Rompo mi hiatus de manera momentánea porque...bueno, no todas las noches saluda una al amigo de Juan Diego Botto. Oportunidades como esta, para dar envidia compartir con la friendlist, no se deben desperdiciar.
La oportunidad viene de la mano del
XXVIl festival de teatro de Málaga, que se está celebrando aquí estos días. Y más concretamente, del montaje de Hamlet que dirige y protagoniza Juan Diego Botto.
De la obra diré que me ha gustado bastante como espectadora y amante del teatro a tiempo parcial. Es un gran montaje, con elementos muy cinematográficos, poco atrezo, mucha y muy buena actuación y un muy buen acompañamiento de la música. Como filóloga, me ha fallado el cambio de acto del famoso soliloquio del "ser o no ser" , pero, por otro lado, creo que le da una dimensión al personaje que yo no había sido capaz de ver antes. Además, han decidido darle un énfasis tremendo a la relación Ofelia/Hamlet, consiguiendo que POR FIN vea en un escenario todo lo que siempre he visto en esa historia. Toda la cobardía de Hamlet y toda la impotencia de Ofelia. Y aunque mi Ofelia siempre será Kate Winslet, la de este montaje no me ha desagradado en absoluto.
Y finalmente, como la neurótica persona que piensa más de lo que debería que soy, el ver como Hamlet duda una y otra vez, para luego actuar sin pensar, como desprecia a Ofelia con sus palabras, mientras se la come a besos, o como sufre porque un actor es capaz de llorar por Hecuba, pero él no logra llorar a su padre; ha sido la mejor terapia. Justo la que necesitaba para aliviar la pequeña carga que llevo arrastrando hace unos días, y que aún no sé de donde ha salido. Bendito sean los griegos y su catarsis.
Y maldita sea, que mono tengo de subirme a un escenario.
Una vez terminada la obra, ahora si, la mitad del huracán Drilais, famoso por sobar la americana acosar a Dani Mateo y compañia, acompañada de
aiki_paula (aka, la mitad de "La OTP que vive en la misma ciudad"), se ha desatado para saludar a los enormes actores que se han subido hoy al escenario malagueño.
El primero en salir, el actor de Polonio, que ha estado más seco de lo que nos hubiera gustado, pero aún así nos ha firmado el programa muy amablemente. Y detrás de él, nuestro Hamlet y su amigo Rosencratz.
Aquí debo hacer un alto en el camino para daros a conocer una teoría desarrollada recientemente según la cual "Todo personaje admirable tendrá un amigo tonto. Este amigo tonto será muy guapo. Y posiblemente estén liados." Pues bien, Rosencrazt es el amigo tonto de Hamlet. O en este caso, José Burgos es el amigo tonto de Juan Diego Botto. Tonto y guapo. Y simpático. Y también un poco sobón.
El tema es que mientras
aiki_paula se dedicaba a pedir autografos y soltarle monerias a Juan Diego - que estaba medio acojonado - una servidora se ha dedicado a hablar con el susodicho tonto. Que "cuánto llevais de gira", "que a dónde vais ahora", "que si una foto",que si "deja ya me hago yo la autofoto contigo" (MÁS mono intentando hacerse una foto a si mismo!) y finalmente un "No, que haga la foto Juan Diego", que ha dado esto como resultado:
Es decir, yo con la boca abierta y los ojos cerrados porque me ha sorprendido mucho que mi foto sacara el flash a la primera. Pero que majo que es este hombre, en serio. Y cómo agarra, y cómo da dos besos y...
Ah, si, Juan Diego Botto:
Que gorda me hace este abrigo.
Dedicado a
driate porque sé que le hubiera encantado estar en mi lugar, y porque si ella no hubiera lanzado el reto, es posible que no me hubiera parado a esperarle.
Y el resto, hasta nuevo aviso, es silencio.
P.D: Señores del público del teatro Cervantes, aplaudir mucho al final de la función está bien, pero un aplauso en mitad de la obra no es un halago, es una interrupción.