y otra muy diferente era que se pusiera a prohibirle algo simplemente porque las cosas salían de un modo que nadie quería ni esperaba. Aquello le pareció de lo más absurdo.
-Creo que en verdad no deberíamos hablar sobre eso, Ron. -refutó Hermione con un gesto de exasperación enmarcando todo su rostro-. Tanto Ginny como Harry ya son unos adultos y no puedes, ni debes, decirles qué hacer o qué no hacer.
-Eso es evidente, Hermione. -Ron se rindió y le contestó. No había querido dirigirse a ella para evitar alguna pelea, pero como su novia parecía dispuesta a seguir rebatiendo todo lo que decía, no le quedaba de otra que responder a sus comentarios-. Pero por si no te has dado cuenta, Ginny es mi hermana y no esperes que me quede callado y con los brazos cruzados ante todo esto. -Terminó de decir Ron con un tono de voz bastante mordaz.
-Nadie está pidiendote que lo hagas, Ronald -contestó la castaña friamente.
Harry comenzó a desesperarse.
-Por favor, no empiecen a pelearse -Casi imploró al ver que Ron estaba dispuesto a contestarle a la muchacha de la misma manera, y sin esperar a que alguno de los dos dijera algo más se dirigió a su amigo-. Mira, Ron. Ya sé que Ginny es tu hermana, no creas que lo he olvidado; pero tal y como lo dice Hermione: ella ya es una adulta al igual que yo y nosotros tomamos nuestras propias decisiones.
-Y ve lo que sus decisiones han provocado ahora.
-Y yo ya te dije que no fue algo que planearamos ni quisieramos que pasara. -Masculló Harry entre dientes y hartándose de la misma cantaleta.
-Pues yo también te acabo de decir que no tenías por qué estarte acostando con mi hermana -fartulló el pelirrojo infantilmente.
-Eso ya quedó más que claro, Ronald -dijo la todavía fría voz de Hermione-, pero creo que deberíamos enfocarnos en otra cosa; además, solamente estás culpando a Harry, cuando sabes perfectamente que aquí los responsables de lo que está sucediendo son dos personas y no sólo una.
Por primera vez en la tarde Harry se sintió mejor y, además, un poco apoyado, al menos moralmente. El silencio cayó sobre los tres era tan tenso que Harry podía jurar que le cortaba la respiración.
Habían pasado ya dos días de la ida al consultorio y aunque él y Ginny ya no habían tenido ninguna discusión, Harry no había podido sentirse cómodo con ella cuando había ido a visitarla a La Madriguera el día anterior. Aún no habían hablado nada sobre el futuro que ahora les deparaba: “Un futuro como padres”, le dijo una voz en su interior y Harry no pudo evitar que un escalofrío recorriera toda su espalda. Así que dos días después de aquella tarde en que el medimago les había confirmado el embarazo de la muchacha Harry había citado a sus dos amigos en Grimuld Place lugar que, al parecer, siempre sería testigo de pláticas muy importantes, ya fueran sobre una guerra en pleno auge o sobre la vida de quienes pasaban por aquel lugar. Pero el hecho de que uno de sus mejores amigos fuera el hermano de la chica con la que ahora esperaba un bebé no ayudaba a que Harry pudiera expresarse libremente. Simplemente no sería justo, además de que no podría obtener un consejo u opinión objetiva de su amigo. Harry lo sabía perfectamente.
-Bueno, ¿y qué piensan hacer ahora? -preguntó Ron serenamente, dando por zanjado el tema “te acostaste con mi hermana y además la embarazaste” que ya no les servía de nada profundizar en aquel momento. Lo hecho, hecho estaba, ¿no?
Harry suspiró. Aquella parte de la conversación era a la que no quería llegar. ¿Para qué mentir? A la que temía llegar.
-¿Harry? -La vacilante voz de Hermione lo hizo levantar la mirada hacia ella. La muchacha, al ver en los ojos de su amigo un sentimiento de abatimiento, no pudo evitar sentir un poco de pena por el chico y casi sin pensarlo le preguntó con más firmeza-: ¿Qué piensan hacer con el bebé, Harry?
Ron levantó la cabeza hacia Hermione tan rápido que hasta pareció que se lastimó el cuello. Su mirada no era menos que de miedo cuando medio segundo después se dirigió a Harry, y sin darle tiempo de contestar exclamó:
-No, Harry. -La voz de súplica que salió de la boca de Ron erizó la piel del moreno, no entendía por qué ahora le hablaba en ese tono de ruego-. Dime que no están considerando... eso.
“¿Eso?” Se preguntó Harry, ¿a qué diablos se refería Ron con “eso”?
-No, yo no me refería a eso, Ron -aclaró Hermione ante la repentina y evidente alarma e inquietud en su novio, pero al ver que Harry fruncia el ceño su semblante también se tiñó en miedo y preocupación-. ¿Lo están considerando Ginny y tú, Harry? Esa no es una opción, no puede serla, deben de afrontar las consecuencias y ser responsables y...
El apresurado y vacilante parloteo de Hermione le hizo caer en la cuenta de lo que los dos chicos se estaban refiriendo.
“Ah, 'eso'” dijo mentalmente, y al analizarlo detenidamente, hasta él mismo se asustó. “¡No!”
-¡Merlín, no! -se apresuró a aclarar y al ver el indudable dejo de alivio en las expresiones de sus dos amigos se sintió un tanto decepcionado y molesto. ¿Qué clase de persona creían que era?-. ¿Por qué se les ha ocurrido eso? Saben que yo jamás consideraría o haría algo como eso.
Hermione pareció arrepentida por haber pensado así de él y hasta un tanto avergonzada; en cambio, Ron sólo se mostró aliviado, era obvio que aún seguía molesto.
-Y-yo a lo que me refería es que, bueno. ¿Qué va a suceder ahora, qué han planeado tú y Ginny?
-Yo... no lo sé, no lo sabemos. Apenas van dos días de que nos confirmaron el embarazo. Aún no hemos hablado sobre lo que vendrá.
-Cuando dices que se los han confirmado, te refieres a que ya fueron con un medimago, ¿cierto? -preguntó Hermione, Harry solamente asintió y la muchacha pareció satisfecha-. Bueno, creo que han empezado muy bien. Lo primero que necesitan es informarse y sobre todo que se asigne a un medimago para que lleve el caso de Ginny durante los próximos meses. No sé muy bien cómo sea en el mundo mágico, pero en el muggle muchas parejas cometen el error de esperar hasta que el embarazo esté muy avanzado para consultar a un doctor y... -Hermione interrumpió su charloteo al ver las miradas un tanto desconcertadas y asustadas que le dieron los dos muchachos. La chica carraspeó y dijo más tranquilamente-: Claro que eso no es importante en este momento. Lo bueno es que ya hayan acudido a un medimago.
-Sí, supongo que sí. -Fue lo único que Harry atinó a decir.
Súbitamente se sintió derrotado. La necesidad que había sentido de hablar con sus mejores amigos se había esfumado desde hacia un buen rato y ahora la perspectiva de verse sometido a uno de los exhaustivos interrogatorios de Hermione le hacía sentirse agotado... muy agotado y solo.
-El medimago con el que fuimos está especializado en maternidad y pediatria, supongo que eso es bueno, ¿no?
-Sí, por supuesto que lo es. -habló Hermione sonriendole fugazmente, como queriendo reparar la falta de desconfianza, pero sobre todo de sensatez, que había mostrado momentos antes.
Al hacer mención sobre su visita al medimago, Harry no pudo evitar recordar su infortunado encuentro con Draco Malfoy aquel día. De haber estado en otras circunstancias le hubiera gustado contarle a sus amigos y, como en otros tiempos, debatir tranquilamente sobre las intenciones oscuras del menor de los Malfoy. Claro que era más que obvio que esta vez no había “intenciones oscuras” en el hecho de que Malfoy y su esposa estuvieran en un consultorio de medimagia dedicado a atender solamente casos de maternidad y embarazo. Y también era obvio que en aquel momento, para él como para sus dos amigos presentes, Malfoy y su pronta paternidad era lo menos importante.
-De acuerdo. Ya fueron al medimago y eso está muy bien. ¿Cuándo piensan decirselo a mis padres? -preguntó el pelirrojo de manera busca y ante aquel cuestionamiento una sensación fría recorrió todo el cuerpo de Harry.
“Claro, los señores Weasley”. Sabía que en algún momento tendría que hablar con ellos, decirles que él, Harry, al que la señora Weasley le había dicho incontable veces que lo consideraba como a uno de sus hijos, y su hija menor estaban esperando un bebé a la temprana de edad de 18 y 19 años. Si Ron se había molestado, siendo solamente uno de los tantos hermanos de Ginny, no quería ni imaginarse cómo se pondrían sus propios padres. Tal vez no habría molestia ni gritos, pero casi podría visualizar la decepción en los rostros de los dos y supo que aquello sería mucho peor que cualquier lapso de furia de su amigo. De repente se sintió mareado; aquella situación lo estaba sobre pasando.
-Pues... no lo sé. -contestó finalmente Harry, su voz más lúgubre que nunca-. Supongo que lo más pronto posible, cuando Ginny y yo hayamos hablado bien sobre lo que haremos.
Ron pareció algo conforme con la respuesta y Hermione dijo:
-Por supuesto, Harry. No creo que sea muy prudente que simplemente se presenten con la noticia y sin haber establecido ya algún plan sobre lo que harán de ahora en adelante.
-Exacto. -aprobó Ron-. Lo más adecuado es que cuando vayan con ellos, Ginny y tú ya tengan por lo menos una fecha aproximada para la boda, la cual yo creo que debe de ser lo más pronto posible. No se ve muy bien que...
-Espera, espera. ¿Qué dices? ¿De qué estás hablando? -preguntó Harry alarmado y sin querer dar crédito a lo que había escuchado.
Ron frunció el ceño pero no perdió la compostura. No esta vez.
-Pues es que no pueden posponer el matrimonio, Harry. Sé que nunca te ha importado mucho lo que los demás piensan, pero en verdad no se ve bien que una novia vaya a su boda con un embarazo muy avanzado. Eso es.... simplemente no sé ve bien. -Concretó el pelirrojo.
Hermione casi pudo ver venir el estallido.
-Es que...-Harry rió sin ninguna gota de gracia- No sé de qué boda estás hablando, Ron. En ningun momento he dicho que Ginny y yo nos vayamos a casar. Vamos a tener un hijo, sí, pero no estamos pensando en el matrimonio. Por lo menos yo no lo hago.
Y fue en la mirada y expresión de Ron donde pudo verse la explosión.
-¿Estás diciendome que embarazaste a mi hermana con mucho gusto pero que no piensas casarte con ella?
La castaña intervino antes de que Harry pudiera tomar la palabra y contestar, lo que claramente, desataría un nuevo enfrentamiento de palabras.
-Ron, por favor, no hables así. Sabes perfectamente que ya no estamos en los años cincuenta, la gente no se casa simplemente por que están esperando un hijo, sobre todo siendo tan jovenes como Harry y Ginny. -Hermione hablaba de la forma más tranquila que podía; quiso tomar la mano de su novio para emanarle un poco de calma, pero Ron simplemente se alejó de ella hasta llegar al tope del lado del sillón donde estaba sentado. Su mirada nunca se despegó de Harry.
-Mira, Harry. Si tu intención era no asumir el papel que te corresponde en esta situación, pudiste haberlo dicho desde el principio y nos hubieramos ahorrado toda esta discusión. Con que llegaras y me dijeras que Ginny estaba embarazada pero que tú no estabas dispuesto a tomar responsabilidad en el asunto era más que suficiente.
“¿Qué mierda?”
-Yo jamás he dicho que no pienso asumir mi responsabilidad. No necesito casarme con Ginny para ser un padre y mucho menos para estar con ella y apoyarla durante el embarazo. No quieras enredar y acomodar las cosas a tu gusto.
-¿A mi gusto? -Ahora fue Ron el que expidió una risa aun más fría y amarga que la que Harry había soltado anteriormente-. No, Harry, esto no se trata de mis gustos o el de nadie más. Se trata de que no es correcto que tú y Ginny vayan a tener un hijo sin estar casados.
-¿Te das cuenta lo ridículo que suenas en este momento? -Harry no soportaba más el comportamiento de Ron. Estaba verdaderamente cansado de que siempre que pasaba algo malo o hacía algo que no le parecía a su amigo, éste comenzara a tratarlo como a un niño y a arremeter contra él de una manera injusta y ahora hasta absurda.
-Chicos. Harry, por favor... -le suplicó una Hermione que ya estaba asustandose cada vez más.
-¡No, no estoy siendo ridículo! ¡Estoy viendo por el bien de mi hermana y del bebé! -Exclamó Ron levantándose del sillón y elevando la voz.
-Y yo ya te dije que no pienso deslindarme de ninguna responsabilidad. No necesitas amarrarme con un matrimonio para tener la seguridad de que no faltaré a mi deber con ella ni con mi hijo.
-¿Amarrarte con un matrimonio? -Repitió el pelirrojo casi en un susurro- ¡Oh! ¿Es por eso que no quieres casarte con Ginny, porque crees que es un amarre, una prisión?
Hermione, aun sentada, aprovechó que estaba fuera de la vista de Ron y negó frenéticamente con la cabeza hacia Harry, como pidiendole que no contestará aquella pregunta, al menos no con una respuesta que seguramente empeoraría las cosas. Por supuesto, Harry no le prestó la mínima atención.
-Pues cuando es un matrimonio impuesto, sí que lo es.
Los puños de Ron se cerraron fuertemente y esta vez Hermione también se puso de pie y se acercó a su novio para tomarlo por los hombros con el claro temor de que se le echara a los golpes. Ron respiró varias veces, evidentemente conteniendo las ganas de clavar sus puños en el rostro de Harry. Cuando habló su voz estaba imposiblemente tensa.
-Dime, Harry. ¿La amas, a Ginny? -Le preguntó casi con cautela-. ¿Amas a mi hermana?
Harry sintió cómo su corazón se detenía momentáneamente.
-Ron. Eso no tiene nada que ver con lo que estamos hablando. Aunque una pareja vaya a tener un bebé y se amen, no significa que deban casarse para ser buenos padres y así...
-¡Solamente contesta mi pregunta! -Volvió a elevar la voz y Hermione lució aun más atemorizada pero aun así no deshizo el agarre- Contéstame si sí o no para así saber si el bebé que Ginny está esperando es el producto de algo que hicieron por amor, o simplemente la consecuencia de un revolcón en donde tú desahogaste tu calentura.
-¡Ron! -Gritó Hermione sin poder creer lo que el pelirrojo acababa de decir. Después agregó en un susurro casi inaudible- Estás siendo muy injusto, Ron, y lo sabes. No dejes que el coraje hable por ti. Te arrepentirás.
Ron no dijo nada y continuó mirando atentamente a un muy ofendido, pero sobre todo, herido Harry.
-¿La amas? -masculló el pelirrojo entre dientes.
Harry no podía contestar. No podía decirle nada porque en aquel momento su cabeza se ahogaba con las palabras de Ron. El dolor y el coraje lo mantenían mudo y perplejo. Al no obtener respuesta alguna, Ron se alejó de su novia y sin decir nada más, entró a la chimenea, tomó un puñado de polvos flu y se transportó hacia el Callejón Diagon.
Harry se dejó caer en la silla donde había estado sentado, enterró el rostro entre sus manos y no pudo evitar que un sonoró y entrecortado suspiro escapara de su boca. Fue como si derepente regresara en el tiempo y se encontrara de nueva cuenta en medio de la nada, después de meses refugiándose en una casa de campaña y con un horrocrux oscureciendo sus mentes, sus corazones. Aquella sensación de vacío que había experimentado cuando Ron los había abandonado esa vez, luego de que le reclamara tantas cosas y que descargara en él todo su coraje y frustración, había vuelto. Pero ahora todo era diferente. No había un horrocrux que ensombreciera la mente de su amigo, nada que justificara su actitud, todo era genuino y por consiguiente cien veces más doloroso. No sabía si Ron algún día lo perdonaría por aquello que además sonaba tan estúpido y ridículo, ni siquiera sabía si él mismo podría perdonarlo después de todo lo que acababa de decirle. Pensó que la guerra había sido una experiencia lo suficientemente horrosa, que no sólo los había marcado de una forma negativa, sino que también les había servido para que muchas cosas en las que solían equivocarse no volvieran a suceder. Al parecer no era así.
-¿Harry? -La voz cautelosa y triste de Hermione lo sacó de su cavilación.
-En verdad no quería que sucediera esto, Hermione.... No de nuevo. -La última oración fue susurrada con aflicción.
Hermione se arrodilló frente a él y le dio esa mirada determinada que muchas veces había sido un fuerte soporte para él. A veces Harry no sabía qué podría hacer sin ella, sin su mejor amiga. Su hermana.
-Tienes que entenderlo, Harry. Está molestó, seguramente siente que falló como el hermano mayor de Ginny. Él siempre ha sentido que su deber es protegerla. No estoy diciendo que tú seas un peligro para ella -aclaró cuando vio que Harry estaba dispuesto a replicar aquello-. Pero es que, bueno, después de la guerra y todo el tiempo que pasamos alejados de lo que estaba sucediendo aquí, Ron se dio cuenta de que había dejado muchas veces de lado a su familia. Aún se siente culpable por la muerte de Fred, ¿sabes?
-Lo sé, Hermione. Y creeme que no es el único que se culpa de alguna muerte...
-No estoy diciendo eso...
-... pero no por eso se puede justificar todo lo que me dijo. Además, ¿qué mierda es esa de que tengo que casarme con Ginny solamente porque tendremos un hijo?
-No es ninguna mierda, Harry. ¿Qué pasaría si la situación fuera diferente? Que la embarazada fuera yo y que Ron no quisiera casarse conmigo, ¿qué pasaría?
-Eso es muy diferente. -Contestó el chico sintiendose ya harto del tema.
-No. No lo es, Harry.
-Pensé que no estabas de acuerdo con eso de que uno no tenía que casarse simplemente porque estaba esperando un hijo, ¿acaso mentiste?
-No, Harry. Pero él es su hermano, no puede ver las cosas de esa manera. No cuando se trata de su hermanita.
Harry no dijo nada más. Quería terminar con aquella conversación. Estaba más que claro que Hermione no podría ser tan objetiva e imparcial como siempre solía serlo, al menos no esta vez, cuando su relación sentimental con Ron era un peso demasiado fuerte en su perspectiva.
Después de lo que parecieron varios minutos de tranquilo silencio, Hermione volvió a hablar.
-Sé que no quisiste contestarle esto a Ron porque te sentías muy molesto y herido, pero me gustaría que me lo contestaras a mí, Harry. ¿Tú... amas a Ginny?
El muchacho la miró con cierto miedo y ella entendió en su mirada muchas cosas y supo la respuesta. Suspiró y no dijo nada por un rato, cuando volvió a hablar, su voz estaba más triste que antes y se podía percibir en ella la decepción.
-No creí que fueran a llegar a ese punto de la relación después de lo que han pasado en los últimos años. Sinceramente no lo esperaba de ti, Harry. Siempre pensé que eras de los chicos que se esperaría a la mujer que ama. Creí que te tomabas las cosas más en serio y no como un juego o una aventura y ahora puedo ver que me equivoqué.
“No, esto no puede estar pasando”. Harry podía sentir cómo se derrumbaba por dentro. Primero Ron y ahora Hermione. Hubiera dado lo que fuera por sumergirse en el olvido. Podría acudir al desierto más deshabitado y sabía que se sentiría igual de solo que en aquel momento cuando, finalmente, también Hermione se marchó por la chimenea.