Esta vez mi espada marcará al nauseabundo
yimmi, un jovenzuelo en plena crisis existencial cuyo diario viene a ser el escaparate de sus miserias. ¡Cuánto odio y rebeldía fingidos en pos de una atención nada merecida, pardiez! Este renacuajo innoble y llorica se ha aficionado a comentar cualquier paso hacia la Gloria en la Santa Cruzada del Vengador, e incluso le dedicó una insultante que retiró raudo, sin duda por miedo a que mi espada Argucia actuase a placer ¡Cobarde, alimaña, tripa de gato!
Vamos a echar un vistazo a sus constantes e increíbles pataletas:
"Y para terminar, una canción dedicada a todos los gilipollas que no tienen nada mejor que hacer que criticar la vida de los demás y cotillear su vida", "No me gusta porque me acompleja un poco el enseñar mi cuerpo, tan delgado como es, entre tanto musculito. O por ver a la gente exhibiéndose descaradamente". ¡Diablos!, ¿pero quién es el osado que se atreve a "cotillear la vida" de este imbécil? Ñañaña, todos son tontos, ñañaña, la sociedad me da asco, ñañaña. ¡Calla ya, mentecato, si fuese tu padre te marcaba a correazos, para que aprendieses a erguirte como un hombre y no a sollozar como una nena!
No contento con ello, el muy sabandija nos tortura con horribles composiciones gráficas en las que nos endosa las letras que más afectan a su endeble espíritu adolescentillo, nutriéndose de grupetes de melenudos sin rumbo ni quehacer en esta vida. ¡Caray, si al chico no le gusta vivir que alguien cercano le haga un favor!
Pero la actuación de este clown de feria dista de acabar aquí; como ya escribí antes, este gusano de tierra mojada se atreve a puntualizar al Vengador, achacándole faltas ortográficas existentes sólo en su tremenda carencia cultural. Observad sin abochornaros (si es que podéis) lo que escribió en mi anterior gesta: '"Conténte" no lleva tilde, de la misma manera que tampoco la lleva la palabra "como" en esta frase: "Mirad, mirad cómo gritaba el maldito..." Vaya justiciero de mierda.' Sí, sí, pazguato, dedícate a menear la melena a ritmo de esos piojosos que a buen seguro decoran tu cubil en forma de modernos tapices, porque volúmenes y libros pocos hemos visto comentados en tu insufrible diario.
Y yo digo: ¡Que le cuelguen! Como a todos esos otros que se dedican a repetir como papagayos las cansinas y burda cantinelas "no tienes vida propia", "da la cara", etc... ¡No lograréis entorpecer la labor divina del JOURNALERO! ¡Arre, ignominiosa, por allí veo a otro anormal pidiendo a gritos ser ajusticiado!