I'd lie [AkaPi] [RyoDa] (8/8)

Nov 03, 2012 01:19

Pareja: Akanishi Jin/Yamashita Tomohisa, Nishikido Ryo/Ueda Tatsuya

Clasificación: 17+ (aunque definitivamente este capítulo es G)

Resumen: La desición de Jin causa estragos en la vida de su grupo y de la persona que ama. Yamashita no responde sus llamadas... ¿Aún así se irá?.

Notas de la autora: Técnicamente no debería estar aqui... Quiero decir, es la 1 de la mañana... Pero orgullosamente digo que despues de casi un año sin poder terminar este fic... ¡LO HE CONSEGUIDO! ~(-.-)~ Estos días tuve la inspiración necesaria para hacerlo, y si bien es un tanto cursi y tal vez no muy detallado, estoy feliz con el resultado...

Waa~ Terminé un fic serial, que NO es de Arashi... Me siento realizada... Tal vez debería hacer otro (ni muerta)

Espero que les guste (y que lo sigan leyendo) y comenten si les gustó.

Hay algunos fics por aquí, si quieren leerlos :3 (Demasiado cansada para hacer el master post hoy, lo haré en cuanto despierte... Si despierto)

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( Capítulo 7) (Capítulo 8)

Nadie hablaba en la habitación, no había mucho que pudieran decir. Cuando el manager terminó de exponer los términos de la salida de Jin los chicos únicamente pudieron mirarse confundidos.

-¿De verdad quieres esto, Akanishi-kun?- preguntó Koki, rompiendo el silencio incomodo.

-Es una gran oportunidad chicos- dijo Jin, intentando sonreír- Se que estoy causándoles problemas a todos al decidirlo así de pronto, pero de verdad quiero hacerlo.

-Creo que entonces…- comenzó a decir Junno, sin embargo Kazuya lo interrumpió.

-¿Qué dijo Yamashita-kun de esto?- preguntó, mirando a Jin a los ojos. Jin bajó la mirada

-Él no quiere que lo haga- murmuró.

-¿Y así nos pides a nosotros que te dejemos hacerlo?- gritó Ueda, poniéndose de pie de pronto.

-Porque es una oportunidad única- dijo Jin intentando no sonar molesto- y porque de verdad quiero hacerlo.

-¿Y nosotros qué? Hemos trabajado muy duro por todo esto- dijo Ueda acercándose a él- Discúlpame si no quiero que nos arrastres con todo esto.

-¿Arrastrarlos? Ustedes pueden seguir con esto, nadie les está diciendo que se detengan.

-¿Y de verdad crees que Johnny-san va a permitirlo?- preguntó Kazuya cortante. Jin respiró hondo, tratando de controlar sus emociones.

-Ya hablé con él y dijo que era mi decisión…

-Si es tu decisión entonces haz lo que quieras- dijo Ueda antes de salir de la habitación, molesto. Se hizo un silencio profundo en la habitación y la tensión se hizo presente mientras todos intentaban entender que pasaba.

-No hay nada que podamos hacer para hacerte cambiar de opinión, ¿cierto?- preguntó Junno en voz baja. Jin miró a su amigo a los ojos e intentó sonreírle, sin embargo su rostro reflejaba exactamente cuáles eran sus emociones en ese momento, así que no pudo más que negar con la cabeza.

-Creo que iré a buscar a Tatsuya- dijo Kazuya, apenas conteniendo el enojo en su voz mientras se ponía de pie y caminaba a la salida. Jin ni si quiera volteó a verlo cuando pasó a su lado y después de eso no pudo obligarse a ver a sus amigos a la cara mientras estos salían de la habitación rumbo a la sala de ensayos.

-Te dije que no sería tan fácil- dijo el manager intentando no sonar molesto. Jin suspiró.

-Lo sé…- murmuró, cerrando los ojos un momento.

-Aún es necesario que te quedes unos cuantos días más- añadió el manager revisando su agenda- Los tramites de la visa están programados para el próximo fin de semana, y habrá que preparar una conferencia de prensa para anunciar que te vas…

-¿Podríamos hablar de eso después?- pidió Jin poniéndose de pie. Acto seguido dejó la habitación con la idea de hablar con Yamashita.

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-Estaba pensando que podríamos ir a cenar a ese lugar que vimos la otra vez, ¿recuerdas? El que tenía el logotipo del pato…

-Está bien…

-O tal vez podríamos rentar una película y preparar palomitas… No tiene que ser una película romántica, aunque tal vez sería un poco extraño que viéramos una película de zombies en nuestra primera cita…

-Ryo…

-¡Ya sé!- exclamó Nishikido emocionado- El festival de otoño será mañana por la noche, podríamos ir…

-Ryo…

-Bueno, aun tenemos tiempo para pensar si no te gusta la idea. Creo que abrieron una nueva cafetería en el centro de la ciudad- dijo Ryo, tomando una revista de la mesita de centro- Dicen que sirven un muy buen pastel de queso…

De pronto la revista desapareció de sus manos. Ryo levantó la mirada y descubrió a Ueda frunciendo el ceño frente a él.

-¿Podrías dejar esto un momento y escucharme?

-¿Estás bien, Tat-chan?- preguntó Nishikido, pasando una mano cariñosamente por su cabello.

-Solo necesito hablar contigo Ryo…- dijo el mayor, abrazando sus rodillas y mirando afligido a Ryo.

-¿Hice algo mal?- preguntó alarmado- Demonios, sabía que era demasiado simple, te llevaré a un restaurante. Piensa en el lugar más caro e iremos ahí…

-No es eso Ryo- insistió Tatsuya- No tiene nada que ver con nosotros…

-¿Entonces qué ocurre?- Ryo frunció el ceño, confundido.

-Jin se va…- murmuró Tatsuya. Nishikido frunció el ceño.

-¿Se va?

-A Estados Unidos… Johnny-san estuvo trabajando algunos meses en conectarlo con una empresa de allá…

-Akanishi-kun se va…- murmuró Ryo, distraído. - ¿Pi sabe de esto?

Ueda asintió, sin mirarlo.

-No quiero que se vaya…- continuó Tatsuya, jugando con los pliegues de su pantalón- Quiero decir, lo necesitamos en el grupo y va a ser difícil seguir con todo esto sin él…

-¿Pero de qué hablas?- preguntó Ryo, intentando animar a su pareja- Ustedes cinco tienen suficiente talento para continuar con el grupo…

Ueda asintió levemente, sin embargo apenas parecía haber escuchado a Nishikido. Ryo suspiró y pasó su brazo alrededor de los hombros de Ueda.

-Tranquilo, sé que no es fácil pero si Jin quiere hacerlo tienes que dejarlo ser- murmuró.

-Lo sé- se quejó Ueda- pero no quiero hacerlo… Es mi amigo, se que está haciendo lo que cree mejor para su carrera, pero ¿no pensó en nosotros? ¿También va a dejar su relación con Yamashita?

-Sí, bueno, es un poco idiota- dijo Ryo acariciando su cabello- pero no creo que Yamapi lo deje ir fácilmente…

-Eso espero- suspiró Ueda- es el único que podría detenerlo.

Permanecieron abrazados un rato más, y poco a poco Ueda consiguió relajarse.

-Voy a extrañarlo…

-Yo también, supongo que los demás no lo tomaron muy bien.

-Kame es el que está más molesto- dijo Ueda- Nakamaru estaba intentando hablar con él pero estaba demasiado enojado como para escuchar.

-Tal vez deberías intentarlo tú…

-No, yo también estoy molesto- negó Tatsuya- Terminaríamos ideando una forma de boicotear sus planes y eso haría que Jin nos odiara y que dejara de hablarnos y entonces sería peor que si solo se fuera al otro lado del mar.

-Me alegra ver que intentas pensar fríamente- Nishikido soltó una risita- Las emociones a veces nublan el juicio.

-Hablando de eso- Ueda se incorporó un poco para poder ver a Ryo a los ojos- ¿De qué pensaste que quería hablar? Te pusiste pálido…

-Ah… Bueno… yo… - el menor rió- Pensé que la idea de una cita te podría parecer un tanto cursi… y temía que terminaras gritándome por eso.

Ueda lo miró fijamente, antes de soltar una carcajada.

-Tonto- murmuró mientras besaba al otro en la comisura del labio.

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-¡No puedo creer que nos haga esto!- gritó Kamenashi, lanzándole una patada a la silla que tenía enfrente.

-Kamenashi-kun, tienes que tranquilizarte- pidió Nakamaru- No conseguirás que Jin se quede si sigues actuando así…

-Me importa un comino que Jin se quede- gruñó Kame- Ojalá que su avión se caiga y termine en el fondo del mar…

-Se que estas molesto- insistió Nakamaru- pero Johnny-san tiene razón. Es decisión suya, no podemos obligarlo a quedarse si no quiere hacerlo…

-¿Y nos va a dejar tirados aquí? KAT-TUN no…

Kame se detuvo de pronto, mirando fijamente la pared frente a él. Nakamaru lo miró preocupado desde su posición en el sillón. Después de un buen rato despotricando, finalmente parecía que Kamenashi estaba a punto de quebrarse.

-No será lo mismo sin él, lo sé- murmuró Nakamaru- Me gustaría que no lo hiciera, pero como su amigo solo puedo aconsejarlo y esperar que elija lo mejor para él…

Kame se dejó caer a su lado, sin ninguna emoción en su rostro.

-¿Crees que se olvide de nosotros?

-Es imposible olvidarse de ti, Kazuya-kun- dijo Nakamaru en forma afectuosa- Y sé que Jin nunca lo haría. Eres uno de sus mejores amigos…

-Hay tantas cosas que hemos pasado juntos- Nakamaru pudo notar que los ojos de Kamenashi comenzaban a llenarse de lágrimas- No le he dicho todo lo que necesitaba decirle…

-Aún hay tiempo, podemos pedirle tiempo libre a Johnny-san

-No Maru,- suspiró Kamenashi- creo que lo mejor que podemos hacer es seguir trabajando.

-Sería simbólico despedirse de él en escenario- coincidió Nakamaru- Aunque aún no sabemos a ciencia cierta si se va o no.

-Es Akanishi Jin- murmuró Kazuya- Es el hombre que te obligó a pedirle el teléfono a la mesera que te gustaba y el que hizo llorar a Junno por primera vez… Si él tuvo esta idea, créeme que lo hará.

Nakamaru permaneció en silencio unos minutos, dándole tiempo a Kazuya para tranquilizarse. No quería que su amigo lo viera llorar.

-Nunca se lo dijiste, ¿cierto?

-No,  Yamashita-kun lo hace feliz… Yo jamás podría haberlo hecho.

Y ambos permanecieron sentados en aquel sillón, en medio de la cálida casa de Kame, intentando encontrar las palabras correctas que definieran lo que sentían…

“No quiero que te vayas. Por favor, no me dejes solo…”

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-Pi, se que estas aquí- gritó Jin, golpeando con fuerza la puerta del apartamento de Yamashita- Necesito hablar contigo, por favor…

Yamashita estaba recostado en un sillón, mirando fijamente al techo e intentando ignorar los golpes en la puerta

-No me iré sin hablar contigo- dijo Jin- Te quiero, no voy a dejar que mi decisión nos aparte…

Yamapi no se dio cuenta cuando las lágrimas comenzaron a correr por su rostro.

-Te quiero, Pi- la voz de Jin se quebró a mitad de la frase- Te amo, no voy a dejarte solo…

Yamashita simplemente cerró los ojos y trató de no sollozar.

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Ueda y Ryo estaban sentados a un lado de Yamashita, junto con Masuda y Shigeaki. Todo el mundo intentaba aparentar normalidad, pero la tensión estaba presente en el ambiente.

Mientras comían, todas las miradas se centraban en él y Ueda sabía que debía tocar el tema, pero no parecía que Yamashita quisiera siquiera escucharlo. Ryo atrajo su atención e hizo un gesto leve, indicándole que debía hablar con él. Tatsuya suspiró.

-¿Has hablado con Akanishi-kun, Yamashita-san?- preguntó suavemente, sin atreverse a levantar la mirada de su plato. Yamashita negó con la cabeza.

-No puedo hacerlo- susurró- Estoy demasiado molesto con él.

-Igual que nosotros- dijo Ueda- pero creo que él está esperando que tú… Creo que él no se irá si tú se lo pides.

-He estado pensándolo, pero no puedo hacer eso Ueda-kun- dijo Yamashita mirándolo- No sería justo.

-Jin-kun no se irá sin saber que lo apoyas- intervino Masuda- Eres su pareja, y en una relación debe de haber apoyo mutuo…

-Pero no puedo dejarlo ir así como así- insistió Yamapi, sintiéndose cada vez más molesto-No solo va a irse de la ciudad, sino que se irá del país. No puedo soportar la idea de verlo irse.

-Yamashita-kun, solo tienes dos opciones- dijo Ryo- O le pides que se quede o dejas que se vaya. Ninguna de las dos es una elección sencilla pero tienes que hacerlo.

-¿Y si fuera Ueda?- preguntó Yamapi, sonando más desesperado que molesto- Si él te dijera que quiere irse, ¿lo dejarías ir?

-Yo…- Ryo y Ueda intercambiaron miradas, entendiendo el punto de Tomohisa- No podría hacerlo…

-Escucha Yamashita-kun- dijo rápidamente Ueda- Ni los chicos ni yo queremos que se vaya. Kame no le ha hablado en una semana y Koki lo fulmina con la mirada cada que entra a la habitación. Esto no es fácil para ninguno.

-¿Entonces qué quieres que haga, Ueda?- insistió Yamashita sintiéndose frustrado- Las cosas iban bien, nuestra relación iba bien, nuestras carreras también… ¿Por qué quiso hacerlo de pronto?

-Porque es algo que siempre he querido hacer Pi, y tú lo sabes

Los cinco chicos en la mesa se sobresaltaron cuando escucharon la voz de Akanishi a sus espaldas. Pese a que todos lo miraban fijamente, Jin tenía la mirada clavada en los ojos de Yamashita.

-Lamento que estés pasando por todo esto- dijo, inclinándose a su lado.- Jamás quise ponerte en esta situación, pero esto es algo que he imaginado por mucho tiempo… Quiero estar en otros lugares, que más personas me reconozcan y que mi música pueda expandirse a otros lugares…

Yamashita bajó la mirada, frunciendo el ceño. Jin entonces se giró a ver a Ueda.

-Nunca quise hacerles esto chicos- dijo con voz débil- Ustedes son mi familia, me duele mucho pensar en dejarlos… pero también necesito su apoyo.

Ueda intercaló miradas entre Jin y Ryo, buscando la forma de expresar sus sentimientos apropiadamente. Finalmente suspiró y sonrió levemente.

-No habrá forma en que no te apoyemos Jin- dijo- Es solo que fue tan repentino que no podemos hacernos a la idea de que te vas… Sea cual sea tu decisión, ten por seguro de que podrás contar con nosotros…

-Creo que es mala idea que hables por todos, Tat-chan- dijo Jin sonriéndole afectuosamente al mayor- Kame sigue molesto conmigo…

-Kame te golpeó la vez que derramaste café en su periódico- dijo Ueda, poniendo los ojos en blanco- Lo superará, créeme.

-Gracias. De verdad, Ueda-kun, gracias…

Entonces, Yamashita se puso rápidamente de pie y salió del lugar.

-¡Tomo-chan!- lo llamó Masuda. Jin no pudo reaccionar, simplemente se dejó caer en la silla que había dejado vacía Pi, y sin poderlo evitar comenzó a llorar.

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-¿Entonces lo harás?- preguntó Junno sin sonreír. Jin asintió levemente.

-Estos años que hemos estado juntos han sido realmente importantes para mí, chicos- dijo, dirigiéndose a todos pero mirando fijamente a Kazuya, quien parecía estarlo ignorando- Ustedes son mis nakama, se que harían lo que fuera por mi porque yo haría cualquier cosa por ustedes, sin importar donde esté.

Kame miró de reojo a su compañero, mientras Junno se ponía de pie y abrazaba a Jin.

-Cuídate- murmuró Taguchi- Te voy a extrañar mucho.

-Te enviaré correos todo el tiempo- prometió Jin, devolviéndole el abrazo- Gracias Junno.

-Tendrás que decirme si conoces a alguna chica linda por allá, Bakanishi- dijo Koki, intentando sonreír sin mucho éxito.- Y si alguien te molesta, dímelo y me encargaré de él…

-Gracias- dijo Jin sonriéndole.

-Lo harás genial- dijo Nakamaru, pasando un brazo sobre los hombros de su amigo- Noquéalos a todos.

-Lo haré si prometes no ser más genial que yo en las presentaciones- Jin despeinó el cabello de su amigo antes de abrazarlo.

Entonces llegó el turno de Ueda y Kamenashi.  Ueda simplemente sonrió y abrazó al menor, todo lo que quería decirle lo había hecho el día anterior.

-Te extrañaré, Tat-chan- murmuró Jin- Espero que Ryo-kun cuide de ti bien.

-Espero que sepas cuidarte Jin- respondió Tatsuya- Estados Unidos es muy diferente a Japón…

-Lo sé.

Jin soltó a Ueda y volteó a ver a Kame. El menor seguía sin mirarlo, pero sus ojos estaban llenos de lágrimas.

-Kame, yo…

-Tienes que esforzarte, estar allá no es ningún juego- le interrumpió- Si alguien intenta molestarse, tendrá que vérselas con nosotros…

-Me aseguraré de que lo sepan- dijo Jin, sonriendo levemente.

-Y te juro Bakanishi, que si piensas siquiera en rendirte, iré a América a patearte el trasero. ¿Quedó claro?

-Por supuesto, Kazuya- Jin le tendió la mano, pero Kamenashi se le abalanzó encima y lo abrazó fuertemente.

-Voy a extrañarte Jin- murmuró, dejando que las lágrimas corrieran libres por sus mejillas. Jin tampoco pudo contenerse más.

-Yo también, Kame- dijo sollozando. Al poco se separaron, pero no dejaron de llorar.

-Hay algo que quisiera pedirte, Kame- dijo Jin intentando controlarse. Kame asintió, limpiándose las lágrimas con el dorso de la mano.

-Lo que quieras.

-Cuida a Pi por mi- pidió- Se que ustedes dos siguen teniendo sus roces pero… no podría pedírselo a nadie más.

Kamenashi sonrió levemente.

-Por supuesto…

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“El miembro del popular grupo idol KAT-TUN, Akanishi Jin, dejará el grupo en las próximas semanas para concentrarse en su carrera como solista. En una conferencia de prensa, el joven idol dijo que la decisión de comenzar su carrera en el extranjero fue la razón por la cual dejó el grupo hace unos años. Habla al respecto el representante de Johnny & Associates:

‘Sé que esto será difícil para las fans, pero de ninguna forma esto afectará a KAT-TUN. Se ha decidido que Akanishi comience su gira por Estados Unidos dentro de unas cuantas semanas mientras que los demás miembros continuarán con sus actividades como grupo’

“Ha habido muchos rumores acerca de la repentina partida de Akanishi, muchos de los cuales apuntan a una mala relación con sus compañeros. Akanishi dará un último concierto con KAT-TUN el día sábado para dar por terminada su etapa dentro del grupo”

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Nadie se despidió. Durante el concierto, Jin pudo ver que algunas fans lloraban pero él no pudo hacerlo. No quería hacerlo.

Las últimas semanas habían transcurrido entre viajes a la embajada, entrevistas y los preparativos para el concierto. Los chicos se veían felices, estaban disfrutando su último concierto.

Jin estaba feliz por estar con ellos, por eso no pudo llorar.

Ni aunque su corazón estuviera desgarrado porque en esas semanas no había sabido nada de Yamashita.

El chico no respondía sus llamadas ni mensajes. Cuando Jin intentaba buscarlo después de los ensayos nunca lo encontraba, y sus compañeros le decían que había salido de la habitación aprisa.

-No parece afligido- le dijo un día Ryo cuando le preguntó por él- Lo he visto sonreír algunas veces mientras habla por teléfono.

Yamashita no podría haberlo olvidado tan fácilmente. Era imposible…. Porque él lo amaba… ¿no?

Jin colgó el teléfono bruscamente. Era la tercera vez que intentaba llamarle para despedirse…

-Akanishi-kun- le llamó Kame, entrando a la habitación- El auto esta esperándote.

Jin lo miró y Kazuya pudo ver la desesperación en su mirada. Dio unos cuantos pasos y puso su mano en el hombro de su amigo.

-Lo siento…

-No importa, supongo- dijo Jin poniéndose de pie y tomando su maleta- Tal vez debía haberlo esperado.

-Yamashita-kun te quiere- dijo Kazuya intentando sonreír- Debes entender porqué no quiere dejarte ir…

-Pero al menos pudo haber respondido mis llamadas- el tono de Jin era apenas mayor que un susurro- Incluso que si me hubiera gritado me sentiría mejor, al menos así sabría que le importo.

-No digas eso- Kame frunció el ceño- pero debes entender que no es fácil dejarte ir…

-Lo sé… pero no sé qué haré sin él Kame.

-Jin, el auto está esperando- dijo Koki entrando a la habitación. Jin asintió y salió de la sala de ensayos, sus amigos siguiéndolo de cerca.

Fue un viaje relativamente corto, los chicos se habían encargado de aligerar la atmosfera tensa que producía la partida de Jin. Incluso los chistes malos de Junno habían conseguido hacerlo reír.

Cuando llegaron al aeropuerto, muchas fans estaban reunidas en torno a la puerta principal. Llevaban carteles de apoyo y gritaban su nombre una y otra vez. Jin las miró y sonrió.

-Muchas gracias a todas- dijo en voz alta, a la vez que se inclinaba.- Por favor, sigan apoyándome en el futuro.

Las chicas estiraban las manos, intentando tocarle, pero los guardias de seguridad se encargaron de contenerlas mientras caminaba hacia la entrada.

-¡Akanishi-kun! ¡Akanishi-kun!

Era obvio que Jin no escuchara los gritos de aquella chica. Todas las fans intentaban atraer su atención para poder despedirse de su ídolo, del chico al que no conocieron personalmente pero que querían.

Y además, la atención de Jin ya no estaba en la pequeña multitud que había venido para despedirse, sino en la gran ave blanca que lo llevaría directo a Los Angeles.

-¡Akanishi-kun! ¡Tengo un mensaje!

Jin miró a la chica y sonrió, ligeramente extrañado por el método empleado para conseguir que la mirara.

-¡Soy amiga de Rina-chan!

Entonces Jin se detuvo. La chica pareció tranquilizarse en cuanto vio que Jin la miraba de nuevo.

-Vamos Jin, se hace tarde- le recordó Ueda, mirando extrañado como su amigo se acercaba un poco más a la chica.

-¿Conoces a Rina-chan?-preguntó con cautela. La chica asintió y le extendió un sobre blanco.

-Dijo que su hermano le había pedido que te lo entregara- dijo la chica en voz tan baja que se perdía entre los gritos de la multitud- pero ella no pudo venir. Dijo que era importante.

-¡Jin, tenemos que irnos ya!- gritó Kame, tirando de su camisa.

-Gracias- fue lo único que pudo decirle a la chica antes de que Kazuya lo obligara a caminar hacia el interior del edificio.

Jin sacudió levemente el sobre. Había algo pesado dentro.

-Elegiste un mal día para ser despreocupado-dijo Kamenashi, frunciendo el ceño. Jin lo ignoró y abrió el sobre.

Jin había esperado algo simbólico, algo que tuviera la firma de Yamashita por todos lados, sin embargo dentro del sobre había un único objeto. Una pequeña llave de metal.

-¿Qué demonios, Pi?- murmuró, viendo desconcertado el pequeño objeto en su palma.

-Eh, Jin…- le llamó Junno- Creo que hay alguien esperándote.

Jin levantó la mirada con la esperanza de que fuera Yamashita, sin embargo a quien vio esperándolo con un bulto entre los brazos fue a Hiromi.

-Hola, Akanishi-kun- le saludó la chica sonriendo.

-¡Waa~! ¡Qué bonita es!- dijo Junno mirando a la pequeña en los brazos de Hiromi. Los chicos se reunieron a su alrededor.

-Gracias, su nombre es Yuuki- dijo Hiromi.

-¿Es tuya Akanishi?- preguntó Koki sonriendo burlonamente. Jin puso los ojos en blanco.

-Ya quisiera- respondió Hiromi, enseñándole la lengua juguetonamente a Jin.

-Pensé que estarías descansando en tu casa, Hiromi-san- suspiró Akanishi sin molestarse en realidad. Hiromi rió.

-Vine despedirme de ti- dijo la chica, entregándole al bebé- De verdad voy a extrañarte.

Jin miró a la pequeña en sus brazos.

-Se parece mucho a ti…

-Se parece a su papá- lo contradijo Hiromi, torciendo el gesto ligeramente- pero no querría que fuera de otra forma.

Jin asintió, sin despegar los ojos del bebé, que dormía. Pese a todo, las cosas parecían estar yendo bien para Hiromi. Había encontrado un empleo y un nuevo  novio quien todas las noches le ayudaba a arropar a Yuuki y que la abrazaba cuando se sentía triste. Se sentía feliz por su amiga, aunque las cosas pareciesen no ir tan bien con él.

Hiromi comenzó a buscar algo en su bolsa, ignorando la sonrisa boba que se había formado en sus seis acompañantes a causa de su hija. Cuando  lo encontró, le tendió una cajita blanca a Jin.

-Me la dio tu sabes quién- dijo con voz lúgubre, intentando bromear- Creo están complicando todo esto pero si lo quieren así…

Kame tomó al bebé de brazos de Jin y este tomó la cajita que le entregaba Hiromi. No era gran cosa, una caja blanca con bordes plateados y un pequeño candado a su alrededor…

Rápidamente, Jin tomó la llave que venía en el sobre. Un pequeño ‘clic’ sonó cuando intentó abrir la caja.

-Akanishi-kun,- le llamó Ueda- ya es hora de abordar.

-Claro- dijo Jin guardando la caja y la llave en el bolsillo de su pantalón.- Les llamaré apenas aterrice.

-Suerte, Jin-kun- dijo Hiromi, dándole un beso en la mejilla.

A medida que avanzaba por el pasillo, Jin tuvo que forzarse a no mirar atrás. Para controlar sus impulsos, decidió revisar la caja que Yamashita le había enviado.

Abrió la caja y descubrió que en su interior había un anillo y una nota.

大好きだよ。

-Yo también te quiero Pi- murmuró.

El avión partió unos cuantos minutos después.

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Los Angeles definitivamente era uno de los lugares más asombrosos que Jin había conocido.

El Sol brillando fuerte en el cielo, el viento despeinando su cabello cuando salía en su auto y toda esa gente a su alrededor habían conseguido (casi) que Jin olvidara lo solo que se sentía en esa ciudad.

Aunque habían pasado meses desde que había dejado Japón y el trabajo lo consumía, Akanishi había conseguido tiempo para ponerse en contacto con sus amigos de vez en cuando. Algunas veces, generalmente en sus días libres, Jin se tomaba la molestia de buscar en internet algún portal que le permitiera ver la televisión japonesa.

Así había sido como había podido saber de Yamashita.

Él parecía estar bien, la popularidad de NEWS parecía continuar creciendo y Pi aún tenía esa sonrisa que le quitaba el aliento a Jin. Pero no había podido hablar con él desde su partida y eso lo volvía loco.

-¿Escuchaste las noticias?- fue lo primero que Kame le dijo una tarde por teléfono- Nishikido-kun y Yamashita-san van a dejar el grupo…

-¿NEWS?- preguntó Jin, frunciendo el ceño. Kame hizo un sonido de confirmación- ¿Por qué?

-Según Tatsuya-kun, Nishikido-san ha estado demasiado presionado con ambos grupos y ya no tiene tiempo para verlo… O al menos eso fue lo que Nishikido le dijo a él…

-¿Y Yamapi?- preguntó Jin nervioso.

-Nadie tiene ni idea- contestó Kame- He estado preguntándole al respecto pero únicamente me ha estado respondiendo con evasivas. Hace varios días que no lo veo por la compañía…

-¿Estás seguro de que no le pasó nada?

-Nada de lo que yo me haya enterado- fue la respuesta de Kamenashi- Nishikido-kun me contaba algunas cosas, como que Pi llegaba tarde a los ensayos y eso, pero nada que pudiera haber hecho que Johnny-san lo suspendiera o lo despidiera...

En ese momento sonó el timbre del apartamento de Jin.

-Bien, intentaré llamarlo de nuevo- dijo Akanishi, caminando hacia la puerta- Creo que deberías dormir un poco, ¿escuché que iban a sacar un nuevo disco?

-Sí, y esta genial- la voz de Kamenashi se volvió pretenciosa- No es por nada Jin, pero creo que sonamos muy bien nosotros cinco…

Jin puso los ojos en blanco y abrió la puerta. Cuando vio quien estaba al otro lado, por poco tira el teléfono.

-Kame, te hablo después- murmuró rápidamente y, sin darle tiempo a su amigo de responder, colgó el teléfono.

-¡Vaya! Kame debe quererte mucho si estaba hablando contigo a esta hora- dijo Yamashita, entrando al apartamento.- Si no me equivoco, ahora debe de ser las 2 de la mañana…

-¿Qué haces aquí?- preguntó Jin atónito, mirando fijamente a Pi.

-Oh, pensaba que tal vez quisieras alojar a tu novio un tiempo mientras encuentra un lugar por aquí- dijo Yamashita, sentándose en el único sillón del lugar.

-No me refiero a eso…- aclaró Jin- ¿Qué haces en América?

-No ibas a deshacerte tan fácil de mi- Yamapi sonrió- Estuve planeándolo durante semanas antes de que te fueras, pero tuve unos problemas con mis papeles y con Johnny-san y no pude venir antes, así que tuve que improvisar.

Jin lo miró, mitad sorprendido mitad confundido. Yamashita rió levemente.

-Le dije a Johnny-san que yo también quería intentarlo- dijo, intentando recordar los detalles- Él respondió, “Esta bien, pero no puedes dejar el grupo tan repentinamente”. Me costó un poco pero conseguí que me dejara venir antes.

-Entonces, ¿vas a quedarte?- preguntó Jin avanzando hacia él.- ¿Aquí? ¿Conmigo?

-Ese era el plan- respondió Yamashita sonriendo.

Entonces Jin no pudo contenerse más y se lanzó sobre Pi, besándolo profundamente.

-Eres un tonto- murmuró Jin aun contra sus labios- Pensé que estabas molesto conmigo, ¿por qué no respondías mis llamadas?

-Porque estaba molesto contigo- respondió Tomohisa, poniendo los ojos en blanco-Porque pensaba, “No quiero dejarlo ir”. Y entonces me di cuenta de que había esta otra opción…

-La opción más complicada, si me lo preguntas…

-Pero no lo hice- Yamashita volvió a besarlo. Fue cuando la mano de Yamapi se posó en su hombro, que Jin notó algo frio y de metal en su mano. La tomó delicadamente y descubrió un anillo exactamente igual al que le había dado antes de partir.

-Sé que es cursi y todo eso- dijo Yamashita algo incómodo- pero debías tener algo mío durante el tiempo que estuviéramos separados. Así que fui y le dije a esa chica que te dijera que yo le había dicho a Rina que te lo diera. Creí que sería más interesante de esa manera y así sería como si simbólicamente estuviéramos…

Yamapi no pudo terminar la frase. De pronto, ante él, había un tímido Tomohisa mordiendo su labio inferior y mirándolo avergonzado.

-¿Y por qué no hacerlo?- dijo Jin, sonriendo- Aquí es legal…

-Solo en seis estados y  California no es uno de ellos- aclaró Yamashita- Además realmente no importa...

-Pero...

-Enserio, Jin.

-En realidad creo que no quieres hacerlo porque te avergüenza…

-Acabo de llegar al país, tengo un contrato con una disquera muy importante y no tengo la menor intención de arruinarlo todo haciendo algo vergonzoso e innecesario…

Jin puso los ojos en blanco pero no dejó de sonreír.

-Está bien, no insistiré- dijo- pero quiero a cambio algo.

Yamashita lo miró, receloso.

-¿Qué?

-Primero, que te quedarás a vivir aquí conmigo- dijo Jin. Yamashita asintió, sonriendo levemente.

-Puedo hacer eso.

-Segundo, que admitas que me extrañaste…

-Creo que eso es obvio…

-Aun así quiero escucharlo- insistió Akanishi. Yamashita puso los ojos en blanco.

-Te extrañe… mucho.

-Y número tres- dijo Jin, acercándose de nuevo a los labios de su pareja- quiero que me acompañes a la habitación y que no salgamos de ahí hasta mañana.

Yamashita se sonrojó, provocando que Akanishi riera.

-Puedo prometerte que me tendrás ahí las próximas tres horas- dijo Pi, intentando sonar casual-  pero tengo que presentarme en la disquera y no puedo quedarme todo el día…

-Eso es suficiente…- murmuró Jin, besándolo de nuevo y conduciéndolo a habitación rápidamente.

Una vez ahí, Akanishi se dejó caer en la cama y arrastró consigo a Yamashita, colocando la cabeza de su pareja en su pecho.

-¿Jin?- preguntó Yamashita, confundido. Jin lo estrechó fuertemente contra su pecho.

-No digas nada, Pi- dijo, cerrando los ojos- Esto es todo lo que necesito.

Yamashita sonrió y cerró los ojos también.

-Extrañé esto, no sabes cuánto…

-Te amo- murmuró Jin, antes de besar su frente con ternura.

Por un momento, Jin sintió que todo en su vida era perfecto. Tenía al amor de su vida abrazado a él en un país extranjero, donde aunque hablara el mismo idioma que los demás nadie parecía entenderlo.

La única persona capaz de sentir lo que Jin sentía y saber todo lo que pensaba era Yamashita, y sabía que no iba a dejar que eso volviera a cambiar.

Porque lo único que Akanishi Jin necesitaba para seguir vivo, era tener a Yamashita Tomohisa a su lado.

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