fandom: Chrno Crusade
claim: Chrno/ Rosette Christopher
tabla:
Ilusoria título: ¿Se necesita decir más?
resumen: Colección de drabbles. Chrno y Rosette... ¿Se necesita decir más?
géneros: Drama, Romance, Comedia.
advertencias: T. Posible lime o lemmon y mucha miel sobre las heridas. Hipersensibles: Necesitarán una caja de kleenex, un café amargo o un limón y pastillas para el dolor de cabeza.
disclaimer: Chrno Crusade no me pertenece, es de Daisuke Moriyama y la tabla (ilusoria) pertenece a la comunidad de treinta vicios.
tema: #018 - Nunca lo olvidaría
notas: Rosette debes tener en cuenta que él es un demonio, no es humano... Nunca lo olvidaría porque en muchos aspectos él es más humano que cualquiera. (
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La mayor parte del tiempo ignora aquellas voces.
Hace de oídos sordos y de tripas corazón para no contestarles porque la pone furiosa que ellos pretendan entender más cosas que ella. Es que Rosette nunca ha sido tonta entiende perfectamente sus debilidades, sus defectos y sobre todo su limitación como mortal.
No es que Chrno sea inmortal, es un caso a parte. Actualmente él depende de ella, de su vida. Tanto en el uso de su poder como en su propia vida, aunque alguna vez él haya sido inmortal. Y puede escucharlas nuevamente, las mismas palabras y frases huecas a las que ella no les encuentra sentido, aquellas voces con diferentes matices.
Son distintos y extremistas. Preocupación, terror, duda, juicio, repulsión, lástima. Pero todos coinciden en el 'no es correcto' eso la hace echar chispas por los ojos y humo por los oídos… porque ellos no la entienden y ni se molestan en intentarlo, no pretenden saber que se siente o cuales son sus razones.Sólo les basta saber que son diferentes y que no está bien.
Ella lo mira. Esta serio, casi indiferente pero Rosette lo conoce y puede ver más allá. Puede notar el rastro de tristeza en sus ojos rojos, y el dolor que le produce su dolor hace que sus ojos se agüen.
Entonces las voces vuelven a sonar, cuchicheantes y crueles. Chrno la mira con disculpa, sus ojos azules flamean. Ésa fue la gota que derramó el vaso, toma un respiro hondo e ignora la cara de pánico de Chrno ─que le dice que conoce sus pensamientos y lo que está a punto de hacer─ y grita a pleno pulmón.
─Nunca lo olvidaría─. Las lágrimas resbalan por sus mejillas, y los presentes se hacen conscientes de su rabia─. Es un demonio lo sé, no soy estúpida, pese a quién le pese. ─Chrno le hace señas de que pare asustado ante el ceño fruncido de la hermana Kate y ella lo ignora olímpicamente─. Mírense, hablando de otros sin importarles lo que les hacen sentir. ¡Actúan como bestias, Chrno es más humano que ustedes!
Y con esa dura sentencia se pone de pie y sale de la habitación arrastrando a Chrno del brazo, dejando pasmado al consejo de la Orden de Magdala que miraba la puerta por la que ambos acaban de salir. La hermana Kate tiene la boca abierta, observa el ministro Remington cuando se vuelve hacia ellos.
El rubio sonríe triunfante entonces, alegre de conocer a una persona que no tiene miedo de abrir la boca para defender a otro y que no se deja amedrentar…
tema: #025 - Cuatro paredes
notas: Las mismas cuatro paredes que los vieron crecre, son las mismas cuatro paredes que los verán marcharse. (
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Rosette tenía reunión con la hermana Kate y Chrno tenía que quedarse con el anciano sin embargo, esta vez escapó. Estaba sentado afuera, frente al edificio principal de la orden.
El que daba a la ventana de la hermana, en algunas ocasiones la veía levantarse con rapidez y enjundia, entendió que seguramente discutía con Rosette. En otras simplemente, la veía sentarse con resignación o mirar hacia la ventana con miedo y añoranza, supo que eran las acertadas y reflexivas palabras del ministro Remington que la convencían o tranquilizaban.
De pronto la mirada de Kate se cruzó con la suya, no encontró desconfianza en aquella miel, sino nostalgia. Tan rápido como lo encontró así se fue y ella se volvió y desapareció dentro del despacho... Le extrañó, se preguntó para sus adentros la naturaleza de aquella fugaz mirada.
Recorrió los contornos de la Orden con una sensación extraña, con las ganas de entrar y pasearse por los pasillos pero al mismo tiempo sin la determinación para hacerlo. Dejó de darle vueltas al asunto y se recostó en el pasto, al principio con los ojos cerrados y luego simplemente se dedico a observar las nubes.
─Chrno ─pronunció con suavidad la voz de Rosette. Él la miró sentarse a su lado rápidamente y echársele a los brazos. Él sonrió fascinado por su espontaneidad─. Partiremos a San Francisco a buscar a Joshua.
Le tomó un minuto comprender que seguramente eso ya lo sabía y que era la situación con la que lidiaba minutos antes. Sonrió ampliamente con sinceridad.
─ ¡Eso es genial! Rosette. ─Rió alegremente y ella le secundó tras unos segundos─. Es lo que estábamos esperando ¡¿cuándo nos vamos?
─En un par de días, debemos arreglar unas cosas antes. ─Rosette se puso de pie y ayudó a Chrno a hacer lo propio, tomándole la mano lo condujo hacia el edificio─. Azmaria vendrá con nosotros y huiremos de la creída de Satella... ¿no tienes hambre?
─Rosette ─reprendió Chrno por lo referido a la alemana, ambos sabían que Rosette la apreciaba más de lo que estaba dispuesta a admitir. Consideró la opción de ir con ella a las cocinas pero negó.
─Adelántate.
Y Rosette asintió y siguió su camino sin perder la sonrisa, él suspiró. Preparándose para ser alcanzado por la avalancha de felicidad que se aproximaba. Fue en ese instante que Chrno enfocó su mirada en el lugar por el que había desaparecido la chica.
Se detuvo para admirar las cuatro paredes que lo flanqueaban, imponentes y seguras.
Ese lugar que había sido su guarida.
La que nunca había tenido desde que existió, porque tuvo un hogar efímero y cuando estuvo desamparado fue acogido en su actual hogar para luego resguardarse en la Orden. La que siempre los había protegido y que les había concedido la mano a regañadientes pero lo había hecho. Las cuatro paredes que los habían visto crecer ─más específicamente a Rosette─ pero que ya no tenía tiempo de añorar pues la euforia opacaba los demás sentimientos, por eso Chrno se tomaba un pequeño tiempo para añorarlas por ella.
Suspiró y sin contener la sonrisa se dirigió al comedor antes de que Rosette se comiera todo.
tema: #030 - Una vez más
notas: No me sueltes, no me dejes, no te vayas... quédate a mi lado, una vez más. (
ff@net )
Ella lo siente.
No me sueltes…
Cada suspiro que exhala, cada lágrima que tira, cada sonrisa que regala siente que podría ser de las últimas. La vida se le escapa de las manos cada segundo con la misma facilidad del agua que corre por entre los dedos.
Le queda poco tiempo.
No me dejes…
Tan poco que no está segura de cuánto.
La mayor parte del tiempo suele hacer bromas sobre ello, 'No creo llegar a los treinta así que no hay problema' y ríe. Las personas la miran con una mezcla de compasión y tristeza pero los ignora. No quiere su compasión, no quiere ponerse a pensar en lo que implica que el tiempo corra más rápido de lo normal.
No te vayas…
Porque en el fondo está tan asustada como cualquiera lo estaría, porque no quiere dejar el sitio en el que está. Aunque su salud se este debilitando. Las ganas de gritar se ven sofocadas por el esfuerzo.
Y cuando llega la hora.
Quédate a mi lado…
Se abraza con fuerza a Chrno, mientras él la sostiene justo como siempre. Y ruega entre sollozos, por un poco más de tiempo. Porque es lo único que necesita, lo único que desea. Evalúa sus opciones lentamente y se da cuenta de la estupidez que pide…
Comienza a rezar en silencio, lenta e intensamente. Ruega por Chrno, por Magdalena y por ella; sabe que puede parecer frívolo y tonto pero aún así se arriesga y reza…
…por vivir, junto a Chrno una vez más.
…Una vez más.
tema: #013 - Cuando todo falla
notas: Cuando todo falla solo queda una opción, levantarte y volver a andar el camino deshecho. Lo sabe Chrno, lo sabe Rosette. (
Cuatro Paredes )
Chrno 'el cuerno roto' el que no creía en la vida. Que ya no esperaba nada de ella, sólo que se le acabará el poder que había conseguido para finalmente morir. Aunque era difícil pues ese poder era como sangre corriendo por sus venas pero sin tener un corazón latiendo ─o uno muy diferente─ no había modo de que aquella sangre simplemente se drenara.
Y él no pudo acabar con su vida porque sería como menospreciar la vida de Magdalena.
Su vida cambió cuando la conoció. Ella, que era un recipiente vació que contenía de todos y nada de ella. Y cambió aún más cuando la perdió, porque Magdalena sabía que se sacrificaría por él, y que el pecador Chrno quería su vida aún así fue lo suficientemente valiente como para aceptar su destino y entregarse a él por decisión propia.
Cuando ella le dijo que él sería el que tomaría su vida y que lo amaba. Chrno supo que la amaba también y que su corazón le pedía a gritos salvarla.Él creyó ─erróneamente─ que podía evitar su muerte. Y cuando todo fallo, no hubo nada más…
...Hasta que conoció a Rosette y dio junto a ella, el paso que le llevaría a hacer el contrato con ella. Presentándosele la oportunidad de andar ese camino deshecho y congelado en el tiempo.
Ésa fue la opción que ella encontró para él. En ese momento lo supo Chrno…Que cuando todo falla solamente debes buscar tejer nuevamente el tapiz desecho.
Rosette corría. Huyendo de los demonios que la atacan, no tenía la certeza de que eran ilusiones ─sabía que uno de ellos era real pero no podía distinguir cual de todos─.
Les tenía miedo porque Chrno no estaba con ella, gritó con fuerza y dolor pero nadie le escuchó ─o pretendían no escucharla─ las rodillas se escurrieron al piso sin poder soportar el peso de su cuerpo; Rosette se había rendido. Lo que ella se había prometido jamás hacer, lo que odiaba de las personas porque temía que pasara en ella… se había cumplido.
Ya no podía avanzar más, su cuerpo y su mente le pedían a gritos quedarse ahí. Sentada, llorando por haberse rendido; dando alaridos para mitigar la pena.
Esa no era ella.
Era una versión cobarde de sí misma, pero no. Ésa sí era ella, la real, la cobarde. La otra Rosette, la que podía con todo era una ilusión, un triste espejismo.
─Es un hecho que estás asustada. ─La voz de los parlantes sonó tranquila y pasiva e increíblemente tenía un poder calmante casi anormal─. En este lugar estas tratando con monstruos. Pero… el paso más importante es el siguiente.
Rosette levantó la cabeza hacia la dirección del parlante. Ella casi los veía con unas sonrisas infundiéndole ánimo, a pesar de que estaban muy lejos. ─El hecho que aunque estés asustada, siempre tienes que dar un paso adelante.
Como si unos hilos invisibles tirarán de ella, se levantó. Con las lágrimas secas en las mejillas y la garganta seca pero con ánimos renovados, y muchísimo valor para poder enfrentar lo que tenía que superar porque…
Cuando todo falla uno se debe aferrar al valor y levantarse cuando ha caído. Entendiendo que el paso más importante es el que va hacia el frente cuando se está asustado. Ahora lo sabe Rosette.
La pequeña apóstol lloraba sin cesar.
Pese a saber que no estaba en sus manos, ella se echaba la culpa sobre los hombros, era lo menos que podía hacer como respeto a la memoria de aquellas personas que se negaron a venderla que la trataron con cariño y con comprensión y sobre todo le demostraron que está bien ser débil.
Y que es el admitir que la vulnerabilidad forma parte de ti lo que te hace fuerte.Ahora ella debe ser fuerte y sonreír, mientras se despide diciéndoles que estará bien y en su fuero interno se tranquiliza repitiéndose que si ella es buena y coopera, ellos estarán a salvo. Aunque sepa que ambas son mentiras, se aferra con uñas y dientes a esas ideas y a la esperanza de que sea real.
El mundo cayó sobre ella en él momento en que el Vizconde Relaie los atacó. Inútilmente se había convencido que él era sincero, pero le mintió. Azmaria quería creer lo mejor de todos, incluyendo a un demonio, uno que no era Chrno.
Cuando todo falla uno se debe aferrar al valor, el necesario para dar el paso siguiente. Entendiendo que debe ser real y no inventado. Porque fingir es hipocresía con uno y con los demás.
Ahora era tiempo de que lo supiera Azmaria.
tema: #001 - Palabras prestadas
notas: Hay veces en que las palabras de Rosette no parecen de ella, sino de Magdalena. Es cuando Chrno se da cuenta de que ella está madurando. (
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Los fuegos artificiales iluminaban el firmamento como el preludio de algo realmente malo. La sensación de Chrno de remontarse a los tiempos más contradictorios de su vida antes de Rosette se intensificó.
Era todo. La vista de lo alto de la colina, las luces a la lejanía, los olores a césped cortado y tierra mojada incluso el nuevo olor del asfalto encajaba de un modo que antes no creía posible; todo era exactamente igual. También la atmósfera de intimidad creada alrededor de ambos que hacía que las personas creyeran interrumpir algo y se marcharan azoradas y ellos, que fingían no darse cuenta.
La madurez que en esos momentos formaba parte de ella le recodó a otra persona. A la que prefería no nombrar o recordar, parecía que había vuelto el tiempo.
─Chrno, deberás seguir adelante… ─Probó ella con voz tímida e intensa─. Ya sabes, cuando yo no esté.
Incluso parecía que se le había concedido la oportunidad de cambiar sus respuestas. Ella continuó hablando al verlo sumido en el silencio, ambos contemplando el resplandor del cielo en el horizonte.
─No debes tener miedo. ─Eso lo desconcertó… se descubrió casi esperando la parte de 'Soy un recipiente vació y quiero saber porque actuabas así. Tú, Chrno. Eres la persona que tomará mi vida.' Fue incapaz de responder y por un segundo maldijo a quien se le ocurrió que sus palabras fueran en esencia las mismas.
Él no tomaría la vida de Rosette.
Ella se volteó hacia él, el flequillo rubio se meció con el viento. La mirada azul estaba oscurecida de tristeza y soledad, él pudo ver la lucha interna por hacer de su semblante algo indescifrable; pero Rosette era demasiado transparente para poder ocultárselo.
La cálida mano rozó su mejilla, él acunó la mano en la suya.
─Llegará una persona con la que afrontarás la muerte, tú debes seguir viviendo…
Sus ojos se estrecharon al escuchar aquellas palabras. Se sintió molesto y rudo cuando apartó sin miramientos la mano cortando su frase.
─De ninguna manera… ─La fulminó con la mirada, herido y completamente furioso. Ella resopló con molestia, con el cansancio propio de un anciano que anhela su muerte más que a nada─. Cuando tú mueras yo lo haré también.
Su respuesta fue brusca pero quería hacerle entender a ella que no cambiaría de opinión, no estaría listo para dejar morir a otra persona en su nombre. Ni ella sería capaz de convencerlo, ni ella ni sus ojos azul eléctrico, ni su recién descubierta madurez.
Ni mucho menos, esas palabras que en absoluto le pertenecían.
Aquellas palabras prestadas...
…Jamás harían mella en él.
tema: #027 - ¿Bailamos?
notas: Pon tu mano en mi hombro yo pondré la mía en tu cintura, esccha la música y déjate llevar por la armonía de las notas; sólo bailemos... (
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Ella admiraba con envidia los movimientos gráciles de aquellas parejas. Un, dos, tres. Un, dos, tres; casi podía oírla contar en su mente. Y la mirada aguamarina no se apartaba de los pies, el ceño estaba fruncido en un intento de desentrañar el misterio del baile.
Chrno suspiró con cansancio y se preparó mentalmente para la batalla campal. Aunque casi se retracta, es la posibilidad de perder un pie en la guerra la que realmente le asusta…
Se levanta casi sin voluntad y le tiende la mano.
Ella observa su mano con una mezcla de desconfianza y pánico. Finalmente decide pasar de él y seguir torturándose mentalmente, Chrno suspira nuevamente y la toma del brazo poniéndola de pie; Rosette hace amago de volver a sentarse pero él consigue detenerla ─aún esta de su tamaño, aunque sabe que es cuestión de tiempo que ella crezca más que él─ la remolca a la pista antes de que ella pueda pesar en una excusa.
Ya allí, parece que ella tiene problemas para acoplarse. Sin duda esta nerviosa, eso hace sonreír a Chrno y rabiar a la rubia. ─Pon tu mano en mi hombro yo pondré la mía en tu cintura. ─Habla suavemente en un intento de tranquilizarla, pero los movimientos de ella se vuelven mecánicos y graciosos.
Chrno prefiere guardar silencio y comienza a moverse por la pista de baile arrastrando consigo a Rosette.
─Chrno esto es horrible ¿no ves que lo estoy haciendo todo mal? ─La mirada sigue pegada al piso, en parte concentración en parte vergüenza. Chrno contiene un aullido cuando Rosette le pisa con fuerza descomunal, se muerde la parte interna de la mejilla tratando de mitigar el dolor.
No está matando cucarachas, piensa pero se traga sus palabras.
─Lo siento. ─Él la mira, encontrándose con sus mejillas coloradas de rojo. Sus labios curvados en una pequeña y casi imperceptible sonrisa.
Asiente pensándolo un poco. Finalmente se aclara la garganta y le dice. ─Escucha la música y déjate llevar por la armonía de las notas…
Se da cuenta que fue una mala idea decir eso porque justo en es momento aumentó de ritmo y ella intenta ir a un paso que ninguno de los dos puede llevar. Terminan mareados de dar vueltas a la velocidad de la luz, y las respiraciones no les alcanzan. Pero algo positivo se ha conseguido, al menos Rosette no le ha vuelto a…
Au.
─ ¿Chrno? ¿Estás bien? ─La voz suena dudosa y siente las manos temblorosas de Rosette en su cuello.
Entiende que ella tenía miedo de bailar porque presentía que lo iba a pisar mucho, la calidez inunda su pecho al comprender. Ella estaba preocupada por él. Quizá fuera una estupidez pero hacía latir a su corazón con la rapidez del batir de alas de un colibrí.
─Oui. Oui ─responde con convicción.
La mira intensamente, la mirada carmesí forjada con ternura y una sonrisa le nace del corazón. Al instante ve como el semblante se le ilumina junto con la mirada a la que la luz del atardecer confiere un extraño brillo, como el de las aguas cristalinas del mar que absorben los refulgentes rayos del sol.
─Sólo bailemos…