Título: Garza de papel
Reto: #07. Las cicatrices en el alma tampoco se desvanecen.
Personajes: Harry Potter/Ginny Weasley, Teddy Lumpin.
Rating: PG
Género: Gen
Disclaimer: Soy morena, soltera, sin hijos y sin dinero. Me encantaría que todos estos personajes fueran míos pero no lo son y no me quejo por ello.
Garza de Papel
"¿Piensas que los muertos a los que hemos querido nos abandonan del todo? ¿No crees que los recordamos especialmente en los mayores apuros?" - Albus Dumbledore. Harry Potter y el Prisionero de Azkaban.
Cada año el mundo mágico se viste de luto. Cambia sus túnicas de colores por aquellas un poco más sobrias y serias, de color negro o blanco, se calzan sus mejores zapatos y dejan sus caretas de lado, dejando que sus miradas tristes y sonrisas apagadas sean expuestas al mundo. Cada año, en Julio, Harry se mira al espejo y ve como el jovencito de diecisiete años que lucho valientemente por lo que creía va quedando lentamente en el pasado, dando paso a un hombre de mirada profunda (verde, como su madre), la misma que revela que ha vivido demasiado, más de lo que debería a su edad.
Ese mismo hombre que se sacude motitas de polvo invisible de su túnica, trata de aplacar un poco su cabello indomable y se apresura a tomar su varita antes de salir de su habitación al escuchar el llamado de su esposa. Ginny lo espera en la puerta, vestida de blanco y con el vientre abultado (su primer hijo, con el que siempre han soñado), ambos se sonríen, más no es la misma sonrisa que se regalan cada mañana. Esta sonrisa tiene tintes de melancolía, de recuerdos que no se olvidan y de fantasmas que aun batallan. Es la sonrisa de los que aun recuerdan y no olvidan.
Ambos se toman de la mano, desapareciendo al mismo tiempo.
Como todos los años tras la guerra, Hogwarts se viste de negro, guarda silencio, mientras en los pasillos comienza a filtrarse un olor a incienso, velas aromáticas y lirios blancos. Hay brujas que lloran en los rincones del castillo o cerca de los jardines, con pañuelos de sedas y fotografías en las manos. Magos que toman asiento cerca del lago, cierran los ojos y recuerdan. Niños que encienden velas y recorren los terrenos del colegio. Niñas que tejen coronas de flores y lanzan besos al aire.
Otros, como los Potter, se sientan uno al lado de otro a las afueras del castillo, con sus manos entrelazadas. Ginny se apoya de Harry, posando la cabeza en su hombro mientras que el la envuelve en un abrazo con su brazo libre. Mientras observan, siempre en silencio.
Ese año han traído a Teddy, como llevan haciéndolo desde que el niño tiene conciencia de la muerte de sus padres. Ambos lo observan, mientras escribe con trazos torpes y poco legibles sobre un pergamino, el cual seguidamente dobla cuidadosamente, hasta que adquiere la forma de una garza de papel. Es en ese momento en que Harry se separa de su esposa, camina hasta su ahijado y lo toma de brazos.
- ¿Listo? - Le pregunta.
El pequeño Ted le sonríe, asiente con la cabeza y abres sus manos, con la garza en ellas. Ginny se ha acercado discretamente hasta ellos, levanta su varita y susurra unas cuantas palabras, las justas para que la figura de papel comience a aletear, como si de un ave de verdad se tratase y alce vuelo. Los tres lo ven marchar, hasta perderse en un cielo demasiado azul. Teddy se despide con una mirada brillante.
- ¿Qué le has escrito este año?- Pregunta Harry, aun sujetado a su ahijado de siete años entre sus brazos.
- Les dije que gracias por todo lo que hicieron por mí y por todos. Que les quiero muchísimo y que me hubiera gustado conocerlos.- Dijo el niño, mientras Harry lo bajaba de sus brazos.- ¿Crees que está bien, padrino?-
Harry asiente.
- Esta bien Teddy, estoy seguro que a Remus y Tonks les va a gustar. Ambos estarán muy orgullosos de ti.-
Solo Ginny siente como se le corta la voz al decir aquella frase, la pelirroja extiende su mano hacia la de él y la toma, entrelazando con suavidad sus dedos. Porque a pesar del tiempo, aun quedan heridas que se llevan en el fondo del alma, sin cicatrizar. Porque ni Harry ni Ginny pueden olvidar a aquellos que dieron su vida en esa guerra, a los que les segaron su sueños de un golpe y sin consideración, solo por creer en un mundo de igualdades.
Por ellos, y solo por ellos, cada año Hogwarts se vestirá de luto. Por su recuerdo.