Challenge: Plot _verse. Respetuosamente Amor [4/4] parte segunda

Oct 26, 2012 11:03







Capitulo cuatro segunda parte.

Steve siente frío en la cama, lo que le contenía hace un segundo ya no esta y estira la mano sobre el colchón buscándola, solo que el borde de la cama llega antes de encontrarla, sube los hombros y refriega su rostro contra la almohada gris plata, mira la tela y la almohada y con los ojos achicados mira a su alrededor, solo que ese no es el cuarto que ha estado ocupando ya hace más de dos semanas. El corazón se detiene allí mismo mientras la cabeza aún procesa donde demonios está.

Ve la puerta del baño cerrada y los estandartes con proverbios japoneses en la pared le dicen clarito que es la habitación de Eliot, se lleva la mano a la cabeza sintiendo como patada de burro la resaca y se levanta preocupado, anoche entre las copas y una de las charlas que ahora suele tener con Eliot, sentado en la cama sosteniéndose la boca con angustia, solo espera no haber arruinado las cosas con su amigo, porque le consideraba así a pesar de lo atraído que se siente por él.

Y Eliot ha sido su sostén las ultimas semanas y cree haber hecho más de su vida este ultimo tiempo que en tantos años de devoción por Jeff, su recuerdo cae más y más en penumbras y se difumina tan rápido con cada gesto amable de ese hombre, le ha deseado en los momentos en lo que lo único que quería era salir corriendo y buscar a su ex, porque ha tenido recaídas y es allí cuando Eliot se ha esforzado en contenerlo.

Se levanta, se para y se mantiene allí un segundo esperando no haber arruinando las cosas con el castaño, solo que no recuerda nada de la noche anterior, solo hasta el quinto chupito de tequila luego de cerrar al pub, da unos pasos a la puerta cerrada del baño y pega su frente a la superficie, intenta escuchar pero la piel erizada de pavor por haber asustado o avasallado con su presencia a Eliot le da miedo.

Un golpe, dos golpes, secos y tenues y Eliot mira la puerta a través del espejo.

- ¿Eliot? ¿Estas bien?- pregunta y el miedo le corre por la piel como un erizo de mar.

- Si, si claro ya salgo...- Eliot tira de su larga cabellera hacia atrás sosteniéndola con fuerza.

- Eliot...- susurro.- Oye... no sé lo que paso pero... uhmm o sea perdóname... no se porque no fui a mi cama...- apenas lo murmura con su mejilla pegada a la puerta, no cree que detrás de la placa gruesa de madera el castaño le escuche pero Eliot no es un tipo normal.

- Steve...- Eliot en un paso largo abrió la puerta de repente y los ojos celestes le hacen tragar sus palabras, cristalinos y llenos de luz.

Solo se quedan mirando por un momento, un segundo que se detuvo en el tiempo, el corazón de Eliot vuelve a hacerse sentir en su pecho y no puede recordar lo que quería refutarle un segundo atrás, por eso vira la mirada y endurece cada músculo de su cuerpo intentando mantener esa sensación a raya por más que cada momento que pasa con Steve es más y más difícil hacerlo, se mueve hacia la puerta de la habitación sin decir palabra, esta corriendo, huyendo es una palabra más exacta, más porque su corazón le dice algo y él no se lo permite, no se lo permitió antes y no cree que se lo permitirá ahora.

- ¿Eliot?- Steve le sigue y su impetuoso temor crece.

- Haré el desayuno....- contesta olvidándose de todo, ocultándose debajo de su dura piel cualquier instinto clamando por Steve.

- ¡Espera!- el rubio lo detiene en medio del pasillo al tomarlo del codo y mirarle a la cara.- Yo no... no recuerdo lo que paso pero perdóname ok yo... ok si me gustas pero no quiero perderte como mi amigo, hace demasiado que no tengo un amigo de verdad o alguien que me aliente como tu lo haces a diario, solo no recuerdo nada de anoche... por favor, no estés molesto conmigo, se me parte la cabeza... dios tomamos mucho anoche... solo...- y Steve se encoge en si mismo sin saber que hacer ya, porque Eliot no le responde, pero al mirar sus pie descalzo y con un solo zapato sobre las losas nota que los puños de Eliot se cierran y un escalofrió le recorre escondiendo su rostro entre el pelo ondulado y claro.

- No estoy enojado...- suelta como un suspiro suave y en tono bajo, la mirada celeste se levanta repentinamente y mira los azules espejos de Eliot sin entender.

- Tu no... oh... perdona, estoy paranoico...- sonrió nervioso, miro hacia atrás y a la puerta de la habitación de Eliot.

- Solo tengo miedo...- dijo sin darse cuenta exteriorizando cosas que él no quiere decir pero su boca actuó antes de que pudiera impedírselo.

- ¿Como? ¿Miedo? ¿Tu?- Steve estaba asombrado, las sombras de la mañana llenaban ese pasillo, envueltos en la fría temperatura de un nuevo día.

- Si y no, es muy extraño lo sé... mejor desayunemos...- Eliot vuelve a escaparse y la incredulidad del rubio lo sobrepasa.

- No, espera miedo a que, ¿De mi? Eliot espera...- le sigue pero recién nota como la espalda del castaño esta tiesa, completamente rígida a tal punto que ni su respiración se ve en ella.

- Déjalo Steve, que prefieres ¿Huevos o hotcakes?- y el castaño saca una sartén plana del horno.

- Eliot háblame- el rubio le quita la sartén de las manos y lo obliga a mirarle de frente.

- No es la gran cosa, es mejor dejar todo como esta...- replica tratando de tomar la sartén que Steve ha colocado tras su espalda.

- No importa aún si no crees que es importante, pero no concibo en mi cabeza que tengas miedo a algo Eliot...- le susurro sosteniendo las muñecas de Eliot suavemente para mantenerlo allí.

- No puedo decirlo, como no puedo decirte nada en realidad...- Eliot le mira y Steve retrocede soltándole y dejando la sartén el la mesada, pero el pelilargo le mantiene la mirada azul y turbia aún fija en sus ojos desconcertándolo más.

- De que hablas, hemos hablado hasta el cansancio Eliot...- murmura... esta perdido, no solo en sus pensamientos sino en cada palabra que cruzo con el hombre frente a él, se sienta lentamente en el taburete esperando que la mirada dura y fija que le observa mengue.

- Yo... no soy, lo que crees...- la profundidad en esos ojos empieza a ser abismal y cae al piso como un peso abrumante, su expresión denota que esta luchando contra algo más grande de lo que él podría imaginar...

- Ok recapitulemos, entonces...- Eliot levanta la mirada a la cristalina y espera, no creyendo que él le encuentre un equilibrio a su disputa moral, mezclada con realidad verdad y mentiras.

- Steve...- intenta negar...interrumpido por la voz del cantante.

- No, no... déjame entender esto... te gusta el hockey, verdad.- Eliot asiente con el rostro relajado - Sabes como tocar una guitarra y no te da miedo el público...- el castaño se sienta en el taburete intentando cortar distancia con el rubio porque por alguna extraña razón esa distancia duele, solo que Steve se mantiene distante al levantarse como respuesta y empieza a trastear en la cocina haciendo el desayuno.

- A lo que me refiero- intento detenerlo.

- Tu trabajas con un grupo de gente, ayudando a otras personas que no se pueden defender a si mismos... y son un grupo no gubernamental...- la voz se le va al notar que esos son los únicos detalles sólidos que tiene en su memoria, todas sus conversaciones eran duelos sobre conocimientos de cada uno, opiniones al respecto de miles de otras cosas, pero nada más.

- Steve por favor...- un dolor que no reconoce se instala sobre su pecho, y solo quiere que se termine, ya no puede soportar un segundo más.

- No Eliot en que podrías haberme mentido o no haberme dicho la verdad ¿eh? ¿En querer ayudarme? en... en estar dispuesto a ser ¿mi amigo? ¿En que tienes algo con Parker? Porque eso no me molestara lo sabes... pero si tienes un problema con que yo sea...- y el aire colapsa en la garganta de Steve contrayendo sus hombros, punzando en su espalda con ese tonto temor de adolescente que no creyó volver a sentir a estas alturas de su vida.

- ¡Steve no! Ok no es eso...- Eliot se movió tan rápido que sorprendo a Steve cuando le dio la vuelta y a milímetros de su rostro le refuto su miedo, pero aún así no disminuye su propio dolor y haga crecer este deceso de que alguien sepa en realidad quien es él, sin notar que aún le sostiene de los bíceps, soltando de a poco, rozando la piel más clara empujándolo sin hacer ninguna fuerza más hacia él, el corazón no se desboca solo golpea con ganas su tórax intentando ser escuchado.

- ¿Y que es? ¿Qué es lo que te pone a la defensiva, qué te impide decirme? ¿Quién eres tú?- murmura prácticamente en brazos de Eliot, levanta sus manos a cada costado del castaño sin apartarle la mirada a punto de envolverle también pero las palabras de Eliot le congela a mitad de camino.

- Soy un golpeador...- y no solo se detiene, el mundo entero deja de gritar cuando esas palabras entran por sus oídos y un flash de miles de golpes recibidos lo hace retroceder.

- ¿Qué?- suma otro paso más al anterior poniendo distancia entre Eliot y él.

- Soy un golpeador, un recuperador o hitter como quieras llamarlo, a eso me dedico, incluso en este grupo... yo ayudo a la gente si pero... golpeando a otros la mayor parte del tiempo, yo soy la línea de defensa para el mismo grupo yo... yo no quiero arruinar... - su mente se tambalea y empieza una verborrea intensa al ver que no puede parar...- Parker tenia curiosidad por tus moretones, tengo que admitir que me dio mucha impotencia al verlos, cuando te vi la primera vez, estaba fascinado con tu persona por lo que deje que Parker y Hardison me dijeran más de ti de lo que quería saber y termine en esto, solo... Steve... Steve espera...- Eliot nota como la palidez normal de su compañero de piso se tornaba grisácea mientras procesa cada palabra.

- Ok, estoy mareado....- Steve sale de la cocina rápidamente con pasos torpes y se sienta en un sillón agarrándose la cabeza y Eliot le sigue...

- Steve... tranquilízate... toma esto- el rubio saca sus manos de sus ojos y mira lo que le tiende Eliot, una toalla pequeña y de color rojo que gotea agua, la toma y se la pone en el rostro- Lo siento...- le murmura, mientras en cuclillas frente a él espera que se aparte de él, que corra con fiero temor de lo que es.

- Alguna vez...- tiene que preguntar, le late la cabeza de la impresión le ha causado la información.

- Que...-

- Alguna vez.. has... golpeado a alguien, fuera del trabajo, lo que quiero decir... siendo que no tenias porque ¿Solo porque si?-

- Mi vida nunca fue fácil Steve, pero desarrolle estas habilidad y de repente estaba reclutado para cierta clase de personas, aprendiendo cosas, supervivencia, interrogatorios, espionaje, pero sobre todo artes marciales y tácticas especiales de ataque... luego deje todo y me hice independiente, casi un mercenario, renuncie a las armas y me dedique a lo físico, recuperando cosas para clientes que pagaban bien... no, no fuera de mi trabajo - Dios ni el mismo podía creer que estuviera revelando todo eso de su vida, todo su cuerpo se movía nervioso por la sala, frente a la mirada celeste que no podía creer lo que decía...

- Eliot...- Steve retiro la toalla roja de su rostro y lo miro.- ¿Sabes que lo que me dices es de locos? Es como una novela, como una película de ciencia ficción en realidad...- Eliot hizo una mueca aprobando esa comparación porque en realidad si se parecían.

- Lo sé... pero es mi vida, he perdido mucho por ella y lo único 'bueno' que tengo son ese grupo de locos, lo único útil y decente que se que puedo hacer al menos algo por alguien más, algo bueno... la mayor parte del tiempo...- Eliot que estaba de espaldas a Steve mirando por la ventana y ni él ni Steve notaron que Parker les merodeaba.

- Bueno, bueno no es para tanto, todo el mundo comete errores..- y ambos hombres saltan de sus lugares quedando parados mirando a la pequeña rubia mirarles con cara de loca.

-¡Parker! ¡¡Cómo demonios entraste!!- vocifero Eliot.

- Eso no importa... solo importa que Steve sepa callarse la boca y no decir nada sobre nosotros porque tu tuviste la genial idea de decirle todo sobre ti...- la rubia se levanta y camina amenazante hacia Steve.

- ¿Qué… es un secreto?- y Steve mira al castaño que con un movimiento asiente ese hecho.

- Si nos disculpas tenemos que hablar unas cosas Steve y yo. Asi que ya te vas...- el hitter toma con fuerza del brazo a Parker levantándola del sillón pero sin lastimarla en realidad y la empuja puertas afuera del departamento.

- Ya sabes Steve, ni una palabra o... - pero un portazo corta el hilo de esa amenaza antes de que Eliot se vea forzado a cerrarle la boca de una vez.

- Mira, poca gente sabe siquiera que sigo vivo y los que lo saben me buscan por diferentes razones... Steve yo...-

- Tengo que salir...- dijo casi tartamudeando incrédulo de todo esto.

- ¿¿Qué?? ¡A dónde ?- Eliot se paro en su camino, no intencionalmente solo un reflejo pero no creyó que Steve se marcharía antes de decirle con detalle todo.

- Solo, salir déjame pasar Eliot- y Eliot no había notado que su cuerpo había bloqueado la entrada mientras más cerca Steve estaba, viro la mirada y dejo pasar al rubio que tomo su chaqueta del perchero cerrando la puerta detrás de él.

De repente y como si un abismo se abriese frente a él esperando a que se lance al vacío como un cobarde, Eliot no supo que le dolió más, si decir la verdad sobre él y saber si podría manejar lo que hace e hizo o la bofetada que le dio en el rostro en el momento que Steve se marchara a causa de ello; sin saber si volvería, sin saber que hacer con ese espacio vacío que no tenia sentido en el departamento no sin el rubio en él.

Camino no sabe cuantas horas procesando cada detalle de lo que Eliot dijo, era desmenuzar palabra por palabra y aunque no fueran muchas, aunque no le explicara exactamente como termino así, como es que llego con él. Ese todo, lo hacia dar más pasos apremiantes uno detrás de otro, con las manos en sus bolsillos intentando desvanecerse; decían mucho de él y de lo que había visto en este tiempo conviviendo, como reaccionar ante esto no lo sabia, pero tampoco sabia como reaccionar ante el hecho de que él tenia el poder de decisión allí, él decidía si marcharse o no y que no tendría oposición a ello y que Eliot le respetaría algo así lo llevaba más cerca de su pasado de lo que el quisiera volver..., debe de admitir que ahora se siente más fuerte de lo que jamás se había sentido pero en su cabeza aún esta tratando de entender que Eliot se gana la vida así y no quería imaginar que tanto significa eso.

El recuerda bien el primer golpe que le dio Jeff de repente, de la nada y allí mismo el segundo, como toda la culpa de ello recayó sobre sus propias heridas, como creyó que así era y lo equivocado que estaba, deteniéndose en una esquina al azar sacude su cabeza intentando olvidar, de todos modos es historia antigua, Jeff esta muy lejos y no cree volver a verle, de hecho recuerda cada golpe y el porque de cada uno y que había molestado a su ex...

Solo que no pensó en ningún momento al pasar por una zona descarga y descarga de un supermercado levantar la mirada y ver a quien ocupaba sus pensamientos ahora, el hombre del cual se enamoro por primera vez a sus diecinueve años, deslumbrante como lo recordaba en aquellos días, su cuerpo tembló al reconocerle, tenia la barba corta, casi al ras, estaba sonriendo mientras le hablaban otros compañeros, estaba trabajando. Jeffrey frente a su ojos a menos de diez metros de distancia, se veía tan distinto, las ojeras negras debajo de su ojos no estaban, las marcas que el alcohol dejaba sobre su piel no existían, incluso ese delantal azul Francia remarcaba más aún su sonrisa, sus hoyuelos.... era impresionante y el corazón se le estrujo.

Quiso dar un paso hacia él, preguntarle que fue lo que paso, porque lo abandono así después de tantos años pero una mano lo detuvo, miro sobre su hombro y el hombre de piel oscura le sonrió ampliamente.

- Francamente... es nuestro mejor trabajo, todas la piezas en su lugar y con una recuperación de alcoholismo remarcable... no absoluta pero si minimizada a una copa por noche al menos...- se para a su lado con los brazos cruzados y aún sonriendo.

- ¿Disculpa?… un segundo ¿No eres tú el tío que le compro a Jeff mi departamento?- Steve le reconoce pero el hombre no se inmuta.

- Si con respecto a eso... bueno te debo una disculpa, solo que con el apuro que teníamos Parker y yo para hacer este trabajo optamos por... sintetizar, si sintetizar- comento orgulloso de su trabajo, había creado tantas dificultades para Jeffrey que el mismo logro levantarse de su propia decadencia.

- ¿De que esta hablando? ¿Conoces a Parker?- y las piezas caen, no necesita desmenuzarlas ya, el rompecabezas que giraba sin sentido ahora tiene las piezas faltantes y logra detenerse para poder comprender la imagen.

- Y a Eliot, él es mi compañero... creo que él te dijo algo respecto ¿No es así?...- vuelve a mostrarle esos dientes blanco con satisfacción y mira a Jeff trabajando como si estuviera orgulloso de ello.

- Un minuto esto... Eliot, Jeff, yo... ¿Fuimos un trabajo?- la cara de Steve empalidecía con cada palabra.

- Si bueno, la verdad él lo arruino al sincerarse contigo, teníamos planeado un reencuentro con Jeff en unos días, antes de que Nate y Sophie volvieran de viaje por Europa y bueno hermano, la verdad queríamos demostrarte que él esta mejor sin ti y que tú estas mejor sin él pero no... Eliot tenia que abrir su bocaza y enamorarse de ti y bueno, yo... hice lo que pude… nos vemos adiós, ¡Ooh! y no contactes con Jeff ¿De acuerdo?- Hardison se da media vuelta en plena calle sonríe malicioso y cruza la vereda alejándose del rubio que esta más perplejo que antes.

En Boston la brisa es ligera y muy fría cuando la noche arrasa con el lugar, llenando cada espacio con penumbras, las luces de cada calle luchan briosas para dar claridad a sus habitantes y pocas no lo logran pereciendo de vez en cuando, no es raro caminar a esas horas solo o sin rumbo, tomando decisiones que si cumplirá al volver a casa pero su único impulso a hacerlo, es repetir esas tres palabras importantes, las palabras del hombre de tez oscura, 'fue un trabajo' continuado de 'enamorarse de ti', en realidad paso horas en la calle solo porque no podía concebir que alguien se enamore de él.

Creyó que así era hace tanto tiempo atrás pero no, y creyó que si esperaba, si amaba hasta el cansancio a esta persona, ese amor volvería a él de un modo u otro pero nunca fue así. Por eso al abrir la puerta del departamento, al volver a la casa que han compartido con ese hombre las últimas dos semanas y media, estaba oscuro dentro, el clic de la puerta cerrándose detrás de él hizo eco en ese departamento.

Trago mirando las penumbras del departamento y llamo a Eliot, espero unos instantes indeciso de adentrarse más en el departamento pero no obtuvo respuesta, miro la cocina, el gimnasio, los cuartos y el baño pero Eliot no estaba, a su paso prendió cada luz para no perder detalle, pero no estaba en ningún rincón, pensó llamarle, pensó decirle que tenia que hablarle pero supuso que necesitaba tiempo, el necesitaba tiempo.

Respiro hondo y la casa olía como el castaño, esa loción para después de afeitar era su escándalo hormonal personal desde el segundo día que estuvo allí, abrió la heladera, no había comido nada desde el día anterior y preparo comida para dos esperando que Eliot volviera en cualquier momento pero se hicieron las doce, la una, las dos de la madrugada y no volvía.

Guardo su plato en la heladera junto a las cervezas para que lo viera y se dirigió a la cama, pero en medio del pasillo, la idea de irse a su propia cama quedo descartada al escuchar el latido certero de su corazón, camino a su derecha y se metió en la habitación de Eliot.

La cama no estaba perfectamente tendida como siempre y de hecho aún tenia las huellas de ellos dos sobre el cobertor, se saco los zapatos sin siquiera desatárselos y se lanzo a la cama, abrazo su almohada intentando recordar como se sentían los brazos tibios a su alrededor, en realidad la que sabe a la perfección que es de Eliot prefiere sobre las otras tres y se acurrucó en ella durante unos minutos hasta que consiguió estar lo más cómodo posible y dormir.

Antes de que pudiera siquiera pensar en lo que había hecho, en que se había abierto a alguien estaba en el pub, recibiendo un palabrerío de Nate que había regresado antes de París con Sophie, le decía que el elige los trabajos que ellos no pueden meterse en la vida de la gente porque si, y por más buenas razones que los tres compañeros le dieron fue Eliot el que lo mando a la mierda en un arrebato en el que casi le da un golpe, pero se contuvo y salio de allí muchas horas después.

Se había dedicado a buscar a Steve por la zona, preguntando en el centro comunitario por el sin resultado alguno, con la idea en la cabeza de que después de decirle la verdad no le vería más, su cuerpo se contraía sobre si mismo mitigando el dolor en su pecho, gruño todo el camino a su departamento entrada la media noche, ignorando las llamadas de todo el equipo, para este entonces ya todos debían saber el porque se había delatado y él aún sin aceptarlo completamente.

Deambulo por su departamento apagando luces, que él recordara no había dejado todo encendido pero no le dio importancia, se preguntaba donde estaba el rubio y donde podría haber ido, eran las tres de la mañana cuando abrió la heladera y junto a sus cervezas había un plato de comida, balanceado según Steve, zanahorias pequeñas, un trozo de carne que aún se veía rico a pesar de estar frío y puré de papas y garbanzos.

Saco la cabeza de la heladera y bramo el nombre del rubio sin obtener respuesta, cerro la portezuela del electrodoméstico y esta vez miro dentro de cada habitación, la suya era la única que no tenia las luces encendidas y a la cual no había ido, su corazón prácticamente le palpitaba en la garganta mientras se acercaba más y más a su habitación.

Fue verlo hecho un ovillo apretando su almohada y que el alivio entrara en su cuerpo, camino lentamente hacia su cama mirando cada aspecto del hombre que se coló en su vida, casi a fuerza casi sin remedio, una rodilla en la superficie hundió el colchón, Eliot recorrió toda la silueta preguntándose que lo había llevado a esto, a quitarle los zapatos y tirarlos a los pies de la cama, a acercarse más sigiloso que un ladrón, que con solo verle o tenerle cerca no le importe nada mas.

Extendió su mano y quito del rostro dormido mechones de cabello dorado, la fuerza con la que sujetaba su almohada le robo una sonrisa, su codo en el colchón estirado a su lado, escuchando claro y sin distorsionar cada latido en su pecho, calmo intenso y reconfortante, quería que le estrechase así a él, recordó el pánico de la mañana anterior y lo estúpido que fue, como no soporto no decir nada en concreto de si mismo.

Sus deseos de despertarle lo apresuraban pero solo paso su brazo sobre la dorada cabeza y tiro de la almohada para moverle, un quejido se escucho de lleno en el lugar y Steve cayo sobre su pecho, abrazándose a él como lo hacia con la almohada, casi robándole el aire con la sensación.

Es difícil ignorar sus latidos cuando los que te los provoca te abraza fuertemente, sin miedos o remordimientos, siempre tuvo la sensación de no encajar, debido a cada una de sus habilidades, le entrenaron esencialmente para no acercarse a nadie, para ser impersonal, para no crear ningún tipo de lazo, para no llamar la atención, pero esta persona estimulaba lo más esencial de él como ser humano e incluso sus instintos de relacionarse más profundamente, darse a conocer en verdad.

Y que todo el tacto que tiene con él lo altera, de la mejor manera posible, solo lo hace abrazarlo con más ganas.

- Eliot- murmura sin abrir los ojos.

- Hey...- susurra saludándole pero Steve seguía medio dormido,

- No quiero irme- Steve se aprieta contra él y el calor empieza a subir para Eliot que traga ante la sensación, el cuerpo entero despertando por ese hombre.

- Me gusta tenerte aquí...-

- No creo que pueda seguir siendo tu amigo....-

- Porque no...-

- Porque me gustas demasiado...-

- Bueno eso no es tan malo....-

- ¿No?- y Steve levanta su rostro para mirar a Eliot pero los párpados le pesan y de sus ojos claros solo se veía un tercio que encandilaron a Eliot.

- En realidad no se hacer esto...- el acercó su rostro al del otro hombre, sintiendo en la piel el calor que desprendía mientras más se despertaba.

- ¿Besar a alguien? ¿Tú? ¿Eliot Spencer?- preguntó, no sabia si lo haría pero era lo que quería.

- No, amar a alguien...- el cariño impregnado en el roce de sus labios, preludio al beso; era el momento que le robaba aliento a ambos.

Ninguno de los dos desistió de él, Eliot se apodero del sabor de su boca, raspando sus pieles en el desenfreno que sentían el uno por el otro, se besaron tanto como pudieron resistir el ardor en los pulmones, cuando lograron respirar lo hicieron en la boca del otro dejando las distancia al mínimo.

- ¿De verdad, de verdad me amas?-

- No puedo dejar de ignorar que no hay una sola cosa de ti que no me guste, que me lleve a ser yo mismo Steve...-

- Dios deja de ser jodidamente perfecto...- Steve empujo el robusto cuerpo contra el colchón y lo beso hasta el cansancio.

Fin.

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