Bien, hoy he venido a hablarles de una de mis mayores alegrías y, a la vez, una de mis principales frustraciones.
Nop, no me refiero a los lemons y a mi imposibilidad para escribir uno decente. Aunque tal vez algún día haga una entrada de eso.
Pero no nos desviemos...
Como muchas sabrán, porque he pasado los últimos dos años dando lata con ello, estudio Técnico Jurídico en un instituto en una ciudad cercana a casa.
Finalmente y tras mucho estudio (y ayuda de San Potter) terminé mi carrera en diciembre pasado. (E invicta, no me eché ningún ramo. Yay! bien por mí).
Ese es el motivo de mi alegría.
Sí, todo sería felicidad si no fuera por la cara amarga de esto: el lugar donde estudio, para no herir sensibilidades lo llamaremos "El Instituto TocaCojones".
Pues, se tiene bien ganado el nombre, créanme.
Mi carrera no sólo es una de tantas, sino que además la menos requerida, por lo mismo es la de menor matrícula. llegando al extremo de que el año recién pasado el segundo año de Jurídico diurno lo componíamos apenas diez alumnas (ok, había dos hombres entre nosotras). Al parecer tan pequeña cifra no pareció impresionar a los directivos del establecimiento y, como toda minoría, padecimos discriminación. No, no exagero, parece chiste pero también se discrimina a los cursos pequeños.
Cuando un profesor no iba a llegar a tiempo para realizar la clase solía dar aviso a secretaría, quien en teoría era la encargada a su vez de informarnos a nosotros. Pues bien, eso nunca sucedió. si eso es una putada cuando te genera una ventana de dos o tres horas en medio de tus clases, ¿se imaginan cómo es cuando esa clase es la última del día y debes esperar en la sala congelándote hasta las 18:45 en pleno invierno?
Pese a nuestros constantes reclamos nunca se subsanó ese problema.
Pero lejos lo mas indignante de todo ese sistema perverso fue el que al pasar a segundo año, en que el curso se redujo ostensiblemente y quedamos las diez antes mencionadas, nos exiliaron (porque así nos sentimos) a la llamada "Ratonera" una sala microscópica que hasta el año anterior se usó como laboratorio de computación, dicha sala era una nevera en invierno y un horno en verano y carecía de ventilación. sin mencionar que había sido jibarizada aún más al cerrar un 20% de ella para usarla a guisa de bodega. No fueron pocas las oportunidades en que fuimos interrumpidas en plena clase por que necesitaban sacar objetos de dicha bodega.
Todos estos atropellos explican el por qué yo estaba tan feliz al egresar. No sólo había terminado mi carrera, también me libraba de la inoperancia del Instituto Tocacojones. Soy mala para generar suspenso así que creo que adivinarán que mis tribulaciones no pararon ahí.
Exacto, no lo hicieron.
He debido solicitar en reiteradas ocasiones los documentos necesarios para realizar mi práctica, los que me han sido entregados con cuenta gotas y tras mucha insistencia de mi parte. Ayer recibí un llamado del tribunal al que postulo, informando que comenzaría mi practica pero que solo faltaba un documento, mismo que se supone me deberían haber entregado junto con todos los demás.
Tuve que viajar esa tarde hasta la otra ciudad a solicitarlo, la secretaría encargada de esos documentos no se encontraba y no trabaja los sábados. luego de mucha insistencia de mi parte, mal que mal es mi práctica profesional la que está en juego, accedieron a entregarme el documento, casi se me cayó la mandíbula cuando me di cuenta que aquel difícil trabajo que solo podía realizar dicha secretaria era algo tan "engorroso" como abrir un estante, sacar un curriculum de una carpeta y fotocopiarlo.
Pero mis avatares no concluyeron ahí, pues al presentar dicho documento en tribunales me informan que hay una incoherencia entre el curriculum que me habían entregado y uno de los documentos anteriores en que aseguraban que otro era mi profesor guía. de manera que debo regresar el lunes al instituto tocacojones y volver a suplicar porque hagan bien su trabajo.
Ahh, por cierto, debo agregar que todo ello pagando la mensualidad puntualmente, porque no tengo crédito ni beca.
Bueno, lamento haberles dado la lata con esto pero DE VERDAD lo tenía atragantado y necesitaba dejarlo salir.
Es francamente INDIGNANTE que gente lucre con nosotros y encima haga mal su trabajo y se quede tan campante.