Reto #10: Fanfiction
Título: Con la esperanza en el corazón
Reto: #10: Pregúntale a su retrato
Rating: G
Género: Drama
Disclaimer: Los personajes no son míos pertenecen a JK Rowling y no obtengo ningún beneficio más que felicitar a Harry en su cumpleaños.
Con la esperanza en el corazón
La auror entró en la sala de los retratos del Ministerio de Magia y se pasó frente a un cuadro en el que sólo había un fondo rojo y una snitch que revoloteaba en él. La mujer intentó cazarla y no fue hasta diez minutos más tarde que consiguió tocarla con la punta de la varita. Necesitaba hablar con el hombre a quien pertenecía el retrato y le habían dicho que no le gustaba mucho estas en ese lienzo de modo que la única forma de llamarle era atrapando la bola dorada.
Un par de minutos después un Harry Potter de unos veinte años entró por el lado izquierdo del marco.
-Hola -saludó el joven de ojos verdes.
-Buenas tardes, señor Potter -dijo la mujer en un tono formal que ocultaba su nerviosismo-. Soy la Jefa de Aurores Vega Evans.
Harry sonrió ante el recuerdo de su madre que le trajo el apellido del auror.
-Con Harry vale, ¿sabes? Sólo tengo veinte años -dijo amablemente. La auror asintió-. ¿Y por qué me has llamado?
-El mundo vuelve a estar amenazado -respondió Vega-. Un nuevo Señor Oscuro se ha alzado. He venido a pedir tu consejo.
Los ojos de Harry se entristecieron ante la noticia. Había salvado al mundo de mil años de oscuridad, pero eso no aseguraba que el mundo estuviese a salvo de ella durante ese tiempo como había pensado. Otra oscuridad había aparecido entre la luz. Habían pasado seiscientos años de paz, debería estar satisfecho.
-No sé cómo puedo ayudarte. Yo sólo fui un niño con la obligación de cumplir con una profecía -respondió humildemente.
-Eres el Salvador del Mundo Mágico. Venciste al mago tenebroso más poderoso de los últimos siglos. Tienes que saber qué hacer. ¿Cómo vencer? -dijo Vega con un tono de desesperación en su voz.
Harry suspiró apesadumbrado, tomó la snitch que revoloteaba a su alrededor y la acarició en su mano. Por algo no le gustaba ese lienzo, con cada siglo su historia parecía más fantástica, casi le creían un dios capaz de solucionar cualquier cosa incluso estando muerto.
-La luz es felicidad, amistad, amor. La oscuridad es tristeza, soledad, codicia, odio. Si queréis vencer debéis manteneros unidos, no te alejes de las personas que amas, permíteles que te ayuden y sostente en ellos, el amor es la magia más poderosa del mundo -dijo Harry con tono solemne antes de despedirse con un asentimiento de cabeza y marcharse.
El lienzo volvió a quedar vacío a excepción de la inquieta snitch y la auror se quedó mirando el cuadro reflexionando sobre el consejo que había obtenido, para minutos después abandonar la habitación con la determinación en sus ojos: con las palabras del chico de ojos color esperanza en el corazón vencerían.
Reto: #10: Pregúntale a su retrato
Rating: G
Género: Drama
Disclaimer: Los personajes no son míos pertenecen a JK Rowling y no obtengo ningún beneficio más que felicitar a Harry en su cumpleaños.
Con la esperanza en el corazón
La auror entró en la sala de los retratos del Ministerio de Magia y se pasó frente a un cuadro en el que sólo había un fondo rojo y una snitch que revoloteaba en él. La mujer intentó cazarla y no fue hasta diez minutos más tarde que consiguió tocarla con la punta de la varita. Necesitaba hablar con el hombre a quien pertenecía el retrato y le habían dicho que no le gustaba mucho estas en ese lienzo de modo que la única forma de llamarle era atrapando la bola dorada.
Un par de minutos después un Harry Potter de unos veinte años entró por el lado izquierdo del marco.
-Hola -saludó el joven de ojos verdes.
-Buenas tardes, señor Potter -dijo la mujer en un tono formal que ocultaba su nerviosismo-. Soy la Jefa de Aurores Vega Evans.
Harry sonrió ante el recuerdo de su madre que le trajo el apellido del auror.
-Con Harry vale, ¿sabes? Sólo tengo veinte años -dijo amablemente. La auror asintió-. ¿Y por qué me has llamado?
-El mundo vuelve a estar amenazado -respondió Vega-. Un nuevo Señor Oscuro se ha alzado. He venido a pedir tu consejo.
Los ojos de Harry se entristecieron ante la noticia. Había salvado al mundo de mil años de oscuridad, pero eso no aseguraba que el mundo estuviese a salvo de ella durante ese tiempo como había pensado. Otra oscuridad había aparecido entre la luz. Habían pasado seiscientos años de paz, debería estar satisfecho.
-No sé cómo puedo ayudarte. Yo sólo fui un niño con la obligación de cumplir con una profecía -respondió humildemente.
-Eres el Salvador del Mundo Mágico. Venciste al mago tenebroso más poderoso de los últimos siglos. Tienes que saber qué hacer. ¿Cómo vencer? -dijo Vega con un tono de desesperación en su voz.
Harry suspiró apesadumbrado, tomó la snitch que revoloteaba a su alrededor y la acarició en su mano. Por algo no le gustaba ese lienzo, con cada siglo su historia parecía más fantástica, casi le creían un dios capaz de solucionar cualquier cosa incluso estando muerto.
-La luz es felicidad, amistad, amor. La oscuridad es tristeza, soledad, codicia, odio. Si queréis vencer debéis manteneros unidos, no te alejes de las personas que amas, permíteles que te ayuden y sostente en ellos, el amor es la magia más poderosa del mundo -dijo Harry con tono solemne antes de despedirse con un asentimiento de cabeza y marcharse.
El lienzo volvió a quedar vacío a excepción de la inquieta snitch y la auror se quedó mirando el cuadro reflexionando sobre el consejo que había obtenido, para minutos después abandonar la habitación con la determinación en sus ojos: con las palabras del chico de ojos color esperanza en el corazón vencerían.