Reto #9: Fanfiction
Título: Enfrentar sus temores
Reto: #9
Personajes: Draco y Astoria
Género: Gen
Clasificación: G
Disclaimer: Harry Potter es propiedad de J. K. Rowling, Bloomsbury Publishing, Scholastic Inc. y AOL/Time Warner Inc.
ENFRENTAR SUS TEMORES
-Hay un boggart en la casa.
Draco levantó la mirada otrora fija en el diario para posarla en Astoria. Su esposa pasaba las hojas de una revista de moda aparentemente sin mucho interés en lo que hacía, aunque lo cierto era que miraba atentamente los diseños de temporada, para saber qué comprar al ir con la modista.
-¿Un boggart? -preguntó Draco.
-Sí. Lo noté esta mañana. Iba a sacar algo del armario que está en el cuarto de invitados y al abrir la puerta… me dio un buen susto. La verdad es que me sorprendió un poco, así que no regresé para intentar sacarlo.
Draco cerró el diario. Un boggart. ¿Es que de todas las criaturas tenía que ser un boggart? Jamás le habían gustado (como suponía que no le gustaban al resto de los magos y brujas), en especial porque jamás se había visto en la necesidad de enfrentar uno. Cuando era niño, recordaba, era su padre quien se deshacía de aquellos que aparecían en la casa y en el colegio no había tenido oportunidad de probar sus habilidades con uno. Sabía la teoría de cómo deshacerse de él, pero no tenía la práctica.
Lo apropiado sería ir y expulsar a la criatura pues no se trataba de una grata compañía, pero la verdad era que Draco temía lo que podría suceder si no lograba realizar el hechizo riddikulus como era debido. Sabía que un boggart, pese a todo, no era una criatura invencible, pero Draco, más que temerle a él, le temía a sus propios miedos. Puede que no lo aparentara, pero lo cierto era que los fantasmas del pasado seguían atormentándole y pensar si debía o no afrontarlos no era algo que le gustara hacer.
-¿Draco?
El rubio levantó la mirada y le sonrió ligeramente a su esposa. Dejó el diario en la mesa de centro de la sala y se puso de pie, acomodándose la ropa arrugada y sacudiéndola un poco. Astoria siguió cada uno de sus movimientos atentamente, quizá intrigada por el repentino mutismo de Draco y seguramente intuyendo que algo no iba del todo bien con él.
-¿En el cuarto de invitados, dijiste? -la mujer asintió-. Veré qué puedo hacer.
Caminó para salir de la sala, sin dejar de sentir la mirada confundida de su esposa fija en él. Realmente le preocupaba ver qué aparecería ante sus ojos una vez que abriera el armario y el boggart dentro de él se materializara con la forma de lo que le aterraba. A pesar de ello, mientras subía las escaleras de su casa rumbo a la habitación de invitados, pensó que quizá finalmente había llegado el momento de enfrentar sus temores.
Reto: #9
Personajes: Draco y Astoria
Género: Gen
Clasificación: G
Disclaimer: Harry Potter es propiedad de J. K. Rowling, Bloomsbury Publishing, Scholastic Inc. y AOL/Time Warner Inc.
ENFRENTAR SUS TEMORES
-Hay un boggart en la casa.
Draco levantó la mirada otrora fija en el diario para posarla en Astoria. Su esposa pasaba las hojas de una revista de moda aparentemente sin mucho interés en lo que hacía, aunque lo cierto era que miraba atentamente los diseños de temporada, para saber qué comprar al ir con la modista.
-¿Un boggart? -preguntó Draco.
-Sí. Lo noté esta mañana. Iba a sacar algo del armario que está en el cuarto de invitados y al abrir la puerta… me dio un buen susto. La verdad es que me sorprendió un poco, así que no regresé para intentar sacarlo.
Draco cerró el diario. Un boggart. ¿Es que de todas las criaturas tenía que ser un boggart? Jamás le habían gustado (como suponía que no le gustaban al resto de los magos y brujas), en especial porque jamás se había visto en la necesidad de enfrentar uno. Cuando era niño, recordaba, era su padre quien se deshacía de aquellos que aparecían en la casa y en el colegio no había tenido oportunidad de probar sus habilidades con uno. Sabía la teoría de cómo deshacerse de él, pero no tenía la práctica.
Lo apropiado sería ir y expulsar a la criatura pues no se trataba de una grata compañía, pero la verdad era que Draco temía lo que podría suceder si no lograba realizar el hechizo riddikulus como era debido. Sabía que un boggart, pese a todo, no era una criatura invencible, pero Draco, más que temerle a él, le temía a sus propios miedos. Puede que no lo aparentara, pero lo cierto era que los fantasmas del pasado seguían atormentándole y pensar si debía o no afrontarlos no era algo que le gustara hacer.
-¿Draco?
El rubio levantó la mirada y le sonrió ligeramente a su esposa. Dejó el diario en la mesa de centro de la sala y se puso de pie, acomodándose la ropa arrugada y sacudiéndola un poco. Astoria siguió cada uno de sus movimientos atentamente, quizá intrigada por el repentino mutismo de Draco y seguramente intuyendo que algo no iba del todo bien con él.
-¿En el cuarto de invitados, dijiste? -la mujer asintió-. Veré qué puedo hacer.
Caminó para salir de la sala, sin dejar de sentir la mirada confundida de su esposa fija en él. Realmente le preocupaba ver qué aparecería ante sus ojos una vez que abriera el armario y el boggart dentro de él se materializara con la forma de lo que le aterraba. A pesar de ello, mientras subía las escaleras de su casa rumbo a la habitación de invitados, pensó que quizá finalmente había llegado el momento de enfrentar sus temores.