Título: Este es el principio de una gran amistad
Reto: #11 Eso no es una cicatriz, es una señal de carácter
Pairing: Drarry
Rating: PG
Género: Pre-Slash
Disclaimer: Harry Potter es una marca registrada propiedad de J. K. Rowling, Bloomsbury Publishing, Scholastic Inc. y AOL/Time Warner Inc. y todos aquellos más que haya olvidado.
Harry abrió su taquilla y comenzó a quitarse la túnica de auror que llevaba. Suspiró. Acababa de terminar otro mísero día como compañero de Draco Malfoy. Todavía no comprendía como se había dejado embaucar. Si bien era cierto de que ningún otro de los aurores sería capaz de aguantar a Malfoy como socio, no entendía por qué lo habían elegido a él.
Apoyó la cabeza sobre el casillero que tenía al lado. Suspiró. Normalmente solía esperar a ducharse en su casa, pero aquel día estaba demasiado acalorado e incómodo. Así que cogió una de las toallas que estaban en los estantes del vestuario masculino y se dirigió hacia las duchas.
Se encontró con un par de compañeros que lo saludaron saliendo de las duchas. Esa era otra de las particularidades de trabajar con Malfoy, que siempre eran los últimos en marcharse a casa. Harry abrió el grifo de la ducha, dejando que el agua caliente le mojara y le relajara. Se sentía bien. Pero lamentablemente no podía quedarse ahí para siempre. Se envolvió la cintura con la toalla y cerró el agua.
Al salir de la ducha y dirigirse a su taquilla, se encontró con su compañero de trabajo. El cual se estaba terminando de quitar los bóxers. Harry se quedó perplejo, desconcertado porque nunca había visto a Malfoy en los vestuarios. Harry tragó, maldiciendo el hecho de que el rubio se viese tan bien sin ropa. Luego desvió la vista hacia su casillero y carraspeó.
Draco se volteó rápidamente con un jadeo. Empujándose contra su taquilla abierta, se cubrió con la ropa que se acababa de quitar.
-¡Potter! ¡Pensé que no había nadie!
Harry se hizo el loco.
-Sí, bueno. Es que se me ocurrió ducharme.
-Ya -dijo Draco, mirándole fijamente y sin moverse de su posición.
Harry se volteó y se enfrentó al que era su compañero.
-¿Te ocurre algo Malfoy?
-¿Estás espiándome? -replicó Draco.
Harry parpadeó asombrado.
-¿Qué? ¿De qué estás hablando? ¿Por qué tendría yo que espiarte a ti?
-No lo sé, dímelo tú.
Harry frunció el entrecejo.
-Estás paranoico, ¿lo sabes?
Draco le miró iracundo, arrojó la ropa con la que se cubría al suelo y se acercó a él clavándole el dedo en el pecho mientras le gritaba.
-¡Tú no sabes nada! ¡NADA! ¡No tienes ni idea de cómo es mi vida! ¿Sabes por qué siempre somos los últimos en salir? No lo sabes, ¿verdad? ¡Pues yo te lo diré! ¡Porque no se fían de mí! ¡Ya hace cinco años que soy auror y aún no confían en mí! -Draco respiró y golpeó con el puño la casilla que había al lado de la de Harry-. Todos los días, después de cada misión, tras entregar el informe me obligan a quedarme y me interrogan con veritaserum. ¡Esos malditos…! -murmuró con un sollozo.
Harry reaccionó por fin. Cogió a Draco por los hombros y lo sacudió, logrando que le mirase a la cara.
-¿Qué has dicho?
-No lo repetiré -dijo Draco desviando la mirada.
Harry le cogió de la barbilla y le miró a los ojos.
-¿Por qué no dijiste nada?
Draco soltó una carcajada.
-¡¿Y a quién le importa?! -exclamó empujando a Harry, quedando desnudo delante de él.
Harry le observó. Parecía perdido, triste, agotado. Suspiró y llevó su mano al pecho de su compañero, al que ahora apreciaba mucho más.
-A mi me importa -dijo con todo serio-. Y mañana mismo te lo demostraré. Ahora vamos a vestirnos y te vas a venir a mi casa, vamos a emborracharnos y mañana nos enfrentaremos a esos cabrones que tenemos como jefes.
Draco soltó una risita y se retiró un mechón de pelo de la cara.
-El Gran Harry Potter, Salvador del Mundo Mágico, al rescate de los inocentes.
Harry sonrió, sí algo así.
DM+DM+DM
A la mañana siguiente, ambos entraron al vestuario al mismo tiempo. Se habían enfrentado a sus jefes y habían logrado que entraran en razón. No había nadie en los vestuarios, todos se habían ido ya. Comenzaron a desnudarse, inmersos en sus propios pensamientos. Entonces Harry se giró y vio la cicatriz que Draco tenía en el estómago. Se acercó a paso lento hasta quedar al lado del rubio, que estaba terminado de quitarse la camisa y puso su mano sobre la cicatriz.
-Esto te lo hice yo -No era una pregunta, era una afirmación.
Draco miró hacia donde estaba la mano del moreno.
-Fue hace mucho tiempo.
-Lo siento -dijo Harry.
-No te disculpes. Esta cicatriz me hizo más fuerte. Me dio carácter.
Harry sonrió.
-Malfoy, creo que este es el principio de una gran amistad.
-¿Dónde he escuchado eso antes? -preguntó Draco con el entrecejo fruncido.
Harry no pudo evitar echarse a reír.