3 viñetas Sirius/Lily

Jul 30, 2009 21:15

Él se pasea por el cuartel general de la orden como si fuera su casa y se maneja en aquellos oscuros tiempos de guerra como si fueran una fiesta y él el atento anfitrión. Sube, baja, hace, ordena, charla, les hace a todos ellos chistes más propios de la Sala Común de Hogwarts (o de sus baños de hombres) que del ejército que están intentando ser, día a día, con un esfuerzo que ya es lo suficientemente grande sin sus constantes interrupciones infantiles.

Nadie nunca le para el carro.

Nadie lo hace callarse, nadie lo obliga a dejar sus boberías, nadie le grita “¡Ensériate un poco, Black! ¿No ves que estamos en medio del puto Apocalipsis?”, sino que todos lo dejan ser y hasta le festejan sus estúpidas llamadas de atención. Es algo que Lily no puede entender.

- Es el encanto Black, Lilianne- le responde él, cuando a ella se le ocurre quejarse por esto, acentuando las últimas sílabas de su supuesto nombre completo para hacerlo sonar “francés”-. No puede evitarse, no puede resistirse, no acepta un “no” por respuesta. Además, ¡vamos!, ¿cuándo he retrasado yo alguna actividad de la Orden?

Nunca, la verdad. Pero no era ese el punto.

Lily es práctica, es lógica, es pragmática. Y un día lo del “encanto Black” simplemente la saca de sus casillas.

- ¡Tonterías!-lo corta, incluso antes de que termine con el “Lilianne”.

Sirius la mira, un segundo sorprendido y al siguiente al borde de una carcajada estridente y perruna.

- Es cierto, Lily, puedes preguntarle a tu prometidito, si no me crees. ¿Sabes en las que lo he metido a lo largo de los años? Y me las ha perdonado todas. El encanto Black.

- O la estupidez Potter-le retruca ella, alzando mucho las cejas y poniendo los brazos en jarra-. Pero no te preocupes, estoy trabajando en ello. Puedes olvidarte de volver a verlo en cuanto nos casemos.

- También la población femenina de Hogwarts- sigue, sin prestarle atención-Clases del ’74 al 78’, si no recuerdo mal. Todas ellas pueden dar fe del Encanto Black de primera mano, si entiendes lo que digo.

Sirius le guiña un ojo, condescendiente, y sigue un rato hablando de sus famosas actividades amorosas con un tono totalmente empalagoso. A propósito. Lily pone los ojos en blanco, preguntándose cómo no había visto venir aquello, y sabe que definitivamente no es algo que vaya a dejar pasar. Luego, se percata del as bajo su manga.

- Bueno. No TODA la clase del 76’.

Con esto, sin duda, logra callarlo.

- ¿Cómo dices?

- Eso. Que no toda la clase del 76’ puede dar “fe” de tus “encantos”, Black.

Sirius alza una ceja de incredulidad. Por un segundo. Luego simplemente le sonríe de una forma rara, como si fuera una niña pequeña.

- ¿La clase del 76’? ¿NUESTRA clase, Lilianne? Pst- libera un ruidito, como una pequeña risa reprimida-. Pst, fue con la que empecé, ¿entiendes? Quizás no todas hayan experimentado la máxima potencialidad de este cuerpo, pero…

- Algunas no experimentaron ninguna potencialidad- lo corta Lily, concientemente tranquila.

Sabe enseguida que ahora tiene su atención. No que fuera muy difícil. “Sutil” no es precisamente la mejor palabra para describir a este Black (o a ningún Black, según tenía entendido, y si aquellas historias que había escuchado sobre orgías de año nuevo y vendettas eran ciertas) y el cambio en su actitud -ya no tan relajada, ya no tan presuntuosa- en seguida se hace evidente. Lily está segura de que cuando abra la boca la llamará “Evans”.

- Mira, Evans -¡bingo!-, no sé que mentiras te andará diciendo el cabeza de quaffle con el que te lías, pero eso nunca me ha pasado, ¿comprendes?

- ¿Qué?- pregunta confundida- ¡No!- exclama, luego de que alcanza su mente una posible interpretación de “potencialidad”- No estaba hablando de... eso.

- ¿Entonces?

Decide tomarse su tiempo para una pausa dramática. Se sienta erguida en su silla, enfrentándolo, y tira su cabello hacia atrás para dejar al descubierto su cara.

- Estoy hablando de mí- dice, triunfante-. El “encanto” Black nunca surtió efecto conmigo. En lo más mínimo. ¿Qué tienes que decir a eso?

Hay un segundo de silencio estupefacto. Y luego, en contra de todo lo que esperaba, Sirius sólo comienza a reírse. Exageradamente alto, exageradamente mucho, en forma completamente “Siriucesca”, agarrándose las costillas con una mano y gesticulando en el aire con la otra.

- Aaaay, Lily- dice aún en medio de su carcajada, moviendo la cabeza de lado a lado con aire suficiente- Ay, Lily, Lily, Lily-continúa descostillándose.

- ¿Qué diablos te pasa?- dice ella, visiblemente irritada.

Sirius se ríe unos momentos más y luego -con evidente esfuerzo- va deteniendo su exabrupto y se acerca a ella. Rápido. Queda parado, frente a ella, en una forma que, si no lo conociera mejor, hasta podría resultar amenazante.

- Ay, Lily- repite, casi con malicia-. Aaay, Evans, Evans, Evans. Al parecer la “Estupidez Potter” por fin ha comenzado a pegársete a ti también. Pero no te sientas mal, duraste bastante. Hubiera esperado que te contagiaras mucho antes, por todo el “intercambio de fluidos corporales” que hay entre ustedes.

- ¿Qué quieres…?

- En tercer año-continúa él, sin dejarle hablar-, te negabas a dirigirle la palabra a James porque había puesto un sapo en el baúl de tu amiga Alice, ¿recuerdas?

- Sí…-afirma, confundida-¿Qué tiene…?

- Luego, él se pasó un mes entero ideando un plan para cubrir de papel sanitario todas las habitaciones de mujeres, aún desde el pie de las escaleras. Pasaste gritándole toda la mañana siguiente, olvidándote de tu ley de hielo, y él volvió a la Sala Común aquella tarde hecho el Rey de la Dicha. En cuarto- sigue, mientras da un paso más hacia ella y sin dejarla interrumpir-, fuiste al Baile de Navidad con un tipo de Ravenclaw. Alto, flacucho. Mc-algo. James se pasó el resto del año haciéndole la vida imposible. Gastó una parte importante -más de lo normal- de su fortuna familiar en bombas de olor, coloreo su ropa interior de rosa y la colgó de la torre de Astronomía, les dio Amortentia con su cabello a todas las matonas de Slytherin, ¡casi (casi) se olvidó de molestar a Snivelus por su culpa, joder! No paró un solo día hasta que se enteró de que el sujeto en verdad salía con una de las prefectas de Hufflepuff. Ahí les mandó a los dos una carta con su bendición, y me “prohibió terminantemente” follármela hasta que estuvieran casados. En quinto, perdiste tu “apuesta-lela-para-empollones-sobre-quién-obtiene-la-mejor-nota-en-pociones” con Brocklehurst y tuviste que sobrevolar el campo de Quidditch durante una hora sin parar, bajo la lluvia. A los veinte minutos perdiste tu chaqueta, a los cuarenta casi te caes estúpidamente y corriste toda tu falda hacia un lado, al final de la vuelta bajaste toda empapada y desarreglada y esa noche James no dejó a nadie en la habitación pegar un ojo. Si entiendes lo que digo. En sexto…

- ¡Sirius!- lo para Lily, roja como un tomate de la vergüenza y entendiendo cada vez menos- -¿Qué intentas con esto, distraerme? ¿Qué tiene que ver con lo que estábamos hablando? ¿Qué…?

Pero no puede terminar la frase. Porque de pronto lo tiene cerca, muy cerca, parado frente a ella y con ambos brazos al costado de su cuerpo, con las narices casi tocándose.

- En sexto siguió así, sólo que todavía más evidente. En séptimo fue el puto Premio Anual, Evans. Todo eso para impresionarte. Y el tipo, aunque lelo y completamente cursi, es como mi hermano. Y mi punto es…

Y, si cabe, se acerca aún más a su cuerpo. Hunde su cara en su hombro, haciéndole cosquillas en la mejilla con su cabello largo y desprolijo, y lo siguiente que dice se lo dice al oído. Bajito, lento, tocando su lóbulo con sus labios con cada palabra.

- Mi punto es, Evans, que contigo nunca lo intenté.

Segunda:

Título: Esa pregunta.
Fandom: Harry Potter
Autora: lynethe
Pairing: Sirius/Lily
Palabras: 237



- ¿Nunca te cansas de ser buena, Evans?

Lily, que hasta hace segundos simplemente organizaba unos papales distraída, no puede evitar dar un respingo ante la pregunta. Es sólo que, de una forma u otra, es algo que ha esperado que Black le cuestione toda su vida.

“¿Es que no te cansas nunca de ser la buenaza, Evans?” era algo que había imaginado salir de sus labios en incontables ocasiones desde que estaban en su primer año y ella intentaba disuadirlo de hacer alguna de sus travesuras. Siempre le había parecido de lo más natural que alguien como Sirius, que amaba los problemas y vivía bajo su propia ley, cuestionara su sentido de la moral y su afición por las reglas, y sin embargo nunca lo había hecho, ni aún en sus peores momentos de discusión. Hasta ahora.

Hoy, Sirius Black hace esa pregunta que Lily siempre había creído lo más lógico que hiciera, y sacude un poco su mundo cuando se da cuenta de que no es un reproche o un reto. Es una invitación, cargada de intenciones.

Y sí, ahí se besan, en medio de la cocina y en medio de la guerra y en medio de las convicciones y el descontrol, en un punto donde nada existe salvo ellos dos. Y seguramente se arrepentirán más tarde, y les dará vergüenza, pero ahora es un alivio en medio de la tormenta que son sus vidas.

Y última:
Título: Alivio.
Fandom: Harry Potter
Autora: lynethe
Pairing: Sirius/Lily
Palabras: 112


Era un límite que creía que nunca cruzaría, y sin embargo allí está. Piel contra piel, labio contra labio, ahora, más tarde con la cara enterrada en la maraña de rizos pelirrojos, luego luchando por deshacerse de lo que queda de ropa (lana y corderoy que intentan servirle de última barrera, aunque ya nada pueda detenerlo).

De día son héroes, salvan al mundo y se desviven en la búsqueda de un traidor. Pero algunas noches, en los rincones más recónditos del cuartel general, son ellos los que se revelan y buscan alivio en algo prohibido, en algo malo. En algo real.

Inmoralidad, en medio de tanta decencia, sólo para evitar volverse locos.

¡Y se acabó!

pairing: james/lily, pairing: sirius/lily, fandom: harry potter

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