Battlecry | ShepardKaidan | ME
Título: Battlecry (1/?).
Fandom: Mass Effect.
Pareja: Fem!Shepard/Kaidan.
Palabras: 510.
Advertencias: Puede contener escenas NC-18 y spoilers. Con el tiempo, aún no.
Notas: Mi primer intento de multi-chapter, creo. Aunque son más una serie de escenas conectadas entre sí, inspiradas por la nueva Shepard que me he creado para mi nuevo replay. Abarcarán los tres juegos, espero.
-¿Cómo crees que será? -dejó caer Joker. Kaidan le miró desde el asiento del copiloto, sin decir nada-. Ya sabes, ella.
Ella. La comandante Shepard. Kaidan no se había parado a pensarlo; tampoco había tenido motivo hasta aquél momento. Shepard era una leyenda, alguien sobre quien todo marine había leído o hablado en alguna ocasión. Y para ellos no sería distinto, si no se dirigieran rumbo al sistema Arcturus para recogerla.
-Supongo que una soldado más, como nosotros -respondió Kaidan. Joker soltó una risa burlona.
-Venga ya, Kaidan -dijo el piloto-. Dudo mucho que ninguno de los aquí presentes sea capaz de sobrevivir como ella lo hizo ante el ataque de un fauces trilladoras. Desde luego, yo no -rió. Kaidan no contestó, pero la pregunta de Joker le dio que pensar. Nunca había visto ningún vid de ella, así que no sabía cómo imaginársela. ¿Sería alta? ¿Fuerte? ¿Musculosa? Kaidan había visto suficientes soldados que parecían más hombre que mujer; estaba claro que no todas eran así, pero había muchas, y si se dejaba llevar por la imaginación Kaidan apostaba a que Shepard era una de ellas. De las musculosas.
Pero su físico no importaba. Si su fama le hacía justicia, era una soldado remarcable. Incluso si los rumores sobre ella eran falsos, sólo su historial militar y familiar eran impresionantes. Así que daba igual cómo Kaidan se la imaginara; iba a ser toda una experiencia trabajar bajo su mando.
xxx
-Comandante Shepard, bienvenida a la SSV Normandía -la voz del capitán Anderson, entrando por la puerta de la nave, anunció la llegada de su nueva compañera. Kaidan se levantó para saludar a sus superiores, y sólo sus años de entrenamiento le ayudaron a mantener la compostura. La comandante Shepard no era nada como se la había imaginado. Sintió que perdía el habla por un instante y, cuando Shepard se presentó, clavando sus ojos azules en los de él, le dio un pequeño vuelco el corazón.
Era preciosa.
-Teniente Alenko, el capitán Anderson me ha hablado mucho de ti -se presentó Shepard. Una pequeña sonrisa adornaba su rostro, ligeramente tostado; aunque Kaidan no sabía si era su tono de piel o se debía al efecto del sol. Le daba igual; seguía siendo preciosa.
-Yo también he oído hablar de usted, comandante -contestó él. Sentía la boca seca-. Será un placer servir bajo su mando.
Shepard asintió. Los rizos, extremadamente cortos, le caían graciosamente sobre la frente. Una cicatriz cruzaba su mejilla derecha y otra partía su labio, y un pensamiento extraviado hizo que Kaidan se preguntara cómo sería besarla. Rechazó ese hilo de pensamientos inmediatamente; no podía permitirse fantasear con su comandante.
-Nos vemos, teniente -se despidió Shepard. Había estado hablando con mientras él se perdía en sus pensamientos, admirándola.
-Ma’am.
La vio marchar. Era alta, aunque no tanto como él, y la armadura dejaba poco a la imaginación. Se sentó de nuevo en su puesto y trató de concentrarse en su trabajo. En aquel instante no podía prever las grandes dosis de concentración que requeriría a partir de aquel momento.
Fandom: Mass Effect.
Pareja: Fem!Shepard/Kaidan.
Palabras: 510.
Advertencias: Puede contener escenas NC-18 y spoilers. Con el tiempo, aún no.
Notas: Mi primer intento de multi-chapter, creo. Aunque son más una serie de escenas conectadas entre sí, inspiradas por la nueva Shepard que me he creado para mi nuevo replay. Abarcarán los tres juegos, espero.
-¿Cómo crees que será? -dejó caer Joker. Kaidan le miró desde el asiento del copiloto, sin decir nada-. Ya sabes, ella.
Ella. La comandante Shepard. Kaidan no se había parado a pensarlo; tampoco había tenido motivo hasta aquél momento. Shepard era una leyenda, alguien sobre quien todo marine había leído o hablado en alguna ocasión. Y para ellos no sería distinto, si no se dirigieran rumbo al sistema Arcturus para recogerla.
-Supongo que una soldado más, como nosotros -respondió Kaidan. Joker soltó una risa burlona.
-Venga ya, Kaidan -dijo el piloto-. Dudo mucho que ninguno de los aquí presentes sea capaz de sobrevivir como ella lo hizo ante el ataque de un fauces trilladoras. Desde luego, yo no -rió. Kaidan no contestó, pero la pregunta de Joker le dio que pensar. Nunca había visto ningún vid de ella, así que no sabía cómo imaginársela. ¿Sería alta? ¿Fuerte? ¿Musculosa? Kaidan había visto suficientes soldados que parecían más hombre que mujer; estaba claro que no todas eran así, pero había muchas, y si se dejaba llevar por la imaginación Kaidan apostaba a que Shepard era una de ellas. De las musculosas.
Pero su físico no importaba. Si su fama le hacía justicia, era una soldado remarcable. Incluso si los rumores sobre ella eran falsos, sólo su historial militar y familiar eran impresionantes. Así que daba igual cómo Kaidan se la imaginara; iba a ser toda una experiencia trabajar bajo su mando.
xxx
-Comandante Shepard, bienvenida a la SSV Normandía -la voz del capitán Anderson, entrando por la puerta de la nave, anunció la llegada de su nueva compañera. Kaidan se levantó para saludar a sus superiores, y sólo sus años de entrenamiento le ayudaron a mantener la compostura. La comandante Shepard no era nada como se la había imaginado. Sintió que perdía el habla por un instante y, cuando Shepard se presentó, clavando sus ojos azules en los de él, le dio un pequeño vuelco el corazón.
Era preciosa.
-Teniente Alenko, el capitán Anderson me ha hablado mucho de ti -se presentó Shepard. Una pequeña sonrisa adornaba su rostro, ligeramente tostado; aunque Kaidan no sabía si era su tono de piel o se debía al efecto del sol. Le daba igual; seguía siendo preciosa.
-Yo también he oído hablar de usted, comandante -contestó él. Sentía la boca seca-. Será un placer servir bajo su mando.
Shepard asintió. Los rizos, extremadamente cortos, le caían graciosamente sobre la frente. Una cicatriz cruzaba su mejilla derecha y otra partía su labio, y un pensamiento extraviado hizo que Kaidan se preguntara cómo sería besarla. Rechazó ese hilo de pensamientos inmediatamente; no podía permitirse fantasear con su comandante.
-Nos vemos, teniente -se despidió Shepard. Había estado hablando con mientras él se perdía en sus pensamientos, admirándola.
-Ma’am.
La vio marchar. Era alta, aunque no tanto como él, y la armadura dejaba poco a la imaginación. Se sentó de nuevo en su puesto y trató de concentrarse en su trabajo. En aquel instante no podía prever las grandes dosis de concentración que requeriría a partir de aquel momento.