Círculo- Harry/Ginny- Harry Potter

Sep 18, 2010 03:12

Tabla: Ventura
Fandom: Harry Potter
Claim: Ginevra Weasley/Harry Potter
Personajes: Idem
Tema: #4 Círculo
Extensión: 1126 palabras- que hacen un total de 1784para el dekasem .
Advertencias: Ninguna

Habían pasado dos semanas desde aquel evento entre terrible y milagroso cuando pudieron estar a solas realmente a solas por primera vez.

Ginny cerró la puerta rotundamente, y colocó un par de hechizos dignos de Hermione, pensó Harry. En algún otro momento de su vida, se hubiera retorcido las manos un poco nervioso por como lo miraría la señora Weasley, o por como podría sostenerle la mirada al Señor Weasley, pero eso ya había quedado atrás. O al menos, quedaba absolutamente excluido de aquel momento. En ese momento, solo existían ellos dos.

Ginny se quedó muy quieta, mirándolo fijamente. Harry sabía que estaba esperando, con los cinco sentidos en máxima alerta: ella había tomado el primer paso de conducirlos hasta allí y encerrarlos. El siguiente paso correspondía que lo diera él.

Harry la tomó de la mano y la hizo sentarse en el suelo. Se sentó tan cerca de ella que sus rodillas se rozaban. Y entonces estiró una mano, le acomodó un mechón pelirrojo detrás de la oreja y le acarició apenas el mentón. Ginny tenía los ojos tan vidriosos que Harry pensó que iba a largarse a llorar en cualquier momento. No lo hizo. Harry sonrió: antaño había pensado, en ese mismo lugar, que ese era uno de los aspectos de ella que más le gustaban; en ese momento, un año después, pero cuando cada uno sentía en sus espaldas como si hubiera pasado un siglo, se daba cuenta de que no hubiera sido ella, su Ginny, si hubiera llorado. Y él la amaba así, como unidad, al completo.

- Me hiciste mucha falta.- Le dijo, con la mano aún apoyada en su barbilla.

Ella cerró los ojos y asintió con la cabeza. Hubiera sido el momento de decirle que había sido de esa forma porque él lo había querido, pero decidió destilar ese sentimiento y decir otro que era mucho más apremiante, porque era mucho más importante que el resentimiento.

- Y tú a mí.

El asintió también. Hubiera querido decirle lo orgulloso que estaba de ella, la mezcla de miedo con amor desgarrador y alegría cada vez que tenía alguna noticia sobre su resistencia en el ED. En cambio, dejó que fuera su corazón quien hablara, sin ponerle ninguna clase de trabas o imposiciones.

- Te quiero.

Ella sonrió amplio, aún con los ojos cerrados.

- Lo sé.

Se quedaron un rato en silencio. Ginny llevó su mano derecha a la que Harry todavía apoyaba en su mejilla.

- ¿Y ahora?

Abrió los ojos justo a tiempo para ver a Harry encogerse de hombros.

- No lo sé. Te juro que no lo sé. Es una sensación extraña. Aún quedan cosas por hacer: ya sabes, mortífagos que cazar, instituciones que reconstruir, y eso. Sin hablar de mis estudios.- Se rascó la barbilla con una mano.- Pero nunca había sentido la certeza de una libertad tan absoluta. Supongo que finalmente puedo seguir con mi vida sin tener la espada de Damocles pendiendo sobre mi cabeza, y te juro que es una sensación que no puedo asimilar del todo. Aún no puedo reaccionar.

Ella apoyó su codo en su rodilla y su barbilla en la palma de la mano.

- Si. Supongo que te entiendo.- Se quedó pensativa un rato, en esa posición. Harry la observaba con ojos brillantes.- No sé que decirte, harry. En serio. Las chorradas ya las sabes. Ardo en deseos de que me cuentes todo: mal que mal, tuve mi granito de participación en esta historia, y quisiera finalmente poder entender todo. Pero la verdad es que es algo tuyo, profundamente tuyo, y si no me lo quieres contar, bueno, es tu decisión.

Harry asintió con la cabeza. Luego, se acercó a ella, y por primera vez desde su cumpleaños número diecisiete, la besó. Fue un beso suave, poco más que una caricia con los labios. Ginny sonrió.

- Te quiero.

- Lo sé.- La sonrisa de Ginny se hizo aún más amplia, y Harry la acompañó también.- ¿Quieres que te cuente?

- Cuando quieras.

Harry se tomó la libertad de recostar su cabeza en el regazo de ella, sin preguntárselo. ¡Que maravillosa era la vida a su lado! Cerró los ojos, y dejó que ella le acariciara el rostro suavemente, mientras comenzaba a contarle desde un principio la historia que a él mismo le había costado siete años, varias pérdidas y muchas lágrimas reconstruir del todo.

Cuando hubo terminado de contarla, ambos se quedaron un buen rato en silencio; Ginny, sopesando todo lo que acaba de oír; Harry, simplemente disfrutando de la maravilla de su compañía, observando la curva suave de sus pestañas desde abajo. Cuando Ginny comenzó a contarle su propia historia- mucho más corta, y, objetivamente, quizás mucho menos intrincada e interesante, pero una historia de la que Harry estaba ávido de los detalles-, él sintió que el círculo se había cerrado.

Porque había aceptado la inevitabilidad de su destino hacía muchos años, pero no había sido hasta aquel beso de despedida en su decimoséptimo cumpleaños que había sido plenamente consciente de ello. En aquel momento, en ese mismo cuarto, teniendo que resignar lo que más amaba en el mundo, sin saber si algún día podría volver a ella, Harry se había dejado arrastrar al completo por la vorágine de su destino. Porque su camino y el de Ginny se separaban inexorablemente, y dolía como un clavo ardiendo en medio del pecho, pero no podría evitarlo. Y de haberlo podido, tampoco lo hubiera hecho, porque tarde o temprano un hombre debe hacer lo que un hombre debe hacer, y atrasar el momento de la verdad sólo hubiera significado más sufrimiento para el mundo, y más desarraigo para él mismo cuando llegara el momento de afrontarlo.

Pero la Guerra había terminado, y, pese a todo y las muertes, Harry no podía dejar de alegrarse de estar vivo y sano, y de que Ginny estuviera viva y sana. Y de la maravilla de que pudieran volver a estar juntos. Y del milagro de recostarse en la misma posición que solían adoptar en los jardines de Hogwarts más de un año atrás, y que las mismas cosquillas le acudieran a la yema de los dedos. No podía dejar de alegrarse de que el amor siguiera ahí, intacto, y de que incluso pareciera haber crecido, quizás no tanto en magnitud, pero si en intensidad.

Harry cerró los ojos y se dejó arrullar por la historia de Ginny. El círculo de su destino funesto se había cerrado, y ahí estaba él, de vuelta en los brazos de la mujer que había amado, y que continuaba amando, en el mismo lugar donde su separación se había hecho realmente efectiva. Sonrió. Por primera vez en siete años, Harry Potter pudo descansar verdaderamente en paz.

fandom: harry potter, comunidad: 30vicios, comunidad: dekasem, tabla ventura, hp: harry potter, hp: ginevra weasley/harry potter, hp: ginevra weasley

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