The Hour, ascendiendo desde la cima.
La propuesta británica que siempre se compara con Mad men tiene algo que de momento yo no he encontrado en Mad men: una historia y unos personajes que me interesan.
Además eso ha mejorado claramente en este segunda temporada con respecto a la primera. The hour, la serie sobre el informativo de los inicios de la BBC, se convierte así en una apuesta segura que garantiza la calidad con su cuidadísima ambientación, unos intérpretes de altísimo nivel y una interesante trama política hábilmente dosificada e imbricada con brillantez en unas concretas circunstancias históricas durante el despliegue nuclear americano en UK. Coincide con Mad men en el retorno a un pasado no muy lejano (últimos años 50), el entorno profesional, y una estética muy definida que mezcla los ambientes más lujosos con los más grisáceos.
Ambas series comparten una cierta "frialdad" estilística que de primeras dificulta un tanto entrar en la historia. Al menos a mí me ocurre con la serie americana, demasiado preciosista, lenta, distante. Sin embargo The hour y muy especialmente esta segunda temporada, lo solventa con un acercamiento mucho más emocional. Detrás de cada personaje hay un conflicto, una historia del pasado o un momento de crisis. Para empezar el trío principal se encuentra en plena encrucijada vital: Hector, el presentador estrella, remontando desde su momento más bajo; Marnie, su perfecta esposa (Oona Chaplin está últimamente en todas) atrapada en un matrimonio que se hunde, Bel lidiando entre el éxito profesional y su fracasada vida sentimental y Freddie... siendo Freddie, es decir, insobornable y temerario. Pero, por otra parte, es admirable el relieve concedido a los secundarios, desde el oscuro Comandante de policía hasta el tímido documentalista del programa, con mención especial al nuevo jefe Randall Brown (Peter Capaldi, el próximo Doctor) y la veterana periodista Lix, que protagonizan la relación que probablemente sea más intensa y contenida de toda la serie. De quitarse el sombrero.
En definitiva, una serie que hay que apreciar saboreándola despacio para disfrutar de sus matices y de sus deslumbrantes aciertos.