madejas de lana...
salut mes petits amis!!!!!
Vaya, ya me estoy poniendo al día sobre como se utiliza el cacharro este del elejota. Bueno, aún tengo algunos pequeños problemas de comprensión, ya que no sé muy bien cómo se hacen las cosas, y la mayor parte de las veces ni me entero de lo que están preguntando (¿afiliarse es unirse a una comunidad?)… en fin…
Como me considero cibertaruga (según el diccionario de Pepita Pulgarcita, entiéndase por persona con gran afán por aprender todo lo referente al mundo informático, pero que es tan patana que apenas sabe hacer la o con un gigabait de esos) y amante de lo pleistodidáctico (entiéndase toda aquella actividad que reporta un beneficio lúdico y que se realiza con las manos…. Sin ser malpensados, ojo! Por ejemplo, leer bédés, libros, oir musique, etcétéraaaaa).
En fin,que POR FIN!!! OEEEEEEEEEEEEEEOEOEOEEEEEE
He aprendido a BAJAR (dios existe) cosas del emule, yujuuuuuuuuuu
Y ayer, à la fin! Conseguí bajarme dos series, ue ue ueeeeee
Me da un poquito de pena, porque sé que probablemente dejaré de leer lo que antes leía por las noches, pero bueno, así no tengo que estar siempre pidiendo que me bajen esto o aquello….
Pues eso, que me estoy bajando ju-ju-ju:
-la segunda temporada de supernatural
-los tres primeros episodios de pushing daisies (estos ya los tengo, y ya los he visto…. Veredicto positivo, seguiremos bajando)
-robin hood
Así que ya soy toda una cibernauta de cuidado.
Temblad electroduendes!!!!
Lo que metí en el pensadero:
Llevo unos días tejiendo. La verdad es que me relaja. Es una cosa extraña. Es primitiva, tranquila, antigua…. Cuando me pongo con mis agujas, me imagino una de esas damas lánguidas, esperando a su fin amour, a su caballero cortés, en lo alto de la torre, destinada a esperarlo, mientras ella teje y teje infinitos nudos, infinito lazos. O me imagino a Penélope sentada, tejiendo años y años, esos mismos nudos y lazos, esperando a que llegara su hombre oliendo a mar y a arena. O quizás pienso en las miles de mujeres, que por las tardes en verano, se han sacado durante siglos las sillas a la fresca, cuando el sol se iba ocultando, y sacaban la calceta…. Y así, entre chácharas y risas, cotilleos y penas, estas mujeres enteretejían lazos milenarios, como los que siento yo que me pesan.
A veces tejo sola, y otras con mi madre al lado. Y es esas tarde, en las que tiro la madeja al suelo, y rueda, cuando me siento con un hormigueo extraño, muy dentro. Levanto la vista, y veo a mi madre. Una madre. Como todas. Esculpidas en coraje, en paciencia, en amor, en cariño…. Las madres…
Y me siento afortunada, porque me siento como cuando era pequeña, y en el pueblo, en verano, se sentaban a la fresca mi tía, mi madre, mi abuela, y yo con mis dos coletas, y mis piernas llenas de arañazos y trompazos, me colaba en ese círculo de mujeres, que tejían, que me anudaban a ellas con miles de puntos de tiempo y espacio.
Ahora, me siento a mi edad, y cojo las agujas, y me veo como ellas. Quizás más mayor, quizás con los huesos más estirados. Quizás con un poco más de sabiduría que aquella niña pequeña, pero siempre mirándolo todo con ojos infantiles de inocencia.
Por que jamás hay que perder la inocencia….
….