Título: #26. Amor.
Tabla: Vicios.
Pareja: Fred y George Weasley
Advertencias: Slash e incesto.
Hay muchas clases de amor. Está el amor de una madre, el de un padre, el de tu familia. También está esa clase de amor que sientes hacia tus amigos, tan único, tan especial. Puedes amar a un animal, amar un lugar o, simplemente, amar.
Y luego esta el otro amor. La clase de amor pasional que sólo sientes cuando esa persona está cerca. El amor que te hace quedarte despierto, durante horas, observando como duerme la persona que amas. La que más te importa, desde lo más hondo de tu corazón. Es esta clase de amor la que te lleva a soñar, te impulsa a seguir viviendo, te ayuda a superar las adversidades. A veces, es un amor que quema, que arrasa, que mata. Devastador.
Y matarme contigo si te mueres; y morirme contigo si te matas. Porque el amor, cuando no muere mata; porque amores que matan, nunca mueren.
Cuando sientes esa clase de amor, y Fred podía jurarlo, todo a tu alrededor cambia. O puede que el que haya cambiado haya sido él, y no su mundo. Sin embargo, expresar un amor así es difícil. Más aún si la persona que amas no es la adecuada. No puedes ponerlo en palabras, porque todas suenan vacías si las comparas con todo el amor que quieres transmitir.
Y es esa clase de amor la que te hace querer gritar y tener que callar; querer abrazar a tu gemelo y contentarte con verle sonreír; querer besarle delante de todos y no poder. Es el impulso que te lleva a cogerle la mano por debajo de la mesa, cada vez que tienes oportunidad, y sonreír cuando sientes cómo te acaricia en silencio. Feliz, porque sabes que ese es el verdadero amor, el más duradero, el más profundo. El más real.
El trocito de canción es Y sin embargo, de Joaquín Sabina.