[Fic Wincest AU] Arcadia Lovers. [3/??]

May 06, 2011 22:47


Titulo: Arcadia Lovers.

Autor: Ibrahil.

Rating: NC-17

Fandom: Supernatural

Categoria: AU, Wincest.

Personajes: DeanWinchester, SamWinchester, CastielCollins, MishaCollins, DamonSalvatore, StefanGilbert, EmmetCullen, JasperHale, JohnCampbell, Alaistair, NicoRobin(One Piece), Bash&Gabranth(FFXII), Evian(OC), Adam Abel, Gwen Campbell, Andrew Callagher.

Plot: A semanas del asesinato del Rey de Longardia, las tierras amigas, Dean debe ser nombrado Rey, pero antes, tendrá que viajar al reino de su mas grande enemigo, principal sospechoso de la muerte de su padre;



(Manip hecha por mi, la de Dean soldado-caballero, y Header por mi tambien, me amo a mi misma)


Aqui esta el link de la cancion(para que ciertas personas no la pidan xDDD si es contigo ¬¬, que te digo que dejes de usar el ares):
"I’m like a bird"

Capitulo Dos El Mundo de la Explanada.

I’m like a bird - Nelly Furtado

I'm like a bird, I'll only fly away

(Soy como un ave, solo vuelo lejos)

I don't know where my soul is

(No se donde mi alma esta)

I don't know where my home is

(No se donde mi hogar esta)
Esto es una Viera

Una hora después esta caminando por el "jardín" del palacio, sus parpados pesados, con la sombra de Trafalgar yendo de aquí para ya mientras vuela a su alrededor. El campo parece bastante despejado, un poco triste a decir verdad, las flores que Catie cultiva se ven bastante descuidadas, aunque Dean no les presta mucha atención. Esta más bien distraído, por el viento que producen las alas de Trafalgar.

- Dean. - la voz suave y bonita de Lisa lo hace voltearse, un poco sobresaltado.

- Lisa. - sonríe de forma picara, es inevitable en el cada vez que ve una mujer hermosa.

- Hola. - saluda un poco tímida por la mirada de Dean.

- No te había visto desde hace unos días. - sonríe acercándose a ella, rodeando su pequeña cintura con sus fuertes brazos.

- No es que hubieses estado mucho tiempo por aquí. - sus ojos marrones se vuelven tristes, y Dean esta tan cerca que se pueden contar sus pecas con facilidad. - Luego de la muer...

Los labios de Dean la silencian, el beso se torna apasionado en menos de un minuto, Dean la besa necesitado, de sentir, sentir algo mas que su polla endureciéndose, sentir algo mas que el calor recorrer su cuerpo, quiere sentir su corazón acelerarse de la buena manera, quiere sentir su cerebro nublarse de pasión y no de placer, quiere sentir el amor, quiere que cuando se separe de Lisa tener esa mirada que su padre tenia cada vez que besaba a su madre, quiere todo eso, pero no lo siente, por eso cuando escucha un carraspeo molesto se separa de ella al instante.

- ¿Se les agradecería no hacer eso en mi Jardín? - gruñe la pelinegra, lanzándole una mirada de desprecio a Lisa quien se aprieta contra Dean.

- Oh. - dice el semi rubio sorprendido. - Catie.

- ¿Quién mas? - responde contoneando sus caderas, Dean esconde una sonrisa divertida, sabe que Catie solo quiere poner celosa a Lisa, pero lo que Lisa no sabe es que la pelinegra prefiere los placeres femeninos a los masculinos, o como diría trafalgar "Le gustan mas los coños que las pollas".

Lisa hace un sonido de disgusto que aumenta las ganas de Dean de reírse, pero decide no hacerle caso.

- Podría haber sido mi madre. - se encoge de hombros separándose de la morena.

- ¿Tu madre? Si claro, la reina te hubiera cortado la cabeza si te hubiese visto. - usa ese tono despectivo que tiene a veces para joder a la gente.

- Lo se…después de todo es mi madre.

- Damon te esta buscando. - le da otra mirada de desprecio a Lisa. - Mas te vale ir rápido o le cortara las pelotas al primero que se le atraviese.

Dean suelta una carcajada alta y estruendosa. - Seguro que empezara con Emmet como lo vea.

- Si…lo se. - se encoge de hombros mientras desaparece por entre los pasillos del jardín.

Your faith in me brings me to tears

(Tu fe en mi me hace llorar)

Even after all these years

(Incluso después de todos estos años)

El pelinegro corre de un lado a otro ordenando el desastre del cuarto del futuro rey, de vez en cuando suelta un gruñido de frustración, hay tanta ropa regada que casi parece una habitación de plebeyos inmundos, incluido toda clase de revistas eroticas, que Damon prefiere no saber como el príncipe adquirió, probablemente algún negocio con uno de los soldados que no saben que la reina colgara al imbécil que le de porno a su hijo. Mete todo el reguero de ropa en el gran armario donde Dean guarda sus mas preciadas posesiones, organizando como por vez mil en ese mes el desastre.

La puerta de roble de la habitación se abre un poco brusca dejando entrar a un muy sudado Dean, quien tiene las ropas reales deshechas y respira como un toro, con el olor a sexo impregnando su cuerpo.

- Lo siento Damon, me distraje por el camino. - dice con una sonrisa de esas que hacen a las mujeres perder las bragas y a los hombres la masculinidad, pero Damon lleva viéndola mucho tiempo como para ser totalmente inmune, además que su corazón pertenece a Stephan, su novio, su hermano, aunque eso no lo sepa nadie en el reino.

- ¡Eres un imbécil! - le gruñe, lanzándole uno de los libros de “Volando con los Griphons”, y como siempre nunca atinándole a darle en alguna parte del cuerpo, ya que Dean lo ataja en el aire.

- Vamos no te enfades tontito, tu sabes que soy irresistible. - y ahí esta la sonrisa de nuevo, Damon gruñe y le muestra el dedo, causando que Dean suelte una risita burlona.

- ¿Por qué no comprobamos si la reina piensa lo mismo? - pregunta intentando sonar amenazante, pero el sirviente sabe que esa acusación nunca funciona con Dean viniendo de sus labios.

- No te enfades, D. sabes que solo me gusta pasar el rato, además que sirve para descargar tensiones, como tú y Stephan.

- Cállate, yo no me lo tiro por “liberar tensiones”. - bufa el pelinegro y se dedica a continuar con su tarea de limpiar el cuarto, con ganas de golpear al coronado por todos lados.

- ¿Qué era lo que querías? - pregunta el príncipe lanzándose sobre la cama.

- Recordarte que tenias entrenamiento con Castiel, recuerda que tiene que enseñarte magia blanca…

- La magia blanca es de chicas. - gruñe el semi rubio desde la cama.

- Como digas, igual si no te presentas Cas no dudara en delatarle con su majestad, y allí yo disfrutare viéndote caer. - Dice mientras dobla algunas sabanas para meterlas en los cajones del armario de ropa del príncipe.

- Ese angelucho de mierda.

- Bien, luego de que termines su entrenamiento te tocara entrenar con los nuevos guardias…creo que sus nombres eran: Adam Abel, Gwen Campbell, la sobrina del General Jonh, y...Andrew...Andrew...algo...

- Callagher. - completo Dean bostezando. Acostado en la cama con sabanas limpias, con olor a flores que tanto le encantaba, secretamente claro. - Es Callagher el hijo de Holly, la mujer que lava las sabanas.

- Asi que la recuerdas solo por eso. - se rio Damon casi rodando los ojos, no quiere ni saber si el cabron que reposa en la cama se ha tirado a media pobalcion femenina del castillo, en especial por que el ya lo ha hecho, en sus años mas jovenes, tirando la ropa sucia de Dean en una cesta y preparándose para salir, Damon da un suspiro, girándose hacia Dean con una ceja alzada. - Y deja de juntarte con Lisa...si tu madre se entera te cortara las pelotas y si se enfada mucho te cortara la polla también y se la dará de comer a Trafalgar.

Aunque la voz de Damon es pura risa mientras sale de la habitación, Dean no puede evitar sonrojarse y sentir un estremecimiento mientras se sujeta la polla sobre el pantalón. Es aterrador y sabe que su dragón se comería su polla solo para joderle la vida.

Una hora después, se esta acomodando para el entrenamiento con Castiel, el ángel es un completo fastidio, le jode a mas no poder y a veces le dan ganas de matarlo a golpes, pero es Cas, el protegido de mama y Jefe de la guardia de la reina, así que Dean no puede hacer mas nada mas que quejarse toda las dos horas de entrenamiento, mientras ve pasar a las hermosas Vieras con las grandes cestas de comida y el intenta que Castiel no lo fría con un hechizo o le pegue con el bastón, como últimamente tiene la maña de hacer.

Así que baja corriendo las escaleras, por que valora sus testículos y polla, cuando llega al gran patio, lleno de viejas estatuas y flores que vuelven loco su olfato, ve a una de las Vieras que mas le gusta, Fran, es alta, de piel morena y cabello blanco amarillento, es tan hermosa como fuerte, una Viera, la raza de la que su madre desciende, las guardianas del bosque y de la energía que lo rodea, son las que hacen la ciudad industrial no sea tan pesada, y quienes ayudaron a los primeros Moguris a construir las naves con la energía del bosque.

- Buen día, Dean. - Dean sonríe cuando la voz suave y profunda de la Viera le llega a los oídos, este no puede evitar sentir ese regocijo extraño cada vez que le llaman por su nombre.

- Buen día, Fran. - sonríe el, sentándose a su lado, en la roca alta con forma de banco que hay allí, son exclusivamente para las Vieras, altas como mujeres con tacones incluso mas altas, que por eso sus movimientos son mas gráciles que cualquier ser que Dean allá visto jamás.

Algunas veces le gustaría poder haber heredado esa altura de su madre, pero solo se compensa con el metro ochenta de su padre, que gracias a cualquier dios que lo haya escuchado era lo suficientemente alto como para sobrepasar a la mayoría de la población femenina, a excepción de su madre por supuesto.

- Pensando en la reina. - sonríe Fran, sus cuatro dedos largos con garras filosas y talladas se posa sobre la cabeza de Dean, palmeando allí donde el cabello en punta esta. - Eres todo lo alto que debiste ser Dean...

- Solo me gustaría haber heredado, mas de la sangre de mi madre... - susurra apoyándose contra el toque, que le lleva suavemente a los senos poco cubiertos de la Viera, a Dean no le excita, esta demasiado sumido en el sentimiento que nubla sus sentidos cada vez que esta cerca de una Viera.

- Tienes todos los atributos que deberías tener...tu mas que nadie sabe lo mucho que las Vieras fueron odiadas en este reino hace 28 años atrás...cualquier Viera era asesinada, y tu madre y tu padre tuvieron suerte de que tu, el primer hijo, fueras humano completamente.

Las palabras resuenan en su mente, como si algo estuviera mal por alguna razón. Como si detrás de esas palabras hubiera algo mas que no puede comprender. Quiere saber que es eso.

- Vas a tarde a tu lección...Castiel no será muy blando contigo...es demasiado fiel a su reina...  - la suave voz le despierta de sus pensamientos, de manera tan suave que Dean puede sentir como si le jalaran a la superficie.

- Si...el lo es... - se levanta, un poco tambaleante, alejándose del cuerpo y de la energía de la Viera que le duerme. - Nos vemos... - susurra, alzando su mano para decirle adiós pero sin voltearse a verla, sabe que la Viera le esta mirando, hurgando en su mente cosas que nadie ha visto.

Empuja la puerta del salón de magia blanca, esperando el regaño monótono de Castiel, seguramente le dará una lección por no cumplir las normas, le sentara en una silla y se pondrá a hablar de la responsabilidad y de cómo eso conlleva a la lealtad y blah, blah, blah. Pero cuando entra allí, solo puede ver una figura igual a Castiel, misma silueta pero en vez del traje blanco y dorado tiene un traje negro y dorado.

Sonríe, grande y feliz como un niño con un juguete.

- ¡Mishaaaaaaaaaaaaaa! - grita mientras se abalanza sobre el hombre que hace un sonido ahogado mientras Dean le besa todo el rostro.

- Dean... - su voz suena ahogada por que Dean le aprieta con sus brazos fuertes todo el cuerpo.

- ¡Hombre, como te extrañe! - su voz esta llena de felicidad mientras le abraza y casi ahorca.

- Lo...se...me ahogas... - jadea intentando separarse del príncipe que le suelta, sujetándole por los hombros.

- ¿Cuándo has regresado? - pregunta excitado.

- Pues esta mañana... - se aclara la garganta mientras se acaricia donde Dean le ha apretado mas fuerte.

- Ohhhh Genial...hombre te vez increíble. - sonríe Dean examinando el mago. - Han pasado dos meses desde la última vez que te vi...estas hermoso. - dice con sorna, ganándose un golpe en el estomago de Misha.

- Muy gracioso... - hay una pequeña sonrisa en sus labios, y una mueca bien disimulada de sorpresa, sorpresa de ver a su amado príncipe así de animado a pesar de la gran perdida que ha sufrido.

Perdida que el ha tenido que vivir muy lejos de allí, encerrado en los Monasterios de los Vongolas, entrenando a mocosos, digo, jóvenes aprendices de magos, que no sabían ni sujetar el bastón, pero al menos tenían agallas para pasar dos meses encerrados en ese lugar.

El estar sin Castiel, había sido lo mas difícil sin duda, pero de ahí a no tener los brazos de este para abrazarle y guiarle como siempre, cuando la noticia de la muerte del rey llego a sus oídos.

- Genial...y ¿Vienes por Cas? - sonríe el rubio girándose para buscar al susodicho ángel. Pero no esta por ningún lado.

- Aun no ha llegado, supongo que te salvas de que te castigue, - sonríe el demonio, acomodándose el cabello mientras se dirige a los pequeños cojines que ahí a un lado de la habitación, sentándose en ellos, sus ojos recorriendo la gran habitación blanca llena de espejos, con siluetas doradas adornando de manera etérea las paredes de vidrio, espejos que reflejaban a Dean en todas direcciones, una sala tan conocida para el, desde que era solo un niño y Cas y el jugaban a los reyes magos con varas sin poder espiritual, bajo la atenta mirada de su padre.

- Si supongo... - contesta Dean, su mirada perdida en su propio reflejo. - Desearía ser una viera...

- Muchos desearían eso...pero no hay hombres en las vieras...- se burla Misha, su voz algo ronca, mientras se balancea sobre sus talones, sentando de piernas cruzadas sobre el cojín. - Si hubieses sido mujer no tendríamos heredero.

- Eso es mierda...Mama podría haber tenido otro hijo... - sonrió Dean, girándose a Misha que solo le miro, mortalmente serio. Eso asusto un poco a Dean, Misha nunca le miraba así, y menos cuando el hacia un broma, ese era Castiel, con su monótono semblante.

Misha era mas de reírse y bromear y ayudarlo a salir del castillo a beber y a disfrutar de la vida que Dean tanto quería, a pesar de todo las facilidades que ser príncipe le permitía; Misha es como Damon, son amigos, compañeros del alma que siempre estan el uno para el otro. Misha a diferencia de Castiel, su hermano, siempre esta sonriendo, nunca serio, nunca de esa manera.

Es sobre su padre, es lo que puede deducir Dean. Misha quiere hacer de doctor y ayudarle a curar la herida, a sanarla, pero Dean duda que alguien lo haga, que alguien le cure.

- ¿Qué? - se obliga a preguntar el príncipe.

- Tu madre no podía tener otro hijo. - responde el demonio, su mirada esta fija en el espejo frente a el. - El segundo hijo era prohibido.

- ¿Por qué? - pregunta el príncipe.

- Siento llegar tarde, la reina me había citado. - la voz monótona de Castiel, interrumpe la conversación, Dean no sabe porque, pero el sentimiento de que Castiel los había estado escuchando se hace presente en su pecho, como si el ángel hubiese esperado a que Misha hiciera algo por el.

El príncipe observa una última vez a Misha, quien parece culpable, ocultando la mirada de su hermano mayor, casi con pena, decepción.

- Empecemos. - anuncia Castiel, tomando su bastón de magia del baúl cerca de Misha, mas exactamente colocado impecablemente a su lado. - Hoy nos tocaba la lección de magia curativa, la cual es muy importante, considerando lo malo que eres y lo que puedes empeorar.

- ¡Hey! - La exclamación de Dean resuena en la cerrada habitación, haciendo vibrar los candelabros que cuelgan sobre ellos, hechos de vieja Adamantina. - Jodido sea Adamantia. - maldice Dean por lo bajo, pero no pasa desapercibido para el las miradas enfadadas de los magos. - ¿Qué?

- No puedes maldecir a nuestro señor. - reclama Castiel, poniéndose a la defensiva con su bastón, colocándolo frente a el, y eso hace a Dean sonreír.

- ¿O que? - pregunta con sorna, su mano tomando el mango de su espada, esa que no debería de mostrarle a Cas, o este le arrancara los ojos en un segundo.

Es tanta la aversión por las espadas de Cas, que el rey había pedido que todos los soldados debían ocultar su espada en la presencia del mago, sino querían morir calcinados por la ira de este, o peor, ser torturados por uno de sus discursos sobre la magia, y la adoración a Adamantia, el mago mas grande de todos los tiempos, y si tenias mala suerte, mas aun, te pondría a escuchar la centena de grabaciones de los discursos de Adamantia.

Ese era un Cas muy enfadado, y Dean no quería eso, por que sabia que su madre estaría de acuerdo; no por nada Cas se había enfadado mucho con ella cuando era una nueva apenas en el castillo.

- Cas, deja al chico, sabes que nunca aprenderá. - se ríe Misha, negando con la cabeza suavemente, la pequeña trenza echa de oro, que le cuelga de la argolla en su oreja, se menea de un lado a otro.

- ¡Debe aprender! - dice con voz fuerte, alzando su bastón en lo alto. - ¡Destrucción de la naturaleza, reuniéndose en llamas!,  ¡Fuego!

Debería estarse riendo, revolcándose en el piso junto con Misha, quien lo hace libremente, pero en cambio de hacerlo, solo esta corriendo al otro lado de la habitación, huyendo de las llamas que salen del bastón de Castiel, quien lo apunta hacia el con odio.

Continua...

*pareja: wincest, +fandom: games of thrones, +fandom: supernatural, +fandom: original, +fandom: the vampires diaries, *pareja: salvatorecest, =fics, +fandom: twilight

Previous post Next post
Up