A/N: En esos momentos que estás sin internet, imaginas situaciones y creas una nota en tu ipod con ellas. Si, así nacen mis drabbles. (??) Espero les guste, es muy corto igual pero me da la base para un proyecto futuro.
Pd. no soy nada buena con los titulos.
Nombre: I'm Home
Largo: 259
Genero: Fluff
「I'm Home」
Después de un cansado día en sus clases de canto/baile/coro y todo lo que su trabajo implicaba, al fin había llegado a su acogedor departamento.
Entro a su pequeño hogar color pastel (sí, realmente le gustaban esas cosas), para sacarse lo zapatos y dirigirse desde el pasillo hasta la sala de estar.
Sin mencionar que en ese pequeño viaje tuvo que levantar la ropa que estaba sobre el suelo, que pertenecía a cierto individuo que habitaba en su casa.
- ¿Cuantas veces te he dicho que no dejes la ropa tirada por cualquier lado? - Cuestionó a la persona recostada en bóxer, sobre el sofá mientras le lanzaba la ropa en la cara.
-Hyung ~ -Se quejó el menor y se sentó, apartando las prendas de su rostro.
- ¡¿Qué?! No tienes razón alguna para seguir haciendo eso.
El tono de su voz no era suave pero la expresión en su rostro sí.
Fue en ese momento que Jongin lo notó y sonrió amplio, su Kyungsoo no podía enojarse con él por más que lo intente.
El mayor tampoco podía resistir esa sonrisa que hacía ver como a un gatito a su menor.
-Kyungsoo... Hyung, trataré de no hacerlo de nuevo-, aunque el alto siempre fuera de esa manera, se esforzaba por madurar. Pero no dejaba de ser difícil para él mismo.
Al final del día, cuando sus labios se encontraban y sus cuerpos se mezclaban inevitablemente con las frazadas, Kyungsoo, a pesar de todo, deseaba que Jongin sea siempre el niño caprichoso e inmaduro que es.
Nombre: Inusual Morning
Largo: 430
「Inusual Morning」
Dolor... Era lo único que había en su cabeza. Sentía como si fuera a partirse en dos. Con ayuda de su brazo, tanteó ciegamente el lado de la cama matrimonial junto a él para encontrarse con absolutamente nada. Abrió sus ojos instintivamente, buscando la presencia ajena en algún rincón del cuarto... Nadie.
Un gruñido salió de sus labios, del cual se arrepintió porque hizo que el dolor se intensificara.
Se dio unos minutos para tratar de pensar qué había sucedido.
Recordaba lo estrellada que se veía esa noche, la sonrisa de lado de su novio, muchas botellas de alcohol, la mesa de la cocina, cuando perdió inevitablemente sus ropas, unas manos recorrer su cuerpo y, y...
-Ah...- Lo iba a matar.
-Me emborrachó apropósito-, quiso gritarlo escandalizado, pero esas palabras solo fueron perezosas y algo inaudibles.
Se movió para poder sentarse y con sus manos cubrió su rostro.
-¡Lo voy a matar! - No era que no le haya agradado "eso". Si no que odiaba el dolor de cabeza y encima despertarse solo, desnudo, con vagos recuerdos de una noche de pasión.
Fue entonces que el ruido de la puerta de la habitación se hizo presente, junto a una pequeña risa ronca.
"¿Qué es lo gracioso?", pensó mientras apartaba las manos de su rostro para dar una mirada asesina al alto, bronceado y corpulento que era su pareja.
Cosa que solo le duró segundos, su corazón se agitó con fuerza solo con verlo. El dolor de cabeza era infernal, pero no podía resistirse al saber que era él.
-Hyung...- Dijo el chico mientras se acercaba, dejando un beso en sus labios secos y un pequeño "Buenos días".
El alto colocó en la mesa de noche, una bandeja, en la que había café, agua y una píldora para el dolor de cabeza, galletas y todo para un buen desayuno.
Kyungsoo sonrió, le gustaba la manera en que el otro se preocupaba...
Pero si era precisamente su culpa.
Estaba por reprochárselo, sus labios fruncidos estaban listos para aquello. Pero una cálida y muy distrayente mano, pasó por su cabello hasta su nuca y la voz de su amante le susurró al oído. -Lo siento, pero no me arrepiento de nada-, dejando un beso debajo de esa zona, que provocó que Kyungsoo se estremeciera.
El susodicho se apartó y se miraron.
Eso fue suficiente.
Las mejillas le quemaban.
Su mente recapitulaba escenas de esa misma madrugada.
Con rapidez, desvió la mirada y se encargó de tomar el medicamento que le había dejado el mayor, de quien ahora se escuchaban sus inevitables risas.
Nombre: Dream
Largo: 290
「Dream」
El sol entraba por las rendijas de la persiana, como le sucedería al ojón todas las mañanas, directamente al rostro de Kyungsoo. Provocando reacciones obvias en su cuerpo, obligando al ya mencionado a despertar-. Mnmn no quiero... -Murmuraba medio dormido, con el ceño fruncido y ojos cerrados mientras cambiaba de posición en la cama para evitar la luz mañanera.
Había tenido un dulce sueño, uno que obviamente involucraba a su novio. No recordaba bien pero, sabía que era lindo solo por la mera presencia del ajeno.
Sintió algo moverse a su lado y lo recordó. Abrió con desgano, pero de manera suave, sus párpados para encontrarse con la figura dormida justo frente suyo.
"¿Dónde está su remera?", fue lo primero que se preguntó al notar que nada cubría el torso del moreno.
Rió al darse cuenta de que un brazo cubría firmemente su cintura.
Se deleito con ese rostro dormido-. Ah ~, es un bebe-, pensó en voz alta, pero no lo suficiente como para despertar al menor.
Estaba de más aclarar lo acaloradas que se encontraban sus mejillas. Amaba a su pareja, con todo de él. Su corazón palpitaba con fuerza al solo sentir la cálida respiración contraria sobre su rostro.
Y tenía que admitir que le gustaba en demasía eso de que sus piernas estén torpemente enredadas entre sí.
Con un suspiro soltó un suave "Te amo" y sin querer escapar de ese calor decidió que era mejor dormir un poco más.
Dejó un beso en la mejilla ajena y se acurrucó en su lugar favorito. "El pecho de Jongin", suspiró y disfrutó del perfume que pertenecía a su amado, mientras volvía nuevamente al mundo de sus sueños.
Nombre: Our Book.
Largo: 530
Genero: Crack
「Our book」
-Mnh~, creo que este es el que estoy buscando.
Estaba por tomar el libro que estaba sobre el estante (demasiado alto para su gusto), de la biblioteca.
Colocándose de puntas y estirando su brazo, frunciendo el ceño como si eso lo ayudara para alcanzarlo.
¿Cuál libro era? Eso no importaba, lo que realmente importó fue que en el momento que sus dedos tocaron el dorso del libro, otros ajenos, hicieron lo mismo.
Lo tomó de manera decidida mientras la mano desconocida hacía lo mismo.
No dudó ni dos segundos y miró a la persona que estaba queriendo quitarle SU libro.
Se encontró con dos orbes obscuros acompañados de una enferma sonrisa -Es mío-, fue lo que salió de esos labios anchos.
Kyungsoo no pudo detenerse a si mismo de arquear una ceja, un poco molesto-, yo lo vi primero.
-Pero tardaste demasiado en alcanzarlo.
Ahora podía verse rojo de la furia, sin soltar las manos del objeto en cuestión mientras miraba con ganas de asesinar al alto.
- ¿Perdón?
-Eres demasiado bajito, yo gano.
Sin creer lo que estaba escuchando abrió sus aredondeados ojos par en par.
- ¡¿QUÉ?!
Y la bibliotecaria apareció en escena para dejar un suave "shh" entre sus labios y dedo indice.
Así como desapareció continuó, esta vez con un grito susurrado.
- ¿Qué?
-Lo que oíste, damelo-. Y el extraño le dio un tirón al libro, lo cual hizo que Kyungsoo lo agarrara con más fuerza.
-Ni lo sueñes-, fue su respuesta e imitó la acción ajena, jalando del libro-. Lo necesito, tengo que estudiar... -Se tomó unos minutos para observar al moreno-. ¿Para qué lo necesitaría alguien como tú?
Una sonrisa de lado se hizo presente en esos labios. -Para tantas cosas..., ni te imaginas-. Murmuró, en un tono bastante sarcástico mientras miraba intensamente al ojón de esponjosos labios.
Kyungsoo odiaba, ODIABA, que lo tomen de bobo de esa manera, de todas formas no se iba a dejar ganar tan fácilmente.
-Estoy seguro que solo estás haciendo esto para molestarme-, rió. Sabía que eso no era cierto pero sabía (creía) que repugnaría al ajeno.
Sus tácticas no eran demasiado buenas, ni acertadas al parecer.
-Qué si digo que sí.
-Entonces deberías darme el... ¿Eh? -Se detuvo a si mismo para parpadear y mirar extrañado al otro. ¿Había oído mal?
-Dije -contestó el alto después de jalar con ambas manos el libro, haciendo que el más bajito quede peligrosamente cerca suyo-, me llamo Kim Jongin -murmuró en su oído y añadió- eres demasiado lindo cuando te enojas.
Un escalofrío recorrió por sus vértebras. La voz del tal Jongin fue demasiado para Kyungsoo.
"¿Pero quien se cree que es?", se cuestionaba a sí mismo mientras sus mejillas ardían del rojo.
Sin darse cuenta soltó el libro de sus manos y se apartó un poco con la vista baja.
-Gané.
Volvió a fruncir el ceño para levantar la vista y encontrarse con una espalda. Se estaba yendo, con el libro en las manos y sus mejillas no dejaban de quemar.
Esto ya era personal.
-¡¡¡YAH!!!
Y recibió un golpe de la bibliotecaria antes de comenzar a seguir a Jongin.