Pareja: SakuMoto
Clasificacion: 17+
Jun intenta terminar su relación con Sho por culpa de alguien más, pero él no lo va a dejar ir tan fácilmente.
Notas de la autora: Ahhhh, este lo escribí hace mucho. ¿Por qué posteo esto ahora? Porque livejournal quiere borrar mi cuenta "inactiva y vacía" (yo me pregunto entonces de donde salieron todos mis posts??) Bueno, el titulo es de una canción de Arashi (Maboroshi, soy la reina de la originalidad) que me pareció que se adecuaba a la historia ^.^
Hay más fics
por aquí;
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-Jun, espera
-Olvídalo, todo se terminó- dijo caminando hacia la salida, sin mirar atrás.
-Pero por lo menos dime por qué...
-Basta Sho- gritó furioso Jun. Luchaba por contener todas las emociones que le embargaban, no podía creer que Sho estuviera suplicándole. Sho lo tomó de la chaqueta y le hizo darse vuelta.
-No Jun esto no puede terminarse así- dijo Sho. Jun no lo miró, sabía que si lo hacía su plan se iría por un tubo. Sho continuó- Tú lo quieres tanto como yo ¿por qué quieres terminarlo?
-¿Te das cuenta lo que pasaría si nos descubren?- dijo Jun separándose bruscamente de él. Pero claro, conocía a Sho perfectamente y sabía que eso no lo dejaría salir de ahí fácilmente.
-Te he dicho miles de veces que no me importa- dijo Sho tendiéndole la mano- Por favor Jun…
Jun negó con la cabeza.
-Pero a mí si me importa ¿por qué eres tan egoísta?
-El que está siendo egoísta aquí eres tú- dijo Sho dando un paso al frente mientras que Jun hacía lo contrario- ¿Pensabas que iba a ceder fácilmente?
Jun sabía que no iba a ser así. Su pie se topó contra la pared mientras Sho seguía avanzando hacia él. Jun conocía sus intenciones y no pasó mucho antes de que los labios de Sho se estamparan contra los suyos. Trató de no corresponder el beso, pero amaba tanto esa sensación, amaba como el cuerpo de Sho se pegaba contra el suyo, y solo fue cuestión de tiempo antes de que Jun participara en ese beso. Cada beso era mejor que el anterior y aun así ni Jun ni Sho podían olvidar el primero.
Aquel día habían decidido ir a festejar el inicio de su gira en el bar que solían frecuentar con Aiba, Nino y Ohno. Habían estado tomando como si la vida se les fuera en ello, gozando de su amada juventud. Los cinco ya tenían bastante alcohol en la sangre (lo suficiente como para cometer alguna locura) cuando propusieron jugar a algo: botella, y como estaban ebrios les pareció una idea fantástica. Nunca supieron con exactitud quien había propuesto la idea, simplemente se sentaron a jugar. La botella señaló a Aiba y a Sho.
-Reto- dijo Sho. Aiba lo pensó un gran rato y cuando se le ocurrió algo, sonrió.
-Besa a Jun
-¿Eh? ¿Por qué a mí?- Aiba lo ignoro. Jun estaba totalmente sorprendido. Nino y Ohno simplemente rieron. Sho se encogió de hombros y se dio vuelta para plantarle un beso a Jun en los labios. En ese momento algo hizo “click” Pasaron varios segundos antes de que Nino se aclarara la garganta para obligarlos a separarse. Jun y Sho se sonrojaron pero los otros no le dieron demasiada importancia.
Pero Aiba lo había hecho adrede. Sho era su mejor amigo, Sho siempre le contaba todo… hasta de su pequeña fijación por Jun. Y es que, desde el primer día de ensayos como grupo, a Sho le había impresionado la energía de Jun y desde entonces había observado todos sus pasos. No había día en que el nombre de Jun no pasara por su mente. Pero claro, Sho era un profesional, se limitaba a darle consejos de cómo actuar frente al público, demasiados consejos que Jun acepto gustoso, todo porque en el fondo Jun sentía la misma fijación por Sho, quizá al mismo grado que él. Claro, ninguno hizo nada y Aiba como buen amigo decidió empujarlos a hacerlo.
Desde entonces en todo lo que Jun podía pensar era en Sho. Pero claro no podía dejar que todo eso se mezclara con su trabajo así que luchaba por concentrarse en realizar sus tareas, pero tenía la mala fortuna de que Sho fuera un “compañero de trabajo” quien no estaba dispuesto a dejar que todo terminara así. Sho no podía alejarse de Jun más de unos cuantos metros y fue solo cuestión de tiempo para que todo explotara.
El segundo beso fue durante un concierto. Ambos habían salido rápidamente del escenario a cambiarse. Sho lo había estado pensado mucho pero no había conseguido aclarar sus sentimientos hacia Jun, aunque estaba seguro que ese beso había cambiado algo. Cuando Jun observó a Sho quitarse la playera tuvo que luchar para no ir a tocar esa espalda tan musculosa que tenía el rapero. Por otra parte, Sho por fin se había decidido, iba a besar de nuevo a Jun. Aprovechó un momento en el que todo el staff corría hacia el escenario. Alcanzó la mano de Jun quien corría frente a él, le dio la vuelta y lo beso. Cinco segundos, fue todo lo que compartieron antes de que Sho lo soltara y corriera al escenario, dejando a Jun en un estado de shock total. Pero ese beso ayudo a algo. Después de eso Sho supo que estaba enamorado de Jun.
No pasó mucho antes de que Jun estuviera convencido de que él también amaba a Sho. Por eso el día en que Sho le pidió que se quedara después del ensayo le llenó de nervios. Estaba sentado en un sillón en el camerino cuando Sho entró. Ambos desviaron la mirada y murmuraron saludos mientras Sho se sentaba a un lado de Jun.
Ambos tenían el pulso acelerado. Jun pensó que era una buena oportunidad para decírselo.
-Me gustas- dijeron al mismo tiempo. Voltearon a verse sorprendidos y avergonzados.
-¿Lo dices enserio?- preguntó Sho. Sabía que Jun no era una persona que dijera esas cosas a la ligera pero aun así le costaba creer lo que había oído. Jun asintió desviando la mirada.
-Creo que en cierta forma… me gustabas desde hace mucho. Pero yo sinceramente pensé que todo se pasaría. Quiero decir que jamás me imagine…-pero Sho no le dejó terminar.
Lo tomó de la barbilla y lo besó. Un beso largo y apasionado. Sin romper el beso Sho fue empujando a Jun hasta quedar sobre él. Poco a poco su ropa quedó tirada en el piso. Sho besó el cuello de Jun y fue bajando hacia su pecho, donde se entretuvo con los pezones de Jun, haciéndolo gemir. Un dedo fue a parar a la entrada de Jun, pero este no dijo nada, siguieron otros dos dedos y en cuanto Jun se acostumbro a la intromisión comenzó a mover las caderas, gimiendo fuertemente. Sho subió de nuevo a sus labios mientras lentamente entraba en Jun.
Las uñas de Jun se clavaron en su espalda mientras lentamente Sho comenzaba a moverse. Sho bajó la mano hacia el miembro de Jun y comenzó a masajearlo a la par de las embestidas, provocando que los gemidos de Jun subieran de intensidad. Sho besó de nuevo a Jun ahogando su voz mientras eyaculaba en su interior, provocando que Jun se viniera en su mano.
Después de eso ambos se habían vestido y habían salido de ahí, rumbo al apartamento de Sho. No había nada de qué quejarse. Vivian juntos pero nadie lo sabía, Jun había pedido que fuera así y aunque Sho no compartía su temor de ser descubiertos accedió. Jun aun tenía su departamento pero la gran mayoría de sus cosas así como su auto estaban en casa de Sho, donde cada mañana desayunaban juntos, salían al trabajo en su respectivo auto y regresaban a casa, donde generalmente compartían otra noche juntos (y si salían de gira compartían habitación). No todo era miel sobre hojuelas, Sho constantemente le reclamaba a Jun el que tuvieran que esconder su relación mientras que Jun solía molestarse de la cercanía que Sho tenía con sus co-protagonistas. Había veces que no se hablaban en todo el día, incluso sus compañeros notaban esas pequeñas peleas aunque no decían nada, ya que durante la noche Sho conseguía hacer las paces con Jun de una forma muy eficaz (fuese o no su culpa). Pese a todo eran felices juntos…
Es por eso que Sho no comprendió porque Jun lo empujo y se alejo de él.
-Iré por mis cosas después- dijo mientras salía. Sho volvió a tomarlo del brazo- ¡¿Qué parte de se terminó no has entendido?!
-No entiendo el por qué Jun- respondió Sho negándose a dejarlo ir- ¿Fue por lo del drama? No haré la escena si no quieres, pero por favor…
-¿Sabes lo patético que te escuchas suplicando?- soltó mordazmente Jun con toda la intención de herirlo. Y funcionó, Sho aminoró la presión en el brazo de Jun pero aun no lo soltaba así que Jun decidió presionar un poco más- Puedes buscarte a alguien más... yo ya lo encontré.
Para Sho esas palabras fueron como un golpe en el estomago y por reflejo soltó a Jun, quien de inmediato salió al pasillo. Pero Sho no estaba dispuesto a dejar que las cosas se quedaran ahí.
-Pero no quiero a nadie más- le gritó y corrió tras de él. Una vez que lo alcanzó siguió hablando- Dime, ¿lo amas?
Jun se detuvo y lo miró a los ojos.
-Si Sho, [i]la amo [/i]-a Sho se le fue el aliento cuanto lo dijo. [i]La [/i] ósea que era una chica… eso era todo, lo había perdido. Fuera de los términos biológicos para Jun estar con una chica iba a ser más productivo, no tendría que esconderse y podría tener una familia.
-Está bien… Lo entiendo- dijo Sho luchando por no derrumbarse. Jun asintió.
-Lo nuestro no estaba yendo a ningún lado- dijo- Nos vemos.
Sho asintió y apenas Jun se fue, cayó de rodillas. Comenzaba a sentirse mal… Seguía sin tener las cosas claras ¿Qué clase de chica era? ¿por qué la prefería a ella que a él? ¿Jun sería feliz con ella? ¿Qué clase de familia tendrían juntos? Apostaba que los hijos de Jun serían preciosos, esperaba que Jun pudiera nombrarlo padrino de alguno.
Sus pensamientos se hicieron cada vez mas desorganizados, pero todos guardaban relación con Jun. Era un intento desesperado de su cerebro por intentar apaciguar el dolor que sentía en ese momento. Las lágrimas caían por su rostro sin control.
-¿Sho-chan?- inquirió una voz tras de él, pero no hizo el intento de voltearse. No era Jun.- ¿Qué pasa?
Aiba se acuclilló a su lado y le tendió un pañuelo. Sho no dijo nada cuando Aiba lo abrazó. Aunque su ser reclamaba unos brazos diferentes aceptó de buena gana el abrazo, sería la única vez que alguien lo vería llorar así que debía aprovecharla.
Cuando Jun salió del edificio le costaba respirar, tenía un gran nudo en la garganta. Pero no lloraría. Un auto se detuvo frente a él y la puerta del asiento trasero se abrió.
-Sube…- le dijo una voz fría desde el interior. Jun obedeció y el auto arrancó- ¿Lo hiciste?
Jun asintió.
-Cumplí con mi parte, dame las fotos- le exigió Jun. La chica rió.
-Aun no estás en posición de exigir nada. ¿Sakurai-kun se creyó la historia?- Jun asintió- Muy bien, tienes que hablarle bien de mi. Debe de fijarse en mí antes de que pueda devolverte las fotos. Cuando lo tenga en mis manos y no haya posibilidad de que quiera volver contigo…
-Ese no fue el trato- dijo Jun apretando los puños.
-¿Quisieras que Sakurai-san pasara por un escándalo de esta magnitud?- preguntó la chica sosteniendo un sobre en la nariz de Jun. Jun trató de recuperarlo pero ella lo puso fuera de su alcance.
Esa chica era parte de la producción en la que trabajaba Jun recientemente. La conocía de antes, había sido la causa de una de las muchas peleas que Sho y Jun habían tenido, pero Sho le había jurado que su relación era meramente profesional así que Jun se había olvidado de ella… hasta el día en que se había presentado en su puerta con unas fotos incriminadoras de ellos tras un ensayo. El terror de Jun al verlas no fue nada comparado al que sintió cuando la chica lo amenazó con arruinar la reputación de Sho con ellas. Sabía jugar bien sus cartas porque Jun haría lo que fuera por Sho y viceversa.
-Pero ¿sabes? Hiciste un buen trabajo hoy, Matsumoto-kun- dijo la chica sonriendo. ¿Quién se creía para decirle [i] Matsumoto-kun [/i]? Ella ignoró el rostro enojado de Jun y tomó la mitad de las fotos que estaban en el sobre- así que te mereces una recompensa. Te daré las demás después.
El auto se había detenido frente al edificio donde vivía Jun. El chofer se bajó y obligó a Jun a salir del auto.
-Nos veremos mañana [i] Matsumoto-kun [/i]-dijo la chica sonriendo.
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-Sho-chan no sabes cómo me gustaría ser capaz de ayudarte- dijo Aiba después de haber escuchado todo lo que había pasado. Estaban en un pequeño café en el centro de Tokio “[i] A cuatro cuadras de su casa [/i]” pensaba triste Sho.
-Tal vez él tenía razón… debí alejarme de todas esas chicas- murmuró Sho.
-Sho-chan esto no fue tu culpa- le dijo Aiba tratando de consolarlo- Jun tiene su carácter, se que el muy cabezota se lo pensará mejor y vendrá rogando de nuevo.
-Me dijo que la ama Aiba- respondió Sho sin vida en la voz. Aiba se mordió el labio… Jun no decía esas cosas a la ligera, todo el mundo lo sabía, y también sabía que Jun no volvería pero no dijo nada por no echarle limón a la herida. Sho se puso de pie y Aiba lo imitó.
-Quiero estar solo Aiba- dijo Sho al mirarlo.
-De ninguna forma- respondió Aiba mientras dejaba el dinero de la cuenta en la mesa. Sho caminó a la salida sin esperarlo y cuando Aiba lo alcanzó él pareció no notarlo. No quería fijarse en las calles pero sabía (y Aiba también) que se dirigía a casa de Jun. Aiba no quería detenerlo pero sabía que ir allá le dolería más. Pensaba en cómo detenerlo cuando vio a un auto detenerse un poco mas adelante. Ambos se sorprendieron al ver bajar al conductor y más aun cuando el conductor sacó a rastras a alguien del asiento trasero. Se acercaron un poco más para poder ver.
-Nos veremos mañana Matsumoto-kun- dijo alguien en el interior del auto. Sho se paralizó, era Jun. Aiba estuvo a punto de obligarlo a darse la vuelta cuando Jun hizo algo que no esperaban.
-Maldita bruja- gritó pareando la puerta del auto- ¡Dijiste que me darías todas las fotografías si hacía lo que pedías!
-Se un buen chico y entra a casa, Jun-kun
Jun volvió a patear la puerta del auto y esta vez dejó una abolladura. El conductor enojado lo le golpeó en el estomago, sacándole el aire y dejándolo tendido en el piso. Eso fue lo que obligó a Sho a acercarse. Empujó al conductor contra del auto y lo golpeó en el rostro.
-Sho-chan, detente- le dijo Aiba mientras intentaba detener a Sho de dar otro golpe. La chica dentro del auto gritó.
-Sho… basta…- dijo Jun. Sho dejó ir al conductor quien asustado corrió al auto, lo encendió y se marcharon de ahí. Sho se arrodillo a un lado de Jun para ver si estaba bien, pero a penas lo tocó este le gritó- ¡¿Qué demonios haces aquí?!
Sho no dijo nada, su atención estaba en otro lado. Tomó una de las fotos que Jun tenía en la mano y se puso de pie. Jun trató de impedirlo pero no lo logró.
-¿Fue por esto?- preguntó Sho molesto- ¿Por esta basura me dejaste?
Jun no respondió. Sho se inclinó y tomó a Jun de la barbilla, dispuesto a gritarle pero vio que él estaba llorando.
-Ella dijo que arruinaría tu carrera… las fotos solo serían el comienzo- murmuró Jun con la voz quebrada por las lagrimas.
-No seas idiota Jun- le dijo Sho. Rompió la foto y se hincó a lado de Jun- ¿No era yo el que quería hacerlo público? Estabas más preocupado por ti que por mi…
-Te equivocas…- dijo Jun aun llorando.
-Tú solo querías cubrir tus espaldas. No me quieras hacer creer que fue por mí, no soy tan tonto Matsumoto- le gritó Sho.
-Sho-chan, basta- le pidió Aiba mirando como Jun solo bajaba la cabeza.
-Vámonos Aiba, - dijo poniéndose de pie- no se porque me preocupo por alguien tan imbécil como él. No debí haber venido.
Aiba negó con la cabeza.
-Sho, se que todo esto te duele, pero no es la manera de resolver las cosas.
-No vengas a decirme todas esas estupideces- dijo Sho comenzando a caminar hacia la avenida. No se había alejado mucho cuando escuchó la voz de Jun.
-Lo siento- dijo en voz alta. Sho se detuvo y Jun se puso de pie, comenzando a caminar hacia él- Lamento ser tan desconfiado, lamento ser tan egoísta, pero desde que te conocí no he pensando únicamente en mí. Puede que tú no creas que hice esto por ti… pero así fue. Y lo hice porque… porque te amo Sho.
Sho volteó a ver a Jun y pudo ver que este a un lloraba. Todo su enojo y toda la tristeza que sentía porque Jun le había dejado se esfumó en cuanto Jun pronunció esas tres palabras. No pudo contenerse más y lo abrazó.
-No me importa si nos descubren…- le dijo Sho al oído- Preferiría que me despidieran a estar sin ti.
-Perdóname…- dijo Jun llorando mientras correspondía el abrazo.
-Te perdono- dijo Sho sonriendo. Desde lejos Aiba los observaba sonriendo de lado.
-Creo que mejor me voy. Tendrán mucho de qué hablar- dijo mientras caminaba hacia el restaurante donde había dejado su auto.
Sho y Jun permanecieron un largo rato abrazados hasta que comenzó a llover. Corrieron hasta el edificio de Jun, riendo.
-Ah, ahora tengo frio- se quejó Jun cuando consiguieron entrar, mientras se sacudía el cabello. Sho lo abrazó por la cintura y le besó el cuello.
-Si quieres puedo calentarte- le susurró. Jun puso los ojos en blanco y sonrió.
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-Gracias por lo de ayer Aiba- le dijo Sho sonriendo.
-¿Se arregló todo?- preguntó Aiba devolviéndole la sonrisa. Sho asintió y volteo a ver a Jun, quien en ese momento estaba con Nino intentando seguirle el paso a Ohno- Eso está bien.
-¿Sabes? Nunca me imaginé sufrir tanto por alguien- dijo Sho sin perder la sonrisa- Sentí que me iba a morir.
-Duele ¿verdad?- preguntó Aiba cerrando los ojos.
-Si…- murmuró Sho. Volteó a ver a Aiba con curiosidad- ¿a ti te han dejado?
-Una vez…- dijo Aiba sin abrir los ojos- Pero gracias a eso pude conocer a alguien mejor. Supongo que es la ventaja de eso.
-Depende de cómo lo veas- dijo Sho. Aiba sonrió.
-Oigan ustedes dos vagos- les gritó Nino. Ambos se pusieron de pie rápidamente, como si hubiera alguna emergencia, lo que hizo reír a los otros tres- No somos los únicos que debemos aprender la coreografía
-Ya vamos- dijo Sho sonriendo. Se puso a lado de Jun y este le sonrió.
Esa noche irían a cenar y luego al cine y no les importaría si alguien los veía… un pequeño precio a pagar por un amor tan grande.
Una semana después los demás descubrirían su relación gracias a una de esas revistas de chismes. Resulta que todos ya lo sabían.
Y resultó que ese alguien de quien Aiba hablaba era Nino.
Ohno estaba con alguien aunque no quería decirles quien. Resultó ser una chica que conoció pescando.
Todo el mundo ahora se burla de Ohno diciendo que “pesco” a su novia. Y realmente así fue.
Sho le tiró una cubeta con agua a aquella chica de la producción. Jun no lo dejó hacer más. Desde entonces no han vuelto a saber de ella.