Si lo dijiste vos: "la muerte es sólo un síntoma de que hubo vida".
Y qué vida, Don Mario, viejito pícaro, astuto y sabio.
Por tu sencillez hicimos migas.
Todavía no lo creo, ¡me hiciste leer poesía!
Simpático uruguayo, gracias por tus palabras.
Y ustedes, por favor,
no se olviden de su bolígrafo.