Título: Lily sabía (mega fail!)
Autor:
espe_kuroba Para:
Fandom: Axis Powers Hetalia
Personaje/Pareja: Romano/Liechtenstein
Raiting: K+
Género: ... General (?)
Adevertencia: ¡Hetero! ¡Corran! (?) es que yo sé que les espanta, Crack!
Notas: Hace rato que tenía este drabble... pero me olvidé D8.
Además, no estoy del todo convencida con él. Sólo me gusta la última parte y ya.
Liechtenstein sabía perfectamente que no era buena hablando en público, o en grandes conglomeraciones de personas. Sabía que era tímida y que su voz se convertía en un suave susurro cuando se ponía nerviosa; que se sonrojaba y tartamudeaba con mucha facilidad si la miraban muy fijamente.
Ella estaba al tanto de todo eso; por ello le permitía a su hermano hacerse cargo de la mayoría de las cosas que inmiscuían a su país en todas aquellas Cumbres Mundiales.
Pero eso no quería decir que aquello fuera lo único que Lily sabía.
Se conocía perfectamente, podría decirte todos los defectos y virtudes que tenía (sin dejar de ser modesta por ello). Nombraría cada pequeño detalle de su personalidad sin mentirte ni una vez; porque era sincera, con ella misma y con los demás.
Y, así como era capaz de nombrar miles de cosas sobre su persona, podía hacerlo con todos sus conocidos. Porque era muy buena observadora. Una a la que le encantaba sentarse y mirar hasta el último detalle de la ropa o las acciones de los demás países.
No importaba sobre quién preguntaras, Lily conocía muchos aspectos de la vida de todos.
Por ejemplo, sabía que Estonia era capaz de hacer muchas cosas a la vez; como tomar nota en su computadora de todo lo que se hablaba en la reunión, y al mismo tiempo, charlar con Finlandia (a través de notas de papel, para no interrumpir al que estuviera dando la conferencia) sin perderse de nada. Sabía que Letonia fingía prestar atención a las reuniones, pero en realidad se dedicaba a leer la novela romántica escondida en su regazo.
También sabía que Estados Unidos sólo comía y hablaba con la boca llena, en dichas conferencias, para molestar a Inglaterra. O que Francia buscaba la forma de poder sentarse cerca del inglés en todas las reuniones.
Podría decirte que los dibujos de Polonia eran realmente adorables, y que China siempre le pedía que le graficara algunos pandas. O que Dinamarca tomaba la mano de Noruega por debajo de la mesa y éste no hacía nada para impedirlo o alejarlo.
Liechtenstein disfrutaba mucho observándolos a todos, pero su favorito era, sin dudas, Romano.
Quizás era por la forma en la que se comportaba cuando creía que nadie lo miraba, que distaba mucho de la personalidad que mostraba el resto del tiempo.
Y es que ahora, ella sabía que por muy indiferente que se mostrara, Lovino en realidad se preocupaba mucho por sus hermanos. Sabía que siempre los miraba de reojo cuando personas non gratas se les acercaban demasiado, o que vigilaba minuciosamente dónde ponía sus manos Alemania cuando abrazaba a Veneciano.
Sabía, además, que tenía un ojo puesto todo el tiempo en el francés por si éste se acercaba demasiado a Seborga, o en su defecto, a él (y que estaba siempre listo para huir en caso de que así fuera). Sabía que era un caballero: ayudaba en todas las reuniones a Hungría llevando pilas de papeles, o recogiendo las cosas que la pobre Ucrania tiraba al suelo de puro nervio.
Podía asegurar con toda confianza que era él quien preparaba los almuerzos de sus hermanos. Que los halagos de España si le gustaban, pero que era muy tímido para admitirlo. Y que era Lovino quien lanzaba bolitas de papel a los que se distraían, como Letonia, o dormían, como Grecia, en medio de las reuniones.
Lily sabía muchas cosas de todos, especialmente de Romano.
Pero si había algo que ella desconocía, es que hacía mucho tiempo que no observaba al italiano con inocente curiosidad…
Ahora lo miraba de la misma forma en que lo hacían las protagonistas de las novelas románticas que leía Letonia.