Título: Gracias a Pociones
Autor:
nes_slyRating: G
Pairing: James+Sirius
Genero: Amistad
Comentario: Este es el primero de una serie de Drabbles.
Todo empezó en las primeras clases de pociones. Un día el profesor dio instrucciones para que trabajaran en parejas. Como prácticamente ningún alumno conocía a sus compañeros, las parejas se formaron únicamente por distinciones de casas y quién había parecido entretenido durante el festín de bienvenida. Pociones era la primera clase por la cual los de primer año tenían que sobrevivir; algo así como un ritual de iniciación, si logras pasar la primera clase sin explotar tu caldero, entonces sabrás que no eres un completo troll incompetente y mal oliente.
Aunque eso no era algo que preocupara precisamente a un pequeño niño de pelo negro y ojos grises. Él estaba sentado al final del laboratorio de pociones, observando cómo los demás, extremadamente nerviosos, se agrupaban. No es que no le importara salir victorioso de su primera clase, pero es que no deseaba emparejarse con algún niñato idiota y todo pegajoso, con los mocos saliéndose de sus narices y una sonrisa bobalicona plasmada en sus labios. No gracias, él se las podía apañar solito.
-¿Me puedo sentar contigo? -escuchó como alguien, un chico, preguntaba a su lado. Levantó la mirada y se encontró con un Gryffindor de pelo indomable y gafas que ocultaban unos cálidos ojos castaños.
Gruñendo en su interior, se limitó simplemente a asentir bruscamente con la cabeza, sin molestarse en modular una respuesta coherente. Él chico de pelo salvaje se sentó en el puesto desocupado y apoyó sus codos sobre la mesa, sujetando su cabeza con una de sus manos. Su mirada estaba perdida en algún punto detrás del profesor y no hizo ademán de sacar sus materiales para la poción.
Cuando el profesor vio a todos los alumnos acomodados en sus lugares, blandió su varita y en el pizarrón se escribieron las instrucciones para la poción que realizarían ese día. El chico de pelo azabache, cuyo nombre es Sirius Black, escuchó ausente las indicaciones del profesor y sus consejos para realizar la primera poción. A su lado, él de anteojos sacó sus utensilios para preparas los materiales y una vez que los tenía todos fuera, se giró hacia Sirius y dijo (más bien ordenó):
-¿Vas a ir a buscar los ingredientes de la poción?
Sirius miró al otro de forma desafiante, ¿cómo se atrevía ese debilucho a ordenarle que hacer? Ambos chicos se batieron a duelo con la mirada hasta que un gran estruendo se escuchó más adelante. Un chico de Slytherin había logrado, en los primeros minutos de clases, explotar su caldero.
Risas burlescas, de la mayorría de los alumnos de primer año de Slytherin y Gryffindor, se escucharon en el laboratorio de pociones, pero las más fuertes y escandalosas, eran de el par de Gryffindors sentados en la última fila. Una vez que las risotadas perdieron su fuerza y solo pequeñas sacudidas y sonrisas suaves decoraban sus rostros, ambos chicos se miraron con una nueva luz en los ojos.
-Mi nombre es James Potter -dijo como si nada el de gafas, extendiendo su mano hacia el moreno a modo de saludo.
Ojos grises observaron determinadamente la mano ofrecida. En el momento en que James, un tanto resentido, empezó a apartar su ofrecimiento de amistad, su mano fue estrechada.
-Sirus Black