[Fic] All you need is a cat... or two.[9/... ]

Aug 07, 2012 07:16


Titulo: All you need is a cat... or two.
Autora y artista: ELghin Hall.
Fandom: SPN mezcaldo con RPS.
Categoría: AU.
situado]: no les dire es sorpreza...
Reting: porque Nem_sa cree que soy una sexopata y como sabran amo el sexo en fics y amo explayarme contando muchos detallitos es un NC-18.
Declaimers: idea mía... persojes como la representan de una persona real es exclusivamente de la CW y de los actores.
Sumario... mmmm Misha es un hombre solo, lo a sido la mitad de su vida luego de un trágico accidente y el con la creencia que lo ha superado, pero al tomarse con dos seres fuera de sus expectativas para mascotas, descubrirá un amor que lo llevara muy lejos..



CAPITULO 9

Volvieron a estar acurrucados en el sofá...esperando a Misha, estirados en todo su largo mirando la televisión por las siguientes dos horas con el sol del atardecer cayendo les encima calentando el ambiente y el ronroneo de ambos al sentir eso llenando el ambiente, Dean se había dormido sobre su pecho mientras metía sus largos dedos entre el corto cabello rubio.
El sonido del ascensor lo hizo sonreír, aparto su pelo de su ojos para mirar sobre el respaldo del sofá verde y Misha estaba abriendo las compuertas del ascensor y entrando a él, estrecho a Dean que empezó a ronronear mas fuerte seguro porque escucho como se activaba el elevador y dios extrañaba tanto ese ronroneo que no pudo evitar empezar a dejar pequeños besos sobre la coronilla de su hermano, cuando escucho las puertas de madera levadizas miro sobre el respaldo de sofá de nuevo y vio a varias personas con Misha.
El cuerpo se le tenso y Misha daba ordenen a esos hombres con overol verde crema, que cargaban calas y cajas y partes de algo blanco.
- Dejen eso allí, esto mas allá, no se preocupen nosotros armaremos todo....- Misha seguía ayudando cuando ambos nekos se levantaron del sofá y le miraron intrigados...
- ¿Misha que es todo eso?- pregunto Dean sentados obre las piernas de Sam en el sofá.
- Hay quienes dicen que es mala suerte pero encontrarlos siempre ha sido lo mejor que me paso...- y los dos nekomatas se miraron sin entender a que iba su dueño con eso, se acercaron a su dueño en un par de pasos y se lo quedaron mirando como si estuviera loco y hubiese perdido la chaveta.
- Ok empiezo a preocuparme ahora o lo dejo para la cena?- dijo Dean captando la atención del ojiazul.
- Yo también...- y Misha volvió sus ojos a Sam que se agachaba junto a el.
- ¿Ustedes ya se arreglaron?- pregunta le pelinegro, ambos nekos se rien y le dan uno a la vez un beso en los labios como saludo.
- Si ya estamos bien...- contesto Sam con su tono de vos relajado y feliz.
- Si Sam malinterpreta todo...- le dijo al pelinegro haciendo una ademán como si su hermanito exagerase todo el tiempo.
- Dean...- se quejo.
- Que...- contesto como si el no hiciera nada.
- Pues yo entre a una tienda y no me pude controlar...- acoto abriendo la primera caja.
- Que trajiste...- pregunto Dean mirando dentro de una de las cajas que Sam abrió.
- Una cuna... ropita, juguetes... tienen que ver esto, es genial....- tanto Dean como Sam se dedicaron unas miradas al oír todo eso y ver la emoción que tenia Misha encima.
- ¿Señor Collins esta es la ultima caja, podría firmar aquí?- dijo un hombre detrás de él y Misha se levanto a atenderle.
- Si claro.- respondio.
Luego de que Misha acompañase a los hombres de la tienda fuera del edificio, corrió escaleras arriba y al elevador solo para ponerse a armar la cosas que había comprado en la juguetería...
Dean y Sam no se esperaban la frase mientras miraban cada cosa comprada, la manera o la felicidad con que dijo “ahora somos una familia completa...” sin mirarles, solo lo soltó como si un pensamiento en su cabeza se colara por su labios sin previo aviso, el calor que les envolvió corazón hasta hacerlos temblar, ellos nunca se habían sentido así con nadie y nadie les había hecho sentir así o les había dedicado esas palabras a ellos y Misha Collins su dueño no tenia ningún recaudo en hacérselos saber, solo por eso se acercaron y lo abrazaron sorpresiva mente para el pelinegro sin importarles que les ordenara dejarle o que lo apretaran tan fuerte y que él pudiera adivinar que ya no estaban programados para obedecer y complacer.
Los días consecuentes Dean empezó a sentir el embarazo aferrado al inodoro, empezaba a amar el frío de la loza contra su frente y las toallitas húmedas que Sam le colocaba en la nuca, los malestares lo estaban matando en la mañana y después del medio día, todo le daba hambre además de que  parecía un poso sin fondo o el favorito de Misha “un agujero negro”.
Dean no le daba importancia solo esperaba poder conservar el alimento ingerido por mas de doce horas que era lo que resistía su estomago, luego a la semana y media no soportaba los olores de los limpiadores líquidos y un mes después fue el olor al auto, el aceite negro desparramado y el olor a metal que desprendía el impala, por lo que Sam tuvo que hacer un gran esfuerzo para arrastrarlo devuelta al montacargas mas grande, almacenarlo en el segundo piso y cubrirlo bien para protegerlo del resto de las cosas de las cuales no se liberaban aún.
Dos meses y Dean tenia una leve pansa, pero Sam decía que era solo comida y Dean se ofendía mucho, la revicion con la doctora les volvió a caer como patada al hígado al comentarles que el periodo de gestación era menor al humano, por lo que a Dean solo quedaban tres mes mas de gestación que se la pasaría comiendo hasta lo que no le gustaba y que en las próximas semanas la pansa le crecería monumentalmente, Dean se ponía pálido con la sonrisa de la mujer y se aferraba al brazo de Sam, por lo que Misha sonrío falsamente y se despidió de la mujer sin mas para salir de allí lo mas rápido posible.
Dean se movía todo el tiempo en la cama sin dejar dormir a nadie a menos que luego de un rato y colocando a Sam de cierto modo que solo Dean sabia cual, podía aferrarse a él y usarlo de almohada porque la espalda le dolía como las caderas y todo era incomodo si no usaba a su hermanito así.
Las comidas se volvieron de lo mas interesantes al tener que comer en la mesa del comedor por la cantidad de cosas que su hermano mayor ingería, aun no mostraba la pansa que la doctora decía le aparecería pronto, solo un leve bulto residía en el vientre de Dean, según lo que Misha y Sam habían calculado debía de estar de cuatro a cinco meses humanos si es que el tiempo de gestación era mas acelerado al ser un nekomata.
Cuando a Dean le agarraban los calores y las hormonas se le alocaban, Misha y Sam no dormían directamente, teniendo que ir al trabajo sin dormir directamente, un sábado cuando le volvió a tocar ir a la oficina, se topo con Philiph y Katherine, los dos al mirarle se desconcertaron y al contarles la historia del porque de sus fachas Philiph desistió de tener un neko y Katherine solo se largo a reír a carcajadas de ambos hombres frente a ella.
Dos semanas espero, pero no volvían, no había rastro de ellos en la casa, el gatito estaba creciendo y su pancita era de lo mas adorable, pero los Winchester no estaban en al casa, pensó que tal ves estaban cazando y recorrió el país dos veces sin hallarlos, al volver se sentó en el sillón junto a un gatito dormido y su rostro preocupado no abandonaba su rostro.
Las preguntas recorrían su cabeza desordenadamente y trataba de juntar las piezas pero se le dificultaba ¿Porque no están? ¿Donde están?... 
- Si recuerdo que estaba allí conmigo cuando me di cuenta de la fisura, vi la fisura y tome a Dean y lo eleve del purgatorio, tuve que dejarle la marca otra vez en su piel pero Sam había logrado hacer una fisura y gritado el nombre de su hermano... yo lo puede escuchar y abrí su alas y volé hasta la vos de Sam... ¿Que fue lo que paso después?- Castiel se levanto y camino al rededor de la mesita de café frente al sofá.
-  La fisura era peligrosa, volátil había sido forzada por el humano... recuerdo que estallaría de un momento a otro y se cerraría... ¿Que fue lo que paso gatito? - miro al felino que se estiro pansa a rriba y le dedico un miau...
- Se que tome a Sam, los sujete a ambos muy fuerte y me desplace, me desplace fuera del alcance de la onda expansiva que podía meternos dentro del purgatorio a los tres... recuerdo que los deje dormidos en una cama... pero estaban inconscientes, escuche una canción de lejos, solo fui a ver si encontraba a Meg, tenia un muy buen chiste que contarle.... pero después... después... solo, no encontraba abejas y deje de buscar a Meg y … oh, oh, y si  no los deje en ese mundo, yo me perdí antes... y si los deje en otro... Ups, Dean se va a enojar mucho....- la mirada de Castiel se elevo al cielo y apretó su labios sabiendo que había metido la pata hasta el fondo.
Otro flap flap y el pequeño gatito miro a todos lados viendo que que volvía a estar solo, se bajo del sofá, camino y salto sobre sus pequeñas garritas acercándose al plato de leche que aun estaba lleno y luego al que tenia comida, comió a su antojo con el sonido de la comida seca rompiéndose entre su pequeños dientecitos, para mas tarde saltar al sillón, agarrarse fuerte de su garritas y treparse el resto del camino hasta arriba del mueble, hacerse una bolita y volver a dormir.
Supuestamente con ocho meses de embarazo humano y cuatro y medio de nekomata... el niño dentro de el estaba dele y dele patearlo, Dean tenia cara de perro  casi todo el día, a dolorido y con continuo cansancio y solo quería tomar crema fresca, Sam se la traía cada vez que la pedía pero cambiaba de opinión todo el tiempo por lo cual con la baso de crema fresca su hermano mayor le pedía una leche con chocolate y una lenguitas de gato, unas galletitas amarillas y semi cuadradas que al probarlas lo enloquecieron.
Misha y Sam  están contentos y “super” cansados, Dean es... críticamente insoportable y aun así al ver la primera ecografía, poder escuchar el latir del corazón del bebe y ver como se movía la doctora les aseguro que todo marchaba como debía ser, para ese momento les importaba poco todos y cada uno de los berrinches que el rubio tenia de la nada, eran insaciablemente mimoso, pedía cariños de ambos a cada rato y que estén pegados a él casi todo el tiempo, Sam y Misha aun así debían ir al trabajo y Dean hacia mas escandalo cuando lo dejaban solo.
Pero esa tarde mientras Dean comía un helado de un kilo de desayuno que Sam tuvo que correr a encontrar en medio de San Fransisco a las siete de la mañana y el tanto Misha tomaban su desayuno algo mas normal solo tostadas y jugo de naranja, el sonido de unas alas demasiado característico para los Winchester los hizo voltear lentamente pero espantados al sentir el flap falp de esas alas en sus espaldas.
Ver el rostro de Castiel... ver la sempiterna gabardina y la sonrisa sonsacada medio perdida los hizo levantarse del susto, tirando las sillas de cada uno de ellos en su solo movimiento.
- ¿Cas.. Castiel?- la vos de Sam era delgada y finita.
- Chicos... les estuve buscando...- dijo sin mas.
- ¿Castiel?- Dean se encontró las cuerdas vocales y soltó, mientras que su cabeza corría a mil por hora.
- ¿Dean, Sam?- pregunto la pequeña vos de Misha que miraba al ángel estupefacto, como si hubiera enloquecido de repente y ese hombre con ropa de hospital idéntico a él, solo se hubiese aparecido  de la nada en medio de su sala, solo que el inmenso latido en su pecho no dejaba a sus oídos escuchar un solo sonido y el pitido agudo en ellos lo asusto por demás.
- Misha...- Dean y Sam le miraron asustados, si Castiel estaba allí, solo significaba que ese no era su mundo, que ellos no eran nekomatas y todo lo que estuvo pasando...
Los Winchester volvieron a voltear hacia el ángel pero sin tiempo de replicas o de mas conclusiones, este coloco sus dedos índices y anular sobre sus frentes, en un instantáneo relampagueo que les hizo cerrar los ojos y abrirlos de nuevo, estaban en su vieja cabaña, a oscuras en una noche de tormenta, están vestidos con su ropas habituales y hacia un frío infernal por lo cual Sam reacciono instintivamente abalanzándose sobre la puerta para cerrarla lo mas rápidamente posible, se quedo un minuto mirando sus manos sobre la puerta, se notaban las marcas anti ángeles en ellas pero borroneadas como si las hubieran limpiado de allí y miro lentamente a su hermano sobre su hombro.
- Dean...- el nudo en su garganta no le dejaba usar su vos.
Su hermano estaba allí de pie perplejo y un par de lágrimas surcaban sus ojos fijos en él, eso no podía ser real o en realidad era casi costumbre en su vidas... que en el momento que todo se acomoda, que todo parece ser una recompensa después de años y años de luchas, batallas y guerras interminables con la oscuridad... esto les pasa... a ellos.
- Miren, tenemos un gato...- Castiel detrás de ellos levanto a la pequeña bola de pelos blanca y de inmensos ojos azules que soltó un pequeño maullido.
- Castiel que demonios...- soltó Dean apenas con el nudo apretando sus cuerdas vocales y otra lágrima callo por su mejilla y Sam se ponía detrás de su hermano paso a paso lento pero contante mirando al ángel.
- Lo se, lo se... los siento se me olvido donde estaban o donde los deje... no se que va primero...- argumento.
- Se te... olvido... ¡¿Que se te olvido Cas?!- pregunto el menor pero al ver a Dean en un instante vio que perdía el equilibrio y lo ayudo a sentarse en una silla.- ¿Dean?- Dean solo agito su mano frente a él encapas de poder espetar nada contra esas palabras.
- Es que me distraje, creí que los había dejado durmiendo pero me equivoque de mundo, las dimensiones paralelas son muy confusas, chicos en serio, recorrí ciento setenta y dos hasta dar con nuestra dimensión, y ustedes estaban fuera de estas por lo que no los encontraba...- les espeto dejando al gatito frente al plato de leche.
- ¿Tu sabes lo que vivimos?- suelta apenas Sam le había alcanzado un baso con agua a su hermano.
- No... pero, yo encontré un gatito, es muy lindo pero no se ponerle nombre eso tendrán que hacerlo ustedes....- sonrío de nuevo y Sam empezó a desesperarse.
- Castiel como es que nos perdiste, osea como demonios fue que no te distes cuenta...- Sam persiguió Castiel por el salón pero este solo se movía cambiando las cosas de lugar como si no pasase nada.
- Las abejas solo viven seis meses y tenia que verlas partir y asegurarme de que reencarnen...- soltó deambulando por la estancia y sacando de algún lado un juego de damas chinas.
- Cas concéntrate... mira....- Sam trago duro con la angustia recorriéndole como brea en la venas.- Yo pase... cuatro meses buscando como sacarlos a ustedes dos del purgatorio...- se sentó frente a él en la mesa de café frente al ángel y el sofá tratando de entender que demonios paso...
- Aja y yo escuche como llamabas a Dean y seguí tu vos y eleve a Dean otra vez del purgatorio...- asintió Castiel sonriendo hacia Dean y el rostro descompuesto del cazador no era comprensible para él y volvió a Sam.- ¿Que le pasa?- pregunto. 
- Cas escucha, yo fisure una de las dimensiones del purgatorio, recuerdo.... recuerdo como parecía que colapsaría en cualquier momento y te vi, vi a Dean y luego desperté en el el cuarto de esa niña con Dean a mi lado dormido....- intento captar la atención de Castiel que solo le miraba mas alla de su cuerpo o eso le pareció.
- ¿Niña? ¿Que niña?- respondió cuando capto algo de lo que decía el alto.
- Cas, ¡Fuimos nekomatas por al rededor de siete meses! Dean estaba premiado, Misha... Misha era nuestro dueño, teníamos casa y nuestra única preocupación era dormir bien por las noches con Dean...- y de repente los dos voltearon a ver como Dean se levantaba a todas prisas y corría hacia el baño desesperado arrojando la chamarra de cuero en el trascurso.- ¿Dean?- y le sonido del vomito resonó en la habitación haciendo de Sam saltar de la mesa de café y correr detrás de su hermano.- ¡Dean!- le grito.
- Oh dios, odio esto...- espeto tratando de limpiarse la boca, el sabor del helado y los jugos estomacales hacían una fatal combinación.
- ¿Esta enfermo?- dijo el ángel de fondo.
- ¡No imbécil! ¡Te odio, odio cuando nos llevas de un lado a otro! ¡Porque demonios nos trajiste aquí!! ¡Allá era una mierda ser gato, pero al menos no eramos comida de demonios!- le grito y su estomago se dio vuelta de nuevo haciéndolo expulsar lo de la noche anterior.
- Dean...- y Sam le miraba perplejo.
- ¡No ahora Sam! ¡Estoy tratando de averiguar que demonios le paso por la cabeza al ángel de pacotilla!!- le grito mientras tomaba una toalla sucia del lavabo y se limpiaba la cara.
- Dean.- y Sam señalo su estomago, Dean bajo la mirada y allí estaban... los ocho meses de embarazo sobresaliendo de una apretada camiseta negra...
el rostro de Dean se puso mas pálido aun y las pecas en su rostro parecían manchas de pintura en toda la piel y el puente de su nariz, Dean toco levemente su vientre y sintió como se movía dentro el bebe que esperaban en la otra dimensión, miro a su hermano y las nauseas lo hicieron devolver el resto de todo lo que estaba comiendo en casa de Misha.
- ¡¿Que demonios es ese olor?!- grito Dean abrazado al inodoro.
- ¿Olor?- y Sam trato de sentir a que se refería desde el lindel de la puerta, olía como lavanda y pino.- ¿El desinfectante?-
- Lo use para los pisos, las ventanas, las escaleras del sótano, es muy efectivo si no le pones agua.- dijo el ángel desde su espalda.
- ¡¡Deshazte de el!!- y Dean volvió a vomitar tosiendo mas y lastimando su garganta...
- Cas abre las ventanas...-
- ¡No! ¡Tengo frío, no quiero!...-
- Dean este no es momento para ponerse caprichosos...-
- No soy caprichoso... quiero ir a casa... quiero ir con Misha, esto es una mierda pero allí estábamos bien!!- grito la angustia que mareaba su cabeza, tenia esta piedra en el pecho que no quería masticar ni guardarse, quería lo que tenia en aquella dimensión, una casa, su hermano, su amigo, amante y familia, no quería un gatito pero si al bebe que los tres tendrían, no le importaba solo quería volver.
- Lo se...- Sam se acerco y se coloco detrás de él para hacerle de apoyo.
- No quiero estar aquí...- sollozo aun descompuesto por el aroma pero en un segundo el aire de la tormenta se arremolino dentro de la casa y Dean se dejo caer sobre el pecho de Sam al no sentir mas ese olor a desinfectante.
- ¿No... entiendo que esta mal? Tenemos una mascota, miren es linda y suave y juega mucho.- soltó el ángel señalando con las palmas abiertas al gatito que se escondía debajo del sofá.
- ¡Cállate quieres... estoy enojado contigo!- soltó repentinamente Dean con un paño sobre los ojos que Sam había puesto allí con agua fría.
- Sabia que eso pasaría...- dijo el ángel apoyándose contra una mesa.
- Cas, déjalo... te lo explicare luego, ahora necesito que hagas algunas cosas por mi...- le dijo y el ángel se acerco a la puerta del baño algo esperanzado.
- ¿Cuales?- la pregunta era dudosa pero el podía intentar no perderse mirando a los animales por un rato y ayudar...
- Tráeme un papel y un lápiz, es una lista larga...-

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