Cristal
*Le saca polvo a la comu antes de empezar*
Título: Cristal
Fandom: Lost
Autora: lynethe
Pairing: Jack/Juliet
Spoilers: Hasta principios de la 3era temporada.
Resumen: Está atrapado, encarcelado, perdido, tras un cristal que nadie puede romper. Y, aún así, es su esperanza.
Escrito para nynyve en el meme de laisla_lost
Cristal.
Por Lyneth
Desde que llegó a la isla, Juliet siente como si viera todo a través de un cristal.
Toda su vida “como si la siguiera por televisión”, solía decirse, intentando expresar el extraño fenómeno que hacía que no sintiera sus acciones como suyas, sino más bien como algo ajeno, extraño, entretenido incluso, algo que simplemente viera desde la comodidad de su sillón, sin estar realmente involucrada. No era del todo así. Juliet, mujer racional, mujer de ciencia, sabía que por muy cinemática que le pareciera su suerte, aún formaba parte de ella. Una parte distante, pensaba cada día más al comprobar el poco control que casi siempre mantenía sobre los acontecimientos en aquel círculo del infierno, pero una parte al fin, si elegía serlo. Le bastaba dar un par de pasos, y entrar en escena.
Por eso el cristal. La barrera que la separaba, pero no mucho. Algo que no se arriesgaba todavía a romper.
Por eso mismo es curioso que en este momento, cuando está observando todo literalmente a través de un cristal, las cosas se le antojen muchísimo más reales que siempre.
Camina de un lado a otro. Se sienta, se para, salta, grita cada tanto, evita quedarse demasiado tiempo en el mismo lugar, tal vez temiendo resignarse si lo hace. Es un tigre enjaulado, aunque, curiosamente, su prisión sea la más humana de todo aquel pueblo.
Gotas de sudor recorren su cuerpo, contornean los símbolos orientales que lo adornan, son una segunda piel en su encierro aún cuando cae rendido por las noches. Cada músculo en su cuerpo está tenso y en sus ojos puede verse lo que cada una de sus fibras comunica. Ira. No desesperación, no confusión, no temor. Sólo ira, pura y sin filtros.
A Juliet, separada de Jack por una ventana y varias decenas de barrotes, le da miedo verlo. Miedo real, físico. Miedo (mezclado con esa curiosidad científica inherente suya, pero miedo al fin) de que encuentre la manera de salir de la jaula y vuelva para morderlos. Miedo de la expresión tan decidida en su rostro, que hace que le tiemblen un poco las rodillas. Miedo suyo.
Cuando Juliet entra finalmente en la habitación y él la mira, con una familiaridad casi resignada, no puede evitarlo. Es muy conciente de las cámaras, pero le da igual.
Cuando se acerca, llevando la bandeja con un único emparedado, y él la toma por el brazo -y ejerce presión, transmite calor, dolor, realidad- y le dice “necesito saber qué demonios pasa”, no puede evitar acercarse a él.
Despacio, inaudible para los micrófonos pero no para él, se lo dice:
- Quiero sacarte de aquí.
Y luego se va. Sabe que Jack no evita reflejar la sorpresa en su rostro -no tiene motivos para hacerlo- y que por eso ella deberá responder varias preguntas, pero sólo quería -necesitaba- que lo supiera.
Qué él, por razones que no entiende muy bien, es su esperanza, el desencadenante de su deseo de libertad.
El hueco en el cristal.
Título: Cristal
Fandom: Lost
Autora: lynethe
Pairing: Jack/Juliet
Spoilers: Hasta principios de la 3era temporada.
Resumen: Está atrapado, encarcelado, perdido, tras un cristal que nadie puede romper. Y, aún así, es su esperanza.
Escrito para nynyve en el meme de laisla_lost
Cristal.
Por Lyneth
Desde que llegó a la isla, Juliet siente como si viera todo a través de un cristal.
Toda su vida “como si la siguiera por televisión”, solía decirse, intentando expresar el extraño fenómeno que hacía que no sintiera sus acciones como suyas, sino más bien como algo ajeno, extraño, entretenido incluso, algo que simplemente viera desde la comodidad de su sillón, sin estar realmente involucrada. No era del todo así. Juliet, mujer racional, mujer de ciencia, sabía que por muy cinemática que le pareciera su suerte, aún formaba parte de ella. Una parte distante, pensaba cada día más al comprobar el poco control que casi siempre mantenía sobre los acontecimientos en aquel círculo del infierno, pero una parte al fin, si elegía serlo. Le bastaba dar un par de pasos, y entrar en escena.
Por eso el cristal. La barrera que la separaba, pero no mucho. Algo que no se arriesgaba todavía a romper.
Por eso mismo es curioso que en este momento, cuando está observando todo literalmente a través de un cristal, las cosas se le antojen muchísimo más reales que siempre.
Camina de un lado a otro. Se sienta, se para, salta, grita cada tanto, evita quedarse demasiado tiempo en el mismo lugar, tal vez temiendo resignarse si lo hace. Es un tigre enjaulado, aunque, curiosamente, su prisión sea la más humana de todo aquel pueblo.
Gotas de sudor recorren su cuerpo, contornean los símbolos orientales que lo adornan, son una segunda piel en su encierro aún cuando cae rendido por las noches. Cada músculo en su cuerpo está tenso y en sus ojos puede verse lo que cada una de sus fibras comunica. Ira. No desesperación, no confusión, no temor. Sólo ira, pura y sin filtros.
A Juliet, separada de Jack por una ventana y varias decenas de barrotes, le da miedo verlo. Miedo real, físico. Miedo (mezclado con esa curiosidad científica inherente suya, pero miedo al fin) de que encuentre la manera de salir de la jaula y vuelva para morderlos. Miedo de la expresión tan decidida en su rostro, que hace que le tiemblen un poco las rodillas. Miedo suyo.
Cuando Juliet entra finalmente en la habitación y él la mira, con una familiaridad casi resignada, no puede evitarlo. Es muy conciente de las cámaras, pero le da igual.
Cuando se acerca, llevando la bandeja con un único emparedado, y él la toma por el brazo -y ejerce presión, transmite calor, dolor, realidad- y le dice “necesito saber qué demonios pasa”, no puede evitar acercarse a él.
Despacio, inaudible para los micrófonos pero no para él, se lo dice:
- Quiero sacarte de aquí.
Y luego se va. Sabe que Jack no evita reflejar la sorpresa en su rostro -no tiene motivos para hacerlo- y que por eso ella deberá responder varias preguntas, pero sólo quería -necesitaba- que lo supiera.
Qué él, por razones que no entiende muy bien, es su esperanza, el desencadenante de su deseo de libertad.
El hueco en el cristal.