Pequeños detalles
Título: Pequeños detalles
Autor: nes_sly
Rating: PG-13
Pairing: James+Sirius
Genero: Amistad
Hay algo interesante en la manera en que James hace sus deberes. Él siempre deja todos sus pergaminos y libros regados en el suelo y no en la mesa, como cualquier alumno normal y responsable lo haría. Increíblemente, aunque solo haga un esfuerzo mínimo en sus estudios y en clases este siempre distraído, tonteando con Sirius o planeando nuevas bromas contra los Slytherin, siempre obtiene buenas calificaciones.
Antes de empezar a escribir una redacción James se rasca la cabeza y observa su pergamino con inusual seriedad. Su ceño fruncido hasta que escribe las primeras palabras. Al comienzo, su letra es todo lo ordenada que puede llegar a ser, pero línea tras línea, su rebelde mano se niega a mantener un ritmo constante y armónico. Creando excéntricas curvas irregulares, contorsiones alocadas y salvajes. Sus padres, en un leve intento de mantener cierta tradición, le habían enseñado de pequeño a escribir con una caligrafía elegante, pero ya nada de aquella enseñanza quedaba de esas antiguas lecciones. Ya en las últimas líneas, las palabras eran considerablemente más grandes que antes, intentando cubrir los últimos centímetros que los profesores solicitaban.
James Potter mordisquea su pluma cuando no entiende lo que está leyendo, se forma una sonrisa descarada en sus labios al escuchar los regaños que cierta pelirroja realiza cada vez que él junto a sus amigos le juegan alguna broma a las serpientes. Sus labios se aprietan en una fina línea cuando está enojado, su cuerpo entero se tensa y un pequeño tic se manifiesta en su mano izquierda cuando está furioso.
Sus ojos alegres brillan con picardía después de lograr con éxito una de sus bromas. Su mirada se entristece cada vez que ella, esa testaruda chica, lo rechaza, pero él lo oculta hábilmente.
Nadie nota este tipo de detalles, a nadie realmente le importa, él es un bromista imparable, amigo de todas las casas menos Slytherin. Coqueto empedernido. Jugador estrella de Quidditch, amigo del prefecto de Gryffindor Remus Lupin, quien le ayuda a salirse con la suya. Mejor amigo de Sirius Black, el rebelde hijo mayor de una antigua y oscura familia sangre pura.
Bueno, en realidad estos detalles pasan desapercibidos para todos, menos una persona. Desde el primer día en el que se conocieron Sirius Black ha observado con determinación a su amigo, pendiente de cada gesto. Primero esta atención buscaba algún indicio de desagrado hacia el origen del moreno, alguna muestra de desdén y odio hacia Sirius Black, porque el de ojos grises no podía imaginar la existencia de alguien que no sintiera desagrado hacia su persona, después de todo, el joven Gryffindor se odia a sí mismo por la sangre que corre por sus venas.
Al no encontrar muestras de desprecio en el despreocupado chico, las observaciones de Sirius disminuyeron considerablemente. Pero al avanzar los años, un nuevo impulso de observación nació en el interior del moreno. Él necesitaba saber más sobre el otro. Todo esto, por supuesto, con un fin de conocer perfectamente a su mejor amigo, su hermano. El chico que había abierto sus brazos y su hogar a la oveja negra de la familia Black.
No era posible que este deseo de saber cada detalle del otro tuviera otra razón. Era todo puramente fraternal, nada más; o eso era lo que Sirius se repetía una y otra vez en su cabeza antes de dormir.
Autor: nes_sly
Rating: PG-13
Pairing: James+Sirius
Genero: Amistad
Hay algo interesante en la manera en que James hace sus deberes. Él siempre deja todos sus pergaminos y libros regados en el suelo y no en la mesa, como cualquier alumno normal y responsable lo haría. Increíblemente, aunque solo haga un esfuerzo mínimo en sus estudios y en clases este siempre distraído, tonteando con Sirius o planeando nuevas bromas contra los Slytherin, siempre obtiene buenas calificaciones.
Antes de empezar a escribir una redacción James se rasca la cabeza y observa su pergamino con inusual seriedad. Su ceño fruncido hasta que escribe las primeras palabras. Al comienzo, su letra es todo lo ordenada que puede llegar a ser, pero línea tras línea, su rebelde mano se niega a mantener un ritmo constante y armónico. Creando excéntricas curvas irregulares, contorsiones alocadas y salvajes. Sus padres, en un leve intento de mantener cierta tradición, le habían enseñado de pequeño a escribir con una caligrafía elegante, pero ya nada de aquella enseñanza quedaba de esas antiguas lecciones. Ya en las últimas líneas, las palabras eran considerablemente más grandes que antes, intentando cubrir los últimos centímetros que los profesores solicitaban.
James Potter mordisquea su pluma cuando no entiende lo que está leyendo, se forma una sonrisa descarada en sus labios al escuchar los regaños que cierta pelirroja realiza cada vez que él junto a sus amigos le juegan alguna broma a las serpientes. Sus labios se aprietan en una fina línea cuando está enojado, su cuerpo entero se tensa y un pequeño tic se manifiesta en su mano izquierda cuando está furioso.
Sus ojos alegres brillan con picardía después de lograr con éxito una de sus bromas. Su mirada se entristece cada vez que ella, esa testaruda chica, lo rechaza, pero él lo oculta hábilmente.
Nadie nota este tipo de detalles, a nadie realmente le importa, él es un bromista imparable, amigo de todas las casas menos Slytherin. Coqueto empedernido. Jugador estrella de Quidditch, amigo del prefecto de Gryffindor Remus Lupin, quien le ayuda a salirse con la suya. Mejor amigo de Sirius Black, el rebelde hijo mayor de una antigua y oscura familia sangre pura.
Bueno, en realidad estos detalles pasan desapercibidos para todos, menos una persona. Desde el primer día en el que se conocieron Sirius Black ha observado con determinación a su amigo, pendiente de cada gesto. Primero esta atención buscaba algún indicio de desagrado hacia el origen del moreno, alguna muestra de desdén y odio hacia Sirius Black, porque el de ojos grises no podía imaginar la existencia de alguien que no sintiera desagrado hacia su persona, después de todo, el joven Gryffindor se odia a sí mismo por la sangre que corre por sus venas.
Al no encontrar muestras de desprecio en el despreocupado chico, las observaciones de Sirius disminuyeron considerablemente. Pero al avanzar los años, un nuevo impulso de observación nació en el interior del moreno. Él necesitaba saber más sobre el otro. Todo esto, por supuesto, con un fin de conocer perfectamente a su mejor amigo, su hermano. El chico que había abierto sus brazos y su hogar a la oveja negra de la familia Black.
No era posible que este deseo de saber cada detalle del otro tuviera otra razón. Era todo puramente fraternal, nada más; o eso era lo que Sirius se repetía una y otra vez en su cabeza antes de dormir.