Todo es permitido
Original: Caminos torcidos.
Claim: Damián/Samuel. José/Samuel.
Advertencia: Indicios de Shonen-ai.
Rating: K.
Para|Prompt: jeuxatrois | Alcohol de la Tabla Adicciones legales.
Palabras: 208.
Resumen: La alegría de las fiestas de fin de año y el alcohol, hacen perder la razón a cualquiera.
A Damián no le gustaban los tragos, pero era fin de año y gracias a la insistencia de Samuel y de otros profesores, el plantel entero había decidido ir a festejar a un bar cercano al colegio, de esos que cobraban poco y daban mucho.
Y ahora, gracias a su poca fuerza de voluntad, el muchacho estaba metido en una competencia con José, viendo quién de los dos bebía más. Naturalmente, después de tres tequilas, José ganó y Damián huyó al baño a vomitar.
-Dami no tiene resistencia -cantó José, sonriendo y rojo como tomate. Se acercó a Samuel, que estaba sentado dos sillas más allá-. Deberías enseñarle a beber, míralo ahora, casi se te muere…
Samuel gruñó algo parecido a no te interesa eso y bebió del trago que estaba en su mesa.
Minutos después, Damián llegó, su rostro completamente malogrado y pálido.
- ¡Dami! -Gritó José, sonriendo y agitando una mano alegre-. ¡Ven para acá!
Algo mareado, obedeció, pensando que nunca en su vida volvería a tocar el alcohol.
Horas después, Damián, José y Samuel partían a rumbo desconocido, los tres completamente bajo los efectos del alcohol.
Total, era fin de año y en fin de año, todo se perdona, se acepta y se permite.
Claim: Damián/Samuel. José/Samuel.
Advertencia: Indicios de Shonen-ai.
Rating: K.
Para|Prompt: jeuxatrois | Alcohol de la Tabla Adicciones legales.
Palabras: 208.
Resumen: La alegría de las fiestas de fin de año y el alcohol, hacen perder la razón a cualquiera.
A Damián no le gustaban los tragos, pero era fin de año y gracias a la insistencia de Samuel y de otros profesores, el plantel entero había decidido ir a festejar a un bar cercano al colegio, de esos que cobraban poco y daban mucho.
Y ahora, gracias a su poca fuerza de voluntad, el muchacho estaba metido en una competencia con José, viendo quién de los dos bebía más. Naturalmente, después de tres tequilas, José ganó y Damián huyó al baño a vomitar.
-Dami no tiene resistencia -cantó José, sonriendo y rojo como tomate. Se acercó a Samuel, que estaba sentado dos sillas más allá-. Deberías enseñarle a beber, míralo ahora, casi se te muere…
Samuel gruñó algo parecido a no te interesa eso y bebió del trago que estaba en su mesa.
Minutos después, Damián llegó, su rostro completamente malogrado y pálido.
- ¡Dami! -Gritó José, sonriendo y agitando una mano alegre-. ¡Ven para acá!
Algo mareado, obedeció, pensando que nunca en su vida volvería a tocar el alcohol.
Horas después, Damián, José y Samuel partían a rumbo desconocido, los tres completamente bajo los efectos del alcohol.
Total, era fin de año y en fin de año, todo se perdona, se acepta y se permite.