Titulo del fic: Frío, Chocolate & Cálidos Sentimientos...
Parejas: HenBer {mención de KeyBer}
Género: Angst(??)
Clasificación: APT
Autor: Goniland/Goncita/Goni . . . Pueden decirme como deseen :)
Contacto:
@_130990Descripción: Oneshot que inicio de los HenBer♥ Además es la continuación de
"Se terminó..." Terminé de mandar el mensaje y me dispuse a arreglar mis cosas para dirigirme al departamento pero en eso sonó mi celular, “Gracias Key, sé lo muy especial que ella es, y lo es para tí. No te preocupes que la cuidaré por los dos - Henry”
No podía creer de que por fin pudiera decirle a Amber lo mucho que la amo, que desde el primer día que la vi me dejó impactado.
Recuerdo que cuando la conocí muchas personas me dijeron “No se parece a Donghae & Jonghyun” y yo, como si fuera el único en pensar eso, dije ”Ella es realmente hermosa”; y después de hacer eso me acerqué a hablar con ella y desde ahí nos volvimos cercanos.
Por eso, cuando nuestro manager me dijo que mi solo no sería un solo completamente, sino que tendría que compartir escenario con alguna de las chicas de la compañía sin pensarlo dos veces y sin dejar que él me diga la lista de las “candidatas” dije muy seguro “Amber, quiero compartir escenario con ella”, y él sonriente me dijo “Por alguna razón sabía que la escogerías, son tan iguales”. Es que desde que me enteré que Key había cantado con ella “Where is the love?”, me dio tanta envidia y en realidad no sabía porque; los dos eran mis mejores amigos, con los dos me podía comunicar en inglés que se me hacía más fácil; pero cuando vi la presentación por YouTube y los mil comentarios de las fans de la supuesta couple, KeyBer, mi corazón se estrujó y decidí desde ahí que si tenía alguna oportunidad de cantar en dúo con alguien ese alguien tenía que ser ella.
Pero lo mejor de todo fue que ella aceptó gustosamente, los ensayos fueron lo mejor que pudieron existir, ella es alguien tan tierno y perseverante, tanto así que el último día nos quedamos hasta las 4am ensayando por última vez. Esos ensayos ayudaron para hacer que me de cuenta que mi corazón se sintió de esa manera porque en algún momento que yo no me di cuenta la empecé a ver con otros ojos, como a alguien más, ya no como mi mejor amiga ni como una pequeña hermana, sino como alguien especial, a la que quiero a mi lado para siempre.
Estaba tan perdido en mis pensamientos que no escuché como mi celular sonaba insistentemente, al ver la pantalla mi corazón dio un brinco de alegría, en la pantalla la palabra que se formaba era “Amber”. Contesté el celular y las únicas palabras que salieron de mi boca fueron “¿Sucede algo?”, era lógico preguntar eso, eran casi las 11 de la noche; en eso su voz me envolvió por completo “¿Por qué no me contaste que el timbre de tu departamento está malogrado? Me estoy muriendo de frío”; eso me dejó con una cara de imbécil, ella estaba afuera, y en eso me acerqué a la ventana y la vi ahí, tan linda como siempre “¿Desde hace cuanto estás abajo?” le dije feliz; “¿Te estás riendo? - miro hacia arriba - Desde hace unos 10 minutos, ¿Abrirás?”; tanto había recordado en 10 minutos, "Ahora bajo”.
Colgué el celular, me puse la casaca, guantes y una gorra. En la sala no necesitaba de eso ya que la calefacción - en forma de chimenea - me abrigaba muy bien; y salí a recibir a la mejor invitada que se podía tener, bajé las escaleras como un rayo y la vi ahí con un jean, zapatillas y con las manos en los bolsillos de su casaca roja, una bufanda blanca y un gorro de lana verde - se miraba tan navideña - y en la mano izquierda cargaba consigo una bolsa plástica con cosas.
Buenos noches - le dije con una sonrisa - ¿Qué te trae por aquí?
Esas son maneras de recibirme - me dijo entre enojada y feliz - Sabes, si me dejarás entrar sería mejor, hace demasiado frío.
Abrí la puerta y la ayudé con la bolsa que cargaba mientras ella subía las escaleras y yo iba tras ella.
Llegamos a mi piso y la dejé entrar, ni bien lo hicimos llevé la bolsa a la cocina y la abrí, había chocolates, dulces y malvaviscos.
Amber - dije desde la cocina - ¿Para qué se supone que son?
En eso la vi aparecer por la puerta, ya sin todos sus abrigos; en serio que Amber era hermosa, no necesitaba utilizar ropa diminuta ni nada de eso para poder apreciarla tal cual era, llevaba un polo negro holgado con el logo del SS4 y tenía las mejillas pintadas de un ligero color rosa.
No es obvio - me dijo - ¿Estás bien Henry? Te soy sincera, hoy pareces estar muy despistado.
Jajajaja - me acerqué a ella y le desordené el cabello - sólo estoy feliz.
Bueno - me dijo mirándome mal, ella odiaba que haga eso - prepararé el chocolate, es bueno para el frío sabías?
Lo sé - le grité ya saliendo de la cocina.
Cuando llegué a la sala, miré que todo estaba desordenado; gracias a Dios Amber nunca se escandalizó con mi desorden, pero para evitar problemas acomodé un poco y saqué de mi cuarto una frazada y la dejé sobre el mueble de dos, y me senté en el mueble de al frente y me puse a buscar en la portátil algunos videos, en eso encontré el de mi solo, de pura curiosidad lo abrí y en lugar de ver el video en si, me dirigí a los comentarios todos se leían cargados de emoción, algunos decían que Amber se parecía a Donghae y otros -los que más me gustaron- decían que se nos miraba muy bien juntos. Estaba tan inmerso en ellos que no me fijé cuando Amber llegó con una fuente con dos tazas grandes de chocolate, una jarrita que contenía más de este líquido, un platito con los malvaviscos y los caramelos en otro platito.
Es hora de comer - estaba feliz - hyung! Ven - dijo.
Me senté a su lado y por inercia cogí la frazada y nos cubrí a ambos, tras esto Amber me quedó mirando sorprendida y luego desvió la mirada hacia las tazas y me entregó la mía.
Sabes hyung - dijo mirando el malvavisco que había colocado en su chocolate - me gusta mucho esta situación, es tan escena de algún drama.
Y tú sabes - le dije mirándola - que siempre deseé estar yo en esta situación, siempre soñé estar con alguien especial, los dos cubiertos por una frazada, con unas tazas de chocolate caliente, abrazados y frente a una chimenea - dije sonriendo - aunque la chimenea no me ayuda mucho.
Y no existe ningún abrazo - me dijo triste.
Pero ese se puede solucionar - le dije nervioso, y poco a poco me acerqué a ella y pasé mi brazo por sus hombros y sonreí.
Ella me quedó mirando algo sorprendida pero para mi sorpresa, la poca distancia que existía en ese abrazo ella la eliminó, se acurrucó en mi pecho y dio un sorbo a su chocolate.
Amber… - pronuncié lento, ella poco a poco volteó su rostro y no resistí más; nuestros ojos se encontraron y como si una fuerza invisible me atrajera hacia ella junté mis labios con los suyos, fue un beso corto pero cargado de muchos sentimientos.
Al separarnos la vi y ella tenía los ojos cerrados, se miraba tan tierna y delicada.
Amber - le dije - no te pediré perdón por lo que acabo de hacer, porque no me siento mal ni nada por el estilo, al contrario, siento que soy el hombre más feliz en estos momentos, siempre siempre has sido alguien muy especial para mi y nunca te quiero tener alejada de mi vida.
No lo hagas - dijo aún con los ojos cerrados - no pidas perdón, porque yo no te pediré que lo hagas, al contrario, yo te diré “gracias”; y sabes porque vine esta noche a verte, porque tenía que decir algo muy importante, algo que no podía esperar más; te quiero, no, te amo, gracias por haber llegado a mi, por ser tan tú cuando estás conmigo, gracias.
Al escuchar todo eso de sus labios mi corazón dio mil vueltas de alegría y una vez más le di un beso fugaz y la abracé juntando su cuerpo con el mío, y en un momento a otro ambos caímos dormidos.