“COMUNICADO DE PRENSA” CGIS 1X03: “JUNTOS POR SEPARADO”
EL EQUIPO DE LA CGIS SE ENFRENTA A TRES DIFERENTES Y MUY IMPORTANTES RETOS. UN GUARDACOSTAS HA SIDO ENCONTRADO MUERTO EN NEW JORSIE, UN ANTIGUO ENEMIGO REAPARECE Y UN MOMENTO MUY ESPERADO POR FIN SUCEDE.
"Juntos por separado" - El mismo día en que la CGIS es informada que el cuerpo de un Guardacostas fue encontrado en extrañas circunstancias, un antiguo enemigo de la CGIS hace una inesperada y peligrosa movida, mientras un acontecimiento especial impide que uno de los integrantes del equipo participe en la investigación, en CGIS inicio el martes O4 de diciembre en UFT.
Actores regulares:
Agente especial de CGIS Abigail Borin...............Diane Neal
Agente especial de CGIS Kyle Omagi...............Eddie Shin
Agente especial de CGIS Louis Rivers...............Bryan Ray “Skeet” Ulrich
Agente especial de CGIS Diana Ríos...............Mónica Raymund
Especialista Forense Gabriel O`Connor...............Chris Pine
Director de CGIS Víctor B. Paulsson...............Paul Ben-Victor
Actores recurrentes:
Indira Omagi-Jindal...............Archie Panjabi
Josef Solohov...............David Anders
Víctor Frunze...........
Actores invitados:
Vera...............Jane Carr
Henry...............
Marshall Green...............
Grace Chang-Yablonsky...............Lucy Liu
“Tito” López...............
Estella Rigby...............
Elmo DiMaggio.............
Escrito por:
esciam Dirigido por:
sara_f_black y
esciam SNEAK PEAK 1
Rivers había terminado su conversación y pasó de lado a los dos agentes para acercarse a Borin y comentar, de buen humor.
-El tal Detective Yablosky en verdad era la detective Chang, ¡Qué pequeño es el mundo!
-¿Chang? -preguntó ella, con interés.
Rivers asintió, llevándose las manos a las bolsas del abrigo. El viento azotaba con fuerza en el lugar [azotea de la CGIS, cerca de un helicóptero], y eso junto al frío de Boston los había hecho palidecer un poco a los dos.
-Patel y yo la conocimos hace ¿ocho años? Y Era solo una pecosa uniformada. Cuatro años después, estuvimos por allá en otro caso, y por casualidad nos la encontramos en las calles. Ya estaba en Robos y, ahora, es la recién casada novata de Homicidios.
-Una carrera rápida. Adivino que es competente y ambiciosa. ¿Crees que nos pondrá problemas con la jurisdicción o la ayuda?
Rivers se encogió un poco de hombros, pero la miró con seriedad.
-Como dije, solo la he visto dos veces y con años de diferencia. La Chang que conocí la primera vez, era algo nerviosa y hablaba mucho y rápido, pero muy competente. La Chang que vi de pasada la segunda vez, y con la que hablé solo por unos minutos, parecía más competente y mucho menos nerviosa. La Chang-Yablonsky que acaba de hablar conmigo por teléfono, parece seguir siendo muy competente y con energía, pero mucho más atareada. Dijo algo así como que tenía un par de casos en las últimas treinta y seis horas y que no le vendría mal la ayuda con el, y cito, «tipo del pañal». -Borin lo miró con un poco más de interés y subió sus cejas, sorprendida. Rivers se sonrió, divertido-. Chang-Yablonsky dijo que nos lo iba a explicar cuando llegáramos.
SNEAK PEAK 2
Paulsson bajó de su auto con rapidez, y fue hacia donde estaba la camioneta blindada estrellada en la pared frontal de una lavandería, con las puertas abiertas y un cuerpo ensangrentado en el asiento del conductor. El otro marshall estaba en la acera, muerto, la sangre haciendo un charco a su alrededor. Una ambulancia empezó el camino al hospital desde allí. Había dos patrullas, y cuatro policías uniformados haciéndose cargo de los curiosos, el poco tráfico, los medios de comunicación y de acordonar la escena. También había una camioneta negra, y dos tipos en traje oscuro, uno hablando por teléfono, el otro viendo la escena. Esos debían ser parte de los marshall que estaban a cargo de la situación.
Paulsson caminó con decisión hacia ellos, pero uno de los patrulleros lo siguió y se puso frente a él.
-Lo siento, no...
-Agente federal -dijo, sin mirarlo siquiera, más bien apurando el paso. Le enseñaba su placa, aunque solo fue un segundo y la quitó antes de que pudiera procesar que era de una agencia que, lo más seguro, no conocía-. Nosotros lo habíamos puesto tras las rejas.
El policía entendió el mensaje y se alejó de él. Paulsson llegó hasta el hombre que miraba el auto estrellado y, luego, las marcas de llantas tratando de frenar al seguir su camino con la mirada. El marshall dio un bufido y negó.
-Le dijimos que lo manejaríamos -dijo, con ese tono oficial que cualquier autoridad pone para con las personas que nada tienen que ver en el altercado, y estorbaban el paso.
-Y yo le dije que, dado que nosotros lo arrestamos, nosotros ayudaríamos. De hecho...
Pero el tipo lo interrumpió:
-Mi jefe no ha hablado para decir... -justo en ese momento, el teléfono celular del marshall sonó. El hombre miró hacia el recién llegado como si no se creyera la posibilidad que acababa de imaginarse, y Paulsson le dio una rápida sonrisa socarrona. Contestó-: Green. -oyó lo que le dijeron, y miró hacia Paulsson como si se sintiera embaucado-. Deja a la policía mirar. Si es el auto, sigue la mejor ruta hacia una manera de salir de la ciudad. -colgó-. Entonces, no era el jefe diciéndome que debo cooperar contigo. Terminamos aquí.
-Somos la Guardia Costera. Búsqueda y rescate es lo nuestro, somos de ayuda con solo interesarnos -dijo Paulsson, muy confiado.
El hombre rió.
-Nosotros somos los marshall, atrapar fugitivos es lo nuestro.
-Como lo es transportarlos sin que se escapen.
El agente le frunció los ojos y se dio la vuelta, para ir a hablar con su compañero. Paulsson lo siguió y oyó con cierta paciencia.
-Déjanos hacer nuestro trabajo, lo menos que necesitamos es a alguien emocionalmente involucrado obstruyendo nuestra investigación.
-Lo que más necesitan es personas motivadas en su esquina -insistió, con más determinación.
El hombre se volvió a él, se acercó y quiso imponerse a Paulsson por su tamaño y presencia física. Le habló con más fuerza e impaciencia:
-No. Lo que necesito es que no te metas en -su teléfono empezó a sonar nuevamente, pero él siguió hablando sin importarle eso- mi investigación, y nos dejes hacer nuestro trabajo.
PREVIAMENTE, en CGIS...
Borin y Rivers caminaban con cierta energía, uno a la par del otro, hablando entre sí con ironía en su tono políticamente correcto.
-Espero que el que trabaje en el caso sea el agente especial Rivers, y no el abogado que llevas dentro.
-Y yo espero que no hagas algo que ponga en peligro el juicio… He visto algunos de tus casos, y creo que debes dejar de depender tanto de las confesiones.
-o-
Ríos vio a Rivers con una expresión indignada. Él la miró y le hizo un ademán con la cabeza indicando a Borin y, luego una con la mano, pidiéndole tranquilidad. Finalmente, se fue tras la pelirroja.
Ríos se sentó en la silla que Borin dejara, golpeando rítmica y suavemente con el puño el escritorio.
-o-
Borin y Rivers estaban sentados en el sillón para tres de la oficina de Paulsson, mientras él, muy cómodamente, se había apoltronado en el individual.
-He decidido que ustedes sean el equipo de élite para los casos de asesinato -dio la noticia Paulsson, rápidamente.
Borin y Rivers se pusieron de acuerdo en mirar con algo parecido al horror al jefe.
-o-
En off -Confesó el asesinato de Connelly. Viktor Frunze, ruso. Cuarenta y seis y con siete años en el país. Encarcelado por agresión agravada dos veces, y sospechoso de asesinato en tres… Asociado con la mafia rusa.
Imágenes. a) El tipo empezó a bajar lentamente la mano y el cuerpo, para tratar de propinarle un codazo muy rápido a Omagi que estaba atrás de él, pero este simplemente lo evadió moviendo el torso hacia atrás y, luego, le pateó rápidamente la pierna derecha. El tipo cayó de lado gritando. Algo había hecho «crack» desde su pantorrilla.
b) El hombre estaba esposado y unido a la mesa fija con otra cadena en la sala de interrogatorio. Miraba el lugar lentamente, moviendo sólo los pequeños y oscuros ojos para ese fin. Parecía tranquilo. Tal vez hasta insultantemente tranquilo. (…) Todo él, por más que estuviera mansamente sentado y con un yeso en la pierna, parecía dar la sensación de peligrosidad. De una peligrosidad experta, calculada…
-o-
Omagi, con una sonrisa, acercó el teléfono celular a Rivers.
-… Y este es el último sonograma, ¡En tercera dimensión! -El orgulloso padre tocó una tecla y entonces, oyeron el sonido de los dos corazones de los bebes no natos de Omagi. Éste, con una gran sonrisa orgullosa dijo-: El de la derecha, el más delgado, es Rajesh, y este… el que acaba de tocarse los ojitos, es Kim.
-o-
El joven rubio en el patio de la casa de Ríos habla:
-Hace unos dos meses Alexei, mi hermano menor, fue asesinado -le dijo, en un susurro apenas controlado, al parecer estaba airado y ansioso-. Y según mi tía Anna, fue asesinado por alguien de la CGIS de Boston… Dime que no lo hiciste tú, Sofía. ¿O debería decir, Diana?
(Mills [hombre mayor, negro, vestido de bedel] miraba al tipo como ido y aún con la pistola que usó para dispararle a su captor, fuertemente agarrada en sus manos.
Ríos había ido a por Solohov, llevó sus manos hacia el pecho del asesino para intentar parar la hemorragia. El impacto había dado un poco arriba del corazón y sangraba profusamente. Él dejó de mirar a la nada y se concentró en ella, extrañado y casi sin aire, dijo:
-¿So… Sofía?
Ella simplemente le asintió.)
-Hago ejercicio en el Gimnasio Ruby`s hoy a las ocho. Te lo explicaré ahí. -le dijo Ríos al misterioso joven rubio.