Mine (SakurAiba songfic) [ARASHI]
Pareja: SakurAiba
Clasificacion: 17+
No todas las relaciones son perfectas, la historia de Sho y Aiba es la prueba de ello. Pero pese a todo ambos sienten que lo mejor de su vida fue conocer al otro.
Notas de la autora: Ahh~ Saben? Amo escribir songfics, las canciones de Taylor Swift son perfectas porque se sienten más cercanas. Y aunque no soy muy fan del SakurAiba, solo imaginaba esta historia con ellos :D
Por aqui hay más fanfics, me sentiría muy feliz si los leyeran :3
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You were in college working part time waiting tables
Left a small town, never looked back
I was a flight risk with the fear of fallin'
Wondering why we bother with love if it never lasts
Estabas en la universidad trabajando medio tiempo como mesero
Dejaste un pequeño pueblo, nunca miraste atrás
Yo era un peligro para volar tenía el miedo a caer
Me preguntaba para que nos molestamos en amar si nunca dura
Aiba entró a esa cafetería sin esperar absolutamente nada. Estaba cansado, la situación en su casa no mejoraba, sus padres seguían peleando. Se preguntaba por qué lo hacían, hacía demasiado que se habían separado y no veía la razón por la que su madre iba casi todos los días a reclamarle cualquier cosa a su padre. No podía decir que le faltara razón: su padre había perdido su trabajo y Aiba era quien llevaba el sustento a casa pero su madre creía que había puesto a Aiba en su contra cuando él únicamente había elegido la opción que era menos mala. Su madre no lo hubiese dejado ser libre.
Sho miró el reloj. Era tarde, debía apresurarse si quería conservar su empleo. Entró precipitadamente en la cafetería
-Lo siento mucho, la clase se retraso- se disculpó con el gerente.
-No me interesa- respondió este- Toma tu uniforme y ponte a trabajar. Sho suspiró y tomó su uniforme. Se acercó a la mesa del joven de cabello castaño quien estaba sentado al fondo del lugar. Hubo una conexión y en cuanto lo vio sintió la necesidad de ir hacia él.
-Buen día, me llamó Sakurai y tendré el gusto de atenderle hoy- dijo cordialmente. Aiba levantó la mirada, confundido y abatido, pero al ver la sonrisa de Sho se sintió reconfortado y sonrió de vuelta. Como amó Sho esa sonrisa.
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-Sakurai-kun- preguntó tímidamente Aiba- ¿cómo es que llegaste a aquí?
Sho se incorporó y le miró curioso. Estaban cerca de un lago que habían descubierto explorando.
-Tú sabes cómo llegamos aquí Aiba-chan- respondió sin comprender su pregunta, Aiba rió.
-No me refiero a eso, ¿por qué dejaste tu casa y viniste a aquí, a Chiba?
-Quería crecer- respondió Sho mirando al cielo- Quería conocer gente maravillosa que me hiciera crecer.
-¿Y lo conseguiste?- preguntó Aiba mirándolo fijamente. Sho clavó su mirada en los ojos de Aiba.
-Por supuesto… te conocí a ti
I say can you believe it?
As we're lying on a couch
The moment I could see it
Yes, yes, I can see it now
Te dije ¿puedes creerlo?
Cuando estábamos acostados en el sillón
El momento puedo verlo
Si, si, puedo verlo ahora
-¿Estás seguro?- preguntó Sho desconcertado. Estaban en casa de Aiba, tumbados en el sillón frente al televisor encendido, pese a que no lo estaban viendo. Aiba desvió la mirada.
-¿Y para que enamorarse si al final te dejan?
-No estoy de acuerdo- dijo Sho negando con la cabeza- Estar enamorado te hace una mejor persona.
-¿Te has escuchado? No dejas de repetir eso- Aiba sonaba molesto. Sho lo miró con el ceño fruncido- ¿En qué te hace mejor estar enamorado?
-Te hace ser mejor, porque tú quieres ser mejor para esa persona especial- respondió.
Aiba cerró los ojos un momento.
-¿Te has enamorado Sho?- preguntó sin abrir los ojos. Sho lo miró tiernamente
-Por supuesto que sí- respondió antes de besarlo.
Do you remember, we were sitting there by the water
You put your arm around me for the first time
You made a rebel of a careless man's careful daughter
You are the best thing that's ever been mine
¿Te acuerdas? Estábamos sentados cerca del agua
Pusiste tu brazo sobre mis hombros por primera vez
Volviste rebelde a la cuidadosa hija de un hombre descuidado
Eres la mejor cosa que alguna vez fue mía
-Disculpe, ¿se encuentra Masaki-san?- preguntó Sho al hombre parado frente a él. El padre de Masaki lo miró de pies a cabeza
-Lo siento Masaki no puede salir- dijo antes de cerrar la puerta en las narices de Sho. Sho se quedó largo rato mirando furioso la puerta, deseando golpear a aquel tipo que no dejaba a Aiba ser libre. Suspiró, no había nada que pudiera hacer. Comenzó a rodear la casa para volver a su apartamento cuando escuchó un ruido. Volteó a todas partes pero no vio nada.
-Sho-chan, acá arriba- le llamó Aiba en voz baja. Sho levantó la mirada y sonrió. Aiba se pasó su mochila sobre el hombro y sacó los pies por la ventana, quedando sentado en el alféizar.
-Arrójame la mochila- susurró Sho. Aiba así lo hizo y Sho la atrapó con facilidad. Luego con mucho cuidado el menor comenzó a sacar el cuerpo por la ventana hasta que solo quedó sostenido del marco con las manos y se dejó caer. Lamentablemente Sho estaba justo debajo de la ventana y Aiba le cayó encima.
-¿Estás bien?- preguntó preocupado Aiba. Intentó incorporarse pero Sho se lo impidió.
-Estoy perfectamente- dijo antes de besarlo. Aiba rompió el contacto rápidamente y se puso de pie, Sho lo imitó y salieron corriendo, tomados de la mano. Se subieron al auto de Sho y enfilaron hacia su lugar especial: el lago.
Se sentaron a la orilla sobre una manta, uno al lado del otro. Por unos minutos se dedicaron a contemplar el agua, tranquilamente. Sho pasó el brazo sobre los hombros de Aiba y lo atrajo hacía él. Aiba giró su rostro y buscó los labios de Sho con el pulso disparado. Sho jaló a Aiba hasta que quedaron acostados, Aiba sobre Sho, besándose. No supieron cuando pero sus ropas terminaron tiradas sobre el pasto. Aiba se tensó cuando sintió como la punta del miembro de Sho intentaba entrar en él, pero el mayor comenzó a masturbarlo consiguiendo que Aiba se relajara. Al principio las embestidas eran débiles, casi tímidas, pero conforme los segundos pasaban se volvían mas pasionales. Sho terminó por correrse dentro de Masaki mientras que este se corrió en la mano del otro.
Flash forward and we're taking on the world together
And there is a drawer of my things at your place
You learned my secrets and you figured out why I'm guarded
You said we'll never make my parents mistakes
Volvemos atrás y estamos tomando juntos al mundo
Y hay un cajón con mis cosas en tu casa
Aprendiste mis secretos y averiguaste porque los guardé
Dijiste que nunca cometeríamos los errores de mis padres
-Eh, necesito dinero- dijo su padre. Aiba levantó la mirada del libro que estaba leyendo en ese momento. Era típico de su padre solo recordar que tenía un hijo cuando el dinero escaseaba
-No tengo- respondió fríamente
-Por supuesto que tienes, ¿no cobraste tu cheque ayer?
-Si, pero es dinero para comida- Aiba intentó volver a su libro. Su padre se lo arrebató de las manos y lo arrojó al otro lado.
-Escucha Masaki,- dijo mientras lo tomaba de la playera- dame el maldito dinero o vas a ver con quien te metes.
Aiba estaba aterrado pero no iba a ceder. Lo miró fijamente a los ojos, deseando que no notara su miedo y respondió
-Ya te dije que no…- apenas acabó la frase aquel hombre lo golpeo en el rostro. Como pudo Aiba huyó a su habitación antes de que él atestara otro golpe. Aquel hombre corrió tras de él y golpeó la puerta con fuerza cuando no pudo abrirla. Aiba sacó su teléfono y marcó el número de Sho
-¿Puedes venir por mí?- pidió con voz temblorosa en cuanto Sakurai contestó.
-Estaré ahí en cinco minutos- dijo Sho al notar su miedo. Al poco estaba en casa de Aiba. Al parecer su padre se había hartado y se había ido por lo que Sho no tuvo ningún inconveniente en entrar a la casa y sacar a Aiba de ahí, quien seguía temblando de miedo.
-¿A dónde crees que vas?- le gritó alguien en cuanto salió a la calle. Su padre volvía de la cerrajería más cercana, el cerrajero tras de él. Planeaba forzar la puerta y sacar a Masaki de ahí. Aiba se encogió en los brazos de Sho.
-Masaki por favor sube al auto- le pidió Sho con voz autoritaria. Aiba asintió y corrió al auto. Aquel hombre intentó detenerlo pero Sho se lo impidió.
-Me cansé de fingir que nada pasa aquí- le dijo- Y voy a hacer que Aiba deje de vivir este tormento. Usted no va a volver a abusar de él, viejo inútil.
-¿Me estas amenazando?- preguntó retadoramente el hombre- ¿Qué puedes hacer tú? Él es mi hijo y hará lo que yo quiera.
-Lo lamento pero no. Usted ya no manda sobre él, Masaki es libre y no tiene porque rendirle cuentas a un monstruo como tú.
Acto seguido caminó al auto y arrancó. Desde que supo que su padre lo explotaba había sabido que algún día iba a tener que librar a Aiba de aquel sujeto. Volteó a verlo, aun temblaba. Aiba no habló en todo el camino.
-Tus cosas siguen en mi casa, podemos ir por el resto luego o si quieres podemos reponerlo luego- Aiba continuaba sin hablar. Sho estacionó el auto frente a su casa, tomó la mano de Aiba y lo obligó a mirarlo a los ojos- Escúchame, no dejaré que él te haga daño, ¿entiendes?
-Tengo miedo… ¿Nosotros terminaremos así?- preguntó Aiba con lagrimas en los ojos.
-Nosotros somos mejores que eso- dijo Sho. Aiba asintió y bajaron del auto.
But we've got bills to pay
We've got nothing figured out
When it was hard to take
Yes, yes, this is what I thought about
Pero teníamos cuentas que pagar
No teníamos nada planeado
Cuando era difícil hacerlo
Si, si, esto es lo que pensé al respecto
-No abras los ojos- le pidió Sho. Aba estaba extrañado… ¿por qué tanto misterio?- ¿Listo? Ábrelos.
Cuando Aiba abrió los ojos se encontró cara a cara con un gran televisor. No sonrió y eso hizo que Sho se preocupara.
-¿No te gusta?
-Sho, no podemos estar gastando el dinero así- le reclamó Aiba. Sho puso los ojos en blanco.
-Por favor, es tu cumpleaños. No te pongas así
Aiba lo miró a los ojos.
-¿Ya pagaste la renta?- le preguntó. Sho bajó la mirada- Devuélvela.
-Es tu regalo de cumpleaños- dijo Sho
-Pero no podemos permitírnoslo- gritó exasperado Aiba- Hay prioridades Sho y lo sabes…
-Ya, está bien. La devolveré mañana- dijo Sho caminando hacía la habitación. Aiba se mordió el labio inferior en gesto de arrepentimiento y caminó en pos de él. Lo encontró sentado en la orilla de la cama con la cabeza entre las manos
-Sho… lo lamento….
-Yo sabía lo que hacía- murmuró Sho sin levantar la mirada- Pero quería hacer algo lindo por ti en tu cumpleaños…
-Con que estés conmigo es suficiente. No necesito lujos, con ser libre me basta- obligó a Sho a levantar la mirada y tomó su mano.
-Pero es tu cumpleaños…
-Entonces- le interrumpió Aiba- quiero ir a aquel lugar. Quiero… que me hagas el amor como la primera vez.
Sho sonrió. Ambos se pusieron de pie y fueron a buscar su lugar favorito
Do you remember, we were sitting there by the water
You put your arm around me for the first time
You made a rebel of a careless man's careful daughter
You are the best thing that's ever been mine
¿Te acuerdas? Estábamos sentados cerca del agua
Pusiste tu brazo sobre mis hombros por primera vez
Volviste rebelde a la cuidadosa hija de un hombre descuidado
Eres la mejor cosa que alguna vez fue mía
Do you remember all the city lights on the water
You saw me start to believe for the first time
You made a rebel of a careless man's careful daughter
You are the best thing that's ever been mine
¿Te acuerdas de todas las luces de la ciudad en el agua?
Me viste comenzar a creer por primera vez
Volviste rebelde a la cuidadosa hija de un hombre descuidado
Eres la mejor cosa que alguna vez fue mía
-Sho-kun- gritaba Aiba. Sho apareció corriendo en la sala con una expresión de terror en el rostro, provocando que Aiba comenzara a reír.
-¿Qué pasa?- preguntó el mayor desconcertado. Aiba sonrió y le mostró un papel
-Lo conseguí… conseguí el empleo Sho-kun- dijo sonriendo. Sho leyó el papel, su contrato, y tan pronto como terminó de leerlo abrazó a Aiba y comenzó a darle vueltas.
-Estoy tan orgulloso de ti- dijo- ¿Cuándo nos vamos?
-No tenemos que mudarnos- dijo Aiba tímidamente- puedo despertarme más temprano para poder llegar…
-¿De qué estás hablando?- preguntó Sho confundido- Pensé que íbamos a mudarnos, ya lo habíamos hablado.
-Pero no quiero que dejes tu trabajo por mí- respondió Aiba preocupado
-No te preocupes por eso, puedo conseguir otro- intentó tranquilizarlo el mayor- Escucha, estas logrando mucho y me siento orgulloso de ti. Si tenemos que mudarnos para que cumplas tus sueños no me importa, siempre y cuando me dejes estar contigo.
Aiba sonrió y puso los ojos en blanco.
-Admítelo, estás aburrido de este pequeño pueblo.
-Tú lo haces interesante- dijo Sho sonriendo.
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-¿Esta es la última?- preguntó Sho cansado. Aiba asintió.
Ambos subieron las cajas hasta su nuevo departamento en el cuarto piso de un edificio de Tokio. A Sho le había gustado volver a su hogar, Aiba lo sabía, por eso había aceptado ese trabajo. Quería hacer algo por Sho después de todo lo que él había hecho por Aiba. Y aunque había estado en contra de que dejara su trabajo al final todo había marchado bien, las excelentes referencias de Sho le permitieron conseguir un empleo pronto.
Apenas estuvieron instalados recibieron la visita de los padres de Sho. Ambos habían sido muy amables con Aiba, al parecer Sho les había hablado mucho de él.
-¿Estás seguro de esto Sho?- preguntó su padre en cuanto Aiba salió de la habitación- Quiero decir… de tu relación con este chico.
-No lo hagas…- pidió en voz baja la señora. Sho miro serio a su padre.
-No lo apruebas ¿cierto?
-No se trata de que lo apruebe o no- dijo su padre- Se trata de tu futuro. ¿Seguro de que quieres un futuro con él? ¿Eres consciente de que…?
-¿De que no tendremos familia?- le interrumpió Sho molesto- Los tengo a ustedes, a mis hermanos y a Aiba, no necesito más. Estoy feliz con lo que tengo
Se hizo silencio en la habitación. La madre de Sho lo tomó de la mano.
-Entonces no tenemos nada de qué preocuparnos ¿cierto?- le dijo al señor. Este asintió sin ninguna emoción en el rostro. Nunca supieron que Aiba había escuchado todo.
And I remember that fight two thirty A.M.
Cause everything was slipping right out of our hands
And I ran out crying and you followed me out into the street
Y recuerdo esa pelea a las dos treinta de la mañana,
Porque todo se nos estaba yendo de las manos
Y corrí afuera llorando y tú me seguiste hacia la calle
Aiba miró desconcertado la mancha. Trataba de no pensar mal de aquello pero estaba seguro de que había una mancha de labial en el cuello de la camisa de Sho.
-Aiba, ¿has visto mi corbata?- preguntó Sho mientras entraba a la habitación. Aiba no se movió pero Sho pudo ver porque- Déjame explicártelo.
-Tú corbata esta encima de la lavadora- respondió Aiba. Se acercó al bote de la ropa sucia y dejó caer ahí la camisa, después salió de la habitación sin dirigirle la mirada a Sho.
-Masaki…
-Por favor, no quiero saberlo- dijo Aiba sin mirarlo. Sho lo tomó del brazo e hizo que se girara a verlo.
Pero entonces vas a pensar cosas que no son…
-Solo se me ocurre una forma en la que esa mancha pudo llegar hasta ahí, a menos claro que te hayas peleado con un payaso- el sarcasmo en la voz de Aiba hirió a Sho- ¿Cómo pudiste?
-Te voy a ser totalmente sincero- dijo Sho mirándolo a los ojos- Una de las secretarias ha estado coqueteando conmigo… pero te juro que no le he correspondido.
-No, la mancha llegó hasta ahí solita- dijo Aiba totalmente furioso- ¿Cómo puedes ser tan cinico? ¿No te resulta más fácil largarte que estar haciendo esto a mis espaldas?
-¿Ves lo que te digo? Intento ser sincero y crees que te estoy mintiendo - Sho se acercó a él y lo abrazó por la espalda- Últimamente has estado muy distante, muy desconfiado, ¿por qué?
-Porque ya nunca te veo, siempre estás trabajando y yo… siento que ya no te conozco.
-Necesito trabajar, yo no te he reclamado el que tengas que salir los fines de semana
-Pero es que incluso cuando estás aquí estas trabajando- Aiba se soltó del abrazo y caminó hacia la mesa, tomó unas hojas y se las puso en la cara a Sho- Llegas, comes y de inmediato sacas tus malditos papeles. ¿Y yo? No preguntas como estoy ni si me fue bien en el trabajo, no me miras si quiera.
-Tengo que terminar eso Aiba- dijo Sho quitándole los papeles de la mano- Esto podría garantizar mi ascenso.
-¿Y yo qué? ¿Estoy pintado? También soy importante…
-Por supuesto que sí, pero esto es lo que mantendrá nuestro estilo de vida.
-Solo te estoy pidiendo que no trabajes en casa
-¿Y donde esperas que lo haga? Lo siento Masaki pero necesito hacer esto- dijo Sho sentándose de nuevo en su lugar. Aiba seguía molesto, así que fue hasta donde él estaba y quito todas las hojas de ahí.
-No quiero nada de esto en mi mesa- dijo mientras lo ponía en el sillón. Fue entonces cuando Sho perdió la paciencia. Se puso de pie tan intempestivamente que tiró la silla, caminó hacia Aiba y le arrebató las hojas de la mano antes de tomarlo por la camisa y zarandearlo.
-No es tu mesa, si no me devuelves esto te juro que…
-No me amenaces- dijo Aiba conteniendo las lagrimas- Si tanto quieres tu maldito trabajo, ten. Espero que él te haga compañía.
-Masaki, yo…
-Ya sabía que esto pasaría, por eso no quería enamorarme-Sho soltó a Aiba en cuanto pronunció estas palabras y este lo hizo a un lado antes de salir corriendo del lugar.
Raised myself for the goodbye
Cause that's all I ever know
And you took me by surprise
You said “I'll never leave you alone”
Me prepare para la despedida
Porque es todo lo que he conocido
Y me tomaste por sorpresa
Dijiste “Nunca te dejaré sola”
You said I remember how we felt sitting by the water
And every time I look at you is like the first time
I fell in love with a careless man's careful daughter
She is the best thing that's ever been mine
Dijiste “Recuerdo como nos sentimos sentados cerca del agua
Y cada vez que te miro es como la primera vez
Me enamoré de la cuidadosa hija de un hombre descuidado
Ella es la mejor cosa que alguna vez fue mía”
Aiba se sentó en la banqueta a descansar. Sho no lo había mirado en mucho tiempo, hasta se atrevería a decir que pasaba más tiempo en la oficina del que debía apropósito. Había abandonado la idea de que Sho lo dejara hace mucho, pero por fin su miedo más grande se había vuelto realidad.
Todo el mundo lo había usado: su padre, sus amigos, Sho… ahora no le quedaba nada. Tal vez debería volver a Chiba, pero descartó la idea en cuanto recordó que sus padres vivían ahí. Aunque vivir con su madre probablemente era la mejor opción... Escuchó los pasos de alguien pero no tuvo las fuerzas para voltear. Todo su mundo estaba colapsando
Hacía dos horas que estaba buscando a Aiba. Lo único en lo que podía pensar Sho era en él. “Por favor que no se haya ido, que no le haya pasado nada” no dejaba de repetirse eso. Tenía que disculparse, sabía que había sido tonto dejarse absorber por el trabajo, tratar a Aiba así. Era lo mejor que le había pasado en su vida… Por fin lo encontró, sentado en la calle frente a la estación del tren.
-Masaki- le llamó. Aiba levantó la mirada, tenía el rostro empapado por las lágrimas. En cuanto vio a Sho quiso huir de nuevo pero él se apresuró a tomarlo del brazo.
-Suéltame…- dijo Aiba mientras forcejeaba para soltarse
-No hasta que me escuches- suplicó Sho.
-Vete… ya no lo soporto más- dijo Aiba llorando. A Sho se le partió el corazón, se odiaba así mismo por haber hecho sufrir a Aiba.
-No, jamás te dejaré solo- Aiba continuaba forcejeando. Sho tomó su rostro e hizo que lo mirara a los ojos- Masaki, te amo.
-No te creo…Ya nunca estás conmigo, estás viendo a alguien más, yo lo sé- Aiba continuaba llorando- ¿Es que te aburriste de mi? ¿Ya no hay nada que puedas tomar de mí?
-Tú eres todo lo que necesito- dijo Sho mientras lo abrazaba- Cada día salgo a trabajar con la idea de que podré llevarte algo de comer y librarte de cocinar, que podré comprarte esos libros que tanto te gustan o que podré llevarte a algún lado de vacaciones. Intento pensar que todo lo que hago es por ti pero tienes razón, estoy haciéndolo por mí, y te estoy lastimando.
-Solo quiero que te quedes conmigo, no me importa si no le agrado a tus padres, no me importa si vivimos en un callejón. Te lo he dicho siempre, solo te necesito a ti- dijo Aiba mientras ocultaba su rostro en el hombro de Sho- Quiero que por las mañanas tú seas lo primero que vea y que al final del día me digas “Buenas noches” como solías hacerlo… quiero al Sho del que me enamoré no al que se pasa todo el día en la oficina.
-Lo lamento, prometo arreglar todo esto- dijo Sho acariciando su cabello- pero por favor, jamás vuelvas a intentar dejarme.
Aiba se dejó llevar al departamento por la suave mano de Sho que lo tomaba con el temor de perderlo. Al llegar a casa Sho pudo mostrarle a Aiba cuanto lo amaba.
Hold on
Make it last
Hold on
Never turn back
Espera
Has que dure
Espera
Nunca vuelvas atrás
You made a rebel of a careless man's careful daughter
You are the best thing that's ever been mine
Volviste rebelde a la cuidadosa hija de un hombre descuidado
Eres la mejor cosa que alguna vez fue mía
Al día siguiente Sho no tuvo ni las ganas ni la voluntad para ponerse de pie e ir a trabajar. En toda la noche había contemplado la silueta de Aiba junto a él, había sentido su cálido cuerpo a su lado y había escuchado sus suaves suspiros como si hubiera sido la primera vez que lo veía. Se dio cuenta todo lo que pudo haber perdido por culpa de su estupidez.
Aiba se sentía complacido de que Sho aun lo quisiera, si bien era cierto que su temor de perderlo se había incrementado. Podía sentir la piel de Sho a su lado y eso hacía que se sintiera protegido. Tal vez Sakurai Sho era la única persona en la faz de la Tierra que alguna vez se había preocupado por él y Aiba vivía y respiraba por él. Después hablarían acerca de lo que realmente estaba pasando entre ellos y con un poco de suerte (o mucho amor) conseguirían recuperar el orden de sus vidas.
Sho sabía que tenía que cambiar para que Aiba confiara en él de nuevo pero lo haría. Porque él lo había hecho cambiar y porque Aiba Masaki era la mejor cosa que le había pasado en la vida.