Este mes ha sido un poco desastre. O, más bien, caótico. Demasiadas cosas de las que ocuparse, demasiado jaleo y demasiados imprevistos. Después de mi enclaustramiento por el NaNo, las responsabilidades familiares volvieron a caerme encima de golpe y el mismísimo día 1 de diciembre ya estaba sentada al volante ejerciendo de chófer una vez más. He estado a caballo entre Toledo y Alcázar, he conseguido quedar con la gente, me he muerto de asco yendo de tienda en tienda preparándome para la boda de María y, para rematar (literalmente), he pillado un trancazo que me ha durado casi dos semanas y me ha tenido fina hasta ayer, como quien dice. De hecho, después de la boda, estuve varios días sin poderme mover de la cama, LOL.
Con todo este movimiento, no he tenido más remedio que dejar aparcado el blog y todo lo que conlleva. Ni siquiera pude pasarme a felicitar la Navidad (de verdad, ¿a quién se le ocurre casarse el 26 de diciembre?). Peeero las aguas vuelven por fin a su cauce y aprovecho este breve respiro antes de que vuelva a petarse la casa en Reyes para ¡desearos a todos un maravilloso 2016!
No sabría decir si las supuestas predicciones para 2015 se cumplieron o no. Elena tiene la costumbre de hacer siempre balance el día 31 de diciembre sobre el año que termina y lanzar sus apuestas para el año entrante, pero yo soy mucho más despreocupada en ese sentido y prefiero no mirar demasiado ni hacia atrás ni hacia delante. 2015 ha tenido momentos muy desagradables, pero también muchísimas cosas buenas; hay que quedarse con eso, para que nos dé el ánimo suficiente para coger 2016 por los cuernos y exprimirlo al máximo. Para mí, además, este año será un pequeño punto de inflexión, porque por fin llego a la treintena... y espero que alguno de los chopecientos planes que tengo en marcha arranque de una vez y dé frutos. Con eso me conformo, por poco que sea.
Proyectos hay muchos, pero escribir sigue estando en lo alto de la lista. Hay relatos de los que ocuparse, todavía tengo que terminar la novela del NaNo y empezar a trabajarla para darle forma... También espero empezar a movilizarme en el sentido más profesional de la palabra. Pero, pase lo que pase, procuraré seguir manteniendo vivo el blog como hasta ahora, con reseñas, frikadas y lo que venga a cuento. Durante este mes, logré ver algunas de las pelis que tenía en lista de espera desde hace meses: Tomorrowland, Mad Max: Furia en la carretera, Inside Out... sin contar que aún tengo pendiente además la reseña de Digimon Tri. Las series del verano tampoco las llegué a reseñar y quiero hacerlo, por no hablar de las otras tantas que me gustaría ver. Sí, muchas cosas, lo sé. Siempre estoy picando de flor en flor y con veinte mil frentes abiertos. Pero ya iremos viendo si doy abasto. De momento, material no me falta para empezar el año con potencia, juas.
Esto es sólo un post rápido, pero si tengo más tiempo libre en estos días vendré con algo de chicha. Si no, nos vemos a partir del día 7, gente.
¡Qué tengáis una fantástica salida y entrada de año! ♥