Fic: Rodando en Malfoy manor
Bueno, antes que nada, el banner que gané con Leones y Serpientes. Ha sido toda una sorpresa, la verdad, creía que era un fic poco conocido, comparado con otros.
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En fin, muchas gracias a todas las personas que me votasteis, sois todas un amor ^^
Y ahora, a lo que iba, que el otro día piponeando por ahí vi que Perla pedía fics que hablaran del rodaje de la escena en la que Draco rehúsa identificar a Harry. Ya sabéis que según Tom fue muy divertido rodarla y que estaban tan cerca que era como si fueran a besarse... Y bueno, que me vino la inspiración para una pequeña historia muy, muy tonta (pero espero que algo divertida). Y aquí la tenéis ^^
¡Va por ti, Perla! ^^
Título: Rodando en Malfoy manor
Clasificación: Todos los públicos
Género: RPS, Humor, algo de crack
Pairing: Tom Felton/Dan Radcliffe, actores varios, director maligno, Jade
Resumen: Tom y Dan, cara a cara. Diez centímetros de distancia. Y claro, luego pasa lo que pasa.
Disclaimer. Tom Felton y Dan Radcliffe no me pertenecen y por desgracia lo más probable es que esto sólo sea producto de mi imaginación. Pero ¿quién sabe?.... Y lo de siempre, nadie me da dinero por esto.
Rodando en Malfoy manor
-¡Acción!
Al lado de Jason, Tom miró a Dan, casi irreconocible entre todas las prótesis y supuestamente inmovilizado por otro actor. Estaban muy cerca, apenas a diez centímetros de distancia. Estaba a punto de decir su línea por décima vez cuando Dan puso los ojos bizcos y Tom soltó una carcajada.
-¡Corten! -exclamó el director-. Vale, muy gracioso, muy gracioso.
-Lo siento -dijo Dan, riendo también mientras el actor que lo sujetaba aflojaba un poco su presa-. No he podido evitarlo.
-Venga, que nadie se mueva. Tom, ahí, junto a Dan, muy bien, cara a cara. Jason, deja de tocarte la melena y quédate en tu marca. Tom, tú hablas, tienes que decir: “No estoy seguro”. A ver, que alguien mire la luz… Vosotros dos no os mováis, ¿eh?
Mientras los técnicos comprobaban las luces, Tom miró a Dan. Estaban tan cerca el uno del otro que invadían totalmente su espacio personal y eso les llevaba a hacer y decir tonterías para rebajar la incomodidad.
-Malfoy, ahora que te miro tan de cerca, nunca me había dado cuenta de lo bonitos que son tus ojos -dijo de pronto Dan poniendo una mirada soñadora.
Tom se echó a reír.
-Calla, idiota. -Pasó un minuto. La gente iba y venía a su alrededor y allí estaban ellos dos, plantados el uno delante del otro como dos pasmarotes-. Te pareces al tipo feo de los Goonies.
-Y tú pareces… un… un…
-¿Un qué?
-Un tipo que pasa demasiado tiempo peinándose.
Tom señaló a Jason, un metro por detrás de él.
-Soy el hijo de Barbie mortífago, ¿qué esperabas?
Dan soltó una carcajada y Jason, que le había escuchado, le lanzó una mirada altiva.
-Soy un mortífago metrosexual, jovenzuelos ignorantes.
Pasó otro minuto.
-Como uno de los dos estornude va a duchar al otro.
-Como estornudes ahora te arreo.
Los dos se dedicaron a hacerse muecas amenazadoras. Después la cosa degeneró hasta ver quién era capaz de hacer la cara más horrible. Pasó otro minuto y Dan le empezó a poner morritos.
-Malfoy… Malfoy, sé que te gusto -le dijo en voz baja, arqueando las cejas al más puro estilo seductor de Groucho Marx-. ¿Quieres rollo? ¿Quieres un poco del viejo y bueno cuchi-cuchi?
Tom empezó a reírse por lo bajo, aunque también se había puesto un poquillo nervioso. Inexplicablemente nervioso. Si no fuera porque Dan estaba espantoso con ese maquillaje, la cosa podría haber sido algo más incómoda.
-Vale ya, Dan -cuchicheó-, luego no vamos a poder estarnos serios.
-Vamos, no te hagas el estrecho -continuó Dan. Era en verdad una visión horripilante, como ser seducido por el hombre-elefante-. ¿Qué me dices? Dame un besito, Venga, Malfoy, dame un besito. Lo estás deseando.
-¡Dan!
-Admítelo, vamos, admítelo…
Dan parpadeó varias veces como una doncella tímida y muy deforme y le empezó a lanzar besitos entre risas. Jason y el actor que estaba sujetando a Dan se estaban reventando de la risa también. Y de repente Tom pensó “¿ah, sí?”, le dio un estirón a Dan para apartarlo de los brazos del otro actor y le plantó un beso en todos los labios.
Se suponía que iba a ser una broma. Se suponía que iba a ser divertido. Pero pasó algo, y Tom notó que no sólo le pasaba a él, que Dan también lo sentía, que en ese beso saltaban unas chispas inesperadas. Pura magia. Y de repente ya no estaba besándole por gastar una broma, sino porque ¡diablos, era fantástico! Esas chicas locas obsesionadas con liarlos debían de haberlo sabido de alguna manera desde el principio. Su boca tenía un sabor delicioso, intoxicante, y su lengua sabía hacer cosas maravillosas que volvían su cuerpo gelatina. Tom lanzó un murmullo de aprobación mientras se apretaba un poco más contra él y enredaba las manos en su pelo.
-Eeeh … ¿chicos? -dijo Jason, sonando un poco sorprendido.
-Jo-der… -exclamó Rupert, con los ojos como platos.
-Awww -exclamó Emma, juntando las manos.
-Pues este cambio en el guión no me lo esperaba -le confesó un cámara a otro.
-Ay, la taquilla… -gimió el director, llevándose una mano a la cabeza.
-¡Tom! -chilló Jade, horrorizada.
La voz de esta última hizo salir a Tom de su trance besuqueril.
-Huy, Jade… Nena… Puedo explicártelo. -Ella puso los brazos en jarras. Tom la miró, miró a Dan y volvió a mirarla a ella-. Que… que me gusta más besarlo a él.
-¿Esa es tu explicación? -exclamó Jade con incredulidad.
Tom lo pensó unos segundos y luego asintió.
-Eres una chica adorable, Jade, de verdad, pero… sí. Acabo de descubrir que me gusta más él.
Jade le lanzó una mirada dolida, dio media vuelta y se marchó. Tom se sintió un poco mal, pero ¿qué iba a hacer? No se había levantado por la mañana pensando en besar a Dan delante de todo el mundo y salir de un armario en el que no sabía que estuviera y romper con Jade y todas esas cosas. Todo le había pillado un poco de sopetón.
-No es la ruptura más elegante que he visto en mi vida, pero vale -dijo Dan.
Tom le sonrió y se encogió filosóficamente de hombros.
-Chicos… -dijo Yates-. Chicos, ¿qué está pasando?
-Pues… Tom y yo nos hemos besado -contestó Dan-. Y yo creo que deberíamos repetirlo muchas más veces.
Tom sonrió.
-No podría estar más de acuerdo. Pero cuando te quites las prótesis, ¿eh? Me gustaría que esta relación no acabara traumatizándome.
Emma dio un gritito y miró a Helena
-¡Tienen una relación!
Debajo de su enorme peluca con forma de caniche gigante, Helena asintió sonriente, pensando obviamente que era una cucada. El director se frotó las manos con expresión de angustia.
-Pero vosotros entendéis… Sin duda comprendéis… Bueno… esto no puede salir de aquí, lo entendéis, ¿verdad? La gente no puede saberlo hasta que…
-Sí, sí, seremos discretos, tranquilo -dijo Dan, poniendo los ojos en blanco-. Aunque yo creo que así la película sería mucho más interesante.
Tom recordó algunas convenciones a las que había ido, cosas que había visto y leído en Internet, el maldito móvil de su hermano.
-Pues mira, apuesto a que un montón de fans estarían de acuerdo contigo.
Fin