Cuando sonries (3/11) [AKame] (KAT-TUN)

Oct 23, 2012 22:45

Bueno, despues de sufrir veintemil crisis existenciales finalmente mi vida comienza a estabilizarse... Claro, eso no quiere decir que todo este funcionando correctamente...

No es que les interese verdad? xP Mejor centremonos en el fic... En este capitulo va avanzando más la relación de Kame y Jin y bueno, Jin demuestra lo que de verdad piensa de Kame ¬u¬ Ah, y hay una parte en la que explican terminos medicos, segun yo no es difícil de entender pero pueden preguntar si tienen alguna duda ^^

Este fanfic es propiedad de auburn_witch y es muy bueno (si puedo decirlo :P) Espero que les guste :3 Hay más traduccones y fanfics por aquí.

Pareja: Akame
Resumen: Kame de verdad, de verdad quiere ver a Jin, pero no puede. Las razones de esto varían. Jin es una estrella famosa, Kame es solo un chico normal. A pesar de que Kame consigue conocer a Jin, el idol es tímido y difícil de alcanzar. Pero ¿la razón más importante? Kamenashi Kazuya es ciego.

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( Capitulo 2) (Capitulo 3) ( Capítulo 4)

Una vez que Koki y Kame salieron del hospital y subieron al auto, Kame estuvo en silencio unos minutos. Koki estaba intentando concentrarse en manejar, pero se descubrió mirando a Kame de vez en cuando.

“No te emociones demasiado, ¿de acuerdo?” dijo después de un rato, intentando leer la expresión pensativa de Kame. “No sonaba como si fuera a haber una forma.”

“Lo sé” dijo Kame. “Sabes que ya me he acostumbrado al hecho de que no pueden operarme.”

“Eso es bueno” murmuró Koki, un poco arrepentido. “Simplemente así son las cosas, ¿sabes?”

“Lo sé.”

Estuvieron en silencio por otro par de minutos. Satisfecho de que Kame no pareciera estarse derrumbando, Koki comenzó a pensar algo completamente diferente a lo que el doctor les había dicho hacía un momento. Algo que había ocurrido temprano ese día.

“Ese chico” dijo Koki, comenzando la conversación de nuevo. “Con el que estabas sentado en el café donde trabaja Eri-chan. ¿No era Akanishi? Como en Akanishi Jin.”

“Lo era” confirmó Kame, sus pensamientos aún en la visita al hospital.

“¿Qué estaba haciendo ahí?”

“Una reunión de negocios” dijo Kame, encogiéndose de hombros.

“No, ¿qué estaba haciendo hablando contigo?” aclaró Koki. “Sé que lo conociste pero no sabía que ibas a verlo de nuevo.”

“Yo tampoco” dijo cortamente Kame. “Fue una coincidencia.”

“¿De qué hablaron?”

Kame intentó pensar de nuevo en la conversación pero no podía pensar en nada en particular.

“Solo cosas al azar” dijo. “¿Por qué?”

“Parece sospechoso.”

Había algo de desaprobación en la voz de Koki. Él habló con un sorprendente tono áspero.

“¿Sospechoso?” preguntó Kame, intentando entender.

“Ya sabes, él siempre es noticia.”

“Lo sé. Es un idol, ¿no es así?”

“Eso no es lo que quise decir, Kame. Ese chico se mete en un montón de problemas. Nueva novia cada semana, fiestas, drogas.”

Kame intentó no suspirar.

“De acuerdo con los tabloides, si. En realidad él es muy agradable y educado.”

“Él puede parecer de esa forma, Kame, pero tienes que ser más cuidadoso. ¿De acuerdo?”

La preocupación en la voz de Koki no excusaba realmente su sobreprotección. Afortunadamente no se repitió cuando Kame y Ran se encontraron con Eri-chan en la Estética de Nakamaru al lado opuesto del café ese día. Como no había clientes en ese momento ellos solo pasaron el rato en el área de espera.

“Debí haber ido al concierto de Jin” gimoteó Nakamaru.

“¿Por qué?” preguntó Eri-chan confundida. “Ni siquiera eres su fan.”

“No, pero realmente lo habría conocido junto con ustedes” dijo Maru con envidia en su voz. “Quiero ver su cabello de cerca. Ya saben que su look siempre es perfecto. No es demasiado, no es muy poco. No sé como lo hace. Si pudiera peinar el cabello así de bien este lugar nunca estaría vacío. Además, no puedo creer que ustedes no me dijeran que estaba sentado en el café cuando nos encontramos esta mañana.”

“Ver su cabello, ¿eh?” dijo Eri-chan con humor en su voz, ignorando completamente su acusación. “Realmente no creo que tus tan afamadas habilidades para peinar mejorarían solo con verlo, pero aún así ya sabes que Kame podría ayudarte con eso.”

“Bueno, de cualquier manera” dijo Kame apresurado, aclarando su garganta y sonriendo brillantemente antes de que Maru pudiera preguntar. “¿Qué van a hacer en la cena esta noche? ¿Quieren comprar algo de camino a casa?”

“No puedo” dijo de inmediato Eri-chan. “Tengo una cita.”

“¿De nuevo?” dijo Maru, divertido y lo suficientemente distraído por el comentario de Eri-chan. “¿Con quién?”

“Fujita.”

“Fujita” repitió Maru. “Espera. ¿Quieres decir Fujita Seiji? ¿No estaba en nuestra secundaria? Aunque estaba en otra clase, estaba en la otra clase con-”

Maru se detuvo de pronto. Kame no necesitaba ver para saber que ambos estaban mirándolo.

“Si, nunca llegamos a conocer a Fujita en ese entonces” dijo con calma.

“Cierto” dijo Eri-chan, hablando rápido. “No llegamos a conocerlo. Realmente tampoco lo conozco ahora, pero resulta que ahora es lindo. Muy lindo en realidad.”

“Correcto” dijo Maru suspirando. “Entonces haz lo que quieras esta noche. ¿Él no era un idiota?”

“Un idiota lindo” señaló Eri-chan. “Además, él no era realmente un idiota. Solo estaba siendo un poco estúpido.”

“¿Hay diferencia?” preguntó Maru.

“Si” respondieron Kame y Eri-chan al mismo tiempo.

“Está bien, por supuesto que la hay” suspiró Maru de nuevo sin molestarse en intentar comprender como podía haber diferentes grados de idiotez. “De cualquier forma, estoy ocupado esta noche. ¿Por qué no nos reunimos para almorzar el Sábado?”

“Grandioso” dijo Eri-chan.

“Estoy libre” concordó Kame, emocionado de nuevo. “Suena genial. ¡Quiero pasta!”

“Sabes que siempre comemos pasta” señaló Maru, aunque no pudo resistir sonreír ante el entusiasmo de Kame. “¿Por qué no intentamos algo diferente?”

“Nop” dijo Kame sonriendo. “Siempre debemos comer pasta, siempre que comamos juntos.”

“Creo que entonces no se puede evitar” dijo Eri-chan feliz. “Me gusta la pasta.”

“Que afortunada” le dijo murmurando Maru.

No fue hasta que Maru de alguna manera hubo conseguido tener a un cliente sentado el tiempo suficiente para comenzar a cortar su cabello y Eri-chan hubo reunido sus cosas para irse que ella recordó algo.

“Kame, saca tu teléfono” dijo ella, ubicando la servilleta en su bolsillo. “Tengo un teléfono para ti.”

Kame y Ran pasaron por un restaurante ordenando para llevar antes de caminar por el camino corto a su apartamento esa tarde. Mientras comía su cena contemplo el llamar a Akanishi. Él no estaba seguro de que diría, ni estaba seguro si había algo que quisiera decir. Ya había tenido su oportunidad de expresar su admiración por la voz de Jin y lo que significaba para él. Como un admirador realmente no tenía otra razón para hablar a Akanishi. Aún así el prospecto de tener otra conversación con el idol no parecía desagradable. En realidad, a él le parecía una gran idea. Hablar con Akanishi había resultado ser algo que Kame encontraba extremadamente tolerable.

Por supuesto, no había tenido ni de lejos el valor suficiente para pedirle sus datos de contacto a Akanishi por sí mismo. Aún así repentinamente se la habían dado. Eri-chan incluso había dicho que había sido Akanishi quien había querido que Kame la tuviera. Él no sabía que pensar de eso pero hizo la decisión de llamar un poco más fácil.

Al final decidió intentar. Ya que no estaba seguro de que estaba haciendo Akanishi en ese momento simplemente envió un mensaje de texto primero. No fue hasta que hubo enviado un “¿Puedo llamarte?” que se dio cuenta de que Akanishi no tenía idea de quien estaba escribiéndole, pero casi de inmediato obtuvo de vuelta un “Seguro.” Un poco cansado de lo que había vuelto Jin el mensaje, hizo la llamada. Respondió de inmediato.

“Hola” dijo Akanishi, su tono aprensivo.

“Hola” respondió Kame.

“Pensé que eras tú” dijo Akanishi de inmediato, sonando un poco aliviado. “No imaginaba quien más podía ser.”

“¿Generalmente no recibes mensajes al azar?”

“A veces” admitió Akanishi. “Aunque usualmente no respondo, ya que no me gusta confirmar a cualquier persona que me han encontrado. Cambiar de numero es problemático.”

“Comprensible” dijo Kame. “Aunque respondiste al mío.”

“Lo hice. Creo que fue porque tu mensaje fue mucho más corto de los que normalmente recibo. Además, sabía que le había dado mi número a alguien hoy.”

“Cierto” dijo Kame. “Tiene sentido.”

“No, realmente no lo tiene” dijo Akanishi burlón. “Debería ser más cuidadoso, ¿sabes?”

“Tienes razón” musitó Kame. “Entonces solo colgaré.”

“¡No!” protestó Akanishi. “Espera. ¿Hola?”

“Sigo aquí.”

“Bien por ti. Tu número debería estar en mi teléfono una vez que terminemos esta llamada, ¿cierto?”

“Eso creo.”

“Lo guardaré entonces. Solo necesito encontrar un nombre para ti en mi lista de contactos.”

“¿Por qué no solo escribes Kame?”

Hubo un breve silencio durante el cual Kame se dio cuenta de que había sugerido que Akanishi debería referirse a él como Kame y no como Kamenashi. No había pensado realmente en lo que había dicho. Él solo había querido saber porqué Jin no podía simplemente escribir su nombre. Ellos realmente no se habían conocido por mucho tiempo, así que tal vez Jin pensó que era extraño que él sugiriera su apodo en lugar del formal Kamenashi. Tal vez era demasiado pronto para que fueran tan familiares el uno con el otro. Entonces de nuevo, Kame estaba acostumbrado a que todos lo llamaran Kame siempre. Incluso su hermano lo hacía.

“No puedo poner tu nombre” dijo Akanishi eventualmente, sin comentar el hecho de que Kame había sugerido un apodo. “Si alguien se apodera de mi teléfono es mejor si uso nombres clave para todos mis contactos. Hace sus vidas un poco más fáciles, al menos hasta que alguien haya mirado todos los números. Además es más divertido así.”

“Yo también uso apodos” dijo Kame sonriendo.

“¿Enserio? ¿Le pusiste uno a mi número?”

“Lo hice.”

“Entonces, ¿cómo me llamo?”

“Me decidí por ‘Superestrella’ tras una cuidadosa reflexión.”

“Cuidadosa reflexión, ¿eh?” dijo Akanishi, evidentemente divertido.

“Bueno, fue más bien escribir algo por escribir.”

“¿Enserio? En ese caso te pondré como ‘Ciego’.”

“Bien por mi” dijo Kame sin ofenderse del todo por el tono aún juguetón de Jin. “Aunque probablemente te arrepentirás una vez que conozcas a otra persona ciega.”

“Mira quién habla. ¿Qué vas a hacer cuando conozcas a otra persona famosa?”

“Borrarte de la lista, por supuesto” Kame bromeó.”¿Qué más?”

“¡No es justo!” se quejó Jin, pero no sonaba molesto. “Oye, por cierto. ¿Estás libre mañana por la tarde?”

Kame se tomó un momento para responder. No había esperado que la conversación resultara así. Entonces de nuevo, realmente no había sabido que esperar en absoluto.

“Si” confirmó un poco vacilante. “Aunque tengo clases durante la mañana.”

“Y yo tengo que trabajar pero no trabajo hasta tarde mañana” dijo Akanishi. “¿Quieres que nos veamos y pasemos el rato después? ¿A eso de las cuatro más o menos?”

Kame no respondió de inmediato.

“Hay un parque cerca del café donde nos encontramos el otro día” continuó Akanishi. “¿Sabes donde es? ¿Puedes llegar ahí?”

“Si” dijo Kame, sin molestarse en explicar que él vivía cruzando la calle de ahí. “Llegar ahí no será problema.”

Aunque él aún no decía que si y estaba seguro de que Akanishi lo notó. Ambos estuvieron en silencio un momento.

“El helado está incluido” ofreció Akanishi.

“Iré” dijo Kame antes de ser capaz de pensarlo de nuevo.

“Genial” dijo Akanishi, sonando bastante complacido. “¿Nos vemos entonces?”

Kame se descubrió a si mismo sonriendo a pesar del hecho de que se sentía como si lo hubieran engañado. No tenía idea de cómo Jin podía haber descubierto su mayor debilidad.

“Si, nos vemos.”

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Mientras Jin iba a trabajar al día siguiente no podía concentrarse. La grabación del comercial no iba muy bien. Tuvieron algunos problemas con algunos pilares que seguían cayéndose. Esto simplemente quería decir más espera y menos intentar sonreír a las cámaras para Jin, y un montón de cinta adhesiva siendo gastada por los miembros del equipo. También quería decir que él tenía tiempo de sobra para pensar en la conversación del día anterior.

Había estado un poco sorprendido cuando Kamenashi lo había contactado. No había pensado que la llamada vendría tan pronto. Él tampoco había pensado que se encontraría con Kamenashi al día siguiente. Hacer la sugerencia se había sentido fácil e incluso natural. Estaba deseando ver de nuevo a Kamenashi más de lo que había pensado que lo haría. Algo acerca del otro chico lo intrigaba. Quería hablar con él, pasar tiempo con él y por alguna razón quería comprarle helado. Había tenido la sensación de que el helado sería el tipo de dulce que le gustaba a Kame. El jovial y alegre Kame. Al parecer había estado en lo correcto.

La sesión del día tomó más de lo esperado, aunque parecía que podrían terminarla al día siguiente como estaba planeado, pero cuando Jin entró al parque esa tarde iba unos minutos tarde. De inmediato localizó a Kame sentado en una banca cerca a un pequeño estanque en donde había una fuente con Ran a sus pies. Jin se descubrió deteniéndose un momento solo para mirar al chico. El sol estaba brillando y Kamenashi estaba inclinado hacia atrás, su rostro vuelto hacia la brillante luz. Sus ojos estaban completamente abiertos, misteriosamente nublados como siempre. Estaba usando una sencilla playera negra, pantalones delgados de color verde obscuro y un reloj de aspecto pesado. Él estaba golpeteando ligeramente en el piso con su bastón blanco, creando un ritmo agradable.

Eventualmente Jin se forzó a dejar de estar ahí solo mirando al chico, respiró hondo y dio unos pasos hacia adelante.

“Hola, Kame” dijo anunciando su presencia.

Kamenashi dejó de golpear su bastón, pero por supuesto no volteó la cabeza. En lugar de eso sonrió, una brillante y feliz sonrisa.

“Hola” saludó, inclinando la cabeza en ninguna dirección en particular.

No dijo nada acerca del hecho de que Jin había dicho Kame en lugar de Kamenashi. Complacido con el giro de su pequeño experimento del apodo, Jin se sentó a un lado de Kame.

“Chocolate” pidió Kame antes de que Jin pudiera decir algo, profundizando su sonrisa. “Y mora azul, por favor.”

Unos minutos después, Jin regresó con un helado de chocolate y mora azul para Kame y uno de fresa para él.

“Aquí tienes” dijo, entregando el helado.

Cuando Kame tomó de inmediato algo de helado en su dedo y lo probó, Jin estuvo un poco sorprendido. Kame no lo notó mientras repetía el acto y extendía su mano hacia Ran, quien de inmediato atacó el helado.

“Ella solo come el de chocolate” explicó Kame, de alguna forma dándose cuenta de lo que Jin estaba pensando en silencio. “Y si no la dejo probar solo me guiará en círculos de camino a casa.”

Jin no estaba seguro de si hablaba enserio, pero había algo incondicionalmente cariñoso en la voz de Kame que hizo toda la posible preocupación acerca del comportamiento general de Ran innecesario.

“Ya veo” dijo Jin, mirando a Ran. “Ella parece maravillosa.”

“Lo es. No sé qué haría sin ella.”

“¿Alguna vez hubo una época en que no la necesitaste?”

Kame no respondió de inmediato. Su expresión se había vuelto perpleja.

“Ayer dijiste que no siempre habías sido ciego” explicó Jin.

“Es cierto, pero fue hace mucho tiempo” dijo Kame asintiendo. “Hasta que tenía un año y medio mi vista estaba bien.”

Jin miró a Kame, buscando en el rostro del chico una señal de amargura, pero Kame aún estaba de cara al Sol con una expresión satisfecha y tranquila.

“¿Recuerdas algo de ese entonces?” preguntó Jin.

“Tengo algunas imágenes vagas. Sé como se ve el color amarillo porque puedo recordar el Sol. El cielo me ha dado una referencia de cómo se ve el azul también y puedo visualizar otros cuantos colores. Aunque no tengo idea acerca del café. No puedo recordar ninguna imagen en la que hubiera algo que pueda identificar definitivamente como café.”

Kame se detuvo un momento, pensando profundamente. Jin esperó, curioso, esperando que continuara hablando. Eventualmente lo hizo.

“En esa época me dieron cataratas en ambos ojos” comenzó Kame, haciendo un vago gesto hacia su rostro. “Básicamente mis cristalinos están nublados por cataratas y esto me impide tener una vista normal. Las personas usualmente tienen cataratas como un problema relacionado con la edad, pero puede pasar mucho antes e incluso algunos nacen con ellas. La mayoría de las personas legalmente ciegas han perdido la vista debido a las cataratas.”

“¿Legalmente ciegas?” dijo Jin, seguro de haber escuchado la expresión antes pero inseguro de su significado.

“Cuando la habilidad de una persona para ver es suficientemente baja como para ser clasificada como ciega por la ley” explicó Kame. “La mayoría de las personas que son ciegas realmente tienen un uso muy limitado para sus ojos.”

“¿Enserio?” dijo Jin, sorprendido. “¿Tu lo tienes?”

“Es mejor que nada en mi caso. Puedo detector fuentes de luz y puedo decir si son o nofFuertes o débiles, pero eso es todo. El Sol es la fuente más fácil de detectar por el momento.”

A medida de que hablaba, Kame señaló con su mano izquierda hace el Sol, apuntándolo con una exactitud perfecta. Jin se descubrió mirando a los ojos de Kame de nuevo, finalmente entendiendo la naturaleza de la substancia perlada en sus cristalinos.

“Entiendo” dijo Jin asintiendo. “Aunque hay una cosa que no entiendo. ¿No hay cirugías para remover cataratas?”

“Las hay” confirmó Kame, asintiendo. “Son muy simples y toman alrededor de diez minutos. El cristalino opacado es removido y se remplaza con uno artificial. Aunque yo no puedo ser operado.”

“¿Por qué no?”

“Tengo una infección viral latente en el área tras mi retina.”

Jin parpadeó, intentando comprender lo que le acababa de decir.

“En realidad no es tan complicado” dijo Kame, interpretando bien la confusión silenciosa de Jin. “Una infección latente viene y va, pero nunca desaparece por completo. Las veces en que reaparece los síntomas son tratados con antibióticos, pero como las partículas del virus no son realmente bióticas la infección nunca desaparece por completo. Con los antibióticos disponibles ahora es imposible tratarla completamente a menos de que la dosis administrada sea suficiente para arruinar permanentemente mis ojos. Eso sería un poco contra productivo ya que cualquier cirugía realizada después de eso sería inútil.”

Jin aún no estaba seguro si había entendido completamente. No estaba seguro de si le gustaba el tono de hecho que había usado Kame para explicar los términos médicos tampoco. Jin definitivamente pensaba que Kame estaba demasiado acostumbrado a describir enfermedades y tratamientos.

“¿Qué pasa cuando la infección reaparece?” preguntó, decidiendo no intentar entender exactamente por qué los virus no eran considerados bióticos.

“Me pican los ojos y me han dicho que se ponen ligeramente rojos” explicó Kame. “Los antibióticos me hacen sentir un poco cansado pero eso es todo. No es gran cosa, pero el hecho de que hace que mis ojos y la zona alrededor de ellos sea lo suficientemente vulnerable para garantizar un gran número de repugnantes complicaciones si la cirugía para remover las cataratas se efectuara.”

“Pero si la hicieran, ¿recuperarías la vista?”

“No, no exactamente. Como no he sido capaz de ver desde que tenía menos de dos años, mis ojos han estado privados de tiempo importante para acostumbrarse a tomar las visiones e interpretar lo que estoy viendo. Mi habilidad para ver sería menos de la normal incluso después de que las cataratas hayan sido removidas. Como mucho seré capaz de reconocer grandes formas, esbozos. Sería capaz de ver señales y personas, pero leer textos o reconocer rostros sería imposible. Exactamente que tan bien veré depende de cómo funcione el tratamiento de la infección antes de la cirugía y como las cosas están ahora, tratar la infección es una imposibilidad.”

Kame estuvo en silencio por un momento pero no parecía haber terminado de hablar. Jin no sabía porque estaba dudando, pero espero pacientemente a que Kame continuara.

“Si hubiera una manera de tratar la infección y mi recuperación fuera lo suficientemente exitosa, entonces habría una ligera posibilidad de que fuera capaz de ver vagas formas y colores” dijo Kame.

Él hablaba suavemente, casi susurrando, como si tuviera miedo de que no ocurriera si se atrevía a decirlo en voz alta.

“La infecciones virales usualmente no son imposibles de curar” dijo, aún sin levantar la voz. “Sin embargo el antibiótico usado debe de ser un tipo que específicamente ataque a las células infectadas. Eso no es imposible en mi caso, solo que no ha habido un antibiótico disponible que trabaje con el tipo de infección viral que tengo.”

“No ha habido” repitió Jin. “Pero, ¿hay uno ahora?”

“Siguen probándolo pero parece estar trabajando en pacientes en el extranjero” dijo Kame asintiendo. “No saben porque funciona lo que hace los horribles efectos secundarios una posibilidad, pero el punto es que funciona. Sin problemas hasta ahora. Como no saben si es completamente seguro, aún tiene que ser aprobado en Japón y ese tipo de cosas toman tiempo, algunas veces varios años. Mi doctor dijo que contactará al comité de aprobaciones y les explicará que tiene pacientes que se beneficiarían enormemente de recibir ese tratamiento lo más pronto posible. Con suerte acelerarán el proceso de pruebas. Aunque aún no se ve bien. Una vez que haya sido aprobado, si es que es aprobado, habrá una línea de espera. Tomará varios años, si la línea de espera en el extranjero es muy larga. Después de eso el tratamiento en si tomará un largo tiempo, probablemente muchos meses de pequeñas dosis. Así que básicamente no sabemos si alguna vez ocurrirá o si resultará bien.”

Jin estuvo en silencio por un momento, intentando entender la situación de Kame.

“Debe de ser horrible no saber qué pasará” concluyó.

“No en realidad” dijo Kame encogiéndose de hombros. “No sufro mucho como estoy ahora. Mi único problema real es que no puedo ver y no es demasiado difícil vivir con eso. He tenido a Ran-chan ayudándome en primer lugar, pero también utilizo cosas como un GPS parlante y un teléfono en Braille. Con todo eso soy capaz de ir a la universidad y tomar clases justo como todos los demás. Estoy a dos años de graduarme como profesor. Una vez que eso ocurra, estaré trabajando con niños, estando ahí para ellos mientras aprenden y crecen. Vivir así me parece muy significativo.”

La contenta y ligeramente orgullosa sonrisa en los labios de Kame fue tanto inesperada como encantadora, pensó Jin. Si no hubiera sido por la sensación fría en su mano derecha probablemente no habría sido capaz de apartar la mirada del imponente rostro de Kame. Giró su cabeza, mirando la substancia rosa en su mano. No fue hasta que la hubo identificado como helado de fresa derretido que se dio cuenta de que aún seguía sosteniendo el dulce, ahora arruinado. Se había olvidado completamente de él mientras Kame estaba hablando. Mirando a Kame de nuevo, su helado de mora azul y chocolate ya no estaba. Entonces Kame lo había comido. Sintiéndose un poco estúpido, Jin depositó silenciosamente lo que quedaba de su helado en el bote de basura a su derecha. Kame ni siquiera pareció notarlo.

“Tengo a muchas personas apoyándome también” continuo Kame, agachándose para rascar a Ran tras la oreja. “Mi familia y mis amigos siempre están ahí para mí y van conmigo a los pocos lugares a los que realmente no puedo ir solo.”

“Como a mi concierto” dijo Jin y Kame lo confirmó asintiendo.

Jin pensó de nuevo en ese día, ahora seguro de lo que había sospechado acerca de quién entre Kame y Hayashi-san era el que asistía a al concierto. El comportamiento de Hayashi hacia mucho le había dejado claro a Jin que era una de los que siempre estarían ahí para Kame. Ella había dicho algo intrigante el día anterior, algo acerca de todo lo que Kame había sido forzado a soportar. Jin inconscientemente había asumido que tenía algo que ver con su vista, pero Kame parecía estar bien con su condición médica. Jin se descubrió queriendo preguntar a Kame al respecto, pero no sabía cómo hacerlo. Además, ¿conocía a Kame lo suficiente como para preguntar? Él podría estar usando un apodo para dirigirse al chico pero a lo que Hayashi se había referido el día anterior parecía algo muy privado.

“Tus fans son muy entusiastas” dijo Kame, ignorante de los pensamientos de Jin. “Realmente no tenía ganas de ser pisoteado.”

“¿No eres uno de ellos?” preguntó Jin.

Le tomó un momento darse cuenta que Kame no tenía forma de saber que Jin estaba sonriéndole mientras lo decía. Kame no podía entender que él solo estaba bromeando.

“Fue una broma” añadió rápidamente, un poco preocupado.

“Lo sé” respondió Kame para su sorpresa.

“¿Lo sabes?”

“Si. Estabas sonriendo, ¿cierto?”

“Si” dijo Jin, sin comprender aún. “¿Cómo lo supiste? Pensé que habías dicho que solo podías detectar fuentes de luz fuertes y débiles.”

“La vista no es necesaria para saber cuando alguien esta sonriendo, ¿sabes?” dijo Kame. “Las voces de las personas cambian cuando sonríen.”

“Oh” dijo Jin, sintiéndose un poco estúpido. “No pensé en eso.”

“Es comprensible. La mayoría de las personas usualmente no piensan en eso. Aunque es un poco engañoso aprender a escuchar cuando estas sonriendo y cuando no.”

“¿Enserio?” dijo Jin, un poco fascinado estuviera aprendiendo cuando diferentes personas estaban sonriendo y cuando no. “¿Por qué?”

“No sonríes en absoluto tan seguido. En realidad, tu rara vez sonríes. No tuve muchas oportunidades de aprender a reconocer cuando tu voz cambia.”

Jin estuvo en silencio por un momento, contemplando negar la observación de Kame pero no pudo encontrar una buena razón por la cual debiera hacerlo. Además, Kame no parecía en absoluto inseguro de lo que había concluido. Convencerlo de lo contrario parecía imposible.

“Solía sonreír mucho más” dijo Jin, pensándolo bien.

“Lo sé” dijo Kame de inmediato. “Como en las anteriores grabaciones en vivo de ‘Care’.”

“Bueno, si” dijo Jin intentando recordar. “Probablemente estaba sonriendo en aquellas ocasiones.”

“Pero no es solo cuando estas actuando” dijo Kame, su tono casi acusador. “Tampoco sonríes mucho en otras ocasiones.”

Esta conclusión sorprendió a Jin. Él había estado convencido de que su problema estaba conectado con encarar una cámara o una audiencia. Aún así no le pareció probable que Kame estuviera equivocado ya que él, durante la conversación, había demostrado lo que parecía una clase de sexto sentido para entender a Jin. Realmente no le molestaba que Kame pudiera darse cuenta de ese tipo de cosas de él, aunque Kame no podía ni siquiera ver a Jin a su lado. Sin embargo, el hecho de que no le molestaba era algo que encontraba un poco preocupante en sí.

“Lo intento” finalmente dijo Jin y lo decía enserio. “Realmente lo intento.”

“Es una pena que no consigas hacerlo más seguido” dijo Kame. “Cuando estas sonriendo tu voz mejora.”

Kame no continuó con el tema después de eso, dejando a Jin libre para entretenerse con los pocos pensamientos preocupados en lo profundo de su mente.

Un poco después de eso Kame tuvo que irse. No acordaron verse de nuevo, aunque Jin dijo que llamaría. Sabía que no estaba solo diciéndolo. Mientras Kame se levantaba del banco, Jin se inclinó para pasar su mano por el pelaje de Ran.

“Ahora lleva a Kame a casa seguro, ¿de acuerdo?” dijo, mirando una sonrisa gentil formarse en la cara de Kame.

Estaba bastante seguro de que Kame había notado que Jin uso su apodo esa vez y le complacía a Jin que Kame no objetara. Estuvo menos satisfecho cuando Kame dijo adiós.

“Fue bueno verte hoy, Akanishi” dijo, haciendo torcer el gesto a Jin en silencio.

“Por favor, llámame Jin” pidió.

Kame sonrió un poco más ampliamente, extendiendo su mano hacia el estanque frente a él.

“Jin” dijo simplemente, esperando.

Jin captó la indirecta, rodeo a Ran y tomo la mano de Kame. Fue muy similar a la primera vez que se habían dado la mano. El toque de Kame fue cuidadoso, gentil, su piel cálida y suave. No la soltó por bastante tiempo, mucho más de lo considerado apropiado para un apretón de manos en general. Kame estaba moviendo sus dedos experimentalmente contra la mano de Jin como si estuviera intentando sentir parte de Jin que no podría experimentar de otra manera. A Jin no le importaba. En absoluto. Cuando Kame finalmente retiró su mano, Jin descubrió que estaba dejándolo ir de mala gana.

Mientras Kame se daba vuelta y se alejaba con Ran, Jin se sentó y los siguió con la mirada.

Ahí fue la primera vez en que Jin se dio cuenta que el trasero de Kame se veía muy bien. Especialmente en esos pantalones verde obscuro ajustados que el chico estaba usando.

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