A Song We Left Unsung - Capítulo 4

Sep 27, 2015 16:27





Capítulo 4: Enmudecido


El dúo emergió del edificio, y el muchacho alto guió a Baekhyun de camino hacia un bello automóvil de un inusual color púrpura oscuro.

-Qué buen auto.

Chanyeol le sonrió mientras abría la puerta del acompañante para él. Luego la cerró y subió al sitio del conductor.

-Es un lindo coche, aunque no me pertenece. Pronto verás lo que suelo conducir, supongo. Se lo pedí prestado a mi hermana por esta noche, porque me pareció que es más apropiado para una primera cita.

-Bueno, de todos modos es mucho mejor que el mío… -agregó Baekhyun pensando en su viejo autito, el mismo al que Kyungsoo apodó con tino «el ataúd». Chanyeol se rió.

-Oye, mientras te lleve desde el punto A al punto B, es todo lo que necesitas. Y si en algún momento te da problemas, házmelo saber. Estaré más que feliz de echarle un vistazo.

-¿Por? ¿Eres bueno en lo que respecta a autos?

Él, dejando de lado el hecho de poder manejar el suyo, era bastante desconocedor del tema.

-Bueno, debería -respondió el otro, riendo-. Soy mecánico.

Baekhyun quedó pasmado ante aquella revelación.

-¡No te creo!

«Pedazo de músculos que tiene, eso lo explica», pensó. Se lo guardó para sí; no quería darle a Chanyeol la satisfacción de saber que ya le estaba ojeando los brazos. El más alto lo miró de reojo mientras conducía.

-¿Te resultó tan inesperado?

-No sé, es que te veía siendo más… musical. Como en una banda o algo así.

Chanyeol soltó una risotada.

-De hecho, toco la guitarra y la batería. Quizás sea el hecho de vestirme como hipster lo que me hace parecer tan poco un mecánico. Simplemente amo los autos. También las bicis. Kris y yo a veces salimos a andar juntos en nuestros días libres.

Aparcó en una callecita lateral y abrió la puerta de pasajeros para Baekhyun. Le tendió una mano, la cual él tomó con timidez mientras caminaban. Finalmente llegaron a un bonito restaurante con filas de mesas privadas. El personal era muy amable y los recibió al entrar, y una camarera los acompañó hasta su mesa, ubicada en un rincón.

-Bueno -dijo Chanyeol, continuando con la conversación una vez que ordenaron-, ya establecimos que soy una estrella de rock fallida que se divierte desarmando autos. ¿Cuál es tu historia?

Baekhyun jugueteó nervioso con el salero y el pimentero. En el mejor de los casos, no solía gustarle hablar sobre sí mismo. Y ahora mucho menos, estando en presencia del súper sexy Park Chanyeol.

-Soy estudiante de moda, como Tao, y de ahí nos hicimos amigos. Vemos todo tipo de temas relacionados a la moda, pero mi plan es dedicarme al diseño. Además, trabajo a tiempo parcial en Ivy Club.

Chanyeol sonrió y sacó la lengua.

-Sí, noté que tienes mucho estilo. Pero ¿por qué elegiste la moda?

Baekhyun lo meditó un instante.

-Bueno, para empezar, siempre me encantó dibujar. Pero además soy tímido, así que la ropa se volvió una descarga que me permitía expresar varias facetas de mi personalidad sin que me hiciera falta abrir la boca. La falsedad desenfrenada y la naturaleza feroz de la industria de la moda a veces me desaniman un poco… pero pese a eso siempre la amaré, porque le otorga voz a la gente como yo.

Chanyeol le dedicó una sonrisa radiante.

-Bueno, mientras la ames, es lo único que importa. Tal vez puedas estilizarme algún día, ¿eh?

Baekhyun sonrió y asintió mientras la camarera posaba la comida frente a ellos. Les dedicó una venía tierna cuando le agradecieron.

-Perdona mi lenguaje, Baekhyun, pero… carajo. Sí. -Chanyeol comenzó a entrarle a la porción enorme de costillas de cerdo que tenía enfrente-. ¿Quieres?

-No, gracias, con mi pollo estoy más que bien.

-En verdad no sabes de lo que te pierdes -comentó, con la boca llena de cerdo.

-Bueno, debo reconocer que se ve bastante apetitoso.

-Te lo dije.

-Aunque no luce tan bien cuando lo tienes encima de la camisa.

-Ajá. Espera, ¿qué? -Chanyeol bajó la mirada hacia la salsa con la que había conseguido ensuciarse la ropa. Empezó a frotar la mancha furiosamente con la servilleta-. Ah, diablos, para colmo esta camisa es nueva…

Baekhyun no pudo evitar estallar en risas ante ese espectáculo. Y cuando lo hizo, un trocito de pollo masticado salió disparado de su boca y aterrizó en la mejilla de Chanyeol. Lo observó con horror, y el otro alzó una ceja con desconfianza.

-¿Por qué me miras así? ¿Me eché más salsa encima?

«Bueno, al menos no se dio cuenta», pensó Baekhyun. De todas formas, no podía dejarle un pedazo de su cena parcialmente masticada en la cara. Iba a terminar viéndola.

En un acto improvisado, se inclinó de pronto por encima de la mesa y besó a Chanyeol en la mejilla afectada. Cuando volvió a tomar asiento, observó con alivio que el pollo ya no estaba.

Chanyeol puso los ojos como platos.

-¿Y eso por qué fue?

Baekhyun ladeó la cabeza y sonrió con dulzura.

-Te ves encantador cuando te tiras comida encima. No pude controlar mis emociones.

-Aww, ya detente… -Chanyeol dejó escapar una risita y su rostro se volvió de un adorable tono rosado. Baekhyun hizo un pequeño festejo por debajo la mesa.

«Nota mental: soy genial.»

* * *

Luego de que Chanyeol pagara la cuenta, se fueron a dar un corto paseo post-cena tomados de la mano, para conocerse un poquito más.

Baekhyun se encontró con que, pese a su cautela inicial, realmente disfrutaba de la compañía de Chanyeol. Era sincero, gracioso y agradable, y además parecía ser gratamente ignorante de cuán bello era. Si bien él era del tipo de gente que se aísla con barreras en presencia de desconocidos, ya podía sentir cómo Chanyeol se las derribaba de modo lento pero seguro.

-Disfruté mucho pasar tiempo contigo -dijo éste luego, mientras lo llevaba de vuelta hasta su casa-. Creo que deberíamos hacer de esto algo regular.

-Bueno -contestó Baekhyun-. Opino que es lo mejor que he escuchado en todo el día.

Durante todo el trayecto de regreso, Chanyeol le sujetó la mano cada vez que frenaron en un semáforo.

* * *

Cuando llegaron al edificio de Baekhyun, insistió en acompañarlo hasta la puerta de entrada.

-Bueno, gracias por lo de esta noche. La pasé muy bien -dijo Baekhyun con timidez.

-Fue todo un placer. Me encantaría volverte a invitar a salir pronto.

Tras decir eso, Chanyeol no parecía tener intenciones de moverse. Se quedó ahí parado, reclinado contra la pared, mirándolo con intensidad. Baekhyun se sonrojó al notar la lengua rosada moviéndosele por entre sus labios con lentitud.

«Quiere besarme.»

Y sin embargo, los segundos transcurrían y se volvían minutos que parecían horas, e incluso a pesar de que Chanyeol tenía los ojos tan descaradamente fijos en la boca de Baekhyun, permaneció de pie en su lugar. Él sintió que su corazón desbocado se hundía un poco.

«Olvida eso. Quiere que yo lo bese.»

Tragó, nervioso. Su experiencia en citas era limitada, por no decir menos, y no sabía nada acerca de dar el primer paso. Pero estaba preocupado de que Chanyeol recurriera a acampar frente a su puerta hasta que hiciera algo, y le daba pena despedirse de él cuando lucía tan adorablemente esperanzado.

Al final, la tensión, la mirada y el silencio intenso se volvieron demasiado insoportables para Baekhyun.

«Es hora», pensó. «Tengo que hacerlo». Su corazón latía ahora con tanta fuerza que hasta podía escucharlo, además de sentirlo. Se preguntó si Chanyeol podría también.

Se movió apenas hacia delante, con una mano sobre el pecho del otro, agarrándole débilmente la camisa. Luego ladeó un poco la cabeza, cerró los ojos y rozó con indecisión sus labios con los de Chanyeol.

Cuando rompió el beso, Chanyeol lucía tan exultante que le tocó a él sonrojarse. El rubor rosado se le extendió como fuego por la piel hasta llegarle a sus orejas como de elfo, y fue una visión tan encantadora que hizo que el corazón agobiado de Baekhyun diera un vuelco.

Con una sonrisa inmensa estampada en la cara, Chanyeol se dio la vuelta, aparentemente enmudecido. Comenzó a andar por el corredor como si estuviera en un trance.

Momentos después estaba de regreso, y antes de que Baekhyun tuviera tiempo para procesar lo que ocurría, Chanyeol lo tenía sujeto contra la puerta de entrada, suavemente pero con firmeza.

Miró a Baekhyun a los ojos, acariciándole gentilmente el rostro con una mano antes de ponerla bajo su mentón, y suavemente lo besó en los labios. Y por muy sorprendido que estuviera, los labios del mayor parecían moverse con los de Chanyeol por cuenta propia. Abrió un poco la boca y pudo sentir que su lengua entraba brevemente; luego se apartó, al parecer sin aliento.

-Te llamaré. -Fueron las únicas palabras que consiguió articular Chanyeol, tras lo cual le plantó un último beso en la mejilla y se giró para irse.

Baekhyun lo observó alejarse por segunda y última vez, sonriendo al pensar que un pequeño beso suyo pudiera hacer que una persona tan cautivadora se quedara a cuadros.

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