Quizás no debiste usar esas palabras tan duras, ciertas pero duras,
Miras a tú alrededor, los vasos rotos, los cojines por todos lados, cosas rotas por doquier, frotas tu cara con desespero, como si intentaras alejar el mal momento vivido, pero las palabras hirientes que pronunciaste aun amargan tu boca y la cara desesperada, los ojos llenos de lagrimas de Hyunseung agobian tu corazón.
Minuciosamente, día tras día, Hyunseung revisa el cuello de tu camisa, huele tu ropa, trajina los bolsillos, espera encontrar y no encontrar algo que te deje en evidencia. Y te muerdes la lengua para no decir nada al respecto, pero te acorrala contra la espada y la pared, agobiándote sin descanso.
Y otra vez, nuevamente Hyunseung está frente de ti, gritándote, llorándote, diciendo un montón de estupideces que deseas que fueran verdad para que parara de una maldita vez.
“ya te dije…” murmuras tratando de que la rabia no salga por tu boca.
“¡no te creo!” chilla al borde del llanto.
Caminas a la puerta y Hyunseung te agarra.
“…t-te vas con Kibum, ¿verdad?” las lagrimas comienzan a caer por su cara. “lo sabia… ¡lo sabia!” grita histérico, “a-aun tienen algo…” suspiras pesadamente, ya no sabes cuantas a veces a la semana saca el mismo tema.
“…lo que digas” gruñes molesto sin saber que provocaras el descontrol de Hyunseung tirando las cosas por todos lados, destruyendo lo que es ahora su nuevo hogar. “deja eso, ya no eres un niño pequeño…estas loca” te mira estupefacto. “si ahora somos así…es tu culpa, fue tu error” sin decirte nada más sale de la casa dando un portazo.
Frotas tu cara con desespero, esperando que no haya desorden, que todo este igual y que Hyunseung esté poniendo la mesa para comer, pero la casa esta echa un caos y Hyunseung se ha ido.
Suspiras pesadamente.
Te llamará a primera hora en la mañana o quizás vuelva en media hora más.
Fin