Fandom: Stray Dog.
Claim: Fultac+Kilka.
Rating: K.
Para|Prompt:
mision_insana | Merodear de la Tabla
Random 1.
Palabras: 659.
Resumen: Kilka era una inútil referente al rastreo, pero esta vez estaba empeñada en demostrar lo contrario.
Caminaban por el campo abierto, buscando un lugar para poder entrenar, ya que Kilka había fallado estrepitosamente en el entrenamiento anterior -donde su capacidad de olfatear y seguir un rastro fue puesto a prueba- y Fultac, completamente obstinado a no rendirse, decidió continuar aquel entrenamiento en otro lugar; terminando la vez anterior echándole la culpa a la falta evidente de capacidad de la cachorra al lugar y ambiente.
Y así estaba este día, rumiando entre dientes que era la ambientación la que tenía la culpa, no la pequeña.
-Nos detendremos aquí -gruñó dejando el bolso de viajes que llevaba en el pasto. Admiró el lugar antes de dirigirse a Kilka-. Espero que este campo abierto sea bueno para ti.
Ella miró también, aproximándose a Fultac, su larga trenza agitándose con el viento que corría.
El mayor la miró con dureza apenas se percató de su presencia.
-Más te vale hacerlo bien esta vez, muchacha. No quiero volver a tener que dejarte sin cena… -advirtió con tono amenazante.
Kilka le miró con sus grandes ojos antes de sonreír con ligereza.
-El amo Fultac no quiere que yo sufra por hambre ¿Verdad? -Afirmó aún sonriendo, vio como el aludido crispaba los dedos de sus manos-. ¡Entonces me esforzaré para que no tenga que castigarme!
Y antes de que Fultac dijera algo, ella salió corriendo en dirección al campo.
Fultac decidió seguirla en lugar de ponerse a reclamar en cosas que no tendrían sentido, además, seguramente Kilka malentendería todo el asunto, convirtiendo sus palabras duras en halagos imaginarios, aferrándose a una realidad que Fultac no deseaba demostrarle a la cachorra.
- ¡Escúchame bien! -Exclamó a viva voz, su tono grave ahuyentando a unas aves cercanas que descansaban en un árbol-. ¡Liberare un ratón y tendrás dos horas para atraparlo! -A medida que hablaba, Kilka se ponía rígida, escuchando atentamente sus instrucciones. Fultac sacó de un bolsillo al animalillo del que hablaba y se lo entregó a ella-. Recuerda que tienes que olfatearlo bien, siente el aroma en tu nariz y hazlo tuyo, conviértelo en tu esencia y así podrás encontrarlo…
Le dio suficientes consejos como para escribir un libro, Kilka asintió a todos ellos, demostrando que los había escuchado. Ahora la prueba estaba en que de verdad los utilizara. Cosa que Fultac dudaba.
- ¿Lista? -Cuestionó tomando al ratón en sus manos. Kilka asintió- ¡Ya!
Le tiró la cola al animalillo y lo dejó en el pastizal, éste no tardó en huir, aterrorizado y escabullirse en la hierba, amparándose en la naturaleza como refugio; la chica no tardó en olfatear el aire y salir tras él.
Fultac se sentó a esperar en un tronco.
Pasadas las dos horas, el hombre suspiró y se levantó de su asiento improvisado, al mismo tiempo en el que la cachorra llegaba corriendo a cuatro patas, abarcando más espacio y pareciendo un perro corriendo por el campo.
- ¿Y bien? -Preguntó el hombre apenas la chica llegó donde estaba. Internamente se sorprendió de que ella llegara en el tiempo propuesto-. Me imagino que fallaste…
Kilka le sonrió antes de responder.
-No, no falle amo Fultac -dijo aumentando más su sonrisa, parecía un sol-. ¡Lo logré!
Como prueba, sacó de su bolsillo al ratón, que temblaba completamente aterrorizado.
Fultac le miró sorprendido, no esperaba que ella hubiera logrado algo, es más, no esperaba que al fin, después de tantos años de cansado entrenamiento Kilka lograra responder a ellos de forma efectiva.
-Buen trabajo -murmuró antes de darse la vuelta, una diminuta sonrisa apareció en su rostro.
Kilka sonrió más.
- ¿No me quedaré sin cena, entonces? -Cuestionó caminando a medida que Fultac comenzó a hacerlo.
El hombre gruñó algo como un cenarás y Kilka se le abalanzó encima.
¡No podía estar más feliz!
Y cuando Fultac la mandó a buscar agua para hervir alguna sopa de hierbas o algo similar, ella seguía sonriendo, porque al fin, después de tanto tiempo había logrado enorgullecer a su amo.