Regalo de: Amigo Invisible
Para:
moekan Título: Fraternalismo
Pareja: Finn/Kurt (Furt)
Rating: NC-17
Fanwork: Fanfic
Resumen: Finn se da cuenta que lo que siente por Kurt va más allá de una relación puramente fraternal
Disclaimer: Glee es propiedad de la Fox y de RIB.
Advertencias: Infidelidad, PWP, ligero OOC, ligero crack
Fraternalismo
McKinley High ha sido un espacio muy feliz para el pequeño Kurt Hummel este semestre, su novio va a la escuela con él, y a pesar de que esto significa que estarán únicamente un año juntos -ya que Kurt se graduará -, no le gusta pensar en trivialidades como ésta y decide concentrarse en su relación, pero esta relación es amenazada porque Kurt Hummel, vive ahora con el capitán de americano, Finn Hudson.
Si bien Kurt en algún momento se sintió atraído por Finn, en el presente no podría ser más distinto. Ahora, explíquenle eso a Finn. Es muy conocido el hecho de que cuando una persona se ha acostumbrado a recibir la atención de alguien y de repente el foco de atención de esa persona cambia, se sienten un poco de celos. Imaginen a Finn, en el pasado podía voltear hacia la ventana y ahí estaba Kurt espiando sus movimientos; ahora, (desde que los papás de ambos se casaron) pueden tomar cereal juntos en la mañana y este ni siquiera se interesa en voltear a verlo ya que está intercambiando mensajes con Blaine. Finn observa a Kurt y mientras este toma una cucharada de cheerios (los de verdad): el chico observa su teléfono y ocasionalmente sonríe lleno de amor
-Ok, basta- dice Finn abruptamente. -Kurt es muy molesto que te rías y yo no sepa qué es lo que está pasando-, prosiguió.
Kurt no entiende muy bien la actitud de Finn, pero contesta. -Finn… no entenderías, Blaine y yo estamos haciendo chistes de Karl Lagerfeld-.
Finn reconoce el nombre, porque Kurt alguna vez lo había mencionado, pero por el momento no recuerda si es un actor de musicales, diseñador de modas, actor porno o qué. Y así es ahora como transcurren las mañanas en la casa Hummel-Hudson, el cazador se vuelve el cazado dicen algunos y Finn a pesar de que tiene a Rachel, está atascado en la idea de que cuando tienes a alguien por quien no debes pelear, no la valoras demasiado. Ve tu a entender a los humanos.
Carole como cada mañana lleva a Finn y a Kurt a McKinley, por un tiempo también iban por Blaine, pero desde que Finn se quejó porque tenían que salir demasiado temprano de su casa para ir por él (Blaine vive más cerca de Dalton, que de McKinley), ya no lo hacen. Kurt que en el pasado hubiera pensado que Finn se había quejado más por celos que por dormir cinco minutos más, ya no reparaba en este tipo de situaciones. Finn ha cambiado, ahora siempre está dispuesto a pasar largas horas en las tardes viendo como Kurt se prueba diferentes atuendos. En un principio Kurt hacía un viaje al baño a cambiarse, pero Finn se estaba haciendo tan familiar en su ambiente, que cambió esos paseos -que le quitaban tiempo valioso- por un pequeño biombo que bloqueaba la vista de la mitad de su cuerpo. De esta manera ya no sentía pudor, Finn que siempre ha sido muy corto de palabras ahora podría describirte con gran elocuencia y un gran número de adjetivos la forma, color, y elasticidad de las torneadas piernas del joven Hummel, pues era la única parte del cuerpo que podía observar mientras Kurt se cambiaba, en una de estas tardes el castaño dijo algo que no le gustó nada a Finn
-A partir del lunes Blaine vendrá a observar mis combinaciones, podrás regresar a ver videos de fútbol hasta que empiece la próxima temporada-. Finn no estaba contento, si bien quería retomar las victorias de los Dallas en el ’94, quería seguir siendo capaz de observar esas pantorrillas diariamente, ya que Kurt usaba los kilt cada vez menos.
-¿Y ahora como pasaremos nuestro tiempo fraternal? - Dijo sin mostrarse muy interesado, pero claramente dando partida a que algo ocurriera. Kurt lo piensa un poco y contesta
-Blaine me ha dicho…- Finn odia ese nombre al escucharlo más que en el pasado -… que tengo que ser menos egoísta, no puede creer que te haya tenido esperándome por tanto tiempo mientras me arreglo para que me digas si me veo bien o mal, aunque generalmente tus críticas se convierten en el nombre de una película más la palabra “gay”: “corazón valiente gay”, “el hombre bicentenario gay”, “volver al futuro gay”, “rápido y furioso gay”. Entonces he decidido que por un tiempo haremos lo que a ti se te ocurra y no opondré resistencia-.
Finn tuvo que pensar en el cartero atropellado en ese momento, no podía creer que Kurt prácticamente le estuviera diciendo lo que él quería oír.
-¿Qué te parece si practicamos lucha grecorromana? -dijo Finn.
-¿Lucha grecorromana? - Kurt estaba perplejo, sabía que lo que Finn eligiera no le entusiasmaría mucho, pero lucha grecorromana no le habría pasado por la cabeza ni en un millón de años.
-Servirá para que tengas buenos reflejos, además Karofsky por alguna razón ya no se aparece por la escuela, y no está para protegerte, Blaine es como un playmobile, cualquiera podría pasarle encima, a mi me interesa practicar, y a ti te conviene saber técnicas de defensa- Parecía que el más alto lo tenía todo planeado, y quizás así era.
La siguiente semana sucedió, Blaine llegó a la cada Hummel-Hudson a la hora de probarse ropa. Finn, que se dirigía a su antigua rutina, vio destrozados sus planes cuando Blaine llegó. El chico del cabello curvo saludó a Finn como siempre lo hacía, pero desde que se había agregado a New Directions, Finn no había sido precisamente del comité de bienvenida, portándose a la defensiva y siendo prácticamente insoportable, bloqueando siempre que pudiera las opiniones de Blaine.
Finn esperó en la sala por mucho tiempo, sólo podía imaginarse lo que pasaba en el cuarto de arriba, la televisión emitía gritos de fans emocionados por un touchdown, pero Finn no reparaba en el hecho de que el juego que había empezado a ver se acabó y uno nuevo había comenzado, Rachel había llamado en un par de ocasiones invitándolo a cenar a Breadstix, pero Finn dijo que no se sentía bien… y era cierto: no se sentía bien. Tomó la laptop y empezó a buscar lugares para entrenar lucha, pero todos eran demasiado públicos y él sabía que Kurt no usaría el clásico traje de lucha, sino su leotardo tipo single ladies. Si practican sería en la casa, hasta que Kurt accediera al traje. Subió a su cuarto e hizo todo el espacio que pudo, cuando terminó tenía muebles (incluso su cama) sobre la pared, había suficiente lugar para dar volteretas con su hermanastro cuando Blaine se fuera, repasó algunos movimientos en un libro de lucha, y recordó cómo era su vida en la secundaria antes de que se convirtiera en la estrella del equipo de futbol. Escuchó como Blaine se despedía de Carole, mientras él se ponía uno de sus viejos trajes, le quedaba muy ajustado y dejando pocas cosas a la imaginación.
Cuando Kurt regresaba a su recámara Finn le gritó -En mi cuarto en 10 minutos, trae tu leotardo-.
Kurt no sabía exactamente de qué se trataba, pero desde que bailó en la boda con su hermanastro, había aprendido a confiar en él y aunque su idea de la lucha le parecía de lo más ridícula ¿qué podría suceder?
Kurt entró con mucha confianza al cuarto de Finn, pero no pudo evitar dejar salir una risa al ver a su compañero de lucha con un traje tan apretado y sobre todo tan revelador, pero bueno, él estaba ahí para aprender. Finn empezó a explicarle algunas técnicas e hizo uso de un peluche gigante que tenía por ahí: cómo podía zafarse, a dónde poner los brazos, la forma en la que tiene que poner las piernas. Kurt por un momento se distrajo, dejó de poner atención en el peluche, en las técnicas, sólo veía cómo se contorneaba el cuerpo de Finn. Desde que ya no es virgen, Kurt sabe perfectamente qué uso podría darle a esas caderas, pero rápido se saca esas ideas adulteras de la cabeza.
-Es tu turno de intentar zafarte-, dice Finn. Kurt se acerca y Finn se pone sobre él. Se siente incómodo rápidamente, pero Finn lo está disfrutando. Kurt intenta escabullirse pero el cuerpo de Finn se muestra intempestivo contra el suyo. El diminuto fashonista se encuentra sometido boca abajo contra el cuerpo de su hermanastro que se contornea bruscamente impidiéndole la salida, Kurt no sabe si eso es lucha grecorromana o foreplay
-¡Alto! - Exclama afligido. -Finn ¿Qué estamos haciendo?-.
El futbolista no se remueve, pero hábilmente da una vuelta al cuerpo de Kurt para tenerlo frente a frente. Se están viendo, pero ninguno de los dos dice nada, Kurt imaginó muchas veces un momento como este hace un año, Finn lo imaginó igual número de veces este año y finalmente estaba sucediendo. Finn hace el primer movimiento removiendo el leotardo y develando el cuerpo desnudo del otro, todas esas partes que el biombo le habían prohibido ver. Kurt está en una especie de trance, dejándose llevar lentamente por las cálidas manos de Finn quien al principio había sido brusco, pero ahora se está tomando cada segundo en apreciar cada centímetro cuadrado de la piel que cuidadosamente Kurt humecta diariamente.
Entonces el contratenor decide que no dejará que Finn haga todo, al menos intentaría retribuir algo de todo lo que su hermanastro le está haciendo sentir, quizá después se sentiría culpable por lo que le estaba haciendo a Blaine, pero en ese momento fue como si el tiempo retrocediera a una época en la que no había otro hombre en su mente, que ese que estaba ahora sobre él, besándolo, acariciándolo, diciéndole lo mucho que le importaba, lo mucho que le dolía tener que hacerse a un lado. Kurt empieza a retribuir los besos. Parte por la oreja y recorre con su lengua del lóbulo a la manzana de Adán a la cual le da unas pequeñas mordiditas, baja más por el cuello, pectorales, está un momento jugando con los pezones, tres besos más al sur ya estaba en el estómago y acercándose al ombligo, al cual besa por unos momentos, los nervios de ir más abajo los embargaban a ambos, Kurt se mueve tímidamente con sus labios de un lado al otro de la cadera de Finn hasta que se decide. Finn al sentir su miembro dentro de la boca de Kurt, tiene que pensar en el cartero, en la Coach Beiste y en Shane el novio de Mercedes para poder mantener el ritmo y lograr durar el tiempo suficiente para que fuera una velada nada decepcionante.
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Cuando por fin pueden hablar de lo que había sucedido, la culpa ha invadido a Kurt, Finn no puede evitar abrazarlo.
-Quizás no seamos novios Kurt y quizá nunca llegues a verme de la manera en la que ves a Blaine, pero quiero que sepas que yo te veo Kurt… yo te veo-.
-¡Finn no intentes ser romántico! ¿Sabes lo que acabamos de hacer? ¡Me siento terrible! No sólo por Blaine; por Rachel, yo sé cuánto te ama, lo que acaba de pasar será un secreto y callarlo será nuestro castigo-. Finn cae en cuenta de que era más de uno el afectado, estaba tan ocupado en llevar a Kurt a la cama, que había olvidado por completo a su novia.
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El desayuno es muy extraño, el día en McKinley lo es aún más. Kurt evade el tiempo que puede a Blaine. Finn intenta hacer lo mismo con Rachel, tarea muy difícil de realizar, por cierto. No se ven en la escuela hasta que regresan a su casa.
-¿Cómo te fue con el secreto?- Pregunta Finn,
-No sé lo he dicho a nadie ¿y tú?- murmura Kurt.
-Irónicamente no me siento tan culpable-. Escucha el más bajo hablar a su hermanastro, por lo que no puede reprimir una pequeña sonrisa,
-Bueno Finn, parece que hoy tendremos que hacer algo para que realmente nos sintamos culpables-.
-¡Ve por tu leotardo!-.
Fin.