Reto #17: Fanfiction
Cambié de opinión (?), sigo participando un rato más :D
Título: Angustia
Género: Gen
Clasificación: PG-13
Advertencias: Angst, mucho angst.
Notas: Tenía a medias un escrito que planeaba ser original si mi inspiración me ayudaba; decidí hacer que fandomevolucionara (?) y se convirtiera en parte de este Dracothon.
Disclaimer: Harry Potter es propiedad de J. K. Rowling, Bloomsbury Publishing, Scholastic Inc. y AOL/Time Warner Inc. No escribo este fanfiction con fines de lucro.
ANGUSTIA
Caminas de un lado al otro en tu habitación, como si hacerlo pudiera ayudarte de alguna manera. Te muerdes el labio inferior hasta casi hacerlo sangrar y reprimes las lágrimas que te provocan una sensación de picazón en los ojos. Tragas dificultosamente, ignorando el nudo que se te hizo en la garganta y respiras profundamente intentando mantener el control.
Pasas una mano por tus cabellos y por un momento estás tentado a arrancártelo. Estás desesperado, y en tu desesperación no sabes ya cómo actuar. Cierras los ojos y llenas tus pulmones de aire que después exhalas lentamente. Abres los ojos una vez más; caminas hasta tu cama y te sientas en ella, con la mirada, perdida y nublada por las lágrimas que llevas meses reprimiendo, fija en el piso.
Lo sabes, sí, que es necesario que actúes tan normal como la situación te lo permita, que pintes en tu rostro una expresión falsa que se haga pasar por cierta, que tu voz, tu mirada y tu cuerpo no te delaten. Es necesario que los demás no sepan lo que sucede contigo, que bajo esa máscara que has decidido colocarte desde que, obligado, accediste a realizar esa misión, no está la persona que todos conocen. Porque retirar tu máscara, hacerles ver que estás roto no es una opción. Es humillarte y dejar que te pisoteen; es demostrar que no eres lo suficientemente fuerte para salir del hoyo en el que estás. Es ser vulnerable.
Pero, mierda, es que los demás no tienen idea, no tienen ni puta idea de lo que estás viviendo en este momento por culpa de lo que tienes qué hacer. No sabes cómo actuar y el tiempo se agota. No duermes, no comes, no prestas atención a las clases; la tuya ya no es vida. Todo el tiempo te invade una sensación de miedo y angustia que te quema y te desgarra por dentro, que te provoca gritos que se ahogan en tu garganta antes de que puedan salir de tus labios. Porque esta situación va más allá de lo que un joven de 16 años puede soportar, de lo que debería soportar.
Sin embargo, no hay nadie a quien puedas acudir para pedirle consejo, a quien puedas contarle tus penas para aminorar la carga. Nadie puede ayudarte, y tú lo sabes. Estás solo en esto.
Título: Angustia
Género: Gen
Clasificación: PG-13
Advertencias: Angst, mucho angst.
Notas: Tenía a medias un escrito que planeaba ser original si mi inspiración me ayudaba; decidí hacer que fandomevolucionara (?) y se convirtiera en parte de este Dracothon.
Disclaimer: Harry Potter es propiedad de J. K. Rowling, Bloomsbury Publishing, Scholastic Inc. y AOL/Time Warner Inc. No escribo este fanfiction con fines de lucro.
ANGUSTIA
Caminas de un lado al otro en tu habitación, como si hacerlo pudiera ayudarte de alguna manera. Te muerdes el labio inferior hasta casi hacerlo sangrar y reprimes las lágrimas que te provocan una sensación de picazón en los ojos. Tragas dificultosamente, ignorando el nudo que se te hizo en la garganta y respiras profundamente intentando mantener el control.
Pasas una mano por tus cabellos y por un momento estás tentado a arrancártelo. Estás desesperado, y en tu desesperación no sabes ya cómo actuar. Cierras los ojos y llenas tus pulmones de aire que después exhalas lentamente. Abres los ojos una vez más; caminas hasta tu cama y te sientas en ella, con la mirada, perdida y nublada por las lágrimas que llevas meses reprimiendo, fija en el piso.
Lo sabes, sí, que es necesario que actúes tan normal como la situación te lo permita, que pintes en tu rostro una expresión falsa que se haga pasar por cierta, que tu voz, tu mirada y tu cuerpo no te delaten. Es necesario que los demás no sepan lo que sucede contigo, que bajo esa máscara que has decidido colocarte desde que, obligado, accediste a realizar esa misión, no está la persona que todos conocen. Porque retirar tu máscara, hacerles ver que estás roto no es una opción. Es humillarte y dejar que te pisoteen; es demostrar que no eres lo suficientemente fuerte para salir del hoyo en el que estás. Es ser vulnerable.
Pero, mierda, es que los demás no tienen idea, no tienen ni puta idea de lo que estás viviendo en este momento por culpa de lo que tienes qué hacer. No sabes cómo actuar y el tiempo se agota. No duermes, no comes, no prestas atención a las clases; la tuya ya no es vida. Todo el tiempo te invade una sensación de miedo y angustia que te quema y te desgarra por dentro, que te provoca gritos que se ahogan en tu garganta antes de que puedan salir de tus labios. Porque esta situación va más allá de lo que un joven de 16 años puede soportar, de lo que debería soportar.
Sin embargo, no hay nadie a quien puedas acudir para pedirle consejo, a quien puedas contarle tus penas para aminorar la carga. Nadie puede ayudarte, y tú lo sabes. Estás solo en esto.