¿Qué cosas, no?
Dicen que nunca digas nunca y un montón de chorradas más...
Sin embargo yo, pese a que amo la rutina casi mas que al Drarry y al chocolate, soy terriblemente curiosa y esa a veces suele ser mi Kriptonita.
Pero no siempre la curiosidad mata al gato. Experimentando fue que descubrí que podía escribir ficción con algo de coherencia y -años más tarde- que extrañamente había gente que estaba dispuesta a leer aquello que saliera de mi pluma.
Y así, por curiosa, porque "Tanto va el cántaro al agua...", fue que acabé leyendo un fic de Tokio Hotel.
Todo lo que sé de dicho fandom es lo poco que he podido colegir de los títulos y resúmenes de fics con los que me topaba en SH cuando andaba en busca de Drarry y la verdad no me habían llamado mayormente la atención, hasta ayer.
Pasé la prueba, el cielo no se cayó a pedazos sobre mi cabeza pero...
Si, hay un pero, y es lo que me trae de cabeza.
LA historia en cuestión me gustó, no como para volcarme a ese fandom en busca de más, pero sí me gustó bastante el universo de ese fic en particular. Como persona abierta de mente que soy no debería hacer un drama de ello...
El problema es que NO SOY abierta de mente, soy más bien anticuada, conservadora y arrastro un montón de prejuicios de los que jamás me he conseguido liberar. Y no dejo de sentirme culpable por haberle sido infiel a mis niños. (Ustedes saben a quienes me refiero).
Se que sonará a soberana tontería, pero el que una partecita de mí se emocione y entusiasme de esta manera por un pairing distinto me hace sentir desleal, con ellos y conmigo.
Por casi diez años he leído, escrito, respirado y soñado Drarry. Por lo que me siento un poco fuera de lugar, como si hoy fuera un poco menos yo. Como si lo que definía a Haru se hubiera desdibujado un poco.
Puede parecer que hago una tormenta en un vaso de agua, mal que mal, he seguido el Merthur, el Johnlock e incluso Loki ha llegado a despertar mis simpatías. Pero a ninguno le entregado un pedacito de mi corazón, corazón que hasta ayer creía solo verde y rojo.
Sin embargo yo, pese a que amo la rutina casi mas que al Drarry y al chocolate, soy terriblemente curiosa y esa a veces suele ser mi Kriptonita.
Pero no siempre la curiosidad mata al gato. Experimentando fue que descubrí que podía escribir ficción con algo de coherencia y -años más tarde- que extrañamente había gente que estaba dispuesta a leer aquello que saliera de mi pluma.
Y así, por curiosa, porque "Tanto va el cántaro al agua...", fue que acabé leyendo un fic de Tokio Hotel.
Todo lo que sé de dicho fandom es lo poco que he podido colegir de los títulos y resúmenes de fics con los que me topaba en SH cuando andaba en busca de Drarry y la verdad no me habían llamado mayormente la atención, hasta ayer.
Pasé la prueba, el cielo no se cayó a pedazos sobre mi cabeza pero...
Si, hay un pero, y es lo que me trae de cabeza.
LA historia en cuestión me gustó, no como para volcarme a ese fandom en busca de más, pero sí me gustó bastante el universo de ese fic en particular. Como persona abierta de mente que soy no debería hacer un drama de ello...
El problema es que NO SOY abierta de mente, soy más bien anticuada, conservadora y arrastro un montón de prejuicios de los que jamás me he conseguido liberar. Y no dejo de sentirme culpable por haberle sido infiel a mis niños. (Ustedes saben a quienes me refiero).
Se que sonará a soberana tontería, pero el que una partecita de mí se emocione y entusiasme de esta manera por un pairing distinto me hace sentir desleal, con ellos y conmigo.
Por casi diez años he leído, escrito, respirado y soñado Drarry. Por lo que me siento un poco fuera de lugar, como si hoy fuera un poco menos yo. Como si lo que definía a Haru se hubiera desdibujado un poco.
Puede parecer que hago una tormenta en un vaso de agua, mal que mal, he seguido el Merthur, el Johnlock e incluso Loki ha llegado a despertar mis simpatías. Pero a ninguno le entregado un pedacito de mi corazón, corazón que hasta ayer creía solo verde y rojo.