Forevermore (2/3)

Oct 17, 2013 20:47


El invierno transcurre con el relajante aroma a café de la cafetería junto a la casa de Chanyeol, porque está muy frío para ir a la playa. Baekhyun estalla en un ataque de risa cada vez que la espuma del capuchino se queda en sus labios, y Chanyeol quiere tomar una foto pero siempre se olvida de llevar su cámara. No importa de todas maneras, porque la suave espuma en sus labios y la cálida esencia del caramel macchiato permanecen en su memoria, día tras día.

Tras el invierno llega la primavera, y mayo los recibe con el cumpleaños de Baekhyun.

-¿Cuándo es tu cumpleaños? -pregunta éste aquel día, parpadeando hacia Chanyeol.

-No tengo.

-¡Pero todos tienen un cumpleaños!

-… Yo no.

Chanyeol deja escapar ese dato y es sólo entonces cuando recuerda que Baekhyun no sabe nada real sobre él. Baekhyun no sabe que Chanyeol jamás se marchitará como todos los demás, y por primera vez, siente algo dentro suyo hacerse añicos.

Esa noche, Chanyeol quiere escribirle una carta a Baekhyun, pero todo lo que sale es un pesado vacío.



Querido Baekhyun:



El otoño llega y Baekhyun lleva a Chanyeol a ver las estrellas. Éste es arrastrado fuera de su casa como cualquier otro día, y esta vez viajan en autobús durante horas sin fin. En algún punto de su recorrido, la mano de Baekhyun se posa sobre la suya, y sus hombros se rozan entre sí una y otra vez. Están muy cerca, y Chanyeol odia el contacto, pero Baekhyun está tibio y la noche está fría, así que no se aparta. No puede.

Una vez que el autobús se detiene lentamente, Chanyeol y Baekhyun descienden y son recibidos por un sucio sendero. El alto no tiene idea de dónde están. Baekhyun lo guía, sin embargo, y lo lleva hasta una pequeña y herbosa colina. El cielo está despejado, sin nubes, y la oscuridad cae suavemente sobre ellos. Baekhyun flaquea un poco y se tropieza por accidente.

-Ten cuidado, Byun Baek -sisea Chanyeol y lo pone de pie. Baekhyun simplemente se ríe mientras él le hace cosquillas en los costados sin querer.

Una vez que llegan a la cima de la colina, el muchacho se quita la chaqueta y la posa en el suelo. Chanyeol hace lo mismo y se sientan, con las hojas de césped debajo rozándolos y haciéndoles cosquillas.

-¿Dónde estamos? -pregunta finalmente.

-En Gangwon-do -responde Baekhyun, levantando la vista hacia el cielo nocturno. Pequeñas motas de luz contaminan la oscuridad y centellean invisiblemente, una por una-. Solía venir aquí a menudo con mi familia.

Chanyeol le echa un vistazo al más bajo y observa la luz lunar iluminándole los ojos. Baekhyun voltea la cabeza hacia él y le da una sonrisa tierna.

-Es agradable aquí, ¿no es así?

El sosegado viento corre por la piel de Chanyeol y éste asiente.

Baekhyun estira sus brazos y se deja caer encima de su chaqueta, cerrando contento los ojos. Codea a Chanyeol y lo jala hacia él, riendo.

La noche está tranquila y Chanyeol se relaja, permitiendo que el sonido de los grillos lo conforte. Levanta la vista y hay una luna grande y brillante que resplandece sobre ellos. Las estrellas disfrutan la luz de la luna y emiten la suya propia; Chanyeol no sabe cuáles son parte de alguna constelación y cuáles no, pero todas lucen hermosas para él.

-¿Observas las estrellas a menudo? -pregunta Baekhyun, inclinando su cabeza para que le llegue la voz.

-No realmente -le responde él, contemplando los destellantes puntos en el cielo-. ¿Tú?

-No tan a menudo como quisiera -dice el chico, volviendo a levantar la vista-. Nunca hay tiempo.

-¿Tiempo? -inquiere Chanyeol, rumiando las palabras. Tiempo es algo que él siempre tiene-. ¿Por qué no?

-Es que estoy tan ocupado siempre, ya sabes cómo es. De lunes a viernes en la compañía de arquitectura, los sábados y domingos los paso contigo -explica Baekhyun-. Tengo tanto para hacer, y tan poco tiempo.

-Creo que tienes suerte -dice Chanyeol, cerrando sus ojos-. Yo tengo el tiempo, pero nada con qué llenarlo. -Baekhyun lo mira y le enseña una débil sonrisa.

-Es algo triste cómo la vida nunca funciona perfecto para nadie, ¿no? Algunos tienen cosas que no significan nada para ellos, pero todo para otros. La gente nunca está satisfecha con lo que tiene, supongo, incluso aunque sea todo con lo que siempre soñaron. -Baekhyun voltea su cabeza y suspira. -Tal vez Dios cambió los «quiero» y «necesito» entre todas las personas, así la gente puede trabajar junta. Ya sabes, hallar su felicidad. Compartir y satisfacer, ¿no?

-Tal vez -responde Chanyeol, aunque sólo la mitad de lo que el chico dice tiene sentido.

-Hey, ¿no significaría eso, entonces, que tú y yo estamos predestinados? -bromea Baekhyun-. Tienes lo que quiero, y yo tengo lo que quieres. Nos complementamos, ¿eh?

Chanyeol sonríe un poco y Baekhyun se ríe y se retuerce para acercarse, haciendo que sus hombros se toquen otra vez. Y en esta ocasión Chanyeol tampoco se aparta.

-Estoy feliz de haberte conocido, Chanyeol -murmura, levantando la vista hacia su cabello cobrizo y bajándola para estudiar sus suaves facciones-. Muy, muy feliz.

Algo impulsa a Chanyeol a bajar la mirada hacia el tierno muchacho sonriente, y sus ojos se encuentran.

Para siempre, piensa. Quiere que las cosas sean así para siempre.

La cabeza de Chanyeol se siente nublada en los rincones mientras los orbes de Baekhyun brillan y se hunden hacia las zonas más profundas de su corazón. No puede detener las palabras que se le escapan de la boca.

-Byun Baekhyun…

-¿Sí?

-… múdate conmigo.



Querido Baekhyun:

Últimamente me siento como si estuviera adaptándome a todo como es. El tiempo ya no se detiene excepto por las horas que paso en la tienda durante mi turno; me pregunto si eres tú quien hace que la vida recupere su ritmo, porque los días contigo pasan tan rápido.

Honestamente, no sé adónde he estado atascado todo este tiempo, vagando y vagando en círculos. Todos los días solían ser iguales. ¿Estaba atascado en el pasado o en el futuro? No estoy seguro. Pero sí sé que nadie me ha hecho sentir como si estuviera viviendo en su época como tú lo haces, Baekhyun.

Gracias.

De,

Chanyeol



El invierno siguiente, Chanyeol se despierta con el sonido de Baekhyun tarareando mientras el café se prepara en la vieja cafetera. Baekhyun se despierta temprano en la mañana para verter la mezcla de café, ducharse rápidamente mientras canta a todo pulmón, y luego salir con una toalla sobre su cabeza, sonriendo como un idiota antes de despertar a Chanyeol con un agradable y tibio café de avellanas.

Con cada mes que pasa, Baekhyun lleva algo nuevo e interesante a sus vidas. Ese diciembre son casetes.

Un día, Baekhyun sigue a Chanyeol hacia la tienda de impresión de fotos. La tarjeta de memoria de este último está muy llena de sus recuerdos y Chanyeol necesita algún otro lugar donde conservarlos por siempre. Mientras el más alto espera pacientemente a que las fotos sean procesadas, Baekhyun deambula alrededor, y de pronto sus ojos aterrizan en un viejo reproductor de casetes y una caja de cintas.

-¡Chanyeol! -llama él-. ¡Mira, tienen casetes aquí! ¿Cuán vieja es esta cosa? ¡Wow!

Chanyeol voltea su cabeza y Baekhyun está allí, todo sonrisas mientras palmea el objeto.

-¡Quiero uno de estos! -se maravilla el chico.

-¿Pero para qué lo necesitas? -le pregunta Chanyeol con una ceja alzada.

-¡Ahjussi de las cámaras! -llama Baekhyun hacia el cuarto trasero antes volverse a voltear hacia él-. ¿A qué te refieres con «para qué»? ¡Para grabar canciones, duh! -dice, riendo.

Chanyeol pone los ojos en blanco soltando una risita.

-¡Ahjussi! ¡Ahjussi de las cámaras! -llama Baekhyun nuevamente, estirando el cuello. Chanyeol sacude su cabeza cuando el anciano asoma su cabeza por el marco de la puerta.

-¿Qué ocurre? -pregunta. Baekhyun señala la casetera y sonríe.

-¿Cuánto sale esto, ahjussi de las cámaras?

-Baekhyun, ¿realmente vas a comprar eso? -se mete Chanyeol.

-¡Shhh, Chanyeol! -lo calla él, volteándose hacia el dueño otra vez-. ¿Cuánto sale esto?

El dueño de la tienda sacude su cabeza.

-No está a la venta.

-¿Por qué no? -se queja el chico, haciendo sobresalir su labio inferior.

-Esa cosa no se vende -le explica el anciano-. ¿Ves el polvo que tiene? Ya nadie lo quiere. Puedes llevarlo si lo deseas, pero te va a costar.

-¿Cuánto? -pregunta Baekhyun, abriendo los ojos.

-Diría que… ¿alrededor de 450?

-¡Ahjussi!

-¡Es antiguo, muchacho! Tómalo o déjalo.

Baekhyun se desanima y Chanyeol ojea la máquina marrón.



Durante los meses siguientes, Chanyeol trabaja muy duro. Toma un turno extra en la tienda mientras que Baekhyun, ahora ascendido de rango, practica y aprende a utilizar su imaginación para crear los más deslumbrantes bocetos base. Lo único en la mente de Chanyeol es ahorrar el dinero suficiente para el próximo cumpleaños de Baekhyun porque será el primer regalo que le dará, y el primero siempre es el más especial.

Febrero y marzo se pasan volando con Baekhyun presentándole cada nuevo bosquejo que hace, y aunque no se haya graduado aún de la universidad ni tenga un diploma, la empresa lo contrata como diseñador debido a sus habilidades, que se incrementan alarmantemente cada día. Baekhyun llega a casa extático cada noche y divaga acerca de si el concreto o el linóleo serían más eficientes, o si debería preguntarle al encargado del proyecto si puede ir a visitar alguno de los sitios en construcción, o si algún día podrá visitar París y la torre Eiffel. Chanyeol lo escucha con sus pies colgando fuera del colchón, con una taza de chocolate caliente en la mano mientras la nieve cae suavemente afuera. Baekhyun siempre empieza a su lado, pero tarde o temprano se emociona, y no toma mucho tiempo hasta que está caminando por toda la habitación, saltando y creando un nuevo mundo para sus imaginaciones.

-Y la entrada del parque puede ir aquí -dice, apuntando a una esquina de la cama-. Con árboles y un camino bien pavimentado doblando por las esquinas allí.

Chanyeol observa mientras Baekhyun salta por la cama y se precipita hacia otro rincón de su cuarto.

-Y aquí, este será el lugar donde todo el jardín comience, y todo en la habitación conduce hacia aquí por el camino principal. ¿Ves lo que digo? ¡Será como Roma, Chanyeol, pero en forma de parque!

Chanyeol se ríe en aprobación y levanta un pulgar hacia él, porque la sonrisa en el rostro del más joven es más grande que cualquier otra cosa en el mundo. Para Chanyeol, esa sonrisa es todo lo que importa.

Pero aún así, no puede negar la sensación de que Baekhyun está lentamente alejándose de él. No es que nunca estén juntos, porque lo están, excepto por sus trabajos, pero Chanyeol siente una barrera que se eleva entre ellos cada vez que Baekhyun habla acerca de la compañía de arquitectura, o de cuán amables son los trabajadores con él. No sabe si es sólo él que se está desvaneciendo, o Baekhyun quien lo hace, pero el desvanecimiento está innegablemente allí y Chanyeol tiene miedo.



Mayo llega, y es el cumpleaños de Baekhyun otra vez. No es el primero que pasan juntos, pero es la primera vez que Chanyeol ha preparado algo para el más joven así que el día es especial.

-Feliz cumpleaños, Byun Baekhyun -le susurra temprano por la mañana, tan pronto como se despierta. Baekhyun se frota los ojos adormilado y se voltea hacia él, sonriéndole avergonzado.

-Lo recordaste. -Se ríe.

-Ve a revisar el armario -lo insta Chanyeol, sonriente.

-¿Por qué? ¿Hay algo ahí? -pregunta el chico, ensanchando los ojos inmediatamente. El sueño se le quita en un instante. Chanyeol simplemente sonríe y se encoge de hombros, girando su cuerpo-. ¡¿Me compraste algo?! -grita, saltando fuera de la cama. Se abalanza hacia el armario y su mandíbula cae hasta el suelo cuando ve lo que hay adentro.

Chanyeol se cubre la cabeza con las mantas, esperando algún grito o al menos un jadeo fuerte, pero no oye nada. Confundido, echa un vistazo por entre las sábanas y ve a Baekhyun en el suelo.

Llorando.

-Baekhyun -lo llama inmediatamente, quitándose de encima las sábanas-. ¿Por qué lloras?

Baekhyun sostiene la grabadora de casetes marrón y el nuevo juego de pinceles de dibujo en sus manos y los abraza contra su cuerpo.

-Hey, Byun Baek, ¿estás bien? -le pregunta, sentándose junto al más joven.

De pronto, Baekhyun lo rodea con sus brazos y respira fuertemente, conmocionado.

-C-Chanyeol -llora, con las lágrimas cayendo por su rostro y nublándole la vista. Se sujeta con fuerza al hombre alto-. Idiota.

Chanyeol no sabe qué quiere decir Baekhyun con eso, pero le pasa los dedos por su cabello y susurra palabras tranquilizadoras en su oído.

Baekhyun se aparta del brazo de Chanyeol tras lo que se siente como una eternidad, y levanta la vista con timidez, con el flequillo en los ojos y su cara toda roja.

-Gracias, Chanyeol. Eres el mejor.



♫ ¡Hola Chanyeol! Espero que esto funcione bien. Aún estoy aprendiendo cómo es todo este asunto de la «grabación de casetes», así que no sé si mi voz va a sonar con claridad, pero… Espera, ¿está siquiera grabando? Estoy apretando el botó… Oh, sí, lo está. Perdón, Chanyeol. Te prometo que la siguiente grabación no tendrá mi voz en ella. Sólo quería probar esto en caso de que quisiera grabar algo alguna vez que no fueran las canciones que pondré en mis listas de reproducción. Realmente espero que te guste esta primera. La primera siempre es la más especial, ¿recuerdas? Gracias por esto, por cierto. ¡Oh, y Chanyeol! Deberías sonreír más. Tu sonrisa es la mejor del mundo. ♫



Junio y julio pasan, y Chanyeol ya tiene una caja llena de las «listas de reproducción» que Baekhyun le hace. Las escucha ocasionalmente cuando Baekhyun llega tarde del trabajo, dejando que el sonido de la mente y el alma del chico llenen la habitación, porque la casa sin Baekhyun está demasiado silenciosa.

En agosto, Baekhyun llega a casa corriendo con un papel lavanda en su mano y, tan pronto como irrumpe por la puerta, estruja a Chanyeol en un abrazo.

-¡Chanyeol! -grita.

-¿Qué? -Él parpadea, con los brazos congelados a sus lados porque Baekhyun lo está apretando.

-¡Voy a ir a París!

-… ¿Qué?

-¡París! ¡Voy a ir a París! -Baekhyun lo abraza fuertemente y grita con placer mientras consigue levantar al gigante un centímetro por encima del suelo.

-Me alegro, Baekhyun. En verdad me alegro.

Chanyeol y Baekhyun se sientan una vez que este último se hubo calmado lo suficiente, y el más alto le pregunta cómo obtuvo tal oportunidad.

-El gerente de mi división tiene algunos negocios que hacer allí, aparentemente, así que llevará a un puñado de gente porque sí… Bueno, no en realidad, porque se supone que estaremos haciendo turismo y aprendiendo mientras viajamos, pero sí, llevará a algunos de nosotros, ¡y me escogió! ¡Me escogió! ¡Así que voy a ir a París!

Baekhyun se ríe por centésima vez en ese día, y Chanyeol le devuelve la sonrisa porque está feliz por él; realmente lo está. Pero siente una palpitación en su corazón que no desaparece, y cuando llega la noche, Chanyeol siente un nudo en la garganta.

Se encuentra a sí mismo reproduciendo las listas de Baekhyun una y otra vez durante los siguientes días.

♫ Por favor no desaparezcas de mi vista.
Por favor no desaparezcas, ni siquiera cuando llegue la mañana ♫



-¿Cuándo te irás? -pregunta Chanyeol, dos semanas después de que Baekhyun diera la noticia. Éste levanta la vista de sus bocetos y le lanza una sonrisa emocionada.

-El veinticinco de noviembre -responde, y Chanyeol cuenta mentalmente los días.

-¿Por cuánto tiempo estarás allí?

-Tres meses.

La expresión de Chanyeol decae.

-¿Tres meses?

-Sí, tres.

-Ten cuidado allí, ¿de acuerdo? -Es todo lo que Chanyeol puede decir. Baekhyun asiente.

-No te preocupes, Chanyeol. Lo tendré.



Para el final de septiembre, Chanyeol se da cuenta de un montón de cosas. A veces se percata en mitad de la noche de que Baekhyun se irá pronto, y el pensamiento lo asusta incluso aunque sabe que Baekhyun va a regresar. Otras noches se da cuenta de que, algún día, ya no serán sólo tres meses y que Baekhyun podría haberse ido para siempre.

Chanyeol no sabe con exactitud cuándo es que se enamora del chico. Tal vez fue el día en que Baekhyun lo llevó a ver el amanecer por primera vez, o el día en que fueron a ver las estrellas. O quizás fue el día cuando se enteró de que se iría a París. Sin embargo, no importa cuándo empezó, porque él se da cuenta recién ahora. Y cuando recuerda la razón por la que no se encariña por igual con personas y sitios en primer lugar, la realidad le da una bofetada con fuerza en el rostro porque se acuerda.

Baekhyun no puede durar para siempre como él. Algún día, Baekhyun no estará ahí para hacerle café y grabarle casetes. No estará ahí para cantar en las duchas a las seis de la mañana y gorjear junto a los pájaros. No estará ahí para convertir la casa de Chanyeol en su pequeño mundo propio, donde Baekhyun es el mago y Chanyeol un espectador. La realidad lo abofetea tan duramente, de hecho, que las lágrimas caen por su rostro, y la forma en que le queman las mejillas le dice todo lo que jamás quiso saber.

Ama a Baekhyun. Es evidente cuando no puede apartar aquellos ojos brillantes; cuando no quiere apartarlos. Quiere sujetarlo con fuerza y jamás soltarlo porque, por una vez, Chanyeol está viviendo en el presente.

Pero el tiempo de Baekhyun es demasiado pedir.



El sueño evade a Chanyeol conforme los días se reducen hasta ser un exiguo número. Faltan cuatro días para que Baekhyun se tenga que ir, y siente un peso en su corazón que jamás ha sentido antes.

-Baekhyun -lo llama aquella noche, justo antes de irse a dormir.

-¿Mmm?

-Ten cuidado, ¿sí?

-Lo tendré, Chanyeol. No tienes de qué preocuparte.

El silencio llena la habitación otra vez como es usual, y Chanyeol traga aquel nudo en su garganta que parece estar permanentemente allí. No obstante, sin importar cuánto trague, el nudo no se va, y no pasa mucho hasta que él se quiebra.

-Baekhyun, ¿tienes…? -susurra, con su voz quebrándose mientras mira la luz de la luna caer en la espalda de Baekhyun. Incluso después de todo este tiempo, el chico le deja la mayoría del espacio en el colchón porque Baekhyun es Baekhyun, y se preocupa por pequeñas cosas como esa-. ¿Tienes que ir?

Baekhyun se tensa notoriamente al oír el dolor en su voz por primera vez.

Chanyeol quiere detenerse, pero no puede evitar acortar la distancia entre ellos y abrazar el pequeño cuerpo del muchacho desde atrás. Lo hace incluso aunque odia el contacto, porque Baekhyun se siente tibio y real. Se siente como una eternidad en brazos de Chanyeol

Baekhyun siempre se sintió como una eternidad para él desde el momento en que se conocieron.

-C-Chanyeol, yo…

-Sólo un minuto, ¿sí? -dice con palabras ahogadas, deseando que Baekhyun deje de hablar. Su cabeza descansa en la curva del cuello del más bajo mientras desea que su visión deje de estar borrosa-. Lo sé. Tampoco quiero hacer eso, pero sólo…

Baekhyun espera hasta que las lágrimas de Chanyeol se vuelven a sumergir en sus ojos, y frota pequeños círculos en su brazo.

-Te prometo que regresaré pronto. Regresaré antes de que te des cuenta -susurra-. Y cuando regrese, podremos escuchar todos los casetes juntos y cantar con ellos. Podremos ir a la playa como siempre; nada va a cambiar.

Baekhyun, cállate.

-Cuando llegue a París, te enviaré todas las postales de cada tienda de recuerdos, y mis bocetos nuevos también. Me verás mejorar como siempre, y podremos hablar por teléfono si queremos, ¿no? Tal vez cueste un montón, pero…

Baekhyun, no sabes nada. Sólo cállate.

-Siempre estamos juntos, ¿recuerdas, Chanyeol? Tú y yo. Cuando regrese, seré un Baekhyun mejorado, y tú serás un mejor Chanyeol, y podremos empezar a construir aquel domo de cristal. Tomará un tiempo, así que deberíamos empezar cuanto antes, ¿no?

Baekhyun, sólo…

-No te preocupes, Chanyeol…

Sólo está divagando.

-… volveré, y tú estarás aquí como siempre. Tomaremos caramel macchiatos y capuchinos en los días de frío, y…

-Baekhyun -lo interrumpe Chanyeol, respirando fuerte y entrecortado por sus violentos latidos. Baekhyun traga con nervios mientras el aliento de Chanyeol flota hacia su nuca-. Sólo detente.

Baekhyun siente algo tirando de su corazón cuando los brazos abandonan su cintura y, de pronto, Chanyeol está encima de él con lágrimas en los ojos. Amenazan con caer encima suyo mientras sus débiles brazos van hacia su cabeza, con sus labios separados entre sí sólo por unos pocos centímetros.

Baekhyun cierra los ojos cuando los labios de Chanyeol rozan los suyos.

-… Ya es demasiado tarde, Baekhyun.



Al día siguiente, Baekhyun sujeta una mano de Chanyeol al caminar por la arena húmeda, mientras que la otra sostiene sus zapatos, uniendo sus pisadas mientras proyectan dos sombras espejadas. Una es larga y la otra corta, pero en el tranquilo silencio, ambas se funden en una sola.

Las palmas de Baekhyun están sudadas y Chanyeol se siente así también, pero ninguno se separa porque el tiempo siempre está contra Chanyeol. Aunque no debería, siente que aquella es la última oportunidad que tendrán.

En cierto punto, Baekhyun se inclina para recoger un palo y Chanyeol se agacha con él, con sus manos aún entrelazadas y negándose a soltarse.

Baekhyun lucha mientras intenta escribir algo en la arena húmeda con su mano izquierda.

«¿Ya estás mejor?»

Chanyeol observa las palabras en silencio. Baekhyun le ofrece el palo, pero él no sabe cómo responderle así que no lo toma.

El muchacho mira la expresión en blanco de Chanyeol y siente que su corazón se desploma. Las olas erosionan su escritura y ésta se desvanece lentamente.

Un par de horas más tarde, Baekhyun lo vuelve a intentar.

«¿Ya estás mejor?»

Chanyeol agarra el palo esta vez, reúne sus pensamientos, pero las palabras no salen en la forma que quiere. Quiere decirle a Baekhyun que no se vaya. Quiere pedirle que simplemente se quede con él para siempre.

Las palabras rebanan el suelo y Chanyeol quiere que se queden allí, pero desaparecen mientras las olas vienen y van, y Baekhyun aprieta su mano.

«Byun Baekhyun, te amo.»



La noche anterior, Chanyeol recuerda una almohada húmeda bajo sus mejillas. Baekhyun está profundamente dormido pero él está bien despierto, teniendo dificultades para respirar mientras yace allí, observando todo el rostro del muchacho. Por alguna razón, siente que es su última oportunidad para memorizar aquellas bellas facciones. Chanyeol no sabe por qué siente que algo terrible está por llegar, pero sujeta la suave mano de Baekhyun con fuerza y la llena de tiernos besos porque eso es lo más que puede hacer sin decirle al muchacho cuánto desea que se quede.

[Parte 1] | [Parte 3]

[Índice]

baekhyun, baekyeol, exo, fic, angst, chanyeol

Previous post Next post
Up