# Calor - Fullmetal Alchemist
Título: Anécdotas para un alemán
Fandom: Fullmetal Alchemist
Claim: Edward Elric/Alfons Heiderich
Prompt: #8 Calor
Tabla: Vicios
Prompt #8: Calor
Tump-tump, tump-tump
Alfons no puede dormir. Está demasiado concentrado en seguir el ritmo de ese sonido.
Tump-tump, tump-tump
Después de comer, la modorra se apodera de Edward y le ata al sofá para dormir una larga siesta. Hacía más de una semana que había sabido por fin, por un cálido arrebato de su compañero de piso que sentía algo por él, pero no se había atrevido a hacer algo más. Sin embargo viéndole así, pequeño y espatarrado, su único pensamiento fue acoplarse en ese hueco entre las piernas, utilizando su pecho como almohada.
Tump-tump, tump-tump
Y Edward, sin abrir los ojos, reaccionó pasando su mano izquierda por la espalda de Alfons, la mecánica sin moverse de detrás de su propia cabeza.
Con el oído a unos centímetros de costilla y músculo del corazón, el alemán escuchaba atentamente el palpitar rítmico. A veces le resultaba increíble pensar cómo un cuerpo humano depende sólo de ese órgano, bombeando la sangre que a través de la piel es la que da ese calor.
No se había dado cuenta, pero Ed tenía el estómago al aire una vez más.
Tump-tump, tump-tump
Una mano pálida se deslizó por aquel trozo de piel y se escondió bajo la camisa, investigando un terreno aún no pisado. Y entonces algo sucedió.
Tump-tump-tump-tump-tump-tump
El compás había cambiado, pero Edward no daba signos de haber despertado. Alfons se movió ligeramente y alzó la cabeza para observarle, pero sus ojos seguían cerrados. Eh, ¿estás despierto? Pensaba. No quería preguntar, por si realmente seguía dormido.
Apoyó las manos en el sofá, a los costados del joven alquimista, y lentamente se inclinó hacia delante, hasta que casi pudo rozarle con su nariz. Tan cerca, que podría olisquear dentífrico en la comisura de los labios.
Tump-tump-tump-tump-tump-tump
-Estoy despierto.
Repentinamente Ed abrió los ojos, y sólo necesitó levantar un poco la cabeza para besarle. Desde entonces, el joven alemán se prometió a sí mismo no olvidar jamás ese sonido, el causante de que más adelante, Edward y Alfons no volvieran a pasar frío siempre que estuvieran cerca.
Fandom: Fullmetal Alchemist
Claim: Edward Elric/Alfons Heiderich
Prompt: #8 Calor
Tabla: Vicios
Prompt #8: Calor
Tump-tump, tump-tump
Alfons no puede dormir. Está demasiado concentrado en seguir el ritmo de ese sonido.
Tump-tump, tump-tump
Después de comer, la modorra se apodera de Edward y le ata al sofá para dormir una larga siesta. Hacía más de una semana que había sabido por fin, por un cálido arrebato de su compañero de piso que sentía algo por él, pero no se había atrevido a hacer algo más. Sin embargo viéndole así, pequeño y espatarrado, su único pensamiento fue acoplarse en ese hueco entre las piernas, utilizando su pecho como almohada.
Tump-tump, tump-tump
Y Edward, sin abrir los ojos, reaccionó pasando su mano izquierda por la espalda de Alfons, la mecánica sin moverse de detrás de su propia cabeza.
Con el oído a unos centímetros de costilla y músculo del corazón, el alemán escuchaba atentamente el palpitar rítmico. A veces le resultaba increíble pensar cómo un cuerpo humano depende sólo de ese órgano, bombeando la sangre que a través de la piel es la que da ese calor.
No se había dado cuenta, pero Ed tenía el estómago al aire una vez más.
Tump-tump, tump-tump
Una mano pálida se deslizó por aquel trozo de piel y se escondió bajo la camisa, investigando un terreno aún no pisado. Y entonces algo sucedió.
Tump-tump-tump-tump-tump-tump
El compás había cambiado, pero Edward no daba signos de haber despertado. Alfons se movió ligeramente y alzó la cabeza para observarle, pero sus ojos seguían cerrados. Eh, ¿estás despierto? Pensaba. No quería preguntar, por si realmente seguía dormido.
Apoyó las manos en el sofá, a los costados del joven alquimista, y lentamente se inclinó hacia delante, hasta que casi pudo rozarle con su nariz. Tan cerca, que podría olisquear dentífrico en la comisura de los labios.
Tump-tump-tump-tump-tump-tump
-Estoy despierto.
Repentinamente Ed abrió los ojos, y sólo necesitó levantar un poco la cabeza para besarle. Desde entonces, el joven alemán se prometió a sí mismo no olvidar jamás ese sonido, el causante de que más adelante, Edward y Alfons no volvieran a pasar frío siempre que estuvieran cerca.