Título: Adicciones
Reto: Reto #9
Autora:
roo_lp Pairing: Drarry (Slash)
Rating: PG
Advertencias: Ninguna
A Draco le gustan muchas cosas. Leer, jugar ajedrez mágico, mirarse en el espejo, molestar a Weasley, los cigarros mugggles, bailar, tocar el piano, los dulces, la menta, los perfumes costosos, y un montón de cosas más que no vienen al caso. Pero si quisiera, Draco podría dejar todas esas cosas y seguir viviendo perfectamente (o por lo menos como una persona normal). Draco todavía no lo acepta, pero también le gusta Potter. Tal vez un poquito, no demasiado. Le gusta su sonrisa, esa que aparece cuando está feliz o riendo con el pobretón de Weasley (quien sería él para poder recibir esas sonrisas…) , y también le gustan sus ojos, porque son verdes. Y a Draco le gusta el color verde. Y, si hay que ser sinceros, a Draco también le gusta el nido de pájaros que es el cabello de Harry. Solo porque le da un aire medio salvaje, que lo hace parecer más atractivo, junto con ese cuerpo esculpido por el Quidditch y Draco no quiere seguir pensando en el cuerpazo de Potter, porque sino tendrá que ir al baño a calmar sus más bajos instintos.
Está bien, tal vez le guste bastante más que un poquito, pero Draco no lo admitirá ni convertido en inferi. Además su voz también es muy masculina, y un poco ronca, y causa estragos en la resistencia de Draco cada vez que lo escucha hablar (incluso cuando lo insulta, lo que está resultando un poco preocupante).
A Draco le gusta pensar que no es amor, pero en realidad no está seguro. Lo que sí sabe es que Potter es adictivo. Más que el chocolate, más que los perfumes costosos y las túnicas de diseñador. Es como una droga, una vez que lo has probado, ya no puedes dejarlo. Y vaya que Draco ha probado a Potter-una muy buena dosis por cierto.
Tal vez esa sea la causa de que Draco esté esperando todo el día esos encuentros furtivos que se dan entre clases, y no el amor. Tal vez sea por eso que Draco no puede dejar de pensar en él, no puede dejar de mirarlo, de comérselo con la mirada, y está seguro de que por más estúpido que Potter sea probablemente ya se haya dado cuenta de que es adicto a él, porque es demasiado evidente, y ¿cómo puede ser que nadie le haya dicho algo al respecto todavía?
Y cuando por fin Potter lo arrastra hacia un corredor vacío, lo estampa contra la pared, y lo besa, Merlín, ¿eso es solo un beso?, como si no quisiera dejarlo ir jamás, como si él también hubiera estado esperando ese momento durante todo el día, y tal vez a Potter le pase lo mismo, porque están desesperados, y Draco se aferra a esa idea con todas sus fuerzas, porque si no es esa la razón por la que Potter lo manosea, lo besa, lo chupa como si no hubiera un mañana, no sabe que otra cosa puede ser. Y mientras que se siente morir debajo de los toques de Potter, Draco piensa que no tiene ningún inconveniente en ser adicto a Potter, siempre y cuando obtenga buenas dosis de él cada vez que lo necesite.